II. Peluche

Día dos: Independiente/ sin disculpas

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Su mano sujetó la palanca del juego esperando que se liberara el seguro de la maquina. Sonó y la movió encima de su objetivo.

Un gato de color rosado, bastante adorable y que llevaba observando desde hace un par de semanas.

La maquina de peluches era una de sus distracciones y placeres culposos del centro comercial. Ubicada fuera del centro comercial y que en sus idas al baño aprovechaba a jugar. Por que no era una tarea fácil sacar algo de la maquina. Se necesitaba estrategia. Ir moviendo los peluches, sabiendo que no sacaras nada, para obtenerlo luego de muchas monedas introducidas. Jugaba una vez al día, exceptuando sus descansos, siempre aproximadamente a las cinco de la tarde.

Una rutina que se había formado, independiente de sus ganas de un peluche nuevo, por cierto castaño que salía a comer a esa hora. Tenten Natto se sentía tan aturdida por su poder de observación que se centraba en ese hombre.

Hace medio año que había empezado a trabajar en la plaza, en la isla de helados, su postre favorito. Utilizaba una voluntad de hierro controlar sus impulsos y no devolverle el dinero que ganaba cada semana en compra de helados. Sabía que tenía descuento de empleado pero aún así, resistía a comprar un helado a la semana, los viernes que le tocaba el turno de la mañana. Ahora mismo estaba de vacaciones de verano, por lo cual podía estar en los dos turnos.

Era su primera semana, cuando estaba enfrente mostrador intentado aprenderse los precios de cada uno de los productos cuando una presencia del otro lado la hizo levantar la mirada.

El lila más profundo y enigmático qué jamás habia visto sacudió su estómago. Tenten, una vez que salió del aturdimiento, fue consciente de sus demás rasgos faciales. Rostro fino y perfecto, unos delgados labios que siempre estaban indiferentes, era bastante atractivo, además que su forma de vestir, con camisas de mangas largas remagadas hasta los codos, le daba una apariencia elegante.

Tenten Natto sintió su corazón latir sin rumbo en esos escasos segundos que el hombre detrás la observaba con curiosidad.

Maldijo su uniforme, un pantalón caqui en conjunto de una playera azul con el nombre de la empresa bordada en la parte superior. Una gorra a juego cubría su chongo medio desechó. Jamás le había importado su apariencia, hasta ahora. Intentó hablar, aunque ninguna palabra vino a su cabeza.

¡Había sido tomada por sorpresa! En esa semana había tenido clientes atractivos, pero a tan nivel que su sola presencia afectara su habilidad de enlazar su mente con su lengua, era un hecho inaudito.

—¿Esta Lee? —Confundida ante esas palabras levantó una ceja. Su voz fue un susurro acariciando su interior. Profunda.

Pareciera como si su compañero hubiera escuchado su nombre desde la bodega, ya que apareció de un brinco. Entendía que no podía quitarle un ojo de encima por que aún se encontraba en entrenamiento.

—¡Neji! ¿Qué ocupas?

El mencionado levantó su mano enseñando un billete de 500. Lee sonrió tomando el dinero, abrió la caja registradora con la llave que cargaba en el cuello, y procedió a sacar el dinero.

—Te estas llevando todo mi cambio, deberías pedir pagos en tarjeta.

Tenten veía la escena a un lado, intentando entender la situación. La cuestión del cambio era algo complicado en las islas. Hacían el deposito cada día, procurando dejar efectivo suficiente para dar cambio, sin embargo mucha gente acudía a ellos comprando el artículo más barato para cambiar los billetes con denominaciones mas grandes.

—Mi terminal no tiene servicio. La he reportado.

Lee se quejo de ese inconveniente que últimamente se presentaban en las terminales.

—Por cierto, ella es Tenten. Es nueva, aún esta en entrenamiento. La veras por aquí a menudo conmigo, nos toca el turno de tarde. —Neji termino de contar el dinero y centró su atención en ella.

—Él es Neji, de la isla de telefonía que esta a dos islas de aquí. Siempre viene por cambio y nosotros vamos con él a veces de igual forma. Estas autorizada para dárselo.

Tenten asintió sin saber que mas decir y Neji se alejó caminando rápido ya que había hecho esperar a su cliente.

A partir de ese momento Tenten fue consciente de su presencia. Demasiado. Al ir al baño y pasar a lado de la isla de telefonía su mirada, sin poder evitarlo, se dirigía hacia el empleado. Siempre lo veía en su móvil, tecleando en su laptop o ordenando los equipos exhibidos. Estaba solo, el espacio era lo que permitía.

Pensó en acercarse innumerables veces, sin embargo, los nervios la abrumaban tanto que siempre terminaba pasando intentando ignorar su presencia o bueno, que él lo pensara al menos. En algunas ocasiones que lo veía él subía su mirada malva y la encontraba viéndolo. Tenten solamente levantaba su mano, saludando ligeramente antes de entrar corriendo al baño.

Neji acudía frecuentemente a su isla, para conversar con Rock Lee cuando la afluencia de gente de la plaza era escasa. Siempre con un ojo puesto en su puesto por si alguien llegaba. Curiosamente por sus personalidades, se llevaban bastante bien. Lee siempre buscaba incluirla en la plática, por lo cuál eventualmente comenzaron a hablar un par de veces. Aunque el Hyūga no era muy platicador. En los días de descanso de Lee, Naruto solía cubrirlo quien era del turno de la mañana, Neji no de aparecía por ahí.

Inconscientemente Tenten se percató que Neji tomaba su descanso a las cinco de la tarde. Dejaba un letrero informando que volvería a las seis y desaparecía en el área de comida, saliendo del area comercial. Justo en la entrada había un juego de gancho para sacar peluches.

Tiempo atrás Tenten salía del baño cuando Neji dejó el letrero y salió. Siguió sus pasos unos momentos, simuló jugar la maquina. Terminó usando eso como excusa para descubrir que Neji solía comer siempre hamburguesas, burritos o alguna comida del centro comercial. Tenía tantas ganas de hablar con él pero su temor que le originaba esa mirada la hacía retroceder.

Por lo cual ahora estaba jugueteando en la maquina como cualquier otro día, aunque se había obsesionado con sacar ese gato. Le gustaban mucho, tenía cuatro ya que solían ser tan independientes y descarados ya que solían portarse mal, y pasaban de su travesura con imponencia y sin disculpas.

Neji Hyūga de alguna forma le recordaba a un gato. Tal vez por eso necesitaba obtener tanto ese peluche.

Bajó la garra y apretó el botón para sujetarlo. El muñeco comenzó a subir, pero cuando la garra llegó hasta arriba el mismo movimiento de tope la sacudió y el peluche cayó de nuevo. Tenten dejó salir quejido sonoro. Ya casi lo tenía. Frustrada movió la palanca varías veces. Su gorra la había dejado en la isla, junto a sus cosas, por lo cuál pasó su mano por su cabello, deshizó su coleta, soltando su cabello. No podía llevarlo suelto por higiene.

Alguien rozó su brazo para ingresar una moneda en la maquina. Sin contenerse brincó por la sorpresa de tal acercamiento, pero su corazón se detuvo al ver el rostro que se encontraba bastante cerca. Neji Hyūga tomaba la palanca entre sus dedos y guiaba la garra encima del mar de peluches. Tenten lo observó anonadada y retrocedió un paso un poco aturdida por tal acercamiento. Observó el juego del chico.

La garra sujeto el gato que momentos antes iba a sacar y frunció el ceño. Se había esforzado en moverlo de tal forma que su acceso fuera fácil, ahora a alguien más se lo llevaría. La garra dirigió el muñeco a la puerta y lo dejó caer. Neji se agachó para sacar el peluche de la puerta exterior y sus ojos se posaron en ella.

Neji le acercó el gato, ofreciendoselo. Tenten lo tomó mas por inercia.

—Tú lo has sacado. —Mencionó en un intento de dejar la realidad en palabras.

—Tu lo querías.

Tenten sintió su corazón latir dolorosamente cuando lo vio dar media vuelta e irse a la isla de telefonía. Quitó el letrero y se sentó jugueteando en su teléfono.

La castaña se quedó de pie con peluche en mano. ¿Cómo podía saber que quería ese peluche? ¿Acaso la veía jugar ese ridículo juego siempre o se percató de su presencia? Aunque lo mas frustrante no era que el Hyūga supiera que quería ese muñeco.

¿Acaso no era evidente que ella no quería eso? Independiente del muñeco, Tenten lo quería a él.

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¡He llegado corriendo para subir este one-shot, mi internet muere en unos minutos.

Edit. Esta idea llevaba meses rondando mi cabeza, Neji y Tenten trabajando en la misma plaza comercial. Obviamente era una idea más larga pero debía adaptarla a las palabras. 

Si, yo misma trabajé en una plaza varios años por lo cual tengo muchísimo material para escribir de este tipo de cosas. Quedó bien, y cuando todo acabe puedo subir una segunda parte ¿les gustaría?

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