Kanda...

-Allen, si cualquier cosa pasa... por favor avísame. Si no te sientes cómodo o tienes miedo... es más si sientes apenas un cambio en el aroma de alguien, tienes que decirlo- Lenalee estaba paranoica.

Veníamos los cuatro en el carruaje. El conejo, Lenalee, el moyashi y yo. Empezaba a desesperarme de todas sus exigencias, trataba de distraerme con el paisaje, pero ya había llegado a mi límite.

-Lenalee!- di un grito que hizo que se callara enseguida.

Los tres se me quedaron viendo, había espantado al es tupido conejo que iba durmiendo, el Moyashi parecía nervioso y con mi grito lo puse aún más nervioso.

-Solo... estoy tratando de ayudar- me contesto Lenalee.

-Lo sé...- suspire tratando de relajarme- mira... estamos con él, no le va a pasar nada.

-Es que... me preocupa que pase lo de la última vez- contesto en un susurro.

El Moyashi evadio la mirada de todos cuando lo mencionaron, mi concentración cambió completamente a él. Estábamos uno frente al otro y mi mirada la dije solo en él... no tardo en darse cuenta y solo me dedico una sonrisa algo forzada, tratando de tranquilizarme.

Asenti y deje de observarlo para que se relajará. Lavi parecía incomodo, pero se concentro en animar a Lenalee, algo que había olvidado completamente.

-Siento haberte gritado, pero estas consciente de que también estaremos sometidos a pruebas, así que se que estás estresada... lo mejor es no empeorar nuestro humor -le pedí.

-Bien...-contesto.

Lo que restaba del camino fue en silencio. Llegando, Lavi y Lenalee fueron los primero en entrar a la orden, pero antes de que el moyashi fuera lo detuve.

-Ey... no tienes que hacerlo si no quieres- le dije cuando volteo a verme.

-...- hubo un silencio algo largo, pero me tomo de la mano algo nervioso y sentía como estaba temblando- me acompañas un momento?

-Vamos...- entrelace nuestros dedos y lo lleve a dar una vuelta por el campo que nos rodeaba.

Estuvimos caminando por un rato en silencio, hasta que se detuvo en frente de un gran árbol.

-Tengo miedo...-solto de golpe.

Sentí como su cuerpo volvió a temblar, pero su mirada seguía tan determinada que no podía tranquilizarme.

-No es tu responsabilidad hacer esto... puedes huir de aquí y olvidar todo...- reforce el lazo de nuestras manos, porque aunque decía eso... no quería que se fuera.

-Tu lo harías?- su mirada fue tan sin duda que era claro que ya lo había decidido.

-No...

-Entonces tomé la decisión correcta- me sonrió- puedo hacerlo.

Recargue mi barbilla sobre su cabeza y trate de evitar que se moviera con mi brazo, estaba tratando de absorber su aroma que estaba siendo más dulce que otras veces... quería que ambos estuviéramos seguros de esto y su aroma me tranquilizaba. Sentí como también buscaba mi aroma de mi ropa y mi parte alpha se llenó de orgullo por esa acción.

Nos separamos sin muchas ganas cuando escuchamos la voz de Lenalee. El primero en ir fue el moyashi, yo tuve que tranquilizarme antes de entrar... no me sentía tranquilo con nada de lo que estaba pasando, pero tampoco podía oponerme... y menos con la determinación de ese enano.

-Estas bien?- escuche la voz del conejo.

-Si...- fue mi única respuesta.

-Supongo que por fin te dio el golpe de realidad- se burlaba de mi- Allen es tu omega, pero... tu ya lo hiciste pedazos...

-Eso ya lo se- le gruñi.

-Entonces... tampoco te puedes enojar si quiero intentar algo con él?- pensé que era broma, pero definitivamente me estaba retando.

-Estoy tratando de recuperarlo, no pienso dejarte el camino libre.

-Supongo que es un si... -se puso prepotente- aunque ustedes estén hechos el uno para el otro, tal vez logre tener una oportunidad.

-Eso depende de él- aunque estaba enojado, no podía oponerme, estaba consciente del daño que le hice.

-Estas siendo muy amable Yuu...

-No te confíes- deje salir mi aroma marcando territorio- estoy reteniendo mis impulsos de querer matarte.

-Supongo, que en cierto modo... me pase de la raya...- dio media vuelta y salió corriendo.

Suspire y ya más tranquilo, le seguí.

Fuimos a esa parte donde el moyashi recuerda experimentaron con él, habían conseguido algunos cristales y Marian se hacia cargo de ellos.

-Tu ya tienes esto dentro de ti... tu misión es lograr sacar el poder de ese cristal- llegue al lugar cuando Marian estaba hablando.

-Ese es el supuesto poder que tengo?- pregunto el albino algo dudoso.

-Si... ahora espero que lo logres, porque mis métodos no serán de tu agrado- eso fue lo último que le dijo antes de dirigirse a nosotros.

-Ustedes... por otro lado, tienen que sincronizar su cuerpo con las inocencias- nos volteó a ver Marian.

-Y si no somos compatibles?- pregunto Lenalee.

-El mocoso tampoco lo era y lo logro- ninguno pudo decir nada.

Mientras Marian seguía dando indicaciones de lo que íbamos a hacer, yo fui junto al omega... mi omega.

-Relajate, estaré aquí si me necesitas- acaricie su cabello tratando de transmitirle mis palabras.

-Esta vez no me abandones- susurro antes de ir a donde empezaría sus pruebas.

Sonreí. Él sabía jugar y muy bien, tuve que dejarlo ir, porque iniciariamos nuestro entrenamiento en cualquier momento.

-Tu vienes conmigo- me detuvo Marian.

-De que hablas?- pregunte extrañado.

-Necesitamos hablar.

Su mirada era demasiado fría y su presencia demasiado demandante que lo seguí por instinto. Caminamos algo lejos de toda la gente que estaba cuidándonos y cuidando el área.

-Que sucede?- pregunte cuando paramos.

-Tu... tu ya tienes la inocencia dentro de ti...- soltó de repente.

-De que hablas?

-Tu... cuando investigamos a Alma para ver su estado de salud, descubrimos que parte de la inocencia estaba dentro de él, así que suponemos que en el momento que les resucitaron ustedes... fueron parte de estos experimentos.

-Estas diciendo... aquellas mierdas que nos hicieron fueron por esto?- pregunte con odio.

-Seguramnete, la sección asiática no es mi fuerte, se alejaron de la iglesia y mantenían sus puertas cerradas para muchos extranjeros, pero si... es probable que también lo tengas.

-Entonces... solo tengo que sincronizarlo?

-Es más complicado de lo que crees... así que la amenaza que le hice al mocoso... también va para ti y créeme ustedes no quieren probar el otro método.

Antes de que dijera algo más él se fue.

Me recargue en la pared y empecé a analizar lo que acababa de pasar.

Yo fui resucitado igual que Alma, algo que creía que solo era una tortura para nosotros dos, ahora se suponía era parte de un experimento que quería salvar al mundo... entonces, será posible que el destino si nos unió por algo?

Voltee a ver al moyashi y supongo que sintió mi mirada porque volteó, se sonrojo pero no parto la mirada...

Esta vez... tengo que lograr protegerlo.