Tensión Agrícola ch 2


                      CAPÍTULO DOS: ¿QUIÉN PERSERVERA ALCANZA?

-¡LANA, NO TOQUES MI TROZO CON ESAS MANOS TAN INMUNDAS!- gritó molesta y asqueada Lola debido a que su gemela quería quitarle su rebanada de pastel de manzanas.

-¡Oye! Siempre dices que quieres mantener la forma para tus tontos certámenes y esas cosas, ¿No te das cuenta de que lo hago por tu bien?- la otra rubia tenía sobre la cabeza a Ratatoski que masticaba un pedazo de tarta que le dio y extendió la mano para tomar la rebanada de Lola pero esta sé la golpeó con su cuchara.

-Una vez al año no hace daño- le sacó la lengua y volteó la cara para comerse su porción.

Desde el umbral de la cocina, Rita reía al ver a sus hijas y Lincoln comer las rebanadas del pastel de manzanas que hizo utilizando la que Liam le dio. Recordaba esos tiempos en los que las menores tenían una mesa a parte en dónde podían hacer su relajo sin incomodarla a ella, Lynn Sr. y las demás en la "civilizada mesa de grandes" solo para que con el tiempo todos compartan la misma mesa como una gran familia unida debe hacer.

-Ay, Ronnie. Yo también quiero que sea domingo. No, no, descuida, el partido de Lynn es el sábado por lo que no tendré que apurarme- Lincoln charlaba con la mexicana por celular y chequeó un ojo a su hermana deportista que está sentada a su lado.

-Y pensar que Lori podía llegar a ser un fastidio cuando charlaba con Bobby cada cinco minutos en ese condenado celular...- la castaña refunfuñó negando y masticó molesta su porción de pastel.

-¡Unidades Progenitoras, díganle a la Séptima Unidad Fraternal que mantenga su quirótero lejos de mi postre!- reclamó ahora Lisa porque el murciélago mascota de Lucy se paró en la mesa y quería darle una mordidita a su porción mientras la gótica tenía una pequeña sonrisa.

-Muy buena idea la de hacer un pastel de manzanas para todos, preciosa. No sabes la alegría que me da ver a Lincoln y a nuestras princesas tan felices al hacer los berrinches que siempre solían hacer cuando todas estaban juntas- Lynn Sr. sonrió con nostalgia haciendo un batido de pestañas.

-Si... en especial cuando tiraban tus preciados alimentos por ahí y por allá en sus guerras de comida que yo debía limpiar luego- no se contuvo en reprocharle esto, pero él no le prestó atención al seguir viendo emocionado como sus hijas seguían discutiendo.

Lo dejó para ir a lavar los platos en dónde cenaron y teniendo a su lado una pequeña bolsa de plástico en cuyo interior hay una rebanada de pastel. Había dicho que no tenía ganas de postre y que se lo comería mañana siendo una mentira porque pensaba dárselo a Liam cuando lo vuelva a visitar en su granja.

Si quería volverlo su amante o "amigo con derechos" debía andar con cuidado y ganarse primero su confianza, afecto, ¿Y por qué no? Su cariño y con gestos como el que pensaba dedicarle sería un buen inicio y así logrará que él de apoco se fije en ella al mostrarle lo amable y considerada que también puede llegar a ser.

Miró por la ventana la luna en el cielo nocturno soltando el mismo gemido soñador que expresó cuando estuvo en la granja de Liam imaginándose la cara de este en el lejano astro chequeándole el ojo como lo hizo cuando le regaló esa manzana diciéndole que era una linda mujer.

No tenía dudas, realmente quisiera tener a su lado a ese granjero tan amable, considerado y buenmozo y le haga sentirse una mujer completa y dichosa. Lo lamenta mucho por su marido, pero ya no podía seguir esperando a que se le dé la gana de complacerla como un hombre debe hacer con su mujer y si se le presentó la oportunidad de tener a un joven macho que le haga sentir viva como no se ha sentido en mucho tiempo no la iba a desaprovechar.

-¿Qué pasa, mami? ¿Por qué tan feliz?- no supo en qué momento Lily se paró a su lado -¿Mami?- la tomó de la mano porque seguía tan metida en su fantasía que vio la cara de Liam en la luna mandándole un besito.

-... ¿Ah? ¿Cómo? ¿Qué?- parpadeó un par de veces hasta que la sintió -¿Dijiste algo, mi niña?

-Te pregunté porque estás tan contenta. ¿Acaso recordaste algo muy gracioso y divertido?

-No, cielito. Es que...- detuvo su hablar y se aseguró que Lynn Sr. u otro miembro de la familia estuviese cerca -no se lo digas a nadie, pero creo que encontré algo que si me sale bien hará que todos los días tenga una radiante sonrisa de la mayor de las felicidades.

-¡Eso se oye genial, mami! ¿Podrías prestármelo para también ser feliz todos los días?- un brillo de emoción se manifestó en los ojos de la pequeña rubia, lo que enseguida incomodó a la mayor por lo que eso implicaba.

-No, mi angelita. Es... algo que solo una mujer grande como yo podría gozar. Tal vez algún día cuando también seas una mujer grande te lo cuente, pero prométeme que será un secreto entre nosotras, ¿Entendido?- acarició su cabello.

-¡Claro, mami! Como diría Lucy: mi boca es una tumba- con la mano derecha hizo un gesto con el que se cerraba la boca con una cremallera.

Le hizo reír un poco por tal inocencia y al mirar de nuevo la luna vio otra vez el rostro de Liam que le sonreía de modo seductor mordiéndose levemente el labio inferior y moviendo de arriba abajo las cejas al hacer una seña con el índice para que se le acercara a hacer cosas de grandes.

Esperaba que no pasase mucho tiempo para que aquello que solo veía en su medio perturbadora imaginación se pudiese aplicar en la realidad como tanto lo anhela.

(...)

Un nuevo día, las mismas locuras de siempre al alistar a sus hijas para ir a la escuela y el mequetrefe que tiene por marido que solo se limita a darle un simple beso. Rita estaba algo ansiosa por lo que iba a hacer, de hecho, comenzó a tener dudas porque su sentido de lo correcto y justo le decían a gritos que se retractara antes de hacer algo gravísimo que le traerá problemas más adelante (Más específicamente, una desagradable sorpresa que saldrá a la luz nueve meses después en caso de lograr conquistar al granjero)

Se aseguró de que esa rebanada de pastel no haya "desaparecido misteriosamente" y se arregló su dorada cabellera viéndose en el espejo mientras se aplicaba algo de sombras en los ojos, rubor en las mejillas y lápiz labial tarareando una alegre canción.

Si Liam al verla en su forma casual la consideró bonita, ¿Qué le dirá ahora qué está arreglada? ¿Tal vez su quijada caiga al suelo y sus ojos salgan disparados de las cuencas o alguna reacción súper exagerada? Río al imaginarse ese tipo de reacciones de su parte.

-Olalá, ¿Y ese milagro que te arreglaste, mamá?- le preguntó Lola cuando salió del cuarto.

-Es que desde hace mucho que no me cuidaba como es debido, cariño. Ahora ve y espérame en Vanzilla con Lincoln y tus hermanas- le dio unas palmaditas en la espalda.

-Más bien parece que te preparaste para una cita con un galán de Hollywood o algo así- riendo fue a juntarse con los demás sin darse cuenta de que su broma no distaba mucho de la realidad.

También soltando una pequeña risa, Rita iba a juntarse con sus descendientes mientras repasaba en su mente como sería su reencuentro con el granjero chimuelo, pero se detuvo al pasar por unas fotos familiares que colgaban en un muro.

En las que se la veía junto a Lynn Sr. recién casados, cuando estaban ante la casa cuando ella tenía a Lori creciendo en su interior, luego de diferentes etapas de sus vidas con el nacimiento de una nueva integrante en la familia hasta llegar a la pequeña Lily cuando era una recién nacida y después cuando las mayores se graduaron entre muchas otras imágenes.

Agachó la cabeza perdiendo los buenos ánimos con los que se levantó. ¿Realmente iba a tirar la basura todo lo que han logrado por un simple capricho? ¿Arriesgará la estabilidad familiar para únicamente satisfacer sus necesidades carnales? ¿Tan urgida se siente que estaría dispuesta echar a perder no solo su vida sino la de ese joven que la cautivó?

Nunca se consideró a sí misma como alguien egoísta, pero de continuar con lo que tiene pensado hacer... ¿No había alguna señal que le indicase si esto era correcto o no?

-¡PING, PING!- como pasó ayer, la bocina de Vanzilla la trajo de regreso a la realidad.

-¡Mamá, voy a llegar tarde a mis prácticas!- a nueva cuenta, Lynn Jr. fue la responsable.

-¡Un momento!- agachó la cabeza sintiéndose más miserable de lo que se ha sentido últimamente y vio en su bolso la rebanada de pastel que llevaba ahí para soltar uno de esos pesados gemidos.

¿Qué es lo que realmente quiere ella?

-Ya voy a dejar a Lincoln y a las chicas en sus clases y tal vez me demoré un poco en regresar. Te veo más tarde, querido- se despidió de su marido que está sentado en el sofá principal de la sala viendo algo en la TV.

Teniendo a su alrededor varias servilletas mojadas porque lo que miraba le resultaba tan conmovedor que le hacía llorar a cántaros igual a como lo hizo cuando Lori los visitó.

-¡SHIII! ¡No hagas ruido, Rita! Que esta es la parte en la que Chris se le va a confesar a Karen- ni se dignó en verla para prestar completa atención a lo que iba a pasar en esa novela.

Causando que una palpitante vena se formara en la frente de su esposa y que el leve rubor que se echó en los cachetes se mesclase con el fuerte sonrojo que tuvo cuando toda su cara comenzó a arder de la ira y del coraje apenas conteniéndose de gritarle todo lo que tanto quiere expresar.

Esa era toda la señal que necesitaba. Dio los mejores años de su vida por un pelele como él, por sus hijas e hijo sacrificando sus propios sueños, metas e ilusiones apenas recibiendo solamente uno que otro pequeño "gracias" de su parte, así que era hora de darse un merecido gusto aunque eso le traiga nefastas consecuencias en el futuro.

(...)

Al dejar a sus escandalosos retoños en sus respectivas instituciones, tomó rumbo a la Granja Hunnicutt. Por lo que Lincoln le dijo, Liam a diferencia suya o de cualquier otro joven que transita los últimos pasos de la Secundaria, no podía estar presencial todos los días debido al montón de responsabilidades que tiene encima por lo que tenía un permiso especial para estar ciertos días en su granja y luego ir al instituto a cumplir sus deberes académicos.

Lo que le daba un gran margen de interacción y lejos de ojos metiches que podrían esparcir el chisme generando miles de preguntas y sospechas dejándola al descubierto.

Al llegar se llevó la sorpresa de no ver al granjero en su puesto de verduras, sino a Beth que atendía a unos clientes despidiéndose con la misma calidez que él usó con ella.

-Emmm... buenas tardes, jovencita- con pena se le aproximó cuando estacionó la Van.

-¡Oh, si es la mamá de Lana! ¿Y ese milagro que vuelve por aquí?- enseguida se nota que ha aprendido algunas costumbres por parte del amigo de Lynn Jr.

-Yo... bueno... este...- su plan original era charlar en privado con Liam si no hubieran personas cerca y seducirlo luego de darle la rebanada de tarta, pero esto cambiaba las cosas y debía improvisar -buscaba a tu hermano. Es que necesito su ayuda con algo, ¿Está aquí?- tampoco se considera una hábil mentirosa, por lo que debía recurrir a verdades a medias.

-¡Claro, claro! Sígame por aquí- la pequeña pelinaranja dejó el banquillo en donde él estuvo sentado ayer y se dirigió hacia la granja de su familia.

Rita se sintió sumamente incómoda al adentrarse así a ese terreno. Es alguien completamente de ciudad y no está nada acostumbrada a un sitio rural como esta finca en dónde el olor a animales (Y los desechos de estos) es lo que predomina en el ambiente causando que hiciese unas muecas de asco que no podía disimular.

Y ver a cerdos revolcarse en el lodo mientras chillaban no le ayudaba a nada a contener las nauseas que pusieron ahora de color verde sus mejillas.

-¡Vengan aquí, pequeñas traviesas!- de repente, pasó frente a ellas una mujer mayor de pelo rizado naranja opaco con canas, algo robusta y un tatuaje en forma de corazón en el hombro derecho persiguiendo a unas gallinas mientras cargaba a varias otras en un saco en la espalda.

-¿Quieres que te ayude, abuela?- ofreció la niña; fue turno de Rita para reír por lo gracioso que le resultaba la escena que se le puso en frente.

-¡BETH! ¡¿Qué haces aquí?! ¿No te había dicho que estuvieses en el puesto de verduras? ¿Y quién esa tipa que te acompaña?- pero el tono que usó al hablarles logró intimidarlas por igual.

-Uh... lo siento, abuela. Ella es la Señora Loud, la madre de mi amiga Lana. Señora Loud, ella es Mee Maw, mi abuela- nerviosa, la niña las presentó incomodando bastante a la blonda.

-Ah sí, creo que ya nos habíamos visto antes- eso no bastó para que aminorase su semblante -¿Y que la trae por nuestros dominios?

-Yo... es que necesito la ayuda de su nieto para algo, si no es mucha molestia- apenas contenía el impulso de irse corriendo de regreso a Vanzilla por el miedo que esa mujer la transmitía.

Mee Maw cerró el ojo izquierdo al arquear la ceja derecha al analizarla con la mirada incomodando aún más a Rita. ¿Qué podría querer esa mujer con el mayor de sus nietos?

Si supiese la respuesta, lo más seguro es que ya le hubiese arrancado la cabeza como a un pollo antes de ser procesado como alimento.

-Está bien, ¡Pero que sea rápido! Últimamente tenemos más trabajo de lo normal y no nos podemos distraer con tonterías- accedió de mala gana -¡Oigan! ¡¿A dónde creen que van?!- retomó su persecución de gallinas.

¿Será que mantener bajo control a una granja con tantos animales es algo mucho más complicado de lograr que imponer el orden en una casa llena de chiquillas tan revoltosas?

Fue lo que pensó Rita viendo como la granjera tenía que hacer prácticamente piruetas en el aire para atrapar a esas aves y como una de estas le picoteó la cara cuando la sujetó por las patas.

-Venga, Señora Loud. Sigamos- pidió Beth apenada por lo que acaba de pasar.

Llegaron a las cercanías de los establos y ahí vio por fin a su tan anhelado objetivo.

Y de nuevo dejó que su imaginación volase hasta las estrellas por lo que Liam hacía.

Él volvía a tener el pecho al descubierto sudando otra vez a chorros debido a que cortaba leña usando un hacha. Tenía la fuerza suficiente para partir los leños de un solo hachazo a cada uno y que el filo de la herramienta se incrustase en el árbol talado que usaba como soporte y al tener ya diez mitades juntas en un solo montículo las tomó apoyándolas en un hombro para dirigirse a una carreta, a pesar de la cojera por la lesión en su pantorrilla izquierda, y ponerlas ahí sacudiéndola por completo por lo pesadas que son.

Se detuvo para darse un respiro y secarse el sudor con un trapo y tomar agua directamente de una jarra, lo que aumentaba el deleite de Rita porque varias gotas caían en sus pectorales dejándolos más sudorosos hasta que soltó un potente eructo que lejos de resultarle repulsivo le daba un aire mayor de hombría.

Tal y como se suponía se comportaban los hombres verdaderos de la antigüedad.

-¡Liam, adivina quién vino a verte!- el aviso de Beth sacó a Rita de su ensoñación y que se apenara.

-¿Ah? ¡OH, SEÑORA LOUD! ¡¿Y ese milagro que vuelve aquí?!- la saludó casi de la misma forma en como su hermanita lo hizo y fue hasta ellas teniendo el hacha apoyada en el hombro.

No dándole pena alguna de mostrar así al desnudo la parte superior de su cuerpo ante una mujer que no es familiar suyo y tampoco percatándose de la mirada ilusionada que le dedicaba.

-¿Qué la trae por aquí de nuevo?!- colocó el extremo del hacha en el suelo y la sonrisa amable que le dedicó se volvió en la mente de Rita la misma coqueta que vio en sus fantasías.

Carraspeó para no soñar despierta y desvió la mirada para que no notara el interés que le tiene.

-Pues... yo... yo... vine a... a darte esto- los hermanos no comprendieron a que se refería hasta que sacó de su bolso la rebanada de torta -to... toma, Liam. Es un pedazo del pastel de manzanas que hice con la que me diste y... es mi forma de retribuirte por tu ayuda ayer... "y el espectáculo que me ofreciste y el que acabas de hacer ahora"- esto último lo dijo en su mente.

-¡AH, PERO QUE AMABLE DE SU PARTE, SEÑORA LOUD! ¡No tenía que tomarse tan gran molestia!- maravillados quedaron por tal regalo y lo tomó para partirlo al medio y darle una parte a su hermanita que se lo comió de un solo bocado.

-¡LE QUEDÓ SABROSÍSIMO! Es el pastel más delicioso que he comido alguna vez- era curioso como a pesar de lo grandote que es, migajas de esa torta quedaron sobre sus mejillas como le pasará a un niño pequeño que come sin cuidado.

Volviendo a causarle a Rita la misma ternura que le dio cuando lo vio por primera vez ayer. ¿Cuántos casi-adultos pueden conservar ese aire infantil junto a ese porte de "machoman"?

-Gracias, para que vean que mi... marido no es el único que sabe cocinar- frunció el ceño porque lo último que quería en ese momento era pensar en el hombre tan poco hombre que tiene de pareja.

Bien, ya estaba ahí ante él ¿Ahora que va hacer? No podía intentar coquetearlo con Beth presente y menos hacerle perder el tiempo a propósito porque Mee Maw podría aparecer en cualquier momento para llamarles la atención.

Debía intentar un enfoque diferente.

-Entonces... parece que eres buen amigo de Lynn y de Lana, ¿No? ¿Cómo las conociste?- tal vez saber cosas de su pasado y de su relación con dos de sus hijas le resulte de utilidad.

-¿Cómo? ¡Oh, eso! Pues en realidad primero conocí a Lana. Fue hace muchos años cuando Linky me invitó a una pijamada y ahí vi a todas sus hermanas, solo para que Lola enseguida me hiciese un "cambio de imagen" al peinarme y maquillarme de modo ridículo- río con pena ajena y Beth se tapó la boca con ambas manos al recordar como lo vio con el cabello así.

-Después de eso, creo que la segunda vez que cruzamos caminos fue...- hizo una pausa al rascarse el mentón -cuando me pidió ayuda para darle asilo a una llama suya que no podía tener en casa. Desde ese entonces nos hemos apoyado mutuamente cuando tenemos problemas con nuestros animales y gracias a mí pudo conocer a Beth que se volvió su mejor amiga- palmeó la cabeza de su hermanita que le sonrió con ternura.

Ya entendía, una de las cosas que más aprecia son los animales y todo lo que gire en torno a ellos. Eso volvía a decir mucho de su persona y tal vez pueda usar eso a su favor para conquistarlo.

-Sobre Lynn, pues la conocí mediante Linky aunque solo éramos unos simples conocidos, hasta que ella vio mis increíbles dotes como pícher en el beisbol y me reclutó para su equipo en dónde me dio el apodo de "Chico Pastelazo"- fanfarroneó flexionando su gran bíceps derecho volviéndola a dejar encantada.

-Y tiempo después me volví su compañero de guardia de pasillo en dónde le enseñé unas lecciones sobre cómo ayudar a los demás estudiantes cuando estaban fuera de los salones. Desde ese entonces nos hemos vuelto muy buenos amigos- cuando dijo esto, soltó un suspiro casi equiparable al que ella ha soltado hasta el momento.

¿Dándole lecciones de humildad a una de sus hijas más altaneras? Eso es una hazaña incluso más asombrosa que levantar medio Vanzilla aún con la pierna herida y seguía hablando muy bien de su actitud tan noble que influye positivamente en las otras personas.

-Me alegra ver que mis hijas tengan a un jo... a un hombre tan noble como tú como amigo. En este mundo lleno de tan malas influencias, se requieren de genuinos hombres amables con buenos valores morales que no se hayan dejado contaminar con las nefastas tendencias actuales que han afectado a tantos jóvenes.

No solo era un cumplido, sino que era algo que realmente afecta a varios chicos y chicas de la actualidad. Con el fácil acceso al Internet que les permite ser corrompidos por ideologías obsoletas que les descomponen el cerebro, no sorprende porque hay tantos locos sueltos por ahí diciendo o haciendo cosas que en sus tiempos eran impensables.

Tal vez porque Liam al ser justamente un granjero que vive en una finca algo apartada del resto de la sociedad y que no tiene mucho tiempo de integrarse a las actuales modas de otros jóvenes tenga bien establecidos esos viejos valores morales tradicionales que cada vez son más escasos.

Dándole otro significado a lo que se dijo el día anterior sobre que jóvenes como él son una especie en peligro de extinción.

-¡LIAM, BETH! ¡¿QUÉ SE SUPONE ESTÁN HACIENDO?!- justo cuando el granjero iba a decir algo, Mee Maw se les acercó con cara de muy pocos amigos.

-¡¿Qué les dije con perder el tiempo en tonterías?!- la niña retrocedió escudándose tras Liam -Beth, debes volver al puesto de verduras, ¡¿No te das cuenta que podemos perder a varios clientes por estar aquí haciendo nada?!- su regaño le hizo agachar la cabeza y se estremeciera.

-Y tú, Liam. ¡¿Qué esperas para terminar de cortar la leña?! ¡¿Se te olvidó que luego debes ordeñar las vacas?!- no se dejó intimidar como su hermanita, pero desvió la mirada ya también teniendo una cara de desagrado.

Rita prestó atención a su reacción. ¿Actuará como un sumiso cobarde como Lynn Sr. y Bobby y se dejará tratar como un trapo? ¿O se hará respetar? No deseaba que respondiera con groserías a un familiar y menos si se trata de su abuela, pero sería una pena que también se dejase pisotear.

-¡Y USTED!- no pudo evitar intimidarse cuando Mee le habló así -¿Para eso viene aquí? ¡¿Para hacerles perder el tiempo a mis nietos con bobadas que los distraen de sus deberes?! ¡VAYA A MOLESTAR A OTRA PARTE Y DÉJENOS TRABAJAR EN PAZ, GRANDÍSIMA INÚTIL!

Abrió mucho los ojos por tal altanería. Estará en terreno ajeno, pero de ninguna forma iba a dejar que le faltase el resto así y estuvo a punto de devolverle la ofensa.

-¡Ya basta, abuela!- no espero a que Liam diese un paso al frente -la Señora Loud no nos hacía perder el tiempo. Solo nos daba las gracias por haberla ayudado ayer, además, hemos trabajado como asnos todo el día, ¿Qué no podemos tomarnos unos minutos de descanso?

El enojo se volvió impresión y esa impresión se volvió una sonrisa ladina que se marcó en la cara de Rita. No solo no se dejó amedrentar e hizo respetar su opinión sin recurrir a ofensas o groserías y menos ponerse a temblar como conejito asustado, sino que en cierta forma la defendió con el valor que un caballero en brillante armadura lo haría con una princesa ante un feroz dragón.

Sigue sumando más puntos en sus estándares de "el hombre ideal"

-Espera a que tus padres se enteren de esto- sentención la cascarrabias antes de retirarse.

-Lo lamento mucho, Señora Loud. Por favor, perdone a mi abuela. Normalmente no es así, es solo que últimamente ella y todos aquí hemos estado bajo mucha presión- tuvo la cortesía de pedir disculpas en su nombre.

-Comprendo. En mis peores momentos de estrés también he llegado a decir cosas que no diría en mis cinco sentidos- no quería que se angustiase más -entonces... ¿Será mejor que me vaya?

-Creo que sería lo mejor. Cuando la abuela está así de gruñona, es capaz de hacer cualquier cosa.

No quería irse, porque de hacerlo, ¿Qué excusa tendrá para volver aquí y seducirlo?

Un momento... si lo que pasó ayer le daba la excusa perfecta para regresar aquí y de seguido.

-Liam, ¿Puedo pedirte un favor?- no le habló de modo sensual, sino de petición.

-¡Claro, Señora Loud! Puede pedirme lo que desee- ojalá le volviera a decir estas palabras cuando le diga lo que realmente quiere de su parte.

-No sé si lo sabes, pero el proveedor que antes vendía la comida que mi esposo necesita para su restaurante le cerraron su local y ahora necesitamos de una nueva fuente que nos dé los vegetales y frutas que necesitemos. Me preguntaba si tú podrías...

-¡No tiene que decir nada más! Claro que puede recurrir a nosotros para todo lo que necesite, Señora Loud- la interrumpió sabiendo lo que iba a pedirle -y por ser la madre de mis amigas siempre contará con el descuento a mitad de precio- le chequeó el ojo como ayer.

Era todo lo que la matriarca necesitaba oír. La fachada perfecta para visitarlo con frecuencia sin que nadie sospeche de sus intenciones reales.

-Entonces te veré la próxima vez que mi esposo no me compla... ¡Que necesite de vegetales frescos!- por una milésima de segundo estuvo de decir lo que en verdad deseaba.

-Solo llámeme con anticipación para reservarle los más sabrosos. Ahora déjeme acompañarla a su Van, no vaya ser que de nuevo la abuela salga con una de sus locuras.

¿Quién dice que las personas del campo no son cultas? Porque tal gesto caballeroso seguía aumentando el interés y ganas que la madre de un chico y diez chicas le tiene.

-¡Que le vaya bien! Regrese aquí cuando quiera- volvió a despedirse agitando la mano cuando ella se subió a la Van.

-Así lo haré, Liam- le sonrió con amabilidad -claro que lo haré...- ese gesto se volvió lascivo y se relamió los labios cuando puso en marcha el vehículo.

Esto no fue lo que creyó que pasaría, pero fue tanto o mejor de lo que deseó en un inicio no solo por volverse a deleitar con la figura de Liam, sino porque pudo conocerlo mejor y ver lo bello que es como persona (Tanto dentro como por fuera) y que es lo contrario de lo que es su marido, yerno y varios hombres que conoce en lo que se refiere al carácter y forma de actuar.

Las dudas e inseguridades que antes tuvo se menguaban más y más.

-Oye, hermano. ¿No notaste algo diferente en la hermana de Lana hoy?- preguntó Beth a Liam -no te... ¿Pareció que se veía más linda que ayer?

-¿Eh? ¡Oh, es verdad! La mamá de Lynn se veía más linda que nunca. Qué lástima que no se lo pude decir- solo hasta ahora se percató de ese detalle.

Parece que ser algo despistado y no notar enseguida ciertos detalles en las personas es algo tan intrínseco de él como la gran amabilidad que ha mostrado hasta el momento, ¿Eso será algo que retrase las nada pulcras intenciones que Rita le tiene o lo hará un premio más anhelado por lo difícil que será de conquistar?

(...)

No podía ir a verlo cada día de la semana y molestarlo con sus tonterías y menos estorbarle en el trabajo con insinuaciones como las que usó con Bobby, Rita realmente debía saber cómo jugar sus cartas y no hacer un movimiento abrupto que heche a perder sus planes.

Para eso requería de Lana, qué al ser tan cercana a Liam y Beth, le puede hacer preguntas sobre él sin levantar sospechas contrario a Lynn Jr. que tal vez comience a cuestionarse su interés.

E irónicamente, requiere también de la ayuda de Lynn Sr. en el sentido de que este al necesitar comida o ingredientes para sus deliciosos platillos la mande a buscarlos a la Granja Hunnicutt y así tener un buen pretexto y no alzar sospechas.

Cómo lo hacía justamente ahora, el día antes del antes mencionado partido de Lynn Jr. siendo otra vez acompañada por esta, sus hijas menores y ahora el propio Lincoln.

-¿No vas a poder asistir a mi partido, Liam?- la deportista no solo estaba molesta, sino muy triste y decepcionada cuando le dio ese comunicado.

-Lo lamento mucho, Lynn. Créeme que me fascinaría ver como barres el suelo con el equipo rival, pero al ser inicio de fin de semana van a venir muchas personas aquí a buscar sus alimentos y debo estar presentes para atenderlas a todos- tampoco está feliz de privarse del espectáculo que ella ofrecerá, pero no podía anteponer el placer al deber.

-Lo entiendo, lo entiendo. Sé que es imposible que dejes tirada tu preciada granja y a los animales que tanto dependen de ti... pero me habría encantado que me vieses moverme... al darle la paliza de sus vidas a esos perdedores.

Parecía que le entristecía más el hecho de que no la admirase en todo su esplendor haciendo actividad física rigurosa en ese deporte que verle ganar el partido en sí.

-No me gusta verte así. Te prometo que intentaré hacer todo lo posible para asistir a tu próximo partido y alentarte para que le hagas morder el polvo a todos esos debiluchos. Recuerda que la promesa de un granjero es sagrada- quiso reconfortarla sonriéndole amistosamente al ponerle una mano en el hombro, haciendo que también sonriera y desviase la mirada.

-Además recuerda que ahí estaré yo para apoyarte- Lincoln también la quiso animar sujetándole el otro hombro aumentando su pena.

-Sí... es bueno ver que siempre podré contar contigo para eventos importantes para mí, apestoso- un sonrojo casi imperceptible se manifestó en sus pecosas mejillas.

-Eso no fue lo que dijiste esa vez cuando creías que por su culpa perdías tus partidos, ¿O se te olvidó?- pero Lola estaba cerca y no se contuvo para bromear y arruinarles el momento.

-¡MIRA TÚ, QUE TE VOY A DAR UNA BUENA...!- amañó con asestarle un puñetazo, pero Lincoln la sujetó apenas logrando contenerla pidiéndole que se calmase.

Rita volvió a rodar los ojos, pero esta vez riendo. Tal vez ellas sean unas generadoras de jaquecas, pero realmente pueden dar muchísima risa si se las mira desde la perspectiva correcta.

Pero no había tiempo de distracciones y debía seguir haciendo sus jugadas, aunque, debía indagar en algo que le genera el mismo descontento que tuvo su hija atlética.

-Entonces, Liam... ¿Es cierto lo que Lynn me dijo? ¿Qué tú estás flechado por una Rockera?- hizo estas preguntas cuando la chaparra comenzó a perseguir a la rubia rosada por todos lados siendo seguidas por Lincoln que les gritaba detenerse.

-¿Disculpe? ¡Ah, se refiere a Tabby! Si, bueno, cuando éramos chicos comenzamos a salir luego del baile de la escuela en dónde fue una de las citas a ciegas que Linky tuvo. Estuvimos separados un tiempo, pero recientemente hemos intentado restablecer lo que dejamos a medias- explicó con toda la alegría del mundo.

Rita no sabía nada sobre esa chica, pero no pudo evitar verlo con compasión y cierta tristeza, porque dudaba que un amor juvenil pasajero realmente pueda revivir y volverse una verdadera y estable relación.

Porque no todas las relaciones "no convencionales" como la que Lincoln y Ronnie han tenido desde jóvenes pueden durar todo el trayecto hasta la línea de meta.

-Espero que esa chica sepa la suerte increíble que posee de tener a un hombre tan amable y lindo como tú de novio- fingió no estar molesta y luego vio como Lynn tomó a Lola de sus rosadas prendas alzándola con una sola mano agitándola con violencia mientras le gritaba.

-Ay... ¡Me halaga demasiado, Señora Loud!- Liam se rascó la nuca y desvió la mirada sonriendo algo penoso -también espero que Tabby valore lo que hago por lo nuestro. No es nada fácil conseguir el tiempo suficiente para dedicarle atención con tantos deberes, pero cuando al fin logre graduarme de la Secundaria tendré mucho más tiempo para ella del que ahora tengo.

Difícilmente disimuló su rugido de enojo. Que vea lo fiel que le es a su chica y como desea complacerla a toda costa cuando no esté rompiéndose el lomo en la granja era otra cosa que decía mucho del buen hombre que es.

Tal vez demasiado, lo que significa que nunca contemplaría la idea de serle infiel y mucho menos tener una aventura con una mujer tan madura como ella.

¿Debía tomar medidas más extremas?

-Sí, me consta lo difícil que le puede resultar a un hombre estar pendiente de su mujer al tener un oficio o negocio que abarca casi todo el tiempo que tiene- hizo una obvia referencia su marido.

Fingió toser al llevarse un puño a la boca y al bajarlo se desabrochó con admirable disimulo el primero de los botones de su camisa rosa para dejar al descubierto el nacimiento de sus grandes atributos superiores.

-Aunque, todo es más fácil para ese hombre cuando tiene a una mujer que esté dispuesta a ayudarle en lo que necesite- imitando a Lynn Jr. recargó el codo sobre el puesto de verduras para acortar la distancia entre ellos y así Liam pudiese apreciar mejor la vista que le ofrecía.

-¿Ayudarme? Pues no sé... Tabby no es del tipo de chica que le guste ensuciarse las manos como Lana o Lynn, así que no creo que esté muy dispuesta a ayudarme con mis deberes en la granja. Pero si logramos mantenernos juntos luego de la graduación tal vez logra adentrarla tanto en lo que me gusta que también le gustará y se volverá una buena compañía para mí y mi familia.

Todo el perfil izquierdo de Rita se torció en una mueca de "¿Acaso está ciego?" porque literalmente le está ofreciendo en la cara algo que solamente su patético marido ha tenido el privilegio de ver y tocar y ni se dio por enterado o le puso aunque sea una pizca de atención.

¿Lo que tiene de bonachón también lo tiene de ingenuo?

-Si supieses todas las veces que he tenido que ayudar no solo a mi esposo con su restaurante y en otras cosas, sino a todas mis hijas con lo suyo. Verías que yo también tengo el aguante para labores que chicas o incluso mujeres de mi edad no lograrían ni en sus sueños.

Si con atributos físicos no lograba despertarle interés, tal vez con decirle que no es una florecita delicada que no sabe hacer nada si pueda hacer que se fije y vea en ella a una mujer fuerte (Una de verdad, no una de esas odiosas que les gusta denigrar a los hombres) que si lo propusiera podría hacer lo mismo que él, o al menos, lo mínimo que harían su abuela o hermanita.

-Je, je, je. Con todas las locas historias que Linky me ha contado de sus hermanas, es admirable como usted y su esposo las han logrado sacar adelante. Son todo un ejemplo de padres que lo dan todo por sus hijos, o "pequeñas demonias" en su caso.

Si esto fuese un Anime o Manga seguramente Rita ya habría hecho un ¡PLOP! al caer y darse bien duro contra el suelo. ¿Realmente ese joven no lograba captar sus indirectas? ¿Es tan ingenuo que no miraba el doble significado de sus palabras? ¿Era totalmente ciego a sus insinuaciones? ¿O sus métodos de cortejo dejan mucho que desear?

En serio va a tener que batallar para conseguir lo que tanto desea de su parte.

-¡Hay que irnos, mamá!- la llamó Lincoln volviendo a sujetar a una embravecida Lynn.

-Ya voy, ya voy...- desaminada, le dio la espalda al granjero para abrocharse el botón -te veré de nuevo cuando necesite de tus sabrosos vegetales y frutas, Liam- mantuvo la cabeza gacha.

-Siempre estoy a sus órdenes, Señora Loud- sonrió con toda la alegría que ha usado hasta el momento y siguiendo ignorando todo lo que ella quería transmitirle.

Pero al verla caminar lentamente a Vanzilla, ahora notó algo que le resultó interesante de su anatomía y no se trató de su parachoques delantero.

Sino del trasero. Ella al darle la espalda y mover a paso lento sus carnosas piernas, contoneaba sus caderas y hacía que sus grandes y redondas nalgas temblasen al subir y bajar con cada paso que daba pudiendo apreciárseles muy bien debido a lo apretado que le quedaban sus pantalones.

No despegó su vista de esa zona de su cuerpo ni parpadeo hasta que subió a la Van. Lo que significaba que la táctica que ella quiso aplicar si era efectiva, pero se equivocó en la ejecución al usar el frente y no la retaguardia como un pastel de queso que atrae a los roedores.

-¿Liam? ¡Liam! ¡LIAM!- solamente el grito de Beth lo regresó a la realidad.

-Este... ¿Sí? ¿Pasa algo, hermanita?- salió de su ensoñación igual a como Rita lo ha hecho antes.

-¡Llegaron nuevos clientes y tú estás ahí tieso como pata de caballo sedado! ¿Acaso quieres que la abuela venga y nos jale la oreja?

-¡Perdón, perdón! Solo... me distraje un momento.

Luego de saludar y atender a los recién llegados, miró en dirección por dónde se fue la bulliciosa Van preguntándose que es lo que acaba de hacer.

Sacudió un poco la cabeza y retomó su atención en sus deberes sin percatarse de que justamente estaba cumpliendo con lo que Rita quería conseguir.

¿Tal vez su subconsciente si se dio cuenta de esas intenciones? ¿O solamente por ser un joven con las hormonas alborotadas fue que no pudo evitar mirarle así las nachas a una mujer como seguramente lo harían muchos otros pre-adultos?

Cual sea la respuesta, era un importante paso para la rubia y puede que logre cumplir su sueño.

(...)

Una vez en casa y evitar que sus hijas la pusieran patas arriba, Rita volvía a escribir.

No era solamente un recopilatorio de quejas y frustraciones, sino deseos, sus más fantasiosos sueños, lo que quisiera hacer con Liam plasmando en las hojas leves relatos eróticos que no son aptos para todo público.

Al apoyar de nuevo la cara la mano sonreía ilusionada haciendo batidos de pestañas. Realmente tenía muchas cosas que experimentar y llevar a cabo con ese pelinaranja, pero al mismo tiempo, aprovechaba para escribir diferentes tácticas que podría aplicar para ganárselo.

¿Usar ropa más reveladora? No, les daría un pésimo ejemplo a sus hijas. ¿Darle más postres? ¿Dedicarles más cumplidos y halagos? ¿Insinuaciones más directas?

Dejó de escribir para frotarse la frente. Vamos, dichosos años de experiencia, ¿No le pueden dar un buen consejo cuando más lo necesita? ¿O en ese aspecto está más marchita y oxidada que su cuerpo físico?

Se alejó del escritorio y fue a beber agua. Debería tomarse con más calma esto, ¿Qué tal si hace un movimiento que en lugar de atraer a Liam lo repele y ya no quiera saber más de ella?

-Señora Loud... Señora Loud...- escupió lo que bebió y se golpeó varias veces el pecho al oír la voz del chimuelo en el aire.

-¿Qué? ¿Liam?- miró de un lado a otro intentando encontrarlo, pero no había nadie cerca -oh cielos... estoy comenzando a alucinar- se frotó los ojos -realmente él se ha metido en mi cabe...

-¡DING, DONG! ¡DING, DONG!- de repente el timbre de la residencia comenzó a sonar.

-¿Quién será?- dejó el vaso y fue a abrir la puerta -¿Sí? ¿En qué puedo servir...?

Quedó muda porque ahí justamente se hallaba el granjero que se ha ganado su atención sonriéndole de forma seductora volviendo a tener el hacha apoyada en el hombro.

-¿Li-Liam? ¿Pero qué estás haciendo a...?

Sus palabras fueron interrumpidas cuando él la tomó de la cara con ambas manos y se inclinó para darle un tosco beso directamente en los labios.

Abrió enormemente los ojos por tal acto, pero frunció el ceño y lo sujetó de los hombros para apartarlo exclamando muchas cosas que no podían entenderse debido a la unión de bocas.

Pero por más que lo intentaba, no tenía la fuerza para alejarlo y liberarse y mucho menos cuando la abrazó apegando sin tacto su cuerpo contra el suyo para acariciarla sin reservas, especialmente su gran parachoques trasero que se lo apretó con tanta fuerza que podría romper nueces.

Alterándola mucho más y que se retorciese ahora intentando gritar por ayuda, pero sus labios al estar unidos a los suyos solo generaban más gruñidos inentendibles.

Hasta que lentamente esos gritos de ira y terror se convirtieron en gemidos de placer y de a poco le correspondió tal acción al pasar los brazos por su cuello y profundizar el beso al cerrar los ojos.

Por ser a fin de cuentas lo que prácticamente ha pedido a súplicas tener de su parte.

-Li... Liam...- susurró sensualmente su nombre cuando se separaron y se vieron directamente a los ojos al pararse de puntillas por la gran diferencia de alturas -qué... ¿Qué significa esto?

-Ay, Señora Loud. ¿En realidad creyó que yo sería tan idiota para no darme cuenta de sus verdaderas intenciones conmigo? ¡No subestime la perspicacia de un granjero!- fingió estar ofendido haciendo que riese.

-Y bien... ¿No quiere que le dé lo que tanto quiere de mí?

Sin esperar respuesta alguna la tiró contra el gran y viejo sofá para acomodársele entre las piernas y desabrocharse el overol y la camisa volviendo a cautivarla con su trabajado torso y de un jalón arrancarle su propia camisa y dejándola casi desnuda de la parte superior del cuerpo si no fuese por su sostén.

-No-no, espera un momento, Liam. ¿Qué tal si alguna de mis hijas baja y nos ve así?- tuvo un pequeño momento de lucides, pero él la tomó de las muñecas poniéndoselas a cada lado de la cabeza para que no se echase para atrás.

-Entonces hagamos esto rápido- al relamerse los labios como alguien que va a comer el platillo más suculento del mundo se inclinó para volverla a besar.

-Si esto es un sueño... ¡QUE NADIE ME DESPIERTE!- entregándose por completo a la lujuria aceptó lo que él fuera a hacerle.

-¿Mami? ¿Qué está pasando? ¿Por qué Liam te sujeta así? ¿Qué están haciendo?

Para su horrible desgracia, Lily los miraba muy confundida cuando bajó las escaleras.

-¡LILY! ¡NO ESTAMOS HACIENDO NADA!- intentó levantarse, pero Liam no se lo permitió.

-¿Mami? ¡Mami! ¡MAMI!

(...)

-¡MAMIIII!- gritó la menor de sus hijas parada a su lado agitándola un poco.

-¡¿AH?! ¡¿CÓMO?! ¡¿CUÁNDO?! ¡¿DÓNDE?!- se despertó alterada viendo en todas direcciones.

Resultó ser que se había quedado dormida sobre su escritorio y todo eso que vivió fue justamente un sueño... uno muy subido de tono, cabe aclarar y que solo refuerza más las fuertes ganas que le tiene al granjero.

-¿Estás bien, mami? Te quedaste dormida y hablabas en sueños- la pequeña la veía preocupada.

-Cielos... se veía tan real que en verdad creí qué...- frotó su cara con ambas manos resistiendo a duras penas el impulso de volver a abofetearse -¿Qué quieres, mi angelita?

-Avisarte que papi volvió de su restaurante y que necesita de tu ayuda para la cena.

Pasar de un bello y fantasioso sueño a la triste realidad de todos los días en su casa... ¿No podía golpearse bien duro la cabeza para seguir soñando por siempre?

-Dile que voy en un momento cuando termine de desperezarme- estiró hacia arriba los brazos al pararse y abrir enormemente la boca cuando bostezó.

-Enseguida, mami- la rubiecita iba a hacer lo pedido, pero se detuvo y giró sobre sus talones para aproximársele de nuevo -mami, ¿Por qué decías varias veces el nombre Liam mientras dormías?

Sufrió un violento Tic nervioso en el ojo derecho. ¿Habló entre sueños mencionando a su objetivo interés? ¿Repitió las mismas palabras que dijo en esa fantasía?

¡QUÉ HORROR!

Gracias al Cielo que fue la más pequeña e ingenua de sus hijas la que la descubrió, porque de haber sido las otras o Lincoln o su propio marido... ¡ESTARÍA COMPLETAMENTE PERDIDA!

-¡No, no, no! Creo que entendiste mal, cielito. No día "Liam" sino que decía... ¡Rían! Es que soñaba con tomarles una foto a todos y les pedía a tus hermanas que sonrieran para la foto perfecta como Lincoln les insistió esa vez, pero en lugar de cooperar todas hacían un desorden- río nerviosa deseando que se tragase la mentira.

-Si que debió ser un sueño bien gracioso por la sonrisa que tenías- por fortuna le creyó y se retiró riendo al imaginarse como habría sido ese sueño.

-Uf... estuvo cerca...- luego de suspirar aliviada, Rita puso delante de su cara el dedo índice y medio de su mano derecha -lo lamento, mis amigos. Pero si no logro complacer, aunque sea un poco, lo que Liam genera en mí, terminaré por decir algo que lo eche todo a perder.

¿Quién dijo que uno al envejecer no puede recurrir a ese tipo de mañanas para satisfacerse?

(...)

El sábado llegó junto con el partido de Lynn Jr. en donde ella y su equipo barrieron el suelo con sus contrincantes en una aplastante victoria de 50 a 0

Siendo motivo suficiente para festejar a lo grande en el restaurante de Lynn Sr. que estaba más abarrotado de lo normal y se requerían de todas las manos disponibles para atender a los comensales que deseaban estar junto a sus heroínas deportivas.

-¡Lana, Lola, lleven esta orden de enchiladas a la mesa 10! ¡Ya, ya, ya!- el patriarca le entregó a las gemelas una bandeja con esos deliciosos alimentos.

-¡Lisa! ¡Dile a tu robot que lleve más pan a las mesas 14 y 15!- exigió a la genia que con un control remoto le indicó a Todd, que posee de varios brazos mecánicos, llevar varias cestas.

-¡Lily, Lucy, lleven este pastel a los mellizos cumpleañeros de la mesa 8! ¡Pero ni se les ocurra volver a meterles el dedo!- advirtió cuando les entregó una enorme tarta, causando que la nena suspirase haciendo un mohín mientras que la pelinegra río un poco.

-¡Lincoln, ayuda a tu madre con los estofados de la mesa 5!

-Entendido, papá- en cada mano tenía una bandeja que lleva varios de esos platos y con cuidado los fue a dejar en su destino teniendo que hacer equilibrio como alguien que camina en la cuerda floja para que no se les caiga.

Rita solo llevaba una bandeja y contempló en silencio lo que su marido hacía. Puede decir que una de las pocas cosas a su favor es que cuando se trata de su restaurante si se comporta como un hombre verdadero al ordenarle a sus hijas e hijo poner de su parte a la hora de atender a los clientes, casi como un general que guía a sus tropas en una dura batalla.

Si tan solo tuviese la décima parte de esa actitud en los otros aspectos de su vida, jamás contemplaría la idea de serle infiel con alguien mucho más joven.

Al servir la comida miró a las parejas que hay y lo felices que eran. ¿Realmente cree que engatusar a Liam le hará recuperar su felicidad como se lo dijo a Lily? ¿O solo conseguiría un gran placer efímero que con el tiempo le dejará un gran vacío interior que le hará sentir peor?

Ese joven más que darles soluciones a sus problemas solo les genera otros debido a los complejos que ahora mismo sufre y que le hacen cuestionarse el tipo de ser humano que es. ¿Qué pensarían las otras personas de ella si la vieran actuar así? Dirían que es igual o peor que las damas de casa despechadas de esas cursis historias románticas que sienten estar atrapadas en una relación que les chupa la vida y no las lleva a ninguna parte.

¿Esta es una verdadera señal sobre ponerle un alto a lo que quiere hacer?

-¡WAU! ¡Nunca vi reunida a tanta gente en un lugar como este!

Por poco se cae y suelta la charola que llevaba cuando escuchó esta infantil voz y al ver la entrada del restaurante vio a la dueña siendo Beth junto a Liam y una chica que no conocía.

-¡PURF!- Lynn Jr. al verlo escupió la gaseosa que tomaba manchando a sus compañeras de equipo.

-¡¿LIAM?!- gritaron a la vez y se les acercaron haciendo a un lado a las demás personas -¡¿Qué haces aquí?!- no notaron lo raro que se veían al decir las mismas palabras.

-¡Lynn, Señora Loud! Me alegro volver a verlas- las saludó quitándose su sombrero de paja -no me lo van a creer, pero estuve hablando con mis padres y me dieron permiso para venir a felicitarte aquí por tu triunfo en el partido, ¿No es genial? Aunque deberé levantarme más temprano mañana para compensar lo que no hice hoy.

-¡Siempre supe que podía contar conti...!- Lynn amañó con darle un abrazo, pero logró contenerse a duras penas para recuperar la compostura -quise decir... que siempre supe que no podías resistir la emoción de venir a felicitar a la jugadora estrella de los Canguros de Royal Woods- solo le dio un leve golpe en el hombro haciéndole reír y a su hermana.

Hasta que la otra chica que los acompañaba carraspeó un poco para hacerse notar al cruzarse de brazos no estando nada feliz por lo que ocurría entre ambos.

-¡Ay, casi lo olvido! También aproveche para tener una cita con Tabby e invitarla a comer una de las delicias que tu papá crea. ¿Hay alguna mesa disponible?- la rodeó por los hombros.

-Urg...- esta vez fue el turno de la deportista de gruñir inconforme -déjenme preguntarle a papá si hay una en dónde puedan comer- los dejó con Rita que ya se había puesto a analizar a esa joven.

Entonces esa es la dichosa Tabby, la novia de la que le habló esa vez, ¿Eh? Si, parece que ya la había visto antes al ser una de las amigas musicales de Luna.

No lo negará, es una chica muy bonita y más aún por el mechón morado en su negra cabellera gelificada hacia arriba, chaqueta púrpura, falda rosa de cuadros y botas de plataforma que le dan cierto toque rebelde.

Pero la expresión que tenía era completamente opuesta a la de entusiasmo que el granjero poseía al ser de fastidio que en combinación con su gesto de brazos cruzados y mirar hacia otro lado es un claro indicio de que no quería estar en este sitio para una cita.

O tal vez por no querer estar en compañía suya.

-Tienen suerte, tortolitos. Hay una mesa libre cerca de dónde festejo con mi equipo, así podrás... podrán estar cerca de la máxima de campeona del mundo- les avisó Lynn.

-¡Que bueno! ¿No te parece genial, Tabby?- ofreció su mano, pero ella no quitaba su semblante de pesadez.

-De lujo... vamos a comer que tengo mucha hambre- pero le correspondió y fueron a tomar asiento mientras que Beth fue a saludar un momento a Lana.

No podrá leer la mente, pero el lenguaje corporal de esa chica decía que no le tiene a Liam el mismo cariño y afecto que este le guarda.

¿Acaso predijo sin darse cuenta el futuro? ¿Qué pasaría si ocurre el peor de los casos? ¿Liam quedaría tan devastado que dejaría de ser ese joven que la cautivó? ¿O estaría completamente libre de ataduras y así tal vez pueda...?

-¡RITA! ¡¿NO ME OYES?!- el grito de Lynn Sr. la trajo de regreso al mundo real.

-Necesitamos tu ayuda para servirle a los que unieron las mesas 20, 21 y 22, ¡Y estás ahí como una estatua sin hacer nada!- tuvo la osadía de regañarla, hablándole como si fuese su empleada.

De no ser porque hay tantas personas... ¡YA LE HUBIESE CANTADO TODAS SUS VERDADES!

Vio como Liam hizo el caballeroso gesto de correrle la silla a Tabby para que se sentara antes de tomar el menú. No podía sacar falsas conclusiones y debía analizarlos ahora que puede para saber si acertó o si solamente intentó darse falsas esperanzas.

Pasaban los minutos y cuando podía miraba al granjero y a su pareja. Notaba que cada vez que él carcajeaba por contarle una divertida anécdota en torno a su finca, ella también reía aunque en menor intensidad y desvió la mirada apenada cuando le tomó una de sus manos con las suyas para besársela al darle las gracias por querer seguir siendo su pareja a pesar de no poder estar siempre a su lado como se lo merece y cuando lo necesite debido a sus muchos deberes.

Lo que le hacía sentir una fuerte punzada de arrepentimiento en el pecho.

No... no podía... ¡NO DEBÍA! No puede acabar así con la felicidad de un joven que es todo corazón como lo es Liam, no podía ser tan mezquina, ruin y egoísta de hacerle caer en sus tretas y heche a perder esa relación que se nota ha luchado para mantener a flote.

¿En qué clase de persona se estaba volviendo para destruir así a una joven pareja con un gran futuro por delante solo para conseguir ese placer carnal que tanto extraña?

Esta sí parecía ser la verdadera señal que tanto esperó en recibir y ahora tenía ganas de golpearse la frente varias veces con la charola que tenía en manos.

-Oye, Lana- oyó como llamó a su hija mecánica -¿Desde cuándo el restaurante de tu papá tiene una pista de baile?- señaló esa zona en dónde varias personas danzaban.

-Fue una idea que le dio Lori para que así las parejas no se fuesen enseguida al terminar de comer y se quedasen más tiempo.

-Ya veo... hey, Tabby. ¿Bailamos? Quiero aplicar esos pasos de baile que me enseñaste- se paró y de nuevo le ofreció la mano.

-¿Seguro? ¿Tú pierna está recuperada del todo?- no muy convencida volvió a corresponderle.

-¡Claro que sí! nada que los ungüentos que han pasado de generación en generación en mi familia no pueda solucionar- afirmó palmeándose la pantorrilla izquierda.

-Si tú lo dices... ¡A mover el esqueleto se ha dicho!- al sonreír revelando tener una división en sus dientes delanteros superiores, se juntaron las demás parejas.

Lo que volvió a ganarse toda la atención de Rita. No es precisamente Michael Jackson o Elvis Presley o alguno de esos famosos que se caracterizaron por hacer pasos de baile de lo más extravagantes, pero Liam sabía más o menos como defenderse en la pista.

Volviendo a generar más comicidad porque Tabby aun usando esas altas botas podía pasar por debajo de su brazo al girar sobre sí misma sin estar cerca de tocarlo antes de que él la tomase de la cintura al echar todo su cuerpo para atrás haciendo con ambas manos la seña del Rock and Roll.

-Vamos, Señora Loud. Venga a bailar conmigo y así le enseño todos los pasos que tengo.

Su boca se volvió una delgada línea recta cuando su imaginación volvió a jugarle en contra al verse a sí misma de joven y con ropas más reveladoras bailando con una ilusión de Liam que se detuvo para hacerle una seña para que se le acercara teniendo un semblante sensual.

Cerró fuertemente los ojos y suprimió un rugido para que al abrirlos viese como él y Tabby continuaban con su baile.

Que llamó la atención de más de uno aparte de ella.

-¿Quién lo diría? Aunque no lo parezca, el amigo de tu hermano no es tan rígido como un tronco si es capaz de bailar así, Lynn- escuchó a Margo, una de las amigas de su hija atlética.

-Ni que lo digas- también los veía fijamente, pero con expresión contraria a la de ilusión o admiración, para comerse con enojo la comida que tenía servida.

-Oh... ¿Quién diría que uno de los amiguitos del hermano de Leni al crecer no solo se volvería así de guapo sino también un hábil bailarín? ¿Será que querrá bailar de nuevo conmigo como lo hicimos ante esa máquina de baile cuando nuestros dos grupos compitieron entre sí?

Miró al que dijo esto resultando ser Miguel, uno de los mejores amigos de Leni, que hizo un batido de pestañas al sonreír como un tonto enamorado al echarle el ojo al pelinaranja.

-No comiences de nuevo con tus cosas, Miguel- pero su acompañante, Fiona, le lanzó unas papas fritas a la cara que no soñase despierto.

¿Y ese amanerado de dónde salió? Fue lo que pensó Rita ya ofuscada.

¿Realmente Liam podía ganarse tanta atención solo por bailar con su novia? Ahora recuerda que Lana le había dicho que él en una ocasión se volvió súper popular en la escuela.

¿Un encanto campesino del que ni siquiera se da cuenta que posee? Irónico tomando en cuenta que muchos otros chicos quisieran tener ese mismo magnetismo.

-Esto es tan injusto... ¡¿Qué tiene Liam que no tenga yo?!- vio que Rusty ardía de los celos.

No necesitaba dar más ejemplos.

-¡AUHUHUYYY!- sin previo aviso, Liam chilló antes de caer al suelo y sobarse la pierna izquierda.

-¡LIAM!- iba a acercársele, pero Lynn Jr. reaccionó a la velocidad de un rayo y llegó hasta él.

-¡¿QUÉ TE PASÓ, CHIMUELO?!- lo sostuvo viéndolo con una preocupación que pocas veces ha expresado hacia alguien.

-Mi pantorrilla... creo que la sobre esforcé- rugía apretando los dientes.

-¡¿Quieres que te lleve a la carreta para regresar a la granja, Liam?!- Beth se agachó ante su herida.

-No, no... solo... déjenme descansar un poco- quiso caminar de vuelta a la mesa que compartía con su novia, pero al apoyar la pierna izquierda contra el suelo otra vez gritó del dolor.

-Déjame ayudarte, Liam- Tabby lo tomó del brazo izquierdo para que apoyase el cuerpo contra el suyo, pero Lynn Jr. le dio un leve empujón apartándola.

-Atrás, debilucha. Se necesita de músculo para ayudar a alguien de su tamaño- la vio con desafío y superioridad para sujetar al granjero y llevarlo hasta su mesa.

Tabby afiló la mirada apretando los labios indignada, pero no quería alborotar más las aguas y los siguió en silencio viendo como no le reclamó a Beth por también ayudar a caminar a Liam.

-Aquí no ha pasado nada, todos sigan con lo suyo- pidió Lynn Sr. para que no se arruinase el ambiente acogedor de su negocio.

Rita iba a pedirle a Lisa que atendiese la pierna de Liam, pero se detuvo.

Era hora de devolverle todos los nobles gestos (Y agradables vistas) que le ha dado hasta ahora.

-Ya, ya. ¿Tan grande y chillas como niño chiquito, chimuelo?- reprochó Lynn Jr. cuando lo ayudó a sentarse.

-Es que en serio duele mucho... ¿Cómo se lo voy a explicar a Mee y a mamá y papá? Se molestaran bastante al ver que no podré cumplir con las obligaciones que pospuse para venir aquí.

-¿No puedes explicarles que solo podrás hacer tus deberes cuando estés totalmente recuperado?- Tabby le aconsejó que pusiera primero su bienestar que la granja.

-No, Tabby, ya te lo había dicho antes: Si yo que soy el actual engrane principal de la finca no puede rotar todo se vendrá abajo y la Granja Hunnicutt que ha pasado de generación en generación desaparecerá más rápido de lo que un cerdo se come las sobras de la cena- su loable explicación lejos de confortar a su novia solo consiguió exasperarla más.

-Entonces déjame revistarte, Liam- antes de que las otras chicas dijesen algo más, Rita se sentó a su lado -puedo... ¿Retirarte la venda alrededor de la pantorrilla?- pidió con cierta pena.

-Ah... supongo que sí, ¿Es experta en medicina, Señora Loud?

-He aprendido un par de cosas de Lisa, además de que tengo mucha experiencia atendiendo diferentes lesiones en diferentes tipos de personas- vio de reojo a Lynn que desvió la mirada chiflando para hacerse la desentendida.

Le quitó su bota de cauchó y despacio el vendaje para que sea lo menos doloroso posible (Aunque él se mordía el puño derecho para contener sus alaridos) hasta tener a la vista la pantorrilla y la tan mencionada herida hecha por la cornamenta de un toro untada de ungüento.

No era un simple rasguño o herida superficial, literalmente un cacho le atravesó de lado a lado la pantorrilla creándole un círculo casi perfecto cerrado por puntos y cubierto por gasas y parches.

¿Realmente con tal lesión pudo medio levantar Vanzilla y seguir con sus labores agrícolas?

-¿Está muy mal, Señora Loud?- temió lo peor y comenzó a sudar frío.

-Déjame verla mejor...- no resistió la tentación de masajearle así la extremidad de arriba abajo solo deteniéndose al causarle un sobresalto y soltase un agudo grito.

-De-descuida, Liam- sonrió nerviosa -la herida no se abrió y parece que solo fue un calambre. Un poco de hielo bastará para calmar el dolor- su explicación le sacó un gemido de alivio.

-Que bien, no fue nada grave- Tabby también se calmó -ahora espera aquí mientras busco hie...

-¡Vuelvo en un parpadeo!- Lynn la interrumpió y volvió a correr a la velocidad de una bala.

-Esta tipa...- nuevamente Tabby le deseó Mal de Ojo a la deportista.

Algo que tanto Rita como Liam no pasaron por alto. ¿Qué significaría eso para todos?

-Eh... Beth... creo que mejor si vayas por la carreta y alistes al caballo. Estando así no podré seguir bailando con Tabby y debo volver a la granja para descansar como debo- la niña asintió y se retiró -¿No te molesta que termine nuestra cita así, Tabby?

-No te angusties. Nada de esto es tu culpa- contesto sin verlo porque nuevamente se cruzó de brazos como lo hizo al llegar al restaurante -primero debo ir al baño. No me demoro- se agachó para besarlo en los labios para irse.

Dejándolo solo con Rita, siendo paradójicamente, una oportunidad que antes ella habría usado para ligárselo pero que ahora la dejaba en una posición más incómoda que la que ahora está el mismo Liam.

-Muchas gracias, Señora Loud. Realmente me aterré al creer que estaría más lisiado que antes- pero no se tardó en agradecerle su ayuda sonriéndole con su nata amabilidad.

-De nada, Liam- palmeó su cabeza como lo haría con un niño chiquito -fue un pla...

-¡MAMÁ, CUIDADO!- gritó Lisa a todo pulmón.

Porque Todd había resbalado teniendo en sus apéndices mecánicos varias bebidas que cayeron sobre las compañeras de equipo de Lynn manchándolas y debido a lo cerca que estaba de ellas Rita también fue mojada.

-¡¿PERO QUÉ...?!- instintivamente se cubrió la cara -¡OH NO!- miró como toda la parte superior de su cuerpo estaba empapada -¡LYNN, VEN RÁPIDO!- llamó a su esposo.

Ignorando lo que volvió a causarle a Liam.

Su camisa al mojarse quedó pegada a su cuerpo resaltando sus grandes atributos delanteros igual a como les ocurrirían a las mujeres que participan en esos sexistas concursos de camisetas mojadas no dejando demasiado a la imaginación.

Siendo algo que incluso para alguien no muy perspicaz como él no pasaría por alto siendo sumamente agradable a la vista a un nivel equiparable a lo que le ha ofrecido sin saber a Rita.

Parecía que a su táctica original solo le faltaba algo en "estado líquido" a la ecuación.

-¡¿QUÉ CARAJOS PASÓ AQUÍ?!- llegaron tanto Lynn Jr. como Lynn Sr.

-¡RITA! ¡¿QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO?!- súper apenado, su esposo se quitó el delantal y lo puso alrededor de su cuerpo, causando que Liam volviera en sí y sacudiese la cabeza como antes dándose unos golpecitos en la sien derecha.

-¡EL ESTÚPIDO ROBOT DE TU HERMANA MENOR NOS TIRÓ BEBIDAS ENCIMA!- gritó Paula, otra de las amigas de la Loud Atlética, pasándose una mano por la cara.

-¡¿A SÍ?! ¡SABIONDA! ¡¿EN DÓNDE DIABLOS ESTÁS?!- embravecida, intentó hallar con la mirada a Lisa que se escondió bajo un mantel temblando del miedo por lo que pudiese pasarle.

-Este... ¿Me perdí de algo?- Tabby no sabía que pensar cuando regresó a la mesa.

-Nada, solo algo que reafirma porque nos llaman la "Familia de Locos"- Lincoln se mantuvo al margen del espectáculo no esforzándose en contener su risa.

Dejando de lado ese incidente, nada más pasó y Beth regresó diciendo que el caballo y la carreta en la que llegaron estaban listos para primero dejar a Tabby en su casa y luego regresar a la granja.

-Ya es hora de irnos. ¿Cuánto les debo, Señora Loud?- Liam iba a sacar la billetera siendo ayudado por Beth a mantenerse de pie.

-No, descuida. Esta vez la casa invita- los dejó impresionado cuando les hizo una seña con la mano derecha mientras que con la izquierda sujetaba el delantal con el que Lynn la cubrió -es por... ya sabes, porque si no fuesen por tus vegetales y frutas, el pende... mi marido no podría crear sus suculentos platillos. No le podemos cobrar a quién prácticamente nos da de comer.

-Es más, como tú nos dejas siempre las cosas a mitad de precio, lo más justo es que cada vez que tú o tu hermana vengan a comer aquí también se los dejemos todo a mitad de precio. ¿No lo crees?- sentía la obligación moral de retribuirle tanta cortesía y fantasías húmedas.

-Qué considerada de su parte, Señora Loud. Espero volverla a ver pronto cuando busque lo que necesite- por poco se le sale una risa irónica por tales palabras.

-Y sabes dónde encontrarme para lo que también... necesites- no fue capaz de contener el deseo de decirle esto, hasta que agachó la cabeza regañándose a sí misma por no haberse controlado.

-Liam, es hora de irnos- llamó Tabby subida en la carreta y haciendo muecas de asco por como el caballo que la impulsaba agitaba la cola al apartar unas moscas.

-¡Un momento! Gracias de nuevo por todo, Señora Loud. Despídase de Lynn por mí cuando termine su cacería de Lisa's- iba a girarse para irse con la ayuda de su hermanita no viendo como la matriarca cerró los ojos al gemir desanimada.

¿Hasta ahí llegó la posible respuesta a todos sus pesares y deberá replantearse las cosas?

-No, un segundo- pero se detuvo y regresó a su lado -casi lo olvidaba... en realidad, sí hay algo en lo que la necesito, Señora Loud- desvió la mirada rascándose la nuca y morderse levemente el labio al sonreír algo avergonzado.

Haciendo que arquease una ceja. ¿La necesita? ¿Para qué? ¿En qué podría serle ella útil?

Tal vez... ¿Para lo que ella justamente también lo necesita?

-Claro, dime en qué puedo ayudarte- debió moderar su tono sensual al estar frente a Beth.

-Es... es por esto- cuando él lentamente alzó la mano creyó que la iba a acariciar o tomarla para besarla como en su fantasía.

Pero resultó ser que sacó un papel del bolsillo delantero de su overol que tiene en su amplio torso.

-¿Ve lo que dice este volante?- con timidez se la pasó y ella lo tomó totalmente desconcertada -es una idea que se le ocurrió a mi abuela. Como a Flip le cerraron su local y como dentro de poco me graduaré de la Secundaria, ella propuso que repartiera volantes como este en dónde explicamos el servicio a domicilio que vamos a aplicar al llevarles a nuestros consumidores lo que nos pidan sin tener que ir directamente a nuestra granja.

-Y pues... me preguntaba si usted, sus hijas y Linky nos podrían hacer el enorme favor de sacarles fotocopias al volante y repartirlas por toda la ciudad. Sé que les pido mucho, pero les estaremos infinitamente agradecidos si nos hacen ese favor, y no se preocupen, la próxima vez que venga a la granja les pagaremos los costos y daremos un saco de vegetales gratis. ¿Le parece bien?

De nuevo, Rita estuvo a punto de hacer un ¡PLOP! y reventarse la cabeza al chocar contra el suelo como un avión que de repente se quedó sin combustible.

¿Sus insanas fantasías le han nublado tanto el juicio que ya no es capaz de pensar con sensatez?

-Pues... claro, no hay problema. Con mucho gusto te ayudo con esto, Liam- pero no fue capaz de negarse a apoyarlo con esto por ser algo muy importante para su familia y finca.

-Sabía que podía contar con usted, Señora Loud. Si tenemos éxito con esto, le daré a usted y a su familia el 75% de descuento en lo que requieran- ver esa sonrisa tierna, sin incomodarle la ausencia de algunos dientes, era todo lo que quería como retribución.

Volviendo a despedirse, Liam agitó las riendas de su corcel para retirarse mientras Beth decía adiós agitando la mano derecha.

Permaneció en su sitio sin decir nada hasta que miró el volante como lo hizo cuando sostuvo la manzana que le había regalado.

Un foco se prendió sobre su cabeza cuando una idea transitó por su mente.

Si en algún mañana Liam haría servicios a domicilios yendo directamente al hogar de sus clientes para llevarles encargos, significa que en cualquier momento podría llamarlo para vaya a su casa y así tal vez lo pueda...

Oh no, ¡Oh no! ¡OH NO! ¡¿De nuevo está pensando tan egoístamente?!

No entendía lo que sucedía. Por un lado, ve señales sobre que no debe seguir el camino que ha elegido para darse gusto y no meterse en la vida de Liam al mismo tiempo que recibe otros indicios que le harían, en teoría, más fácil lograr su objetivo de volverlo su amante.

¿Realmente él es la respuesta a sus problemas o solo le hará doler la cabeza de formas que sus hijas nunca lo han logrado?

Capítulo dos completado el 11/05/2024.

Así finalizamos el segundo capítulo de esta nada convencional historia de romance.

De seguro pensaron que aquí pondría justamente escenas de 18+ cuando Rita tuvo ese sueño húmedo con Liam ¿Eh?

¿Saben algo? En realidad la premisa de esta historia se me había ocurrido para el primero de Abril y fuese justamente una troleada para el Día de los Inocentes al hacer que todo lo que aquí ocurriese fuese únicamente algo inventado por ella para libros eróticos.

Pero recordé que hace unos años había hecho justamente una historia protagonizada por ella junto con el papanatas de Clyde en el que troleé al lector al hacerles creer que harían cosas subidas de tono, así que no podía repetir la misma fórmula y decidí hacer de esto una verdadera historia de romance que está lejos de los parámetros de "normalidad" en este Fandom.

No quedándome corto a la hora de hacer referencias tanto a episodios Canon de TLH como de cosas en nuestra realidad. ¿Será verdad que alguien como Liam que vive en el campo algo alejado de las influencias a las que son expuestos los jóvenes de hoy tendrá mejor valores morales y convicciones que las que tienen las personas citadinas?

Si supiesen la risa que me dio escribir las escenas de Rita cuando se alista, queda ilusionada al ver al chimuelo en todo su esplendor y sus fallidos intentos de ligárselo sin darse cuenta de que sus "encantos naturales" son los que lograban despertar su interés, ¡Toda una pilluela! XD

Poniendo también más escenas de Lyam y la aparición de Tabby que se mencionó en el capítulo anterior, ¿Se cumplirá lo que Rita dijo? ¿O la Rockera será una piedra en su zapato que estorbará su nada noble misión autoimpuesta? ¿O la propia Lynn Jr. estropeará sus planes? Porque sería irónico ver a madre e hija batallar para quedarse con el mismo hombre, ¿No? XD

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