XIII
180 votos, 290 comentarios.
.
-¿Vamos a casa?- ya eran las 9 de la noche, se la pasaron toda la tarde en la calle, paseando de aquí a allá, ahora, era tiempo de volver a casa y dormir.
-Vamos- Sunoo se sentía tan enamorado como una colegiala de 17 años, por poco y sus pupilas se convertían en corazones cada vez que miraba a Ni-ki.
Caminaron hasta casa donde los demás los esperaban con un par de mochilas en mano.
-¿A dónde van?- preguntó Sunoo.
-Ah... es que les queremos dar espacio para... "reencontrarse"- Heeseung habló haciendo un par de señas con sus manos para que comprendan mejor lo que querían decir.
Ambos, Ni-ki y Sunoo se colocaron rojos, ninguno había pensado en hacer algo más que dormir esa noche.
-Sí, mejor váyanse ahora que nos "reencontraremos" en un momento- Ni-ki hablo y seguido de eso, todos se fueron en menos de dos minutos.
-¿Qué fue eso?
-Se llama, ahora tenemos la casa para nosotros dos, ¿Quieres poner algo de música mientras hacemos la cena?- en verdad ninguno paneaba sobrepasar los besos, solo ellos dos en una noche romántica.
-Pon la de AESPA- Sunoo se sabía todas sus canciones y coreografías, era muy fan de los g-groups y se notaba desde lejos su fanatismo.
-Lo que tu pidas- y colocó la playlist favorita de Sunoo, que contenía varias canciones, algunas coreanas, otras estadounidenses, algunas de rap, hasta baladas.
-Give me, give me now, give, give me now DDU DDU DDU DDU- Sunoo cantaba mientras descongelaba la carne.
Ni-ki solo miraba a su lindo novio menear sus caderas mientras hacía cualquier cosa, era como un lindo bebé durazno, rosadito, redondito, blandito y suavecito.
-¿Me pasas la pimienta? está en el cajón de arriba- Sunoo no podía alcanzar los cajones más altos sin tener que pararse en una silla o treparse en el mesón.
-Alcánzalos tú- lo sujetó de la cintura para levantarlo del suelo y que pueda agarrar la pimienta.
-Gracias- de pago le dio un besito en los labios y siguieron cocinando.
En ese momento no les preocupaba nada, estaban en descanso, eran vacaciones, como si fueran personas normales, comunes y corrientes.
Solo cocinaron dos carnes, dos huevos fritos, partieron panes, le colocaron lechuga y colocaron la carne y el huevo encima, no se complicaron en nada, estaban felices en ese momento, por lo que todo era bueno.
Al cabo de una hora decidieron ir a dormir, Sunoo se duchó primero y por lo que dijo Ni-ki después de que los chicos se vayan esperó un "Reencuentro" entre ambos, por lo que después de salir de la ducha estaba nervioso, muy nervioso, hace más de tres meses que no tenían ninguna clase de contacto físico.
Se colocó su pijama nueva, una acolchonadita celeste con nubecitas blancas y se sentó en la cama esperando el momento, pero cuando Ni-ki llegó, solo le dio un besito en la mejilla, se vistió, secó su pelo y alistó la cama para que ambos se acostasen acurrucados.
Ni-ki llevó a Sunoo de un lado a otro como un peluche, mientras arreglaba la cama, lo tenía en brazos, como si pesara menos que nada.
-Buenas noches, amor- presionó sus labios contra la esponjosa mejilla de Sunoo para caer dormido en menos de tres minutos.
Mientras, el pelirosa se sentía como un payaso, ¿A caso fue engañado por su mente? suspiró acomodándose a su lado, descansando su cabeza encima del brazo izquierdo de Ni-ki.
Durmió tranquilamente por dos horas.. hasta que escuchó quejidos contrarios, bueno, más como suspiros, abrió sus ojos al sentir una de las manos contrarias sujetar su cadera y apretarla.
-Ugh... Sunoo.
¿Estás soñando conmigo?
Se preguntó el pelirosa, al darse la vuelta como era de esperar, Ni-ki estaba dormido, solo tenía un sueño... especial.
¿Qué clase de sueño estás teniendo?
Pronto sintió algo ahí abajo, estaba duro y chocaba contra su trasero.
¿Qué se supone que debo hacer?
Cami~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top