Cartas de Neah

Desde que tengo memoria he sido así, soy algo que los humanos llaman inmortal, aunque crecí como uno de ellos algo nunca se sintió completo. Aunque no era el único, Mana mi gemelo, era igual.

No encajabamos...

No nos importó, hasta que crecimos y descubrimos que era lo que nos hacía diferentes. Teníamos el gen Noeh dentro de nosotros y no éramos los únicos, pero seguíamos siendo diferentes... éramos los primeros.

Y así pasaron años Allen, años pensando que algo no estaba bien, hasta que perdimos la razón, empezábamos a creer que estábamos locos y fue cuando cometimos nuestro primer error. Mana mató a la humana que nos cuidó de niños y sabíamos que estábamos mal... pero no nos detuvo, ese accidente nos hizo encontrar algo más... nuestro poder.

Eramos algo que nadie comprendía y los chicos que llegaron después nos admiraban por ello, pero todo se trastorno tanto... nos alimentamos del dolor de la gente y cada vez nos volvíamos más fuertes, pero el sentimiento de vacío se volvió más grande.

Entonces nuestra relación de hermanos se rompió, nosotros nunca fuimos humanos, entonces tampoco teníamos que creer en lo que nos enseñaron y lo descubrimos contigo Allen... tu fuiste nuestra esperanza.

Eras muy parecido a nosotros... tanto físicamente como en carácter, pensamos que tu eras lo que necesitábamos para llenar ese vacío, pero al final no fue así.

Cuando creímos tenerlo todo, resultó que la iglesia nos proclamó como demonios y nos empezaron a perseguir para matar... fue cuando descubrimos la inocencia, lo que ellos usaron en nuestra contra.

Te ocultamos y tratamos de resolverlo, aunque fue inútil, muchos de nosotros murieron, pero solo su parte humana... varias veces renacieron en otro cuerpo. Trate de entender que era lo que pasaba, porque la inocencia nos afectaba y a ellos les lastimaba demasiado nuestro poder.

Todo ser parte de lo mismo, cuando la inocencia nació, nosotros también... éramos parte de lo contrario... pero no es que aparecieramos de la nada, existimos desde que el mundo inició, pero tardamos mucho en entenderlo.

Por eso eres especial Allen, nuestro pequeño bebé era especial porque rompía el molde, no fuiste creado de la nada, eras biológicamente compatible con nosotros y la inocencia, quisimos lograr que controlarlas ambos, pero la iglesia no nos permitía acercarnos.

Fue cuando lo encontré, tratando de robar inocencia... encontré el corazón, el causante de todo, de nuestro gen Noeh y de la inocencia y empecé mi propio plan.

Abandone a Mana junto a ti y estuve investigando en todo el mundo leyendas de lo que éramos, hasta que encontré escritos antiguos hablando Dioses y luego del mundo de los muertos... un más allá.

Si lograba acabar con lo que nos hacía inmortales, podríamos morir y los humanos por fin, dejar de tener ese poder que les hacía creerse superiores y tu tendrías un mundo para poder vivir. Lo que no calculé es que Mana perdería la cabeza, odiarla a él mundo por arrebatarnos la posibilidad de ser felices.

Desde entonces planee todo, le pedí a Mana que te diera poder, que cuidara de ti y yo usaría ese tiempo para unirme al corazón.

Nunca pensé que lograría verte de nuevo, pero el mundo me dio ese gran regalo. Eres fuerte vi que encontraste tu felicidad... amenace a ese alpha, si te hace daño no perseguire después de la muerte, y si tienes una familia... espero que yo pueda darte esa tranquilidad de vivir solo para ellos y no para el mundo.

Mana hizo lo que pudo por ti y por mi, no lo culpes... el nos amo demasiado. Ahora ambos moriremos y dejaremos a los humanos sin poder. Escapa y no regreses a esos turbios lugares, si puedes... habla con todos los Noeh, te recuerden o no, todos tienen una fuerte conexión contigo, porque al final de todo, eres nuestro qurrido hijo y serás lo único que quede de nosotros.

Te amo Allen D. Campbell.

Allen...

-Estas bien?- me pregunto Kanda cuando regreso a sentarse junto a mi en el tren.

-Si... solo que, esta carta es lo último que queda de ellos y solo nosotros sabremos que se sacrificaron por el mundo...

-Eso será suficiente Moyashi, ellos solo querían que tu lo supieras- le quitó importancia.

-Me llamo Allen... Bakanda- hice un pequeño puchero, pero estaba feliz de que él estuviera junto a mi en todo esto.

-Que dijiste jodido enano! Yo...

Antes de que pudiera seguir su regaño, le robé un beso. Me sonrió por mi travesura y me devolvió el beso, al mismo tiempo me marco con su aroma.

-Gracias Yuu... por seguir a mi lado después de todo...

-Eres mi pareja, te escogí por algo y esta marca es mi mayor promesa... Allen- me susurro mientras rozaba mi cuello con su nariz.

Me senté en su regazo y me acurruque entre su brazos, ahora que habíamos perdido nuestra inocencia, perdimos comunicación con todos en Londres y China, estábamos solos en Japón, pero no se sentía mal ser solo nosotros...

-A donde iremos? Esta vez solo somos nosotros?- pregunte.

-Viajemos... aún tenemos mucho dinero que consegui trabajando en la orden...

-Si, fue conveniente que mi papá pensara en todo... nos dejó muchas cosas en esa cabaña.

-Quiero tenerte para mi un tiempo, antes de que tengamos que buscar a toda tu familia y a la mía...-se le escapó un pequeño gruñido y me reí bajito para que no lo notara.

-Celoso?

-No sabes lo posesivo que puedo ser...- mordió mi oreja y me sacó un pequeño suspiro.

-Mientras solo sea conmigo no me quejarte... puedo llegar a ser celoso...- restregue un poco mi trasero sobre su miembro para provocarlo.

-Aqui no...- me separo un poco de él.

-Quiero hacerlo...- le rogué.

-No...

Su respuesta fue contundente, no me dio derecho a replicar y nada más me apartó de él. Quede sorprendido pero el me sentó a su lago y entrelazo nuestras manos.

-Sucede algo?- pregunte.

-No quiero hacerlo, tenemos mucho que hacer... no te pasara nada si no lo hacemos...- evito mi mirada.

Por un momento recordé al Kanda de antes, pero que me sostuviera de la mano y tener su aroma encima, hacia que no me preocupara tanto. Él es así... así que no tengo que preocuparme.

Me quedé en silencio y solo dejé caer mi cabeza en su hombro. No me aparto así que sonreí, me acomode y empecé a quedarme dormido.

Aún nos quedaban unas cosas que arreglar antes de poder terminar todo lo que nos pasó...