Capítulo 29 [EDITADO]
Narra ______.
Pasó la semana y estaba de camino a buscar la camiseta. La verdad estaba muy extasiada. La quería en mis manos.
Esperaba que le gustara a Alex.
Al entrar en la tienda la chica me reconoció se inmediato y fue a buscar mi pedido.
-Aquí está -dijo cuando volvió -. Ha quedado muy linda. -dijo pasándomela en las manos.
Lo siguiente que hice fue pagarla. Dar miles de gracias y salir.
Luego me dirigía a la casa de Zack. Que es donde los chicos estaban reunidos.
Durante la semana no había pasado nada realmente interesante. Ni siquiera había visto mucho a Alex, andaba muy ocupado y quería interrumpirlo. Pero pasé bastante tiempo con Josie.
De mis increíbles, y a veces odiosos, hermanos, sólo se podía decir que estaban ocupados. Y era totalmente entendible. Los había visto unos minutos cada mañana antes que partieran rápidamente a trabajar, y los veía unas horas en la noche.
Había quedado en pasar a bucar a Alex en lo de Zack porque luego saldríamos y estaríamos juntos. O cualquier tipo de cosa que se supone que hacen los novios.
Llegué a mi destino y esperé a que alguien abriera la puerta. Unos segundos después de haber tocado el timbre, la mamá de Zack salió a abrir y recibirme.
-Hola linda, tanto tiempo -dijo y me dejó entrar. Conversamos un poco y luego me dijo que los chicos estaban ensayando en el sótano.
Al bajar, no podía oír bien qué estaban tocando, pero escuchaba la insistente batería. Una vez que dejó de sonar, me asomé para que pudieran verme.
Los saludé a todos y dejé a Alex para el último.
-Hola cariño -dijo Alex con una bellísima. Se acercó a mí y colocó sus brazos por mi cintura para proceder a abrazarme.
-Te extrañé -le dije mirándolo.
-Siento arruinar tan bello momento -dijo Jack desde la puerta -. Pero _________, necesito a Alex para terminar el ensayo, te lo devuelvo luego ¿Sí? -asentí con una sonrisa.
Luego del ensayo, el cuál disfruté un montón, cada uno se fue a su casa. Menos Ryan que se quedó jugando PS3 Con Zack.
Íbamos tomados de la mano. Y al llegar a unos bancos nos sentamos en ellos.
-Alex -él hizo un sonido gutural. -Tengo algo para ti. -dije sacando el obketo de la bolsa para entregárselo.
Se lo entregué y él lo abrió con desesperación al igual que un niño pequeño. Su sonrisa al ver el regalo era adorable. Me miró.
-Gracias, es genial. -rió. -nunca pensé en llegar a ver una. Te lo agradezco mucho, linda.
-Sí. A mí también me sorprendió lo bien que quedó. -la camiseta decía All Time Low en la parte superior con letras rojas. El fondo era negro y al medio aparecía una foto de los chicos un día mientras grababan. Tenía nervios de que no le pudiese gustar, además era el prime regalo que yo le daba. Y eso me sumaba nervios. Pero al ver que Alex me agradeció un montón por la camiseta, me di cuenta de que realmente le había gustado. Su sonrisa era adorable. Después de todo, es la primera camiseta de su banda.
Caminábamos de la mano por el largo parque bajo los árboles. Extrañaba eso bastante. El parque era gigante, y una vez después de recorrer el largo camino hacia los juegos nos sentamos y vimos a los niños que estaban ahí jugar entre sí. Era relajante. Tanto así que nos metimos tanto en nuestros pensamientos que ni Alex ni yo notamos cuando alguien se nos acercó.
-Hola. -dijo la dulce voz de quien se nos había acercado a Alex y a mí. Era un pequeño niño.
-Hola pequeño. -dijo Alex.
-Hola. -sonreí.
-¿Quieres... Quieres jugar conmigo? -le preguntó a Alex. -tengo un balón nuevo y... No tengo amigos y nadie quiere jugar conmigo. -que cosa más tierna.
-Claro. Me encantaría. -Alex, a diferencia de mí, es un amor con los niños. -se levantaron y fueron a una esquina del parque a jugar.
Llevaban un buen rato jugando. Eran adorables. La verdad que sí. No pude evitar no tomarles una pequeña foto a escondidas.
Jugaban a lanzarse el balón uno al otro, todo el tiempo. El niño sonreía ampliamente. Y Alex llevaba su impecable sonrisa. Yo me entretenía viéndolos jugar, aunque seguramente no fuera muy divertido. Eran sus sonrisas las que me hacían sonreír. Alex tiene tanta paciencia con los niños. Yo no tengo ni para mi misma.
Después de en realidad un buen rato Alex se despidió del niño y llegó al lado mío. Creo que quizás se aburrió de jugar o quizás se cansó. Pero el niño se veía muy feliz.
-Bueno. -suspiró -. Eso estuvo bastante bien. Lo miré.
-Eres tan tierno. -lo besé por unos pequeños instantes que me hicieron muy feliz.
-Realmente no sabes cuánto te quiero... Te amo.
-Yo también.
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Un capítulo más de relleno.
Voten y comenten. Gracias
♥
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