Capitulo 14
-Llevamos un día encerrados aquí. Por lo menos salgamos al festival.
-Crees que esto es un juego? Tu vida está en juego y te comportas como un niño!
-A quien le dices niño? Bakanda!
-Si vuelves a decirme de esa manera yo...!
-Disculpen...- tocaron la puerta de nuestra habitación, interrumpiendo nuestra discusión-necesito limpiar la habitación-dijo una chica que supongo le tocaba revisar los cuartos.
-Gane- le sonreí con descaro.
Tome una gabardina y con el muy malhumorado Kanda detrás de mí. Salimos del pequeño lugar donde nos estábamos hospedado y caminamos un rato sin rumbo.
-No pienso ir a ese estúpido festival...- renego.
-Vamos Kanda, hay que disfrutar ahora que estamos lejos de todo el desastre.
Me tomo del cuello y me azotó contra una pared, me enseñaba los dientes y su aroma me exigía sumisión. Aunque la gente pasaba y veía lo que pasaba, nadie se detenía a preguntar... todos me daban la espalda. A regañadientes, enseñe mi cuello al alpha y me sometió a su regaño.
-Estamos en medio de una guerra. No porque estemos aquí significa que todo está bien, sólo estamos dándoles tiempo para que entiendan que no pueden hacerte lo mismo que te han hecho antes.
-Es fácil decirlo... tu has tenido tiempo de disfrutar tu libertad. Yo he sido un experimento toda mi vida- traté de ocultar mi rostro, no quería que viera que tan vulnerable era con respecto al tema.
Me soltó y me dio la espalda, aún gruñia y me advertía mantenerme alejado de él, pero parecía tratar de entenderme. Me dio un poco de esperanza, al fin y al cabo el es mi destinado... quizá pueda confiar en él.
-Bien... iremos a ese tonto festival y después de ello, no quiero ningún reclamo, harás todo lo que yo diga!
-Esta bien-no le di tiempo de arrepentirse.
Lo tome de la mano y corrí con el hacia donde toda la gente parecía dirigirse, en cuanto vi las luces adornando varios puestos en un camino que llevaba a un templo, traté de correr hacia el, pero Manda puso presión en mi mano y me detuvo.
- No pienso estar persigueindote todo el tiempo, si quieres ir... sólo estaremos en la parte donde pueda vigilarme a distancia...- me ordenó.
- No me acompañaras?- me desilucione enseguida.
- No. No tengo tiempo para juegos de niños, necesito arreglar cosas para estar comunicados aunque estemos aquí.
-Ya veo...- Di un largo suspiro y aferre mis manos a mi ropa- entonces iré a ver todo.
- No te alejes, te tengo que vigilar.
- Si... Si...
Camine algo cabizbajo y veía como familias completas paseaban por el lugar, como los niños jugaban en algunos puestos y sus padres les ayudaban o como parejas iban en su propio mundo. Me sentía tan fuera de lugar, porque de nuevo tenía esa sensación de no pertenecer a ningún lado, yo no tenía algo tan simple como una familia y mi alpha ni siquiera me toma en cuenta.
Mientras iba pensando en todo ello, me aleje de donde Kanda podía verme, había terminado en una colina cerca del templo y por ahí escuche que a la media noche habría fuegos artificiales... tal vez desde aquí pueda verlos.
-Hey, hermosura... vienes sólo?- escuche una voz a mis espaldas.
Era un chico de unos veinte años, castaño, algo regordete, tenía un aroma asqueroso a alcohol y su aroma a alpha lo estaba expulsando con demasiada libertad al punto de ser molesto.
-No- fue mi simple respuesta, no tenía mucho que decir tampoco.
-Vienes con otro lindo omega?- trataba de molestarme.
-Con un alpha- trataba de alejarlo, pero parecía que sólo se emocionó más.
- Que coincidencia, también soy un alpha. Me llamo Chaozii, primor.
- No me importa...
-Estas siendo muy altanero, omega.
- Estoy siendo amable, aunque teme estas insinuando de esa manera- le grite.
-Acaso no te han enseñado modales? Tu sólo tienes que abrir las piernas cuando un alpha te hace un cumplido, maldito omega!- el trato de someterme.
Su voz y su aroma me estaban debilitando y entre en pánico, no me afectaba como cuando era Kanda quien se enojada pero si esto continuaba, no podría negarme por mucho más tiempo.
-Eso fue suficiente!- oí la voz ultratumba de Kanda.
Ambos volteamos a verlo, su presencia era abrumadora, su mirada era fría y con un destello de autoridad suprema. Agache la cabeza y gemí, rogando por que se detuviera pero no parecía siquiera prestarme atención.
-Perdón... Yo... Yo no sabía que él tuviera pareja, este omega no tiene marca, no pensé que...- Chaozii trataba de defenderse.
-Tenga marca o no, tiene mi aroma encima, por lo tanto, debes estar preparado para una pelea si es que buscabas que él te abriera las piernas- fruncio el ceño y no dejaba de gruñirle.
Él ambiente estaba tenso, cualquier movimiento en falso y Kanda seguramente atacaría... y era por esto que yo me hacia ilusiones, si el no me quería como su pareja ¿por qué me protege?
- Es un omega...
Esa fue la gota que derramó el vaso, Kanda se le fue encima y empezó una pelea a puño limpio. Nunca había visto a Kanda en una pelea, pero sabía que él tenía habilidades de batalla y con la katana que siempre carga era difícil no imaginarlo en la guerra peleando. Aunque esto era diferente, ambos eran alpha y ambos conectaban golpes, ambos lastimaban a su oponente y cuando tuve esa sensación de que mataría al otro tuve que intervenir.
Kanda se despegó un poco del cuerpo que tenía sometido contra el suelo, así que tome esa oportunidad y me metí entre ellos, me aferre al torso de Kanda y traté de devolverlo en mi aroma, era difícil porque aún no sabía controlarlo pero funcionó para llamar sus atención.
-Detente... ya ganaste...-le susurre.
En cuanto nuestros ojos hicieron contacto un escalofrío me recorrió la espalda, es como si la adrenalina de la pelea no hubiera abandonado a Kanda y aún siguiera en ese trance que tenemos como instinto. Es como si me estuviera pidiendo más, pero no sucedió, me tomo del brazo y me saco de ahí, mientras pasábamos entre la gente y nos dirigimos a la salida del festival, escuche como los fuegos artificiales empezaron a explotar, quería regresar y verlos... pero sabía que Bakanda estaba enojado y no podía pedirle dejarme ir.
Cuando regresamos a nuestro cuarto de hospedaje me soltó, se dejó caer en la cama y no dijo nada. Tenía roto su labio y estaba sangrando, al igual que sus nudillos, sin hacer mucho movimiento fui por una toalla remojada y regresé a su lado para limpiar las heridas.
Al primer toque me gruño, y retrocedi, pero lo volvía a intentar. Él parecía rendido a dejarme hacer lo que quería, pero en todo momento evadio mi mirada.
-Siempre te metes en problemas- empezó a regañarme.
- No era mi intención...
-Te dije que no te alejaras.
-Quería ver los fuegos artificiales...
-Disfrutas hacerme enojar?
-Lo siento...- esta vez me acerqué a limpiar su labio pero retuvo mis manos.
-Sabes lo molesto que fue buscarte? De alguna manera sentí que estabas en peligro... Me sentí ansioso... que mierda me estás haciendo?
-Lo siento...- no sabía que más decir.
-Mirame!
Levante mi mirada muy lentamente, aunque estaba enojado, también pude notarlo preocupado. Mi ansiedad desapareció de golpe y mis hormonas se salieron de control.
Antes de que saliera corriendo, el me tomo del rostro y puso su rodilla entre sus piernas, aún así, traté de soltarme y el ahora me tomo de la cintura.
No hubo palabras, Kanda simplemente me beso, me exigía seguirle el paso. Metió su lengua en mi boca y pegaba aún más nuestros cuerpos, no pude evitar gemir y cuando el me escucho se separó abruptamente de mi.
-Yo... iré a darme un baño- tomo sus cosas y se fue.
Yo aún estaba noqueado por la intensidad con la que me estaba dominando, me sentía algo mareado. Nunca podré entenderlo.
Cuando me tranquilice, también me dirigí a donde estaban las aguas termales, estaba solo... seguramente porque la mayoría estaba en el festival.
Cuando llegue a las aguas, Kanda era el único ahí, se veía relajado y tenía los ojos cerrados. Me acerqué a él lentamente, no quería molestarle... pero aún tenía esa sensación de querer más.
Cuando estuve a centímetros de su rostro, lo tome con mis manos para advertirle que haría algo, aún así no abrió los ojos. Entonces, tome más valor y uni nuestros labios.
Trataba de probar terreno, el beso era tranquilo y mientras más avanzaba mi temperatura aumentaba, Kanda pasa sus manos por mi torso hasta llegar a mi trasero y jalarme para sentarme en su regazo.
Ambos abrimos los ojos y mientras nos besabamos no apartabamos la mirada. Mi cuerpo empezaba a reaccionar, mi entrada empezaba a lubricar y con el agua cubriendo nuestro cuerpo empezaba a sentirme más sensible.
Kanda se dio cuenta, y me cargo. Me saco de ahí hasta llegar a la habitación, reíamos por todo el desastre que estábamos haciendo por el pasillo y me sentía aún más alegre porque por fin ese alpha amargado me dejaba ver otra expresión y sentía que me estaba aceptando.
Cuando llegamos al cuarto, traté de besarlo de nuevo, pero me detuvo. Gruñi en protesta pero el no me dejo continuar.
-Tenemos que seguir moviéndonos de lugar, si caes en celo sería un problema- me argumentó
No pude protestar, esta vez no fue un rechazo completo, sólo... parecía estar preocupado por el viaje y como sobrevivimos
-Esta bien...- me rendí.
Me dio la espalda y volvió a ser el frío Kanda de todo el viaje, es como si cada vez que avanzamos en lo que sea que seamos... hay algo que lo detiene y todo vuelve como antes.
Que me ocultas?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top