La pelea estaba muy desigual, Inuyasha parecía las de ganar, solo por una razón.

Naraku, tan sumergido en su dolor y frustración al no poder estar con ella que casi no prestaba atención.

Su mente era un caos, tanto que ni siquiera se dio cuenta que ése día él tenia su corazón,  la situación en la que se encontraba podría llegar a matarlo.

Volteo a mirarla, en su rostro solo se veía desesperanza, y todo para ese maldito perro que no sabia como apreciarla.

Ella veía todo, no era tan tonta como los demás pensaban, ella lo veía claramente, ella sabía que en ese momento su amor secreto llevaba con sigo su corazón.

Inuyasha estaba feliz, todo en el irradiaba arrogancia al ver como estaba por vencer a Naraku.

_KAZE NO KIZU_ grito el hanyou mitad perro con claras intenciones de acabar de una vez con él y claro, aprovecharse de su estado de debilidad. 

Una ráfaga de viento cortante se dirigía a Naraku, el cual por su estado mental actual no sabia como reaccionar, solo de  una cosa estaba seguro, ese era su fin.

Kagome vio como la técnica se acercaba a su amor, Sango, Miroku, Shippo y los demás estaban felices. Pero ella no ¿importaba mas la felicidad de otros sobre la suya? de igual manera el nunca le había hecho nada, entonces ¿la única razón por la que perdería a su amor, que nunca le había hecho daño ¿solo por ellos? de igual Manera Sango tenia al monje Miroku, Inuyasha a Kikyo ¿y ella? 

No lo pensó mas...

_¡¡Naraku!!_ fue el grito de la chica al momento que con velocidad que Sesshomaru envidiara lo abrazo, y mili-segundos antes de que el ataque les llegara activó un campo de protección, repeliendo el ataque.

Aquella acción dejo en shock a todos, nadie sabía como reaccionar, y Kagome... pues ella estaba de todos colores al estar abrazando a cierto malvado hanyou.