I. Antifaz

N/A: He decidido, de ahora en adelante, utilizar el apellido Natto para Tenten, lo verán frecuentemente en mis siguientes Oneshot ¿quieren saber el significado? JAJAJA pregunten.

Día uno: Yema de los dedos/Misterio

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El manto oscuro devoró el cielo, sumiendo todo en su penumbra, las luciérnagas volando entre los campos que rodeaban al pueblo mismas como pequeñas estrellas agonizantes en el firmamento, siendo atraídas por el sonido de las ruedas de las carrozas en la noche.

Las farolas rodeaban la estructura arquitectónica iluminando el sendero de la entrada. Las carrozas estacionadas afuera y de la puerta entreabierta dejaba ver el mar de gente que se movía en un danza suave en el gran salón de la residencia Uzumaki.

Tenten Natto degustaba los bocadillos de la mesa que se encontraba hasta el fondo rodeada de Temari Sabaku No e Ino Yananaka. Charlaban sobre el esplendoroso baile que habían organizado la recién llegada familia Uchiha a la villa de Konoha, con tal de integrarse a la sociedad y presentar a sus hijos con las jovenes de la villa. Varias revoloteaban alrededor de Sasuke Uchiha, hijo menor de la familia.

Prontamente un joven, el hijo de la Familia Nara se acercó a invitar a bailar a Temari, ella aceptó con un rostro derrotado. Tenten, a pesar de esto, conocía la postura de Temari y los sentimientos que evocaba ese despreocupado Nara en ella. Simultáneamente Sai, un pariente lejano de los Uchiha que pasaría el verano en su villa, le ofreció la mano a Ino. La rubia la tomó con cierta timidez, alejándose con la felicidad y curiosidad emanando de su ser.

Tenten Natto había tenido su baile de presentación a la sociedad a los 16 años, muy arriba de la edad promedio. Ahora, con 20 años encima, era una rareza encontrar a mujer en sus condiciones. Pero esto realmente no le preocupaba. Habia conocido hombres en el pasado con rentas anuales bastante elevadas, pero que no cumplían con las expectativas de Tenten. Por lo cual aceptaba el destino que le estaban proclamando en villa. Ella prefería hundirse en el arte y entre las hojas de sus libros de misterios que leía en voz alta para su familia cada noche.

El piano fue dejado un momento y ella prosiguió a sentarse a tocar, animando el ambiente. Las parejas prosiguieron su danza alrededor de la pista, deslizándose con gracia y elegancia. Las yemas de sus dedos se deslizaban por las teclas, entonando una melodía agradable.

Las mujeres debían conocer de música, de arte, debían saber tejer, leer y comportarse en sociedad. La familia Natto le contrató una institutriz años antes para poder intuirla en todos esos artes, hacerla una mujer adecuada para que un hombre con una renta anual considerable pidiera su mano. Leía en voz alta con fluidez, tenía un talento nato para el piano, sus tejidos no estaban mal y sus temas de conversación eran tan amplios y profundos que ciertos pretendientes terminaron aburriendose. No era normal que una mujer tuviera tanto conocimiento de política, economía y tema varios. Su gusto por la lectura le dio la facilidad.

Sus dedos dejaron de moverse, se levantó y alguien más tomó su lugar. Fue en busca de algo de agua, su cuello estaba algo caliente, aún no era segura de tocar en público pero considerando que sus amigas estaban con sus propios pretendientes, no le quedaba de otras.

Ajustó la máscara en su rostro y alizó su vestido. El corsé de la cintura le apretaba más de la cuenta, pero era necesario con el vestido verde olivo de mangas que vestía. La falda caía en cascada hasta el suelo. Giró mirando a la pista. Un esplendoroso baile de máscaras se desarrollaba a su alrededor. Algunas mas elegantes, otras bastante simples. Unas cubrían meramente la zona de los ojos, como la de ella, otros guardaban gran parte del rostro, dejando al descubierto solo la boca y el mentón. Los colores junto con los adornos de las mascaras daban un aspecto más fantástico y enigmático. Razón por la cual Tenten había decidido asistir. Eso y que sus padres insistieron con propiedad.

Habia bailado un par de piezas con diferentes sujetos en la noche, pero no había repetido. A uno curiosamente le sudaban mucho las manos y otro no parecía realmente interesado en lo que ella tuviera que decir. Por lo cual luego decidió mantenerse un poco aislada, algo bastante alarmante en un baile, no era bien visto que una mujer se quedara sentada más de una pieza.

Contempló con detenimiento a las personas riendo y danzando en un intento de descifrar las identidades de algunas incógnitas escondidas entre las mascaras, además de leer ligeramente sus labios, un pasatiempo que le parecía tan interesante. Sus ojos castaños se percataron de un ligero movimiento alado suyo.

Un hombre estaba a un par de metros suyos, un chaleco y saco azul oscuro que jugaban de forma elegante con el pantalón blanco y las botas negras y largas. Una mascara azul oscuro con trazos bastante sencillos, cubría gran parte de su rostro dejando entrever sus labios. Sus ojos castaños captaron una cabellera larga y muy bien cuidado cayendo por la espalda masculina. El hombre, con un brazo en la espalda se inclinó levemente en señal de saludo, se levantó, ofreciendo su mano a la primogénita de los Natto. En un rápido vistazo Tenten obtuvo esta información y ningún nombre se le vino a la cabeza con tal descripción.

La estaba invitando a bailar.

Tenten tomó su vestido haciendo una ligera inclinación aceptando la invitación. Se aproximó un paso, permitiendo tener un mayor campo visual de algunas cosas. Estiró su mano en respuesta, la yema de sus dedos hizo contacto con los de él en el mismo momento que sus ambos ojos se encontraron por primera vez. Unos fascinantes y enigmáticos ojos malva le devolvieron la mirada curiosa. Una corriente electrizante deslizándose por su cuerpo generando una reacción interesante.

Se entremezclaron entre la gente, comenzó a resonar una canción tranquila por toda la sala. Tenten sintió el agarre masculino en su mano izquierda y ella colocó su mano libre en el cuello del hombre. Él con su mano libre sujetó la cintura femenina. Sus pies se movieron en circulo, deslizándose siguiendo el compás de la canción interpretada en el piano.

―Soy Tenten Natto, un gusto.

Él simplemente asintió, contemplando con detenimiento su rostro. Tente esperó paciente por su presentación, conocer su nombre, pero jamás hizo acto de presencia. Posiblemente quería el anonimato que la mascara le proporcionaba, un misterio.

―No parece muy cómoda.

Ella comprendió que se referia a su presencia en el baile. Levantó una de sus cejas intrigada de su poder de observación. Dejó salir una risa para sonar despreocupada.

-He sido descubierta. Los bailes no son de mi total agrado y no suelo venir con regularidad.

―He tenido suerte.

Esas palabras originaron una serie de sentimientos confusos en su interior. Duda, intriga y sorpresa ¿a que se refería exactamente? Como si el pudiera intuir sus pensamientos, abrió sus labios en respuesta.

―Tuve el placer de escucharle tocar.

Tenten sonrió halagada, giraron dos veces y sus manos volvieron a entrar en contacto. La castaña no perdía de vista aquellos ojos malva, la intensidad con la cual la observaban era tan dominante, tan certero. Sus ojos transmitían interés y una gran inteligencia. El color lila era tan exótico que permaneció observando con descaro, cierta cercanía, hasta que la música terminó.

Su unión se liberó, Tenten se inclinó agradeciendo ese baile. Estaba por irse cuando el hombre la sujetó de la yema de los dedos. Ofreció nuevamente su mano. Quería bailar con ella, otra vez.

Tenten Natto se sintió complacida y aceptó gustosa, mientras la yema de los dedos de ese hombre misterioso generaba un sentimiento cálido. Bailaron durante toda la noche, sin mirar a su alrededor, sin intercambiar de pareja y sin ninguna interrupción. Solamente manteniendo el intenso contacto visual, Tenten hablando sobre algunas cuestiones, él siendo especialmente receptivo. Escuchando con cierto deje de fascinación en la mirada. Preguntando cosas ligeras en un intento de seguir escuchando lo que la castaña tenía por decir. Tal gesto alimentó el sentir cálido en su estómago. Él quería escucharla hablar del sin fin de cosas que rondaban su cabeza. En algún momento se sumieron en su propio mundo donde solo existían ellos dos y todo a su alrededor desapareció. Tenten solo podía sentir la mano en su cintura y la otra sujetando con fuerza su mano y sobre todo la mirada masculina encima suyo, sin desviarla ni un segundo.

Una última canción mas animada resonó en la sala, se formó una fila de hombres y una de mujeres enfrente de ellos. Se acercaban, entrelazando los brazos , girando y cambiando de pareja un par de veces. Vueltas y desplazamientos envolvieron la sala, risas haciendo eco en el salón. Tenten no podía apartar la mirada de su actual pareja y sentía los ojos exóticos seguir cada uno de sus movimientos.

Tenten comenzó a reír a la par de las demás parejas de baile. Estrechó el brazo masculino entre el suyo y al finalizar la canción él la tomó inclinándola un poco para generar un último paso definitivo. Todos se levantaron y aplaudieron agradeciendo por la última canción.

Varias familiares comenzaron a subirse a sus carruajes y marcharse de la residencia Uchiha. Sus propios padres hablaban con los anfitriones, lo cuál le daba un poco mas de tiempo a lado de aquel hombre.

Se acercaron al gran ventanal que dejaba entrever el jardín exuberante de los Uchiha con rosales rodeando la casa, una gran fuente y los senderos abriéndose en el horizonte perfectos para dar agradables caminatas en el día. Las luciernagas volando ligeras por el patio dando un espectáculo de luces, como estrellas cercanas y ligeras dando un ambiente íntimo.

Regresó su mirada a su acompañante que estaba parado con propiedad, visualizando una de las pinturas del muro. Su rostro apenas visible no daba una pista de quien se trataba y creo que esa habia sido su intención desde el inicio. La forma de expresarse dejaba en claro que era un completo cabalero y tenía extraordinarios dotes de baile. Sin embargo no podia hacer más que teorías, ya que no había sido una persona conversadora.

―Me ha dejado entrever que no es de la villa. ― Mencionó en un intento de obtener información.

―Esta en lo correcto.

―¿Acaso se encuentra de paso o tendrá una estadía corta? – La curiosidad la invadía.

―Tengo asuntos que resolver. ― Tan cortante y ambiguo.

Analizó dichas palabras en su cabeza, posiblemente era algún pariente de alguna de las familias de la villa, lo habían acogido durante un tiempo en su estadía, algo bastante posible ya que los paisajes que rodeaban Konoha eran delirantes, los verdes jardines y el clima agradable gran parte del año incitaba al turismo.

Su mirada se desvió ligeramente observando a sus padres indicándole que era hora de retirarse. Regresó su mirada y contrariada sobre que era lo que debía decir, se quedó de pie en su lugar.

― ¿Volveré a verlo? ― Dejó salir sin mas, guiada por un impulso inapropiado.

―Cuento con eso, señorita Natto.

Sin esperar alguna señal de aprobación se inclinó, sujetó una de las manos femeninas que antes habían tocado esa maravillosa melodía, la acercó a sus labios y acarició la piel con tanta delicadeza. Tenten sintió un hormigueo subir, originado desde el punto de contacto. Inmutada por tal acto, lo vio alejarse, perdiéndose entre el mar de gente que se apresuraba a la salida.

Encontró a sus padres afuera y aunque sus ojos castaños escanearon el área en busca de que carruaje abordaría tal hombre, no tuvo éxito.

Fijó su mirada en la ventana del carruaje, perdiéndose entre sus pensamientos en la vuelta a casa, escuchando la madera crujir en cada movimiento y los sonidos de las herraduras de las patas de los caballos hacer contacto con las piedras del camino.

Sentía como si había despertado de un sueño fantasioso, único y enigmático, como si acabara de salir del agua y todo a su alrededor se veía tan burdo. Jamás en toda su vida se había sentido de esa forma tan...viva, ya que cada palabra que había salido de su boca había sido importante. Él era especial, cada partícula de su cuerpo se lo decía. Aún podía sentirlo sujetar su cintura. Un intenso sentido de lastima lo invadió, no le había dicho su nombre, no tenía ni la más mínima idea de quien era.

Tenten necesitaba verlo nuevamente.

Para eso primeramente debía descubrir de quien se trataba. Los misterios eran su placer oculto. Por lo cual el hecho de darse la tarea de descubrir quien había sido aquel hombre que había despertado tantas cosas en su interior, eran un completo y delirante deleite.

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Espero verdaderamente que les haya gustado tanto como a mi al escribirlo, ciertamente AMO la epoca victoriana,  todo ese aire, siempre quise escribir algo sobre eso y aqui lo tienen. Y curiosamente una vez terminado la semana, este oneshot se volverá un long-fic de 5 capítulos jaja por que la idea es tan buena que no pude evitarlo.


¿Les gustaria ver esta idea más larga? ¿Comentarios o votos?

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