Ѽ•3

El día martes había comenzado bien para la castaña de ojos celestes, había despertado del día anterior pero algo cálido la abrazaba de manera relajada siendo que se escuchaba una segunda respiración acompasada.

—¿Uh?

Lentamente fue dandose la vuelve de manera tímida y fue de esa manera que sintió sus mejillas arder porque su amigo rubio la abrazaba quedando ella sobre su pectoral, sabía que su cama para el podría ser considerado pequeña, pero al verlo dormir tan pacífico le daba esa sensación de plenitud.

—Kisecchu...

Susurra la castaña de cabellos largos hasta sus hombros, y aquellos ojos celestes un poco adormilado que sin saber como se logra deslizar entre los brazos del chico moviendo sus manos hasta el rostro de este. Para luego ahuecarlo entre sus manos, acariciandole suavemente la piel blanca del modelo rubio.

—Si despertaré así siempre... Aquí me quiero morir... —la voz ronca y varonil suena en un susurro, sin siquiera despegar aun sus parpados pero con una suave sonrisa relajada.

Sin querer una suave sonrisa se esbosa en la mejilla de su contraria.

—Tonto, despierta que debes prepararte para ir a clases —contesta mientras deposita un besito suave en la frente de su amigo. —Vamos, no seas flojo.

Sin mas intenta salirse de su brazos como si se tratara de un gusanito pero el rubio de ojos ambar una vez que nota que se le escapa afirma sus brazos y acierta a atraerla,  atrapandola entre sus brazos haciendo que la chica resoplara fastidiada.

—¿Que hora es, Naraukicchi? —dice Kise mientras acerca su rostro al hombro y cuello de su contraria, susurrando aquello justo en su oreja, haciéndola estremecer.

Ahora la castaña parecía tener el tono característico de un jitomate.
Pero estira tan solo con esfuerzo y agarra el reloj en la mesa,  atrayendolo hacia ellos. Sin embargo el cuerpo de ella se tensa por completo, alarmando y logrando así que despertara, o bien dejara de hacerse el perezoso.

—¿Que pasa?

—¡Vamos Kise Ryuota levantate ya!  Son las 6:45 am!  Llegaré tarde por tu culpa si no me dejas—se deshace rápidamente del rubio, olvidándose de su vergüenza.

—Vaya, pero si recién entro a las 8. Dejame dormir un rato mas, por favor Naraukicchi~

—No, debes desayunar, volver a tu casa... Por que aquí sinceramente no estas seguro, y... No empieces a ser flojito por favor.

La mirada de la castaña se notaba dulce pero preocupada, sin esperar la contestación de su amigo ya se había empezado a organizar, entre ropa, toalla y directo al baño. Dejándolo solo.

—Bien... —bosteza adormilado.

Se frota ligeramente los ojos con las manos, mirando todo borroso siendo que para cuando unos papeles de colores terminan por llamar su atención, dirigiéndose con su característica personalidad. Sorprendiendose mucho, siendo que aquellos papelitos de color mostraban de manera organizada las cosas que hacía en el día.

Lunes a viernes:

╰●7am a 10:30 am.

Cuidar a Yosuke y Ruki.

Sólo hasta que su madre termine la hora de las compras*

No dejar que los niños coman mucho dulce y darle sus medicamentos... *
﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

Destino: clínica veterinaria

╰●11:30am a 13:30pm.

No olvidar alimentar a Molly, cher y Midori.*

╰●13:30 pm a 13:45 pm, ALMUERZO.

Destino: Instituto Kaijo.

╰●14:00pm a 14:15pm
Llegar justo a tiempo para las clases, sino... Clases extras.

Últimos recados: ayudar al equipo de baloncesto del instituto Kaijo, a limpiar.

A medida que iba leyendo las notas, iba sintiendo mas cansancio de tan solo leer, las notas de los que sería ser niñera iban de color rojo (las importantes),  la clínica tenía unas notas de color verde chillon (las estables),  y por ultimo la de almuerzo e instituto tenían un color amarillo fosforescente para no olvidarse. Y lo último ya se podía notar el cansancio al escribirlo, porque las letras estabas desaliñadas y de trazo suave. Por lo que Kise se acarició la frente agotado con solo pensarlo. ¿Cómo sobrevivía a todo? «esa era su pregunta.

No pasó mucho tiempo en el que la chica de cabello castaño había salido del baño, ya lista, tomando una mochila consigo metiendo varias cosas, algunos peluches y juguetes. Allí algunas cosas les venía como respuestas a la mente. Por lo que se colocó la camisa, y luego los championes. Tendría tiempo para cambiarse y llevarla con los niños.

—Hey, ¿ya estas lista Naraukicchi?

—Yaap... Vámonos, hoy será un mejor día, ya lo verás  —ella le regaló una sonrisa entusiasta, estirandolo de la mano.

Aunque al salir se sintió tenso el ambiente al ver que la señora se encontraba durmiendo en el sillon, por lo que Aien aceleró el pasó, para luego apresurarse con Kise hasta llegar a la casa de este. Quien sin dudas se baño y un pum pum, ya estuvo listo pero su cabello seguía húmedo de la ducha. Por lo que al ver a su amiga hablando por teléfono y su expresión iba seria suspiró.

Bien... Si... Muchas gracias. Que tenga buen día.

—Ya estoy listo Aiencchi.

Al verla voltear el rostro, se maravilló al ver el sonrojo en el rostro de esta, pero sin más esta asintió como si nada, y abrió la puerta, por lo visto era muy importante sus trabajos. ¿pero porqué se había sonrojado?

—Vamos, te llevo, y luego voy directo a Kaijo.  Lo prometo.

Al ver la mirada un tanto reticente de la castaña, Kise sonríe al verla suspirar rendida.

—¡Vamonos que no tenemos tiempo!

—¡A la orden mi capitana! —asintió el rubio en pose de marinero.

Haciendo que su contraria riera negando divertida, para así ambos iniciar su camino al nuevo día, que sin duda sería de locos, porque Kise llegaría tarde y Aien probablemente acabaría enferma otra vez.
















╰●◆☆◆●╮
Hola! Perdonen la tardanza en actualizar, ya estaré mas al tanto, ya verán. Gracias por su paciencia.

¿que creen que ocurra entre tanto día?

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