Narra ______.

No tenía ganas de ver a nadie. Agradecía que se preocuparan por mí, es una acción muy tierna. Pero ni siquiera tenía ganas de escuchar mis propios pensamientos, así que obviamente no quería escuchar el de nadie más.

Me senté en el suelo del pasillo, lo cual fue una mala idea porque era muy incómodo, pero no tenía ganas de levantarme.

Podía escuchar como hablaban de mí y de otras cosas, escuchaba sus risas, y me sorprendió mi buen oído, me dio un poco de susto cuando incluso empecé a imaginarme sus respiraciones.

No quería que siguieran preocupándose por mí. Sobretpdo Alex, se preocupa demasiado, y le he dado motivos extras para preocuparse. Era tan tierno que al lado de él siempre te sentías una mala persona. Aunque quizás todos tienen algo de mala persona dentro.

Me puse a pensar en cosas tristes porque quería pensar en cosas felices para pasar la pena. Pero al pensar en cosas felices me cuestioné porqué no puedo estar feliz en este momento y eso me puso triste de nuevo. Fue una muy mala idea porque terminé sintiéndome muy depresiva, triste y sola. Luego tenía ganas de un abrazo. Un abrazo de Alex. Quería a Alex.

Llevé mis rodillas a mi pecho, porque quería ponerme más depresiva aún y eso era lo que me faltaba.

Quizás fue la posición, pero sentí ganas de llorar. Muchas ganas de llorar. Inmensas ganas. Y lloré, desesperadamente a decir verdad.

Con lo poco que podía escuchar a través de mis llantos, noté que abajo ya habían parado de hablar de mí lo cual no sabría decir si me alegró o entristeció más.

Al escuchar los pasos en la escalera intenté dejar de llorar, pero no pude. En su lugar lloraría más despacio. No me avergonzaba llorar, pero tampoco quería que la persona que subiera estuviera súper activa y positiva y luego ¡Bum! Una chica toda depresiva y suicida llorando en el suelo.

Dejé de pensar en cosas estúpidas cuando noté que la persona no se había percatado de mi presencia y siguió de largo.

Y luego continué pensando cosas tontas porque los pasos empezaron a acercarse.

Sentí los pasos muy cerca de mí. Y luego sentí que tenía a alguien al frente de mí. No me molesté en levantar la cabeza.

Pero al sentir unos brazos rondeándome, que podía apostar a que eran de Alex, me relaje un poco. Apoyé mi cabeza en su hombro y lloré un poco más para terminar de desahogarme.

-Todo mejorará. Todo estará bien, solo es cosa de tiempo. Tranquila. -sí, era mi Alex.

Levanté mi cabeza y lo miré fijamente a los ojos. Noté que estaba triste, incluso quizás más que yo. Maldito Alex se veía muy tierno.

Lo miré un poco más y sólo reaccioné a darle un beso. Nos mantuvimos abrazados durante unos segundos, quizás minutos.

-Vamos a dormir, linda. Necesitas descansar, mañana será un largo día. -me tendió la mano para levantarme, y acepté, seguía sin ganas de levantarme.

Era verdad. En menos de veinticuatro horas debía ir a lo de mi mamá. A declarar y ese tipo de cosas. No estoy familiarizada, esperaba nunca estarlo la verdad.

Me lavé los dientes a duras penas y dormí con una antigua camisa y ropa interior. No me fijé como durmió Alex.

Dormí abrazada a Alex y dormí sintiéndome segura, dormí plácidamente al igual que siempre que duermo con él. Dormí sin pesadillas ni malos pensamientos.

***

Hoy era el gran día.

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lol

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