—¡¿Qué?!– Namjoon exclamó indignado. —¿Por qué no me habías dicho nada? — dijo dejando el tenedor a lado de su plato.

—Justamente para que no te pusieras así, no es nada importante.

—Nada importante– Jungkook quien tomó la palabra por primera vez desde que Hoseok había empezado a contarles los hechos pasados, dijo alzando una ceja —¿seguro Hobi?

—El ex de Taehyung está durmiendo en tu departamento y vienes aquí a decir que no es nada importante– hablo de nuevo Nam. —Para mí eso sí sería muy importante.

—Es porque no tiene donde quedarse, es un buen chico, es actor y...

—Es actor, sabes que puede estar fingiendo ser un buen chico— Namjoon parecía que quería arrancarse los cabellos.

—Ya basta, Taehyung me ama, dejemos este asunto por la paz, no debí contarles nada— Hoseok hizo un pequeño puchero en sus labios.

Ambos hombres se vieron, ninguno se veía convencido.

—Tienes razón, he trabajado con Taehyung mucho tiempo estoy seguro que te adora, pero igual no me parece que su ex se quede con ustedes— habló Namjoon llevándose un bocado a la boca. —¿Tu qué piensas Jungkook?

—Prefiero no meterme en la vida de los demás— dijo sin ver a ninguno.

Hoseok le agradeció. —Por cierto, nada de mujeres cuando este de luna de miel Nam, estarás a cargo de todo el manejo de la empresa no lo eches a perder.

—A la orden mi capitán.

Hoseok regreso tarde a casa, se quitó los zapatos y se metió a la cama aún con su ropa de oficina, nunca dejo de preguntarse ¿Dónde estaba Taehyung?, ¿Por qué no estaba esperándolo con los brazos abiertos como todos los días?

Los escucho llegar, parecía que se habían divertido, Taehyung entró minutos después y empezó a desvestirse y lavarse la cara e hidratarla, Hoseok se hizo el dormido mientras lo miraba discretamente como se preparaba para dormir.

Taehyung lo miró y frunció el entrecejo —Debe estar agotado.

Fue hasta él armario y saco el pijama que le había regalado su cumpleaños pasado, movió a Hoseok despacio para quitarle el estorboso traje y ponerle las prendas.

Hoseok trató de hacerse el dormido, pero no pudo ante tales movimientos rudos de Taehyung para cambiarlo así que abrió los ojos despacio y los talló.

—¿Llegaste?

Taehyung le dio un beso en la frente. —Sí, salí al bar, hace mucho que no iba días seguidos, déjame terminar de cambiarte, cuando lo hago me imagino que eres un bebé.

Hoseok asintió y dejo que Taehyung lo vistiera con el pijama de pollitos amarillos.

Luego ambos se acostaron y Taehyung estiró su mano para apagar la lámpara. —Buenas noches amor.

—Buenas noches Taehyung.

El mayor intento dormir pero sólo dio vueltas en la cama, no podía dejar de pensar en Jimin, no era algo que quisiera pero su llegada, volverlo a ver después de tanto tiempo lo hizo pensar en su vida juntos y su dolorosa separación, él fue el que le dijo que luchara por sus sueños pero perderlo le había dolido demasiado y sólo cambió después de refugiarse en su trabajo, casi matándose con este siendo responsable, innovador y terriblemente perfeccionista respecto a sus deberes laborales, pero la llegada de Jimin le había dado a su vida un giro de ciento ochenta grados.