--3 años antes--

— Sabes, me fue bastante bien en mi cita con Gretchen, creo que ya es tiempo de pedirle que sea mi novia — hablo el niño de 12 años, casi 13, bastante emocionado.

— Wagh, que asco — hablo Zim a su mejor amigo — ustedes humanos son muy raros.

— Vamos Zim, tu no lo entenderías, apuesto a que nunca has sentido algo de cariño por otra persona — dijo Dib, abriendo un pequeño bote de helado de chocolate.

— ¡Ja! Yo no tengo tiempo para pensar en cosas tan primitivas como ustedes humanos inservibles, dan asco... ¡Todos ustedes! — arrebató el bote de las manos de Dib, empezando a esparcirlo por encima de los waffles que se encontraban sobre la mesa.

— Vamoos, ¿Por qué estás tan molesto? Deberías estar feliz de que tú mejor amigo encontró al fin el amor — sonrie este con gracia, al ver cómo Zim le sacaba la lengua ignorando sus palabras.

— Listo, ahora mete estos “guafles” dentro de tu hoyo de comida para sobrevivir — dijo agarrando los waffles y acercándolos a la cara del contrario, al ver que este se estaba negando, empezó a acercarlo cada vez más a él — Vamoos, ¡come tu sucia comida de humano, si no, te vas a morir!

— Espera, espera, — hablo el niño alejando el plato con sus manos — no puedo comerlo todo de una vez, es demaciado y podría ahogarme con esto, necesito un tenedor y comerlo por partes.

— Agh, estúpidos humanos que no pueden hacer nada sin morirse — se alejo murmurando cosas hasta agarrar un cuchillo de la cocina, y lanzarlo hacia Dib.

— ¿Pero que Diablos te pasa? Podrías haberme matado — asustado, agarro el cuchillo que callo perfectamente hacia los waffles en la mesa, pasando justo a un lado de el.

— Uuuhg ¡¿Ahora también te vas a morir por esto?! Tu mismo dijiste que querías un “te ene dor” — se acercó molesto y se sentó en una de las sillas, cruzando sus brazos algo ofendido.

— Zim, no debes lanzar cosas a las personas — dijo este, caminando hacia el mesón de la cocina. El alien, solo murmuró en bajo cuánto lo fastidiaba — además, esto es un cuchillo, no un tenedor.

El de tez verde lo observó por un momento como este ponía utensilios en la mesa frente a el, y le explicaba de apoco sus nombres y sus funciones, aunque igual Zim no tenía ganas de aprender más cosas humanas irritantes — y está es una cuchara, naturalmente la usamos para comer alimentos líquidos o semiliquidos, pero aún así, se puede usar para comer alimentos sólidos, como por ejemplo arroz.

Al pasarle la cuchara, el irken la observó por un momento antes de hacer una mueca, tenía algo en mente y no se quedaría con la duda — ¿Que le ves a esa humana? A Gretchen... ¿Para que necesitas que sea tu novia?

Dib, sorprendido por la pregunta, dejo escapar un pequeño sonrojo en su cara casi inotable,  y con una sonrisa le respondió — Bueno, la verdad es que ella es muy agradable y bastante divertida, me hace reír mucho y me agrada su compañía, por eso... Creo que debería pedirle que seamos algo más que amigos...

— Zim también puede ser divertido, tuu, humano no puedes salir con esa chica — dijo cruzándose de brazos y negándose con la cabeza — Yo YA soy tu mejor amigo, esa apestosa humana no puede ser más que una amiga normal... Igual de normal, aburrida y fea que ella.

El niño, sonrío al escuchar aquellas palabras — ¿Ah si? ¿Quien dice? Quizá ahora quiera que Gretchen sea mi mejor amiga y no tu — el no pudo evitar dejar escapar una gran risa al ver cómo el Irken, se quedó sin palabras al escucharlo, bajando sus antenas y mirándolo fijamente con sus ojos sin su disfraz — Jajsjjaa solo bromeó, no te pongas así.

— Estúpido humano idiota, ni que me interesará ser amigo de un insignificante ser como tú — hablo parándose y escogiendo perfectamente el tenedor, lo coloco encima de la comida — ahora comete tu ración de alimento diario, no te mueras...

— Mmh, ¿No te interesa ser mi amigo? Entonces porque dejaste de intentar conquistar el mundo, mejor a-mi-go — dijo Dib, hablando con la boca llena y resaltando la última palabra.

— Hice una promesa, las promesas no se pueden romper, ¿Recuerdas? Tu mismo lo dijiste, ¿Acaso tienes mal el almacenamiento de información interno en tu cerebro? — se acercó, tocando la cabeza del contrario.

— Bueno~ — mastica — dijiste que no destruirias la tierra mientras Gaz y yo siguieramos con vida, así que tienes razón, no puedes hacerlo... ¡Pero igual no puedes negar que te encanta ser mi mejor amigo! Lo noto en tu cara jajaja.

Zim, volvió a hacer una mueca de asco, pero aún así no evito pensar en la idea de lo feliz que le hacía tener a su “primer amigo” y aunque fuera un tonto humano, no sé negaría a si mismo lo agradable que se sentía el compartir tiempo con los hermanos Membrana.

Por su parte, Dib se sentía igual de feliz, pensaba que era algo increíble el hecho de que cuando se conocieron eran “enemigos”, pero ahora que Zim hizo un pacto de paz con ellos, tendría tiempo de convencerlo de no destruir la tierra mientras siguieran vivos. Además, de que era claro que no había nada mejor para un niño obsesionado con cosas paranormales, que su mejor amigo sea literalmente un alien del espacio exterior.

— ¿Dib también puede hacer una promesa? — hablo el de tez verde, mientras compartía el gran plato de waffles con crema, chocolate y frutas encima.

— Claro, por qué no — le respondió este, agarrando un pedazo bastante grande de la merienda mientras hablaba con la boca llena.

— ¿Tu, humano, prometes que siempre serás amigo de Zim? — lo miro fijamente y Dib, solo quería reír de lo tierno que le parecía su mejor amigo, pero al tener la boca llena solo asintió un par de veces con su cabeza — ¿Siempre, siempre? ¡Prometelo!

Al ser acusado por el alien, que lo apuntaba con un dedo esperando su respuesta, trago rápido apunto de responder, pero aún así, algo lo interrumpió.

— Aaahg, Maldita profesora buena para nada — dijo Gaz, pateando la puerta de la entrada, seguida de un Mini Alce que cargaba su mochila y Gir quien cerró la puerta alegremente. — Esa vieja debería ya retirarse, lleva trabajando ahí desde la era de los dinosaurios y ni enseñar sabe.

Hablo enojada ella, sentándose junto a su hermano y agarrando sin permiso alguno, el plato con lo que quedaba de comida, empezó a comer enojadamente, mientras que en un berrinche decía como odiaba a la maestra Bitters por castigarla... Otra vez.

— Oyee, eso es mío, dámelo — se quejo Dib, agarrando el plato tratando de quitarselo a su caprichosa e infantil hermana de tan solo once años.

— ¡Noo, yo quieroo, deja ser tan estúpido y dámelo Dib! — forcejeo mientras empezaba una nueva pelea con su hermano, era algo habitual de ellos, no podían estar juntos en la misma habitación sin que el uno se empezará a quejar por el otro.

Zim, que ya estaba acostumbrado a esa escena, se paró dejándolos solos para acercarse a sus pequeños secuaces — ¿Donde estaban? ¿Porque se tardaron tanto?

— ¡Yo estaba en la tienda! ¡Y compré muchas gomitaaaas! — grito el robot, lanzado varias gomitas por el aire sin parar — ¡Muchas, muchas gomitaaaas!!!

— Nya — dijo Mini alce, dejando la maleta de Gaz en el sofá, al parecer, acompaño a Gaz durante su castigo y de regreso a casa de su amo se encontraron con Gir.

— Mmhg, perdieron mucho tiempo, ¡Pónganse a trabajar ahora! — les gritó su líder, algo irritado por el fastidioso comportamiento de sus compañeros, no podía creer que los grandes Altos le hubieran asignado a un Robot tan estúpido como Gir, el merecía algo mejor que esa cosa.

Hablando de sus Grandes Altos, se preguntaba que estarían haciendo ahora, ¿Estarían preocupados por el? Apuesto a que si, Zim era el mejor conquistador y por obvias razones la armada devia extrañarlo mucho.

Pero, como se dieron las cosas al pasar un año en este miserable planeta, no tenía el valor de decirle a sus altos que no intentaría dominar la Tierra, bueno, almenos no por ahora.

No cuando ahora tenía amigos, que para el, era único que le gustaba de estar en la tierra y esperaba que su felicidad dentro de ella, durará para siempre...

...

Holaa a todoos

¿Cómo están?

Aquí un poco de los niños inmaduros jsjsjak

Espero y les guste, ya después subiré un capítulo normal ^^

¡Nos vemos en la siguiente lectura!

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