Capitulo 19

Allen...

-Te preguntaré una vez más... sabes si la iglesia tiene una forma de destruirnos?- volvió a preguntar el Conde.

-Ya te dije que no se nada!- grite desesperado.

Si... pensé que todo estaba bien, cuando hablé con Tikky sentía que realmente me necesitaban, pero el Conde no es alguien que sea estable.

Por lo que entendí... el Conde perdió a Neah, su hermano y claro ahora se que es mi padre, él murió a días de mi nacimiento y claro, justo ahora soy el conflicto más grande del conde.

-AAAH!- grite al sentir como clavaba una de las armas filosas que la chica llamada Road había fabricado para el.

-Sabre si mientes querido Allen, porque justo ahora, iremos a por tus queridos amigos...

-Crees que dirán algo?-trate de parecer valiente, no podía estar seguro de que harían ellos. No somos cercanos y no creo que arriesguen la vida por mi.

-Allen, no sabes lo valioso que eres y es claro que conozco por mucho mas tiempo a los de tu especie, pero los humanos son predecibles. Y siempre obtengo lo que quiero, si lastimo lo que ellos quieren...

Mi mente estaba algo dispersa, estar un día completo en este interrogatorio que no nos llevaba a ningún lado, tenía varias heridas y golpes, el conde había pedido dejarnos solos y en ningún momento alguien vino a interferir.

El era el líder y lo sabía, trate de defenderme pero era clara la diferencia. Y aunque trate de buscar cual era el poder del que tanto me hablaban, aún en medio de esta golpiza, no pude saber nada.

-Espero estés listo para que este lindo rostro sea el que te salve.

Mis manos quedaron encadenadas, las heridas seguían sangrando, mi rostro tenía algunos golpes y aún estaba aturdido. El Conde sin duda era un alpha, pero... su presencia era atemorizante y al mismo tiempo la sentía familiar.

De la nada llego Road y abrió una puerta, el interior se veía obscuro pero tampoco estaba para preguntar nada, seguramente era los poderes especiales que ellos tenían. El Conde me arrastró dentro de ese lugar y cerré los ojos por el miedo a lo que sea que eso fuera... pero al abrirlos estábamos dentro de la Black Order.

El mundo se escandalizó, grito y corrió, muchos sacaron armas y los pocos que tenían el poder de ese cristal parecían realmente sobresalir.

Aunque todo fuera un caos, lo primero que detecte fue el aroma de Kanda, lo busqué con la mirada e hicimos contacto. Él estaba más sorprendido de lo que me esperaba, pero me surgieron demasiadas preguntas. ¿Porque estaba aquí? Pudo huir con Alma... ¿Porqué regresó?

El Conde tiró de mi y me tiró al suelo, las heridas me dolieron, el cuerpo me pesaba y sentir tantas miradas encima me hacía sentir incómodo.

-Cuanto tiempo Marian...-fue lo primero que dijo el Conde. No se escuchaba asustado y tampoco alterado.

-Que haces aquí Conde?- el único que pudo hablar fue Marian, los demás estaban o muy sorprendidos o asustados.

-Vine a hacer un trato...

-Porque negociaría contigo?

-Porque se que este niño es más importante para ustedes que para mi...

-Eso crees? Podrías arrepentirte... sabes bien de quien es hijo...

-Que sea hijo de mi hermano, no lo convierte en él...-le gruño el conde.

-Pero sería tu mejor súbdito, me sorprende que no lo quieras.

-Regresare por él, no lo dudes... pero sabes que existe un problema más grande.

Ambos se quedaron en silencio. Tikky salió del mismo portal que nosotros, el lugar volvió a quedarse tenso, pero el fue directamente hacia mi. Me tomo de la cintura y me ayudó a levantarme.

La mayoría se quedó sorprendidos y otros me veía con repulsión, Tikky de alguna forma me dejó libre y trataba de ayudarme, no era nada malo.

-Recuerda lo que te dije- me susurró antes de tomar al Conde y regresar a ese portal, antes de que los atacaran.

No me pude sostener por mucho tiempo de pie, pero Marian se acercó y me sostuvo, yo trataba de no perder la conciencia, por si algo pasaba poder protegerme.

-Lo hiciste bien- me reconforto Marian.

No pude más y me solté a llorar, tenía miedo, realmente no sabia nada de lo que estaba pasando, termine involucrado a la fuerza y ahora tampoco podía escapar... con esos miedos termine quedándome dormido.

-Estas seguro de que esta bien?- era Kanda?

-Ya me preguntaste más de diez veces, él está bien- esa fue la voz de Marian.- si estás tan preocupado por que no lo cuidas tú?

-Yo no soy el más indicado para eso, yo... fui quien lo entregó.

-Ya te dije que hiciste bien, él tenía que conocer esa parte de él.

-Aun así, debí luchar y no dejarlo así... ese moyashi necesita que yo...

-Deja de comportarte como un maldito alpha, Allen es más fuerte de lo que crees, aunque si por otra parte... lo que te preocupa es la parte alpha-omega, si la cagaste...

Quise reírme, la forma tan natural en la que hablaban estos dos era peculiar. Si bien, no confío en ninguno de los dos, pero por el momento son mi mejor opción.

-No puedo ser pareja de él, no después de lo que hice...- la voz de Kanda sonaba arrepentida. Pero era posible?- pero si por lo menos... me deja estar a su lado, estaré satisfecho.

-Y Alma? -pregunto Marian de manera directa.

-Él ya no me necesita... quizá lo volveré a perder en unos días.

-Ustedes si que tienen unas vidas de mierda, supongo que entiendo el porqué el destino los unió... -Marian se escuchaba convencido.

-Eres un...!

-Pero... sabes que ustedes también juegan con la muerte, ¿verdad?

-Somos una aberración de este mundo, es claro que estamos vivos porque así lo quieren.- Kanda se oía lastimado.

-Allen es un sacrificio y tu el escudo que le protegerá, que tristes destinos les esperan.

-Tu sabes más de lo que nos estás diciendo...

-Si... y es por eso que también puedo creer que pueden cambiar el destino que se les fue impuesto.- Marian cada vez era más sospechoso.

-Como estas tan seguro?

-Porque ustedes son pareja predestinada... y eso no estaba en los planes de nadie- aseguro Marian.

-En los planes de quien?- me atreví a levantarme para preguntar.

-Escuchaste todo?- pregunto sin sorprenderse y yo solo asenti- en los planes de tu padre...- fue lo último que dijo antes de irse.

Kanda aún así se quedó en la habitación, algo apartado de donde yo estaba, recargado sobre la pared y evitando mirarme.

-Tenemos que hablar- él fue el primero en hablar.

-Supongo...- acepte.

-Yo... te debo una...

-No- lo detuve antes de que terminara esa frase- tu solo me sacrificaste- reclame.

-No creo que te interese... pero él era la única familia que creía tener, pero Alma ya no me ve de esa forma y mis problemas te terminaron involucrando- no era una disculpa, pero para lo forma de ser de Kanda... era lo más sincero que lo había visto.

-Entiendo el deseo de querer proteger algo, pero... no estaría aquí si no fuera por la misma decisión del Conde.- suspire -Que hubieras hecho si me mataba?- me atreví a preguntar.

Frunció sus cejas y mordió su labio, su aroma se hizo inestable, su mirada estaba algo perdida, pero tan rápido como empezó desapareció. Tomó aire y volteo a verme.

Su mano paso por mi mejilla, y rozó su pulgares sobre mis labios, mientras el veía mis heridas, su rostro no tenia ninguna expresión, pero aún así... su aroma a sakura se había vuelto demasiado relajante.

-Hubiera perdido la cabeza, hubiera querido tomar venganza, hubiera quedado solo de nuevo... y aunque no pudiera tomar la cabeza del Conde, mataría alguno de sus subordinados. -bajo su cabeza y la apoyo en mi hombro, escondió su nariz en mi cuello, provocandome un escalofrío.- y después me dejaría matar...

-Que?!- me sobresalte. - Porque harías eso?

Kanda se negó a darme la cara, puso más presión sobre mi cuerpo para que no me apartara, pero entonces me abrazo y me cargó sobre su regazo, provocando que me sonrojara y que por un segundo olvidara lo que dijo.

-Solo déjame estar así un minuto... moyashi.- suplico.

No me pude molestar, no cuando se veía derrotado de esa manera... aún le tenía desconfianza y aún tenía miedo de lo que nuestra relación significa, pero también necesitaba este momento.

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