Capitulo 28

Kanda...

-Por fin soltaste a Allen?- pregunto el conejo llegando a mi lado.

-Salió a comer- conteste sin hacerle mucho caso.

-Apenas llegamos a Roma y ya se fue?- volvió a preguntar.

-Estuvo lastimado todo el viaje... el enano es un latoso, era claro que ya quería moverse...

-Suenas diferente hablando de él... paso algo?

Trate de irme para que dejara de insistir, pero me cerró el paso y lo fulmine con la mirada. Algo en él era diferente, no tenía su cara bromista y también su mirada era desafiante.

-No necesitas saber lo que pasa entre nosotros -contesté entre dientes.

-Si no me lo dices tú, se lo preguntaré a él- forzó una sonrisa.

-Te conozco desde niños y pocas veces te pones serio... así que espero que eso no sea por él...- le amenace.

-Y que si así es?

-Si Allen es tu objetivo, no dudaré en poner mi espada sobre tu cuello.

-Es una amenaza?

-Mas de lo que crees...

-Si Allen viera esto, que crees que diría?

-Porque diría algo?- gruñi.

-Ambos lo salvamos, ambos importantes para él... pero creo que esta vez tu ganas.- me dio la espalda.

-Te vas a rendir? Así de fácil?

-No te creas tan especial. Esto es una advertencia... Allen sabe lo que siento y si vecina oportunidad, lo tomaré.

-Tu maldito!

-Kanda!- escuche gritar al moyashi.

Ambos volteamos y Allen saltones mis brazos, temblaba un poco y sus ojos suplicaba ayuda. Solté mi aroma protectoramnete y fue cuando se soltó a llorar.

-Respira... estoy aquí- le susurre.

-Que sucedió- interrumpió Lavi.

-Yo... yo... me encontré con Tykki y Road- susurro.

-Lo Noeh?- pregunte desconcertado.

-Si... y ellos...

Se le quebró la voz, me aferre a su cuerpo tratando de darle apoyo, pero el maldito conejo seguía insistiendo con las preguntas.

-Ellos saben porque soy importante en esta guerra...- por fin lo soltó.

-De que hablas?- preguntamos ambos.

-Yo soy parte de ellos de alguna manera y al mismo tiempo estoy unido a la inocencia, estoy vinculado a ambos... y en parte soy el final de toda esta guerra.

-Sabemos que eres importante, pero te crees capaz de terminar la guerra?- pregunto el pelirrojo.

-No... pero tal vez sepa cómo llegar a un punto donde todos podamos ponerle un fin.

-Piensas confiar en ellos?- tenía que estar seguro de él podría con esto.

-Ellos conocieron a mi padre, a Mana y al conde... no veo el porqué dudar de ellos... ya que al igual que la iguesia, me necesitan.

-Te dijeron algo más?- pregunte.

-Yo... puedo encontrar el núcleo de todo esto, lo que le da poder al Conde de crear Akumas y lo que a nosotros nos da la inocencia para matarlos.

-El núcleo? Te refieres al corazón?- pregunto Lavi extasiado

-Si... esa fue la causa que inicio esta guerra y lo que causó que Neah... mi padre, desapareciera.

-Entonces tu...- no quería terminar la frase.

-Tengo que iniciar un enfrentamiento directo- tembló al decirlo.

-Eso es absurdo!- le grité.

-Ey! No le asustes- me detuvo Lavi.

-No estás escuchando las idioteces que dice? Él es el menos indicado para ir a una guerra directa.

-Y tú eres el menos indicado para detenerlo! Crees que el quiere hacerlo?!- me alejó de Allen.

-Si el dice que lo quiere hacer es claro que si!

-Tu no entiendes el deseo de deber o algo así! Allen quiere ayudarnos a todos!

-Me vale una mierda todos los demás! Solo quiero saber lo que Allen quiere!- Allen y yo volvimos a cruzar miradas y suspire antes de volver a insistir- Que es lo que tu quieres? Quieres ir a la guerra? Bien iré contigo, Quieres pelear? Bien, pelearemos juntos, Quieres huir? Te protegere con todo lo que tengo, pero quiero escuchar lo que tu quieres, no lo que alguien más necesita de ti.

-Lo estás intimidando- volvió a intervenir el conejo.

-Solo quiero escuchar lo que tu quieres Allen!

-Quiero acabar esta maldita guerra!- grito desesperado- quiero que toda esta mierda acabe y que por fin pueda ser libre... porque yo... solo quiero estar contigo...- se volvió a soltar en llanto.

Lavi evadió nuestras miradas, Allen acababa de romperse y todo lo que había estado reteniendo salió, Lavi ya no podía hacer nada en contra de lo que nosotros éramos, ya que ambos habíamos aceptado la necesidad que teníamos del otro.

Volví al lado de Allen y lo cargue, él se aferro a mi cuello y enredo su piernas en mi cintura, tenía pequeños temblores, pero se empezaba a calmar.

-Aunque esto sea egoísta... espero que también estés a nuestro lado... conejo- a pesar de todo esto, nosotros crecimos juntos, no quería que todo se fuera a la mierda por esto.

-Callate, claro que estaré ahí...

Sonreí. Nosotros estábamos bien, ahora solo había un problema más...

-Ustedes creen que podamos hacerlo?- pregunto Lenalee.

-Si funciona o no... todo recaen en que Allen logre encontrar el corazón- respondió Komui.

-Ire con él, pero en cuanto lo encontremos ustedes tienen que atacar o lo perderemos- respondí.

-Supongo que tenemos que unir a la rebelión lo antes posible- intervino Marian.

-Y tambien mantener a la iglesia al margen, si se enteran de esto lo más seguro es que quieran apoderarse de la situacion- dijo Lavi.

-Todo dará inicio en una semana, yo estaré en contacto con Road y Tykki, cuando sea el momento iré con ellos... pero des pues de eso, todo depende de la fuerza con la que ataquemos- susurro Allen.

-Supongo que tenemos que ponernos en marcha, tenemos 4 días para reunir gente... ustedes por otro lado, solo tienen que preocuparse por mejorar su sincronización- ordeno Komui antes de irse.

Marian se fue y dijo que regresaría específicamente el séptimo día, Lavi dijo que montaría guardia para mantener lejos a la iglesia y Lenalee se mantendría como infiltrada unos días en la iglesia.

Allen y no por otro lado seguíamos ideando el plan para encontrar el corazón, teníamos que tener un plan b, en caso de ser traicionados...

Así pasaron el tiempo y por fin estuvimos a solo 2 días de tener el enfrentamiento, pero había algo que necesitaba hacer...

-Moyashi...

-Te dije que me llamo Allen, Bakanda...

Sonreí, me alegraba ver que él aún siguiera estando tan de buen humor en medio de esta mierda.

-Necesito que me acompañes...

-Sucede algo? Estas más serio de lo normal... te hice enojar?- empezó a divagar.

Lo detuve, le di un beso y por fin logré callarlo, se sonrojo... pero por fin había logrado que solo me prestara atención.

-Quiero decirte algo importante...

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