Narra _________.

—Vamos, este día puede terminar bien. Puede que no sea tan malo como piensas.

—Eso espero. —intenté sonreír pero lució más como una sonrisa nerviosa que tranquilizadora.

—Lo será. Ten fe. 

***

Estaba a segundos de dar mi declaración. Y recién ahí acababa de notar que ¡yo no tendría que estar haciendo nada ahí! Sí, soy su hija, pero yo no tuve que ver en todo lo que hizo. ¡Ni siquiera estuve presente en la mayoría de lo que hizo!

Me hicieron colocar la mano en la biblia y jurar que diría la verdad. ¿es realmente necesario?

—Muy bien. ¿podría decirme cuál es su nombre y su parentesco con la acusada? —qué clase de pregunta era esa, obviamente debía darle esos datos. 

— __________ Fuentes. Soy su hija. —me miró y anotó lo que dije.

—Prosiga a contar los hechos.

—Bueno, como soy hija, se podría suponer que vengo a declarar a favor de mi madre. Pero no es así. Tampoco en contra. Solo contaré los hechos que conozco, los cuales no son muchos. Bueno, la verdad es que desde que tengo memoria... —y ahí comencé a contar toda la historia de la que yo tenía conocimiento.

Una vez contado todo lo que creí relevante, salí del lugar. Solo me retiré, no me molesté en quedarme ahí a escuchar más. Ni cual era el resultado final, prisión o lo que sea. Nada.

Fui a un lugar tranquilo donde pudiera pensar. Un parque. Todos piensan en un parque. Y en verdad no es tranquilo, un montón de niños gritando y llorando, pero está al aire libre, y te desconcentra de lo demás.

Me senté y recordé algo. Algo muy extraño, incluso sospechoso en algún punto. Y en realidad, hasta sentí algo de miedo. Llevaba mucho tiempo sin ser molestada en la escuela. Ni por la zorra mayor o sus zorritas. Supongo que debe estar planeando algo grande. :c

Fuera de eso. Mi relación con Alex estaba estupenda. Estábamos bien. Algunas discusiones de vez en cuando, claro, pero todo bien al fin y al cabo.

Estaba pensando seriamente en pedir más horas a la semana con Paulina. Había descuidado un poco el ir, y siento que necesito más horas para despejarme más y aclarar mejor mi mente. Era extraño el hecho de ir y esperar mi turno, pero yo no ver más a Alex. Fue el lugar y la manera en donde nos conocimos. Y ya no pasa más.

Recuerdo perfectamente. «Antes de entrar a terapia, siempre venía un chico antes que yo, siempre el mismo. Siempre tenía colocados sus audífonos y no interactuaba con nadie. Siempre prefería estar solo...»

¿nunca les ha pasado que se sienten muy filosóficos pensando estupideces y el sonido de su celular hace que peguen un salto del susto y su momento filosófico se va a la mierda? Bueno, eso me pasó.

Era un mensaje de Alex.

Hey! Vamos a grabar ahora con los chicos. ¿quieres venir? Entiendo si no quieres, linda. Te quiero.

Sonreí al leer eso. Decidí ir. No estaba lejos de donde siempre graban. Y además, tenía que apoyarlo. Siempre me apoya a mí y yo casi nunca estoy apoyándolo.

Al llegar allá noto que hay una chica que no había visto antes viéndolos tocar. En un momento de la grabación Jack se volteó a verla y le guiño un ojo y esta se sonrojo. ¿Rili?

—Hola. ¿eres amiga de Jack? —pregunté con amabilidad. La chica seguía sonrojada. Me miró y sonrío. —soy novia de Alex, un gusto.

—Novia de Jack. Mi nombre el Lea. Un gusto también.

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Voten y comenten.

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