Capítulo 25: La Imprudencia de Evan

-Genial, sólo a mí se me ocurre venir a un restaurante para conversar de algo secreto.-Se regañó Darcy llevándose una mano a la frente, dándose cuenta de su error, ahí no iban a tener privacidad.-Va a ser imposible, está lleno de gente, tendría que haber elegido un lugar más privado pero...-Se encogió de hombros y añadió en tono resignado.-Ya era, no hay chance que vuelva a manejar por la ciudad.

-Hey, no te preocupes Darcy.-Le aconsejó Evan con una sonrisa.-Te aseguro que con la cantidad de adolescentes que hay y por el ruido que están haciendo, nadie nos va a prestar atención, mucho menos van a escuchar algo de lo que digamos.-Aseguró con confianza y señaló una mesa libre que estaba en el extremo del restaurante.-Mira, podemos sentarnos en esa mesa, me parece que está buena porque es la más apartada de todas, ahí vamos a poder hablar un poco más tranquilos.

Darcy miró hacia donde señalaba su amigo, sus verdes ojos se detuvieron en una mesa para cuatro personas que estaba pegada a la pared y tenía un gran ventanal de vidrio con vista a la vereda y a la calle.

-Si tú lo dices...-Murmuró, no tan convencida.

Evan rodó los ojos.

-Si, yo lo digo.-Afirmó cruzándose de brazos.

-Vamos.-La alentó Luke a Darcy agarrándola del brazo y arrastrándola hasta la mesa.

Evan y Alison los siguieron, los chicos tomaron asiento, Luke se sentó junto a la ventana, Darcy se sentó a su lado, frente a ellos se sentaron Alison y Evan, Alison estaba del lado de la ventana y Evan del lado donde circulaba la gente.

El restaurante estaba tan lleno que los camareros se demoraron en verlos, una camarera pelirroja que pasaba por allí con una bandeja en sus manos los vio y le hizo señas a su amigo para que los fuera a atender, el joven se acercó presuroso a la mesa de Darcy, Luke, Alison y Evan para tomarles el pedido.

-Hola, buen día.-Los saludó el camarero a los chicos captando su atención, era rubio y de ojos celestes, aparentaba tener 18 años.

Darcy soltó una risa amarga.

-Buen día dice.

El camarero arqueó una ceja, no sabía cual era el problema de esa chica pero su comentario le había sonado descortés.

-No le hagas caso.-Le aconsejó Luke al camarero con una sonrisa de disculpa.-Nuestra amiga tuvo un mal día.-Contó apoyándole una mano en el hombro a Darcy y dándole un ligero apretón en señal de consuelo.

-Un día de mierda.-Lo corrigió Darcy con tono abatido.

Luke frunció el ceño, le retiró la mano del hombro a Darcy y le lanzó una mirada de advertencia para indicarle que tenía que mantener la compostura.

Su amiga hizo un puchero, estiró el brazo sobre la mesa, sacó una servilleta del servilletero y la empezó a romper en pedacitos, Luke se llevó una mano a la frente, resignado.

-No sé que es lo que te pasa pero te voy a dar un consejo.-Le dijo el camarero en tono amable a Darcy, consiguiendo su atención.-Tarde o temprano te vas a sentir mejor porque todo tiene solución, el tiempo cura las heridas.-Aseguró filosóficamente.

Darcy dejó la servilleta en la mesa, ocultó el rostro entre sus manos durante unos segundos causando que todos la miraran preocupados, luego retiró las manos y fijó sus verdes ojos en el camarero.

-Quizás sea así la mayoría de las veces pero en este caso no, créeme, si hubiera una solución para lo que estoy pasando...-Suspiró y añadió en tono firme.-No me pondría así, yo no soy de quebrarme por estupideces.

El camarero hizo una mueca al escuchar esas palabras.

-Pues... realmente no sé que decirte.-Comentó con sinceridad.

Darcy bajó la mirada, agarró la servilleta y volvió a despedazarla.

-¿Puedo saber qué es lo que te pasa?-Preguntó el camarero tirándose un lance, de verdad sentía mucha curiosidad.-Tal vez puedo ayudarte.

Darcy ni siquiera levantó la mirada de la servilleta que tenía en sus manos.

-Gracias por la oferta pero no puedo contártelo, sorry, es algo privado y aunque lo supieras no podrías ayudarme.-Se encogió de hombros y añadió al tiempo que desgarraba aún más la servilleta.-Nadie puede, ese es el problema.

El camarero miró con lástima a Darcy, se metió la mano dentro del bolsillo del delantal y sacó un conito de chocolate y dulce de leche, luego se lo ofreció a Darcy quien miró con una ceja arqueada el postrecito.

-Yo invito.-Dijo ofreciéndole una sonrisa, se encogió de hombros y agregó.-Es poca cosa pero es un detalle, espero que seas capaz de solucionar tus problemas, suerte y sé fuerte.

Darcy agarró el conito de chocolate, lo depositó en la mesa frente a ella y miró al camarero con una sonrisa de agradecimiento.

-Gracias, no tenías por que regalarme nada.

El camarero le guiñó un ojo en respuesta, de repente se dio cuenta que no les había ofrecido la carta a los chicos, se suponía que estaban en el restaurante para comer algo, no para que él se quedara conversando con ellos.

-Bueno aquí les dejo la carta.-Dijo extendiéndosela a Luke.-Después me avisan que van a ordenar.

-Okay.-Dijeron los chicos al unísono.

Cuando el camarero se retiró, Luke fijó sus azules ojos en Darcy.

-Escucha Darcy... sé que lo que estás pasando es fuerte pero tienes que tratar de mantener la compostura, no te puedes derrumbar de esa forma.-Le aconsejó en tono preocupado.

Darcy lo miró mal, estaba cansada de los consejos ineficaces, sacó otra servilleta del servilletero y empezó a romperla.

-Para ti es fácil decirlo, te quiero ver en mi lugar.

-No gracias.-Repuso rápidamente Luke, sin pensar, luego elevó ambas cejas y se cubrió la boca con una mano, dándose cuenta que había metido la pata hasta el fondo.

Evan y Alison miraron al rubio con los ojos bien abiertos, Darcy, por su parte, dejó escapar una risa amarga.

-Lo sabía, si no eres capaz de imaginarte en mi lugar mucho menos eres capaz de aconsejarme.-Opinó en tono serio.-Ni tú ni nadie sabe lo que estoy sintiendo, ustedes no estaban cuando hablé con...-Darcy echó un rápido vistazo alrededor para comprobar que nadie le estuviera prestando atención y luego volvió a mirar a sus amigos.-Harry.-Dijo bien despacio para que nadie la escuchara.

Sin embargo Evan tenía razón, la gente estaba muy ensimismada en sus propias conversaciones como para prestarles atención a ellos, aunque Darcy hubiera hablado fuerte, nadie la hubiera escuchado.

-Ustedes no estaban cuando hablé con él, no saben lo difícil que fue para mí, para empezar ni siquiera quería hablar, accedí sólo por su insistencia, la cuestión es que Harry me quería decir algo importante y no quise escucharlo.-Comentó Darcy sincerándose.

Darcy se desacomodó su castaño pelo con una mano y prosiguió.

-Admito que eso me está significando un problema porque no puedo dejar de pensar de que se trata aquello que tiene que decirme pero al mismo tiempo no quiero saberlo y eso me está destruyendo, tengo sentimientos contradictorios, por un lado quisiera saber que es lo que tiene Harry para decirme ya que la maldita incertidumbre me está matando y por otro lado no, no quiero saberlo porque no me atrevo a escucharlo, Harry ya me advirtió que es una historia un poco larga y difícil de asimilar, el punto es que odio esto, odio toda esta situación de mierda y que me haya tocado a mí vivirla.-Se quejó un tanto desesperada.

Luke, Evan y Alison se miraron entre ellos, sin saber que decir, se sentían impotentes por no poder ayudar a su amiga.

Darcy suspiró y echó un rápido vistazo por el restaurante, de repente una de las tantas televisiones que había en el lugar captó su total atención.

-¿Qué?-Musitó Darcy mientras arqueaba una ceja.

Luke, Evan y Alison sintieron curiosidad, rápidamente miraron la televisión, estaban transmitiendo en vivo como Harry, Louis, Niall, Liam y Zayn firmaban autógrafos y se sacaban fotos con sus fans en la puerta del hotel, los integrantes de One Direction estaban muy sonrientes y felices.

-¡Miren chicas! ¡¿vieron lo que están pasando en la tele?!-Gritó con euforia una chica que estaba sentada en una mesa cercana a la de Darcy, Luke, Evan y Alison.

Los chicos observaron esa mesa, habían tres chicas de aparentemente 16 años, una era rubia, otra pelirroja y otra pelinegra.

-¡Tenemos que ir ya mismo al hotel!-Exigió la chica pelinegra.

Darcy, Luke, Evan y Alison no pudieron evitar escuchar la conversación que estaba teniendo el grupo de amigas, no sólo por curiosidad sino porque las chicas hablaban a los gritos y estaban, literalmente, sentadas a su lado.

-¡Si! ¡vamos ya! ¡quiero una foto con Harry Styles! ¡esta es nuestra oportunidad chicas! ¡no podemos desaprovecharla!-Les dijo la chica rubia, con entusiasmo, a sus amigas.

-¡Si! ¡vamos!-Insistió la pelinegra.-¡No sé que onda! ¡ni idea por qué están los cantantes de One Direction aquí en Manhattan pero no podemos dejar pasar esta oportunidad! ¡es una chance única! ¡yo quiero una foto con Niall Horan! ¡es mi ídolo!

La chica pelirroja estaba recostada en la silla, de brazos cruzados y una mirada de pocos amigos adornaba su rostro.

-No pierdan el tiempo yendo.-Les aconsejó a sus amigas quienes la miraron con una ceja arqueada.-No me miren así, les estoy haciendo un favor.-Aseguró, señaló la tele y añadió.-¿No ven la cantidad de gente que hay? no se van a poder ni acercar.-Opinó con pesimismo mientras se volvía a cruzar de brazos.

La chica rubia hizo un puchero.

-Pero... pero yo quiero una foto con Harry y... también quiero un autógrafo.-Lloriqueó, la pelinegra le dio una palmadita en la espalda para consolarla.

-Vas a tener esa foto y ese autógrafo porque vamos a pechar.-Comentó con expresión decidida, logrando sacarle una sonrisa a la rubia.

-Si, buena idea, hay que empujar para abrirse paso entre los fans, si nos comportamos como chicas respetuosas y civilizadas...-Se encogió de hombros y añadió inteligentemente.-No vamos a conseguir nada.

-Suerte.-Les deseó la pelirroja, agarró su licuado de banana y bebió un sorbo.-En esta no las voy a acompañar porque no quiero terminar despeinada y con la ropa desarreglada, después me cuentan que onda, avísenme si lograron conseguir las fotos y autógrafos de sus ídolos.

Sus dos amigas la miraron mal.

-Que ortiva que eres.-Se quejó la rubia, agarró su licuado de frutilla y bebió un trago.

-De verdad, coincido, si te quedas aquí sentada cómodamente no vas a obtener nada, tienes que pelearla.-Le aconsejó la pelinegra mientras mezclaba con una cuchara su submarino.

La pelirroja rodó los ojos, resignada.

-Okay, okay, como quieran.-Se rindió, se llevó el vaso de licuado de banana a los labios y bebió lo último que le quedaba, sus dos amigas sonrieron felices.

Lo cierto era que la chica pelirroja si quería conseguir el autógrafo de los cinco cantantes de One Direction pero no se quería esforzar para ello, sin embargo sus amigas habían terminado de convencerla.

-Vamos.-Instó la pelinegra luego de beber el submarino, depositando el vaso vacío en la mesa.

Las chicas ya habían pagado la cuenta así que simplemente se levantaron, corrieron por el restaurante esquivando a algunas personas que estaban circulando y salieron por las puertas de vidrio.

Darcy, Luke, Evan y Alison las vieron salir con ambas cejas levantadas.

-Lo que hace el fanatismo.-Comentó Evan soltando una risita, intentaba levantarle el ánimo a Darcy ya que la notaba muy decaída.

Darcy agachó la mirada, jugó con los pedacitos de servilleta que había roto y luego volvió a mirar la televisión, justo firmaron en primera plana a un sonriente Harry que le firmaba un autógrafo a un fan, Darcy frunció el ceño, arrancó con furia contenida otra servilleta del servilletero y la destruyó.

-Hey tranquila Darcy.-Pidió Alison arrebatándole la servilleta de las manos.-Ya vas rompiendo varias, piensa en las personas que trabajan aquí y que tienen que limpiar la mesa después.

Darcy rodó los ojos, se sacudió las manos para quitarse los restos de papel y se recostó en la silla.

-Darcy tienes que intentar mantener la calma.-Le aconsejó Evan, de repente su expresión se tornó pensativa.-Yo creo que... creo que deberías escuchar a Harry.-Culminó en tono decidido.

Darcy quedó con la boca ligeramente abierta, Luke y Alison miraron impresionados a Evan, no podían creer que hubiera dicho aquello, acababa de embarrarla.

-¡Traidor!-Gritó Darcy señalándolo, luego se cruzó de brazos.-Tienes que ponerte de mi lado Evan, eres uno de mis mejores amigos.-Aclaró dolida mientras hacía un puchero.

Evan rodó los ojos, Darcy estaba siendo demasiado dramática.

-No te pongas dramática.-Pidió, Darcy le mostró el dedo medio causando que Evan soltara una risita.-Y no soy un traidor.-Le aseguró, suspiró y añadió.-Creo que te va a hacer bien saber que es lo que tiene que decirte Harry porque la incertidumbre te está consumiendo, tú misma lo dijiste.-Le recordó mientras arqueaba una ceja.

-Si pero... creo que prefiero eso a saber que es lo que tiene para decirme.-Dijo Darcy en tono no tan convencido, agarró otra servilleta y la hizo un bollo, estaba nerviosa.-En realidad... no sé que es lo que quiero...-Musitó para sí misma, luego le lanzó una mirada fulminante a Evan.-No me confundas.

Evan se cruzó de brazos y miró fijamente a Darcy.

-¿Por qué estás tan molesta?-Cuestionó con una ceja arqueada, ganándose una bofetada en el brazo por parte de Alison quien estaba sentada a su lado.

-¿Eres boludo o te haces?-Lo regañó con una ceja arqueada.

-¿Qué te pasa ortiva?-Se defendió Evan mientras se sobaba el brazo.

-Tú y tus comentarios imprudentes.-Comentó Alison negando con la cabeza, resignada.-Mejor cállate ya.-Le ordenó en tono serio.

Evan le lanzó una mirada asesina.

-No estoy haciendo comentarios imprudentes, sólo quiero ayudar a Darcy, tiene que tratar de ser fuerte ya que quejarse, enojarse, romper cosas, ponerse triste y demás no la va a ayudar en nada.-Dijo inteligentemente.-Lo único que la va a ayudar es comprender la situación, por eso opino que tiene que ceder y hablar con Harry.

-Basta Evan.-Intervino Luke tratando de hacerlo callar.-No te metas.-Le ordenó mirándolo con seriedad.

-Me meto si quiero.-Repuso Evan desafiante, miró fijamente a Darcy y volvió a preguntar.-¿Por qué estás tan molesta?

Darcy se quedó callada.

-Evan...-Empezaron a decir Luke y Alison en tono de advertencia.

-Déjenme tranquilo.-Exigió Evan fastidiado.-Sólo le estoy preguntando a Darcy por qué está tan molesta...

Darcy lo interrumpió soltando una risa amarga.

-¿No es obvio?-Preguntó con ironía y señaló la televisión.-Porque Harry no tiene ninguna intención de volver a Londres.-Declaró contestando finalmente la pregunta de Evan.-Eso me está alterando los nervios porque quiere decir que no se va a rendir, que va a volver a buscarme.-Dijo perdiendo la calma.

-Obviamente.-Aseguró Evan con un exceso de sinceridad provocando que Darcy tragara saliva.-¿Ves por qué te digo que tienes que escucharlo? ya basta de escapar Darcy, tienes que hablar con él de una buena vez, es por tu bien, te lo aseguro, eres mi mejor amiga y me preocupo por ti.

-No quiero hablar con Harry.-Especificó rápidamente Darcy, asustada.-No quiero saber que tiene para decirme, no estoy lista para escucharlo, no sé si alguna vez lo voy a estar...

-A ver, espera un poco.-La interrumpió Evan levantando ambas manos.

Darcy se quedó callada y volvió a tragar saliva, los nervios que sentía estaban haciendo estragos en ella, había perdido el hambre.

-Seamos sinceros... hace rato que estás diciendo que no sabes si escucharlo o no, lo cierto es que no puedes decidirlo Darcy, esto está fuera de tu alcance, no depende de ti, vas a tener que escuchar a Harry quieras o no.-Dijo Evan cruzándose de brazos.

Luke y Alison se miraron preocupados, Evan se estaba pasando de la raya, temían que dijera algo muy comprometedor, se suponía que tenían que guardar el secreto, Harry se los había pedido, Darcy arqueó una ceja.

-¿De qué estás hablando?-Preguntó confundida.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top