Capitulo 33

Allen...

Tenía todo el campo libre, podía ver cada persona del lugar trepado desde el árbol, aún trataba de analizar que realmente estábamos a punto de iniciar una guerra...

-Baja de ahí Moyashi... te vas a latimar- me regaño Kanda.

-No soy tan distraído como crees...- hice un pequeño puchero.

Le hice bajo y empecé a bajar, pero la rama en la que estaba apoyándome se rompió y me caí. Afortunadamente Kanda tenía instintos increíbles y me alcanzó antes de caer.

-Eres un distraído- me reprocho.

-Pero ahora estás para cuidarme- le robé un beso y bajé de sus brazos, tratando de escapar.

No alcance a ir muy lejos antes de que me atrapará. No quería dejarme vencer así que lo hice tropezar y ambos caímos al suelo, pero el trato de que cayera sobre su cuerpo amortiguando mi caída.

-Deja de jugar conmigo- me gruño en advertencia.

-Solo... trato de distraerme- me deje caer sobre el y él reforzó el aguarre en mi cintura pegándome a su pecho.

Voltee a verlo con miedo. Quería que nada de esto fuera necesario... que ambos estuviéramos en una pequeña casa en el campo, viviendo juntos... talvez esperando a algún bebé y que nuestra única preocupación fuera que vamos a desayunar o a que hora ir a comprar las cosas para el bebé... pero eso no era posible. No ahora.

Levante un poco el rostro  queria besarle y asegurarme que todo estaría bien, que nosotros estaríamos bien aunque toda esa guerra se desatara en el fracaso, pero una sombra me distrajo y no pude reaccionar, me habían tomado del cuello y alejado de Kanda.

Él quiso protegerme, pero una segunda persona lo detuvo y lo separó de mi. Eran los Noah. Lulu bell me llevaba a mi y los gemelos Jasdevi retenían a Kanda.

-Por fin lograste que ese traidor saliera de su cueva, pensé que al final tendríamos que matarte primero para que Neah saliera de su escondite- empezó a hablar Lulu bell.

-Sueltalo!- grito Kanda desesperado, mientras el mismo trataba de liberarse.

-Se buena mascota y quédate quieto... terminaremos con esto rápido- contesdo el rubio "Jasdero"

-Despues de que acabemos con tu pequeña zorra, seguirás tu- se burlo Debit, como si fuera una travesura infantil.

Eso me asustó. Significaba que ya había empezado, la pelea había comenzado... además, Neah tenía razón, todo iba de acuerdo a lo que me dijo.

-Estan jodidos...- escuche susurrar a Kanda cuando alcanzo a tomar su Katana.

Activo su inocencia y les dio batalla a esos dos, pero apenas logró librarse de ellos, trato de ayudarme, pero todo quedó en eso. Una música de piano empezó a sonar a nuestro alrededor, el cielo empezó a tornarse rojo y poco después en medio de nosotros apareció el Conde, Tykki y Road.

El Conde me arrojó al suelo y Lulu bell fue a interferir la ayuda de Kanda. Sentia la angustia y el enojo que sentía mi alpha... sentía su miedo mezclado con el mío, pero necesitaba mantenerme calmado, tenía que aguantar.

-Por fin Allen Walker... lograste tu propósito- escuche la voz emocionada del Conde.

-No... no se de que hablas...

-Claro que no! Solo eres un juguete en todo esto- se burló. Del enojo trate de alcanzarle y golpearlo, pero aplastó con fuerza mi estómago.

-Yo... no seré... su maldito juguete...- conteste con dificultad.

-No tienes opción- le dio una pequeña mirada a Tykki y este acepto.

Sabia que el estaba de mi parte de alguna manera, pero su instinto lo obliga a seguir al Conde, justo ahora estaba condenado.

Pensé que sería como la última vez, sentiría mi cuerpo siendo atravesado por su mano, pero no... voltee a verlo con miedo y el solo evito mi mirada, podía ver el placer que le ocasionaba verme en este estado... y comprendí, que no podía contar con su ayuda esta vez.

El oxígeno empezó a faltarle, pero trataba de no perder la conciencia, aún tenía que aguantar... todavía faltaba.

-Lo siento chico...- me susurró Tykki antes de que todo mi entorno se pusiera en negro.

En el único sentido que podía confiar justo ahora solo era el tacto, no podía ver, oler, o saborear nada... y la respiración comenzaba a fallarme. Sabia que estaba en la nada, no había oxígeno, cosas ni tiempo... solo yo dirigiendome a la muerte.

Un pequeño destello se acercó a mi y pude ver a Tykki que flotaba en medio de todo...

-Queria que esto acabara antes de iniciar una guerra... pero justo ahora ya es imposible- hablaba mientras iba metiendo su mano en mi pecho.

Quería contestar y quería decirle que había una forma... que tenía que esperar un poco, pero me era imposible, ya estaba perdiendo el conocimiento. Sentí como hizo un mal movimiento dentro de mi y escupí sangre.

Quería que mi dolor acabara, me estaba dejando llevar por la inconsciencia. Hasta que sentí una molestia, una angustia e impotencia que iba creciendo hasta convertirse en casi un grito.

-Allen... Allen... ALLEN...- escuchaba repetidas veces mi nombre y comprendí.

Era Yuu...

-"Tengo que lograrlo..."- pensé aún con todo el dolor que sentía en el cuerpo, pude levantar mi mirada hacia Tykki.

Sostuve mi mano derecha y tuve que concentrar toda la energía que me quedaba para que esto funcionara... te la que lograr conectarme con la inocencia.

Todas mis emociones estaban al límite, sentía una descarga en todo mi cuerpo y sentí un cosquilleo en mi brazo, solo actuaba por instinto, hasta que mi brazo izquierdo se convirtió en una espada. Sin dudarlo amenace a Tykki para que se alejara de mi.

Él salió de nuevo de aquel lugar en el que estaba atrapado y dando un último golpe, di un corte a la nada y por fin pude ver de nuevo algo, respire con dificultad, sentía que los pultome me ardían y mi vista era borrosa. Casi de rodilla al suelo mientras trataba de recuperarme.

-Que paso?!- oi gritar a Road.

-Desperté algo que no debía...- contesto Tykki de manera nerviosa.

Me levanté de nuevo a duras penas y sostuve firmemente mi espada. Mi mirada no se apartaba de ellos y trataba de poner atención a todo mi entorno.

-Esa espada...- volvió a sorprenderse Road.

-Es mi espada...- intervino el Conde.

Vi que se acercaba a mi, pero retrocedi y lo amenace con mi espada. Buscaba desesperadamente a Yuu a mi alrededor y cuando lo vi, él también parecía buscarme, hasta que cruzamos nuestras miradas, la ansiedad que sentía, desapareció.

Antes de que el Conde llegara a mi, por fin aparecieron todos los demás, todos los chicos de la orden. Neah... mi papá apareció justo delante de mi protegiéndome detrás de él... justo como cuando era niño.

-Neah...- al pronunciar su nombre, las peleas que se estaban confrontando en ese momento, pararon. Todos estábamos tensos, porque todos sabíamos el porqué el Conde quería hacer toda esta guerra.

-Hola... hermano- susurro Neah con desprecio.

-Por fin... Por fin...- algo parecía estar mal con el Conde.

-No será como la última vez- esa declaración de Neah reanudó las peleas.

-Mocoso!- me grito Marian llegando a mi lado.- estas bien?

-Aun estoy algo mareado por la falta de aire, pero siento que la inocencia me está manteniendo estable.

-No pensé que lo lograría en último momento...

-Lo sé, solo... no quería morir- acepte.

-Bien hecho- me felicito a medias y volvió a su semblante enojado -Sabes lo que tienes que hacer?

-Si...- acepte cabizbajo.

-Recuerda... no debes dudar- me recordó.

-Lo sé...

-Y cualquier cosa... Kanda Yuu no puede ir contigo. Esto lo tienes que hacer solo.

-Lo sé... pero promete que los cuidarás, a ambos...- le suplique, mi papá no debía volver a desaparecer y Yuu no debe morir... era lo único que pedía.

-Lo prometo.

-Bien... entonces me voy.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top