XVII

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-¡Ah!- ya llevaban varias horas en ese "asunto", Sunoo estaba tan agotado, pero no podía quejarse, él pidió que fuera así.

-¿Qué pasa, Hyung?- Ni-ki embestía a su mayor sosteniendo las piernas contrarias en sus hombros.

-¡Ugh! ¡Ah! y-yo... d-descanso ¡Ah! cinco mi-minutos ¡Ah!- sus piernas temblaban y hasta a momentos parecía no sentirlas.

-¿Descanso?- paró sus embestidas en seco -podemos tener un descanso- miraba a su novio con su respiración agitada.

-S-solo uno... ah... quiero un poco de agua.

-Puedo ir a traerla, espérame- salió de su interior, besando su mejilla para ir a la cocina, que estaba a algunos pasos pues seguían en la sala.

El pelirosa se acostó de lado regulando su respiración, sentía cómo el semen desbordaba de su interior, su estómago estaba algo hinchado por la acumulación de ese líquido.

-Amor- Ni-ki volvió con un vaso de agua fría en manos.

-Gra-- sus palabras fueron cortadas con un apasionado beso que pasó el agua de boca a boca, eso significaba el fin del descanso.

Pronto, Ni-ki volvió a su posición, pero antes de abrir sus piernas, admiró lo lindo que se veía su novio en esa pose, por lo que decidió seguir así, con el cuerpo contrario de lado.

-¡Ugh!- Sunoo apretó las desordenadas sábanas bajo ellos al sentir su interior volver a ser llenado.

-Oh.. sí... Hyung, tu interior es tan bueno, cálido, viscoso y con cada embestida trata de chupar mi pene, me quieres dentro todo el tiempo ¿No Hyung?

-¡Ah! E-eso...

Ya era de muy noche, lo habían hecho más de 6 veces, en realidad, perdieron la cuenta después de la sexta.

Unas embestidas más y Ni-ki se corrió en su interior, rebalsando un poco por lo lleno que estaba ahí adentro.

-¿C-cuántas veces te correrás dentro?- Sunoo tocó su estómago -¿A caso quieres embarazarme? no soy una muje...¡Ah!- fue fuertemente embestido.

-Así es, Hyung, no eres una mujer, pero trato de embarazarte- volvió a salir de su interior, esta vez metiendo sus dedos. -Si quieres embarazarte, debes guardar bien el semen ¿Porqué se rebalsa todo?

-P-porque es mucho...

-Y tu interior debe ser muy pequeño, ¿No deberíamos tratar de agrandarlo?

-¿C-cómo haríamos eso?- estaba apoyado en sus codos y sus rodillas.

-Tengo una idea- agarró el vibrador rosado que era una bolita, colocándolo en el nivel 8 y lo introdujo dentro de su novio.

-Eso... no es más grande que tu pene.

-Por eso no entrará solo- alineó su miembro de nueva cuenta y con el vibrador dentro embistió hasta lo más profundo que pudo.

Por unos dos segundos el rostro de Sunoo fue un completo dilema, sus ojos se mandaron hacia arriba, sus manos se formaron en pequeños intentos de sostenerse de algo, las lágrimas volvieron a salir de sus zorrunos ojos, sus mejillas totalmente sonrosadas y qué decir de su cuerpo, su cuello lleno de muchísimas marcas de mordidas, chupetones y hasta su mano marcada por la actividad favorita de Sunoo, ser ahorcado, su pecho estaba con mordidas marcadas, más en sus pezones rojos y su cintura con las manos contrarias marcadas por sujetar tanto esa parte, sus nalgas rojas por las constantes embestidas y sus manos marcadas por las nalgadas que le fueron dadas.

-¡Ah!- pronunció después de un pequeño shoock.

-¿Qué te parece hacerlo así?-  Ni-ki hablaba con total normalidad.

-E-es muy... muy profundo... Ki-kinnie...- no tuvo tiempo de decir más cuando las embestidas  constantes comenzaron, Ni-ki llegaba a su próstata con normalidad, pero ahora con esa cosa dentro golpeaba ese punto con fuerza lo que le hacía perder la cabeza con cada embestida, cada vez más. -M-me.... ¡Me vas a romper!

-No te romperé, Sunoo, después de todo, tú lo pediste.

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-¿Ah?- el pequeño pelirosa despertaba sin saber dónde se encontraba, luego de analizar un poco los alrededores se dio cuenta que era la habitación compartida que tenía con Ni-ki.

-Oh, ya despertaste- Ni-ki, quien lo tenía en brazos, besó su cabeza.

-¿Qué pasó?

-Te desmayaste, después de las dos de la mañana no soltaba su agarre en la cintura contraria.

-¿Qué hora es?

-Las diez de la mañana..

-Agh... me duele todo el cuerpo...

-¿No es lo que querías?

-No sabía que te pondría así... perdón por usarlo en ti.

-No te preocupes, Hyung, pero como me diste sobre dosis, puede que en el trascurso de unos días se me levante sin razón, así que tu tienes que  hacerte cargo de lo que provocaste ¿Bien?

-P-pero...

-Vamos, Hyung, debes hacerte cargo de tus errores- susurró en su oído. -¿Está bien?

-S-sí...











Cami~

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