Cap 30 - REENCUENTRO
— Cuando dijiste que bajara a desayunar, pensé que habría desayuno. — el pelinegro sonrió al ver su hermana sentada en la mesa con molestia, se seco el cabello con una toalla luego de una rápida ducha, iban tarde si, pero el ambiente mañanero se sentía tan tranquilo que no sentía ninguna prisa.
— Se supone que debes hacer el desayuno, ¿Eres el mayor no es así? — la menor se cruzó de brazos con mal humor, odiaba cocinar pero algo era seguro, a su hermano le salía perfecto.
— Bien entonces, ¿Que te gustaría desayunar hoy pequeña gruñona? — poniendose su delantal por encima del uniforme, observo a su hermana rodar los ojos con fastidio. Su corazón se sentía alegre de empezar su día con esta típica charla, tan tranquila que parecía... Irreal.
— ¿Y bien?
— ¿Que?
— ¿No me dirás que pasa?
— No se de lo que hablas, ¿Tú me dirás que quieres para desayunar? — bromeó tranquilamente.
— Hablo de lo que sucede entre tú y T/N.
T/N- sabía que olvidaba algo. Dib Membrana no se describía como alguien distraído u olvidadizo, pero fue notorio el cambio en su cara al escuchar aquel nombre, más aún el ligero suspiro que dio mientras le daba la espalada a su hermana.
— ¿Que ocurre con ella? — pregunto indiferente mientras sacaba algunos huevos de la alacena.
— No lo sé, las vendas que tienen en sus brazos, la distancia entre ambos desde que llegue y que se fue más temprano sin dirigirte siquiera la palabra.
— Estaba dormido, seguro no quería despertarme. — cocinaba lentamente como si no prestará atención a las palabras de su hermana.
— Dib porfavor, crees que no noto ese olor a chocolate impregnado en ustedes —levanto la voz con angustia — ¿Por qué no me quieres decir que sucede? Fuiste a su casa ¿No es así? ¿Volvió a pasar? ¡Respóndeme!
Sin decir una palabra, termino el plato con algunas tostadas con mantequilla, sirvió un poco de jugo de naranja y llevo la comida hasta la mesa. Su hermana le veía con confusión, parecía apagado, como si sus respuestas se hubieran congelado.
— Desayuna tranquila, no hay nada de lo que tengas que preocuparte. — quitándose el delantal, agarro su maleta poniéndola en uno de sus hombros sin mirarla a ella en ningún momento.
— ¡Pero-
— ¡Gazlene! — interrumpió cansado — he dicho que no tienes porqué involucrarte en esto, las cosas son diferentes ahora y no puedo asegurar que está vez Zim no nos hará daño.
— ¿Qué? ¿Como puedes decirme algo así? Hemos estado haciendo esto juntos desde aquel dia y ahora temes que alguien pueda salir lastimado, sabíamos que esto iba a pasar, ¿A que le tienes tanto miedo? — se levantó de su asiento, acercándose a su hermano, quería comprender, pero no lo hacía.
— Zim fue capaz de lastimarme... Y no solo a mí, T/N también salió herida, ¿Sabíamos que esto iba pasar?
El silencio reino por unos segundos, Gaz entendió la situación como si un fuerte viento la hubiera golpeado, Dib no estaba preocupado porque alguien más saliera lastimado, se preocupaba de que ahora pudiera hacerle algo a ella.
-- Quedate en casa por ahora si, lamento que te hayas levantado tan temprano, desayuna y no me esperes tan tarde, trabajare hoy. — Termino el mayor, para darle un ligero beso en la frente a la pelipurpura y salir de la casa.
Por años, molestar a Zim fue la forma más fácil de mantenerlo aislado de los demás, siempre obediente ante Dib nunca hubo temor de que este se saliera de sus manos, pero si el Irken ya no les temía, sabían perfectamente a quien atacaria primero.
— Waa, ¿Cuanto drama no? — sonrió el pequeño robot mientras tomaba el vaso con jugo de la mesa y se paraba al lado de Gaz con sorpresa. Ambos miraron la puerta ya cerrada por unos segundos, como si algo malo estuviera por pasar.
— Si... vaya mierda.
(...)
— Esta bien si no quieres hablarme, pero te agradecería que no hicieras preocupar a mi hermana. — Aclaro el chico, parándose frente a su puesto en el salón, las clases aún no empezaban pero inusualmente ella ya se encontraba allí.
— No se de qué me estás hablando, solo quería llegar mas temprano hoy.
Dib, dirigió su vista en la misma dirección que su contraria, observando el puesto de enfrente vacío, aquel puesto en el que se solía sentar Zim, quién no ha dado señales de vida por el momento.
— ¿Esperabas encontrartelo?
— No... No lo sé, ¿No te parece raro que no esté aquí? Quiero decir, ya ha pasado un tiempo dudo mucho que siga inconsciente, entonces cuál es la razón de sus faltas.
— Te preocupa que no esté bien, pero déjame decirte algo, los irkens, tan únicos en su especie, tienen una capacidad auto-curativa increíble de sus organismos, podría decirse que son como una plaga — aclaro el, recordando algunas cosas — créeme, aunque quieras deshacerte de el es casi imposible, su sistema lo curaria lo más rápido posible aunque atravieses cada parte de su cuerpo con un bisturí.
— ¿Como sabes todo eso?
El mayor pensó un momento si debía contestar, pero algo pasaba por su mente que le decía no ocultarle más cosas a quien decía era su amiga.
— ¿Crees que dejaríamos que un ser de otro planeta viva su vida con normalidad, asistiendo a la misma escuela de la cuál mató cientos de niños... Si no hubiéramos previstos todas las posibilidades antes? No, se todo lo que tendría que saber de Zim, y si no está muerto aún, es solo porque yo he decidido que así sea. — Con un suspiro y una ligera sonrisa Dib finalizó, mientras observaba a la entrada, por donde el alien hacia devuelta su regreso.
T/N atónita ante aquellas palabras, solo pudo observar como el pelinegro se retiraba más calmado de lo normal, se dirigió hasta su puesto y se sentó sin prestar atención a nadie más, quería saber lo que pensaba, quería saber cuales eran las razones de su actuar, ¿Por qué contarle todo eso? ¿Por que dejarla sola con el nuevamente? ¿Es acaso que quiere seguir jugando al experimento con ellos dos? Más aún, ¿Por qué siquiera debería seguir involucrándose en este problema?
Los pensamientos pasaban, mientras el Irken daba pasos hacia ella, ambos se miraron un momento, sabían que debían hablar pero temían de lo que el otro fuera a decir. Parecía que el chico tuvo que arreglar su disfraz, su uniforme se veía nuevo e incluso el mismo se veía como si nada hubiera pasado. La vista del de tez verde viajo hasta los brazos de la humana, sintiendo una innegable inquietud al ver sus brazos aún vendados.
¿Quién debía hablar primero? ¿Debía decir aunque fuera una palabra? El timbre sonó insistentemente sin lograr reaccionar a ninguno de los dos, las clases empezarían y no tendrían tiempo para hablar, aún así solo necesitaba escuchar su voz aunque sea una vez mas...
— Hola.
— Hola...
Holaa
Sigo con vida u,u
Se que ha pasado un tiempo y que decidí cancelar la historia ya hace mucho.
Hoy día, las cosas han estado muy bien en mi vida, más que todo porque logré entrar a la universidad de mi sueños (Los sueños si se cumplen niños T^T ✨)
Pero más que todo, ver qué aún hay personas que llegan a leer la historia, y mejor aún los comentarios que dejan me gustan bastante, amo leerlos y ver sus reacciones a diferentes momentos, gracias por seguir en la historia y tomarse el tiempo de comentar y votar waa (っ˘̩╭╮˘̩)っ
Por ello, he decidido continuar la historia y darle al fin el final que se merece.
Sin más que decir, miren este dibujito que hice por regresar y agradecería bastante que me siguieran en mis diferentes redes sociales, se les quiere ^^
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