Día 4
Día 4: Flores
Título: Ramito de violetas
Universo: Quirkless
En este AU, Denki es ingeniero en sistemas e informática y Hanta diseñador gráfico, ambos tienen 25 años al inicio de la historia.
Sero daba vueltas por la carpa donde sus padrinos lo tenían encerrado, se sentía nervioso, muy nervioso y no era para menos, no todos los días te casabas con la persona que amas.
Se habían conocido en primero de preparatoria, inmediatamente habían congeniado muy bien, era común verlos siempre juntos, en segundo año se hicieron pareja y todo fue perfecto, hasta que se lo contaron a sus padres.
Los padres de Denki lo habían tomado bien, aunque admitía que su padre dio un poco de miedo al inicio, pero una vez que el adulto le tuvo confianza, se convirtió en un amor de persona, sus padres por otro lado... no se lo tomaron bien e incluso le aplicaron la ley del hielo el resto del año, pero no le dio mucha importancia, ya que tenía la idea y esperanza de que en algún momento sus padres lo aceptarían.
Nunca se había considerado una persona romántica, pero desde que comenzó a salir con Denki eso cambió y cada fin de semana sin falta un clavel blanco₁. No mucho después ese clavel blanco se convirtió en una dalia violeta₂ y finalmente se convirtieron en nomeolvides₃. Aunque no era raro ver que le diera un ramo de dalias violetas y nomeolvides.
Al terminar la preparatoria, ambos fueron a diferentes universidades en Tokio, esta fue la excusa perfecta para Hanta para salirse de su casa e irse a vivir con Denki a un departamento no muy lejos de ambas universidades. Un año después de que terminaran sus respectivas carreras, Sero le propuso matrimonio a Kaminari en un jardín de violetas y ahora aquí dos años después, estaba a menos de una hora de casarse con Denki en un hermoso jardín adornado con el mismo tipo de flores que Hanta le había dado a lo largo de su relación.
No mentiría, les había costado conseguir que el registro civil aceptara casarlos, incluso consideraron casarse en otro país, pero no fue necesario, ya que no había nada que las influencias de Kazuma, el padre de Denki, no arreglara.
—Sero, ya es hora—escuchó la voz de su amigo de la preparatoria, junto a él venía su pareja, les sonrió y se acercó a ellos.
—Alto ahí—escuchó que lo detenía el rubio, se detuvo y lo volteo a ver confundido—No puedes presentarte con el moño chueco—bajó la mirada y se dio cuenta por lo dicho por su amigo, quien negó y se dedicó a acomodarle el moño—Hecho, vamonos
Los tres salieron de la habitación y comenzaron a caminar al lugar donde sería la ceremonia
La suave música que él había escogido para su entrada la podía escuchar de fondo, todos los invitados ya estaban ahí o bueno, casi todos, la verdad era de esperar que sus padres no se presentarían.
—Sero ¿pasa algo?
—No es nada, Kirishima, todo está bien
No lo negaría, le dolía ver que sus padres habían cumplido su amenaza, pero era hacerles caso y separarse de Denki para nunca volver a verlo y ser infeliz por el resto de su vida o, olvidar que alguna vez tuvo padres y casarse con Denki, siendo feliz el resto de vida junto a él.
Era obvia su respuesta y está de más decir que ese día los vecinos casi llaman a la policía, realmente agradecía que ese día Denki no lo acompañara con sus padres.
Los presentes esperaron un rato más antes de que llegara Kaminari y cuando la suave música que él rubio había elegido se escuchó, toda charla se detuvo. Denki venía acompañado de sus padrinos, los nervios de Sero regresaron y mando los pensamientos de sus padres a una esquina oscura y olvidada de sus mente, no se lamentaría por ellos en ese día.
Kaminari llegó a su lado, Sero sonrió y lo tomó de una mano para acercarlo a la mesa del juez, quien sorprendentemente sonreía levemente.
—Buenos días. Nos encontramos reunidos aquí para unir en matrimonio a Sero Hanta y Kaminari Denki. Antes de comenzar con la ceremonia, me gustaría felicitarlos por haber tomado una de las decisiones más importantes de sus vidas. Hoy van a confirmar ante sus seres queridos que se han encontrado el uno al otro y que se comprometen a pasar el resto de sus días juntos, construyendo una vida y un proyecto común. Comienza para ustedes un emocionante viaje lleno de sorpresas y experiencias.
(...)
—Siendo las doce horas del día doce de agosto de X, comparecen quienes acreditan ser Sero Hanta y Kaminari Denki al objeto de contraer matrimonio civil en virtud de la autorización recaída en el expediente número veintiocho. Quiero hacer constatar que se han cumplido todas las prescripciones legales para la celebración de este matrimonio civil, sin que en la audiencia sustitutoria de edictos se haya presentado ni denunciado impedimento ni obstáculo para esta celebración. En este punto, paso a dar lectura a los artículos del 66 al 68 del Código Civil, a los cuales estaréis facultados y obligados una vez que hayáis contraído matrimonio:
Artículo 66: Los cónyuges son iguales en derechos y deberes.
Artículo 67: Los cónyuges deben respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia.
Artículo 68: Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. Deberás, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de ascendientes y descendientes y otras personas dependientes a su cargo.
Hemos llegado al momento clave de este gran día. Así pues, os pregunto: Sero Hanta, ¿quieres contraer matrimonio con Kaminari Denki y efectivamente lo contraes en este acto?
Sero vio a Denki con una sonrisa antes de responder
—Sí quiero
—Kaminari Denki ¿quieres contraer matrimonio con Sero Hanta y efectivamente lo contraes con este acto?
—Sí quiero
—En este momento, pueden proceder al intercambio de anillos
Sero tomó una cajita de terciopelo y la abrió para sacar un anillo de oro con la frase "Yo te elijo"
—Yo, Sero Hanta, te tomo a ti, Kaminari Denki, como esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida—y le puso el anillo sobre el dedo anular, después dejó un suave beso sobre el dorso de la mano del mayor, provocando un suave sonrojo sobre sus mejillas, que solo resaltó el color de sus ojos.
Esta vez fue turno de Kaminari, tomó el otro anillo con los mismas características del suyo y luego puso su mirada en su pareja.
—Yo, Kaminari Denki, te tomo a ti, Sero Hanta, como esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida—tal como lo hizo Sero, pusó el anillo sobre el dedo anular y luego puso la palma de la mano contraría sobre su mejilla.
—En virtud de los poderes que me confiere la legislación del Estado japonés, yo los declaro unidos en matrimonio. Pueden sellar su amor con un beso; felicidades
Sero tomó a Denki de la cintura y Kaminai se acercó lentamente con una sonrisa radiante en su rostro, y sus labios se encontraron en un suave y emotivo beso, habían esperado esto por dos largos años. Los invitados aplaudieron y vitorearon, mientras la pareja se abrazaba con fuerza.
Después del beso, el juez volvió a hablar.
—A continuación, vamos a proceder a firmar el acta matrimonial—primero fue el turno de los padrinos por parte de Sero y de Sero, luego le pasó la pluma a Kaminari y el junto a sus padrinos firmaron el acta, después se la entregaron al juez, quien la guardó en un folder dentro de su portafolio—Felicidades, ya son esposos y ha llegado el momento de celebrarlo con sus seres queridos.
Antes de hacer cualquier cosa, Sero aceptó un ramito de violetas que Kirishima le estaba dando y luego se lo pasó a Denki, sabiendo el significado que tenía Denki sonrió y aceptó el ramito de violetas.
Hanta y Denki se tomaron de la mano y caminaron hacia el final del pasillo, sintiéndose más unidos que nunca. La felicidad brillaba en sus rostros mientras se dirigían hacía la celebración de su amor rodeados de amigos y familiares.
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