Jeongyeon no esperaba el desorden de su apartamento cuando invitó a sus ocho compañeras. Ella pensó que una noche de karaoke para celebrar su aniversario sería suficiente, pero cuando Momo llega con unas botellas de diferentes tipos de alcohol, Jeongyeon sabe que no debió ofrecer su hogar para la reunión.

Todas se encuentran en la sala, medio mareadas por las bebidas que han preparado en la cocina de Jeongyeon. —Chicas, yo-yoo las amo-oo mucho —bueno, Dahyun no es resistente al alcohol, por eso nunca bebe. Hoy era una excepción. 21 de Octubre, el día donde podrían celebrar solo ellas.

—¡Yah Dahyun-nnie, yo te amo más. —Sana le responde, menos intoxicada que la de piel blanca pero igual de emocionada.

De fondo se escucha la fuerte voz de Jihyo, cantando alguna canción acompañada de Nayeon, en el sillón Mina y Tzuyu observan el panorama con el tequila corriendo por sus venas y sacudiendo ligeramente su cabeza.

Momo, por su parte ya está medio desnuda bailando al son de la canción que interpreta Jihyo, que de por sí es una balada triste y lenta, Jeongyeon por parte decide disfrutar del momento mientras escucha a Chaeyoung hablar de cómo quiere tatuarse con las chicas, alguna cosa que las represente.

—Momo no dejaría que una aguja le traspasara la piel. —Afirma Jeongyeon con una risa, imaginando lo llorona que se pondría en el primer contacto de la máquina contra su piel.

—¡No soy una llorona! —grita Momo cuando accidentalmente escucha las burlas hacía su persona, no dura un segundo en la conversación de Jeongyeon y Chaeyoung cuando vuelve a bailar con la canción triste.

—¡Jihyo-yah! No llores. —Jihyo suele ser la llorona, alegando que ama demasiado a las chicas y que gracias a ellas cumplió sus sueños.

Las personalidades individuales del famoso grupo de chicas se revelaban bastante bien cuando tenían sus reuniones y el alcohol era invitado también. A veces Tzuyu se apasionaba para defender su punto de vista, como cuando trataba de convencer a Momo de que un teléfono celular les puede explotar si lo usan mientras es cargado.

Mina se volvía más silenciosa de lo normal, tratando de enfocar su vista en una de las muchas cosas pasando a su alrededor. Nayeon ha dejado unos cuantos moretones en las pieles ajenas por los fuertes golpes que dejaba ir en sus ataques de risa.

Llega un punto donde la música suena a un volumen exagerado, combinado con fuertes gritos y carcajadas en el apartamento. Todas llegan al clímax de la noche con el mismo sentimiento y energía, el alcohol en sus torrentes sanguíneos quitando toda pizca de timidez en sus cuerpos, y la verdad es que estando solo las nueve se sentían en confianza.

Demasiada.

—No, Nayeon, no. No haremos body shots. —Están todas reunidas en el suelo de la sala a petición de Nayeon, pues jura que su idea será divertida. —¿Qué te pasa?

—Ph vamos, hemos hecho cosas peores. Será divertido. —Las chicas se voltean a ver entre ellas, temerosas a excepción de Sana que ya tenía las mejillas coloradas. —Además todas quieren ¿verdad? Hagámosle honor a nuestra canción. —Refiriendose a Moonlight sunrise.

Todas se niegan, de hecho. Nayeon utiliza su "unnie card" y sonríe cuando Jeongyeon y Chaeyoung comienzan a preparar cócteles con tequila, naranja y granadina. Satisfechas cuando tienen al menos diez ocho caballitos, dos para cada una. Nayeon comienza el juego.

Hay diferentes sensaciones en el lugar, todas de repente tensas y un poco borrachas, a punto de tomar más alcohol. —¿Quién lo hará primero? —pregunta Sana con emoción en su voz.

—Nayeon, ya que ella lo sugirió.

—Bien. —Se encoge de hombros. —¿Pero con quién?

Ahí está el dilema, nadie además de ella y Sana parecen emocionadas, así que Nayeon toma a Tzuyu de la muñeca y la arrastra al centro del círculo, siendo el centro de atención. Tzuyu está con las mejillas sonrojadas. —Les mostraré como hacerlo.

"Claro" piensa Dahyun al ver la experiencia de Nayeon en este juego, siendo la mayor ha abarcado campos más pecaminosos que el resto.

—Está bien, unnie. —Tzuyu es tímida, pero eso no quiere decir que no le guste la diversión. Su mente inocente piensa que ella tomará el vasito y lo depositará directo en la boca de Nayeon. Oh pobre Tzuyu.

Es sorprendida cuando Nayeon aparta el cabello de su cuello, un temblor recorre todo su cuerpo. Nayeon toma un trocito de limón y lo exprime directamente en la piel tensa de la maknae. Mina suelta un suspiro tembloroso, viendo como el mismo destino se acerca para ella.

—Respira, Tzu. —dice Nayeon antes de tomarse el contenido del caballito de golpe, e inmediatamente toma a la menor de la nuca y pasa su lengua por la extensa piel.

Tzuyu cierra los ojos y le pone las manos en los hombros, aferrándose a ellos y a la sensación tan lasciva de una lengua en su cuello.

—¡Ya Nayeon! —alguna grita y por fin suelta el cuello, Momo y Sana estallan en risas mientras que las demás se encuentran confundidas y algo expectantes para su torno, sabiendo que la mayor no dejaría que nadie se fuera del lugar sin haber hecho su debida exhibición.

—Tu turno, Dahyun. —Apunta Nayeon y la de piel blanca, con más alcohol que cabeza en su cuerpo, se pone de pie. —Escoge a quien quieras o lo haré por ti.

Dahyun definitivamente no quiere eso, así que escanea la situación de manera lenta inspecciona la habitación, analizando sus opciones. Definitivamente ninguna japonesa es buena opción, siendo tímida con todas ellas a pesar del skinship constante. Sus ojos se posan en Jeongyeon y rápidamente niega, es como una madre para ella.

Jihyo es la opción correcta. La apunta con el dedo y todas vitorean como animales salvajes viendo alguna cosa entretenida, demasiado divertidas a este punto. —Dahyun, ¿qué haré contigo?

—Lo siento, unnie. —se disculpa con las mejillas rojas, toma un caballito y voltea a ver a Nayeon esperando instrucciones.

—Ponlo entre sus pechos, pon limón en cualquier parte de su cuerpo. —la vergüenza llega, medio arrepentida de aceptar. —Sacas el vasito con tu boca y después lames el limón.

—Mierda.

Dahyun se acerca a Jihyo, ambas hincadas en el centro, con cuidado toma el caballito y lo coloca en el apretado pecho de Jihyo, sosteniendo aquellos montículos. Entra con dificultad, pero el escote de la camisa de tirantes le da algo de acceso.

Jihyo respira profundamente, esto es extraño. Y aunque lo sea, no se aparta.

Dahyun embarra limón en el dorso de la mano de Jihyo, demasiado tímida para tocar otra parte del cuerpo ajeno.

—¡Hazlo ya, Tofu! —Alienta Chaeyoung casi poniéndose de pie de la emoción.

—Bien. —Dahyun toma aire y Jihyo lleva sus manos hacía atrás, sacando el pecho aún más. Dahyun siente las tetas de Jihyo en la cara, y se arrepiente de enterrar el vasito tan hondo, pues ahora le cuesta sacarlo.

Las risas no pueden esperar y mucho menos comentarios obscenos por parte de las mayores, decidida a terminar con esto, utiliza su lengua para jalar el borde del vaso y con eso toca directamente la piel de los pechos de Jihyo, que tiene los ojos apretados y la cabeza hacía a un lado.

Dahyun saca por fin el caballito y de una sola vez, lleva su cabeza hacía atrás bebiendo todo el contenido y sin querer alargar más esto, toma la mano de Jihyo y lame impúdicamente como un perro.

—Se acabo.

Vuelven a sus asientos y ya no pueden verse a los ojos. —¡Mi turno! —una emocionada Chaeyoung grita y jala a Jeongyeon con ella. La mayor negándose rotundamente a ser parte del espectáculo, pero entre Sana, Nayeon y Chaeyoung la sientan en el centro y se burlan de ella cuando dejan de luchar.

—Apurate. —Si Jeongyeon va a jugar, lo hará rápido.

—Sí, unnie, sí. —dice Chaeyoung rodando los ojos.

Está vez, Chaeyoung pone el limón en la boca de Jeongyeon y Nayeon estalla en carcajadas al ver que es lo que planea Chaeyoung, demasiado atrevida y borracha para pensar. Chaeyoung toma el chupito de manera rápida, el tequila quemando su garganta. Jeongyeon cierra los ojos cuando Chae se acerca.

La coreana menor toma el limón con sus dientes, demasiado cerca de los labios de Jeongyeon. Con una juguetona lengua se lo lleva a su propia boca y exprime el jugo en su boca.

—¡Fue con la boca! —Sana grita, agitada.

—Vayanse a la mierda. —dice Jeongyeon, con las mejillas rojas y aterrizando un golpe en la cabeza de Chaeyoung, no está realmente molesta, solo tímida.

—Quedamos solo nosotras tres. —habla Mina después de un largo rato, refiriéndose a las de nacionalidad japonesa. —¿Cómo nos dividimos?

—Haganlo las tres al mismo tiempo. —Jeongyeon quiere venganza. —Mina en medio.

—¡Jeongyeon unnie! —se queja Mina, volviéndose ruidosa. No puede hacer nada cuando ya está en el centro, condenada a jugar con las más escandalosas del grupo.

—Levanta tu camisa, Minari.

—¡No!

—No jodas, todas jugamos. Anda.

Mina levanta su camisa, revelando un abdomen muy trabajado, Sana voltea a ver a Momo y asiente, seguras de lo que harán. Momo pasa el limón por el cuello de Mina y la menor se estremece al sentir dos pares de manos a su vez.

Jihyo se ríe de la cara de Mina, con los ojos evitando cualquier tipo de contacto visual. Sana toma dos chupitos y le indica a Momo que se hinque a su lado pasándole el suyo. Mina se aferra a su camisa que llega hasta las costillas y tiembla cuando siente líquido corriendo por todo su abdomen.

Tan rápido como es vertido en su cuerpo dos lenguas pasan por los músculos de su estómago, Momo y Sana lamen cada cuadro debido al ejercicio y baile constante. Mina no puede contenerse y suelta un quejido, tenue pero perceptible para todas las presentes.

Momo se levanta primero y lame el cuello de Mina, enroscando un poco su lengua en la piel. Sana se une y hace lo mismo del otro lado del cuello donde se depositó el líquido del limón. Mina las separa bruscamente mientras jala aire, desesperada por sacarlas de su espacio personal.

—Madre mía. —susurra Tzuyu.

—¡Otra ronda! —Todas voltean a ver a Nayeon y más de la mitad de ellas se encogen de hombros, dispuestas a terminar esos tequila sunrise.

El alcohol golpea su cuerpo con violencia, limitando sus habilidades básicas, como caminar, hablar y pensar con claridad.

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No me acuerdo del nombre del capitulo JAJAJAJJA pero aquí está, trataré de completar el capitulo siguiente con lo que tengo de recuerdos de eso, pero no prometo que quedé al 100% de su versión original.