Capítulo 9: Escondiéndose de Adam
Pasaron 3 días en los que James no había vuelto a ver a Adam, el castaño se encontraba en casa de Kendall jugando al GTA con su amigo, ya era mediodía, no habían dejado de jugar en toda la mañana.
Kendall se encontraba cansado, sin embargo James no despegaba la mirada de la televisión, de vez en cuando Kendall le lanzaba miradas disimuladas a James, lo seguía notando raro a pesar de que su amigo aparentaba normalidad, suspiró.
Kendall: James...
James: ¿qué?
Preguntó él sin dejar de mirar la pantalla, Kendall dejó el joystick a un lado y se cruzó de brazos mirando fijamente a James.
Kendall: ¿qué hiciste estos días?
James: definime estos días.
Kendall rodó los ojos por la actitud de James.
Kendall: me refiero a desde que nos contaste en tu casa a mí, a Carlos y Logan lo sucedido con Adam, desde ese día que no sé nada de vos.
James: bah.
Hizo un gesto de indiferencia con la mano.
James: sólo pasaron 3 días.
Kendall arqueó una ceja y dijo molesto y dolido.
Kendall: ¿y qué te parece? antes nos hablábamos todos los días, ni un WhatsApp me mandaste.
James: sorry, se me pasó.
Contestó James con total tranquilidad, Kendall frunció el ceño y siguió regañándolo.
Kendall: no sólo eso James, no contestaste ninguna llamada mía ni de Carlos y Logan, no tratés de negarlo, ellos me lo dijeron.
James se encogió de hombros.
James: no iba a hacerlo, lo sé, lo admito, no les hablé a ninguno de ustedes 3 por 3 días.
Kendall: ¿y por qué rayos no lo hiciste?
Reclamó Kendall sumamente ofendido.
Kendall: somos tus mejores amigos.
James: ya sé, no es que quise mantenerlos al margen pero tuve que hacerlo.
Kendall lo miró con confusión.
Kendall: ¿cómo que tuviste que hacerlo?
James siguió jugando a la play y contestó con naturalidad.
James: apagué el celular porque no quiero recibir llamadas indeseables, quién sabe, capaz que Adam rastreó mi número de teléfono, por ese motivo no respondí ni sus llamadas ni mensajes, lo siento, fue un daño colateral.
Kendall quiso reír pero se contuvo, se puso serio de repente y preguntó.
Kendall: en fin ¿dónde estuviste estos días?
James: como que acabo de tener un deyabú con esa pregunta ¿sabés? es lo mismo que me preguntaron días atrás.
Kendall: maldita sea.
Dijo Kendall perdiendo la paciencia.
Kendall: contestá James ¿qué hiciste estos días? y en serio te digo, contestame, no te lo quiero volver a preguntar, yo y los chicos nos contuvimos de ir a buscarte a tu casa, no quisimos presionarte, creímos que si no veías tu celular era porque no querías hablar con nadie sobre el tema, en fin ¿me dirás o no lo que hiciste?
James: okay, calmate, les pedí prestado el auto a mis padres y me fui a nuestra casa en el campo, necesitaba tiempo para pensar, ellos me dejaron quedarme allá, no sospechan absolutamente nada.
Kendall lo miró sorprendido.
Kendall: ¿aún no les dijiste nada a tus padres?
James: no y no lo haré.
Contestó James con tranquilidad pero a la vez con determinación, Kendall frunció el ceño.
Kendall: ya deberían saberlo James y lo sabés.
James finalmente apartó la mirada del televisor y lo miró mal.
James: no me seermones Kendall, se los diré cuando se me plazca.
Dicho esto volvió a jugar al GTA ignorando a su amigo, Kendall estaba perdiendo la paciencia.
Esa mañana cuando James había caído a su casa diciendo que quería que hicieran algo divertido como jugar al play, Kendall se contuvo de hacerle las millones de preguntas que le quiso hacer durante 3 días porque no quería presionarlo, su objetivo era esperar a que James hablara por su cuenta.
Sin embargo se habían pasado toda la mañana jugando al GTA y James no se dignaba a hablar aún por lo que Kendall tuvo que interrogar a su amigo.
Kendall: James...
Dijo Kendall en tono de advertencia, su amigo lo ignoró olímpicamente, Kendall se enojó y le quitó abruptamente el joystick de la mano, James lo miró sorprendido y dolido.
James: ¿por qué hiciste eso?
Kendall: dejá de jugar por un rato y escuchame, es molesto hablar con vos cuando no me prestás atención por culpa de ese estúpido juego.
James lo miró como si hubiera dicho algo terrible.
James: retractate, es uno de los mejores juegos que hay.
Kendall se llevó las manos a la cara y soltó un grito de frustración, luego retiró sus manos y miró a James con exasperación y enojo.
Kendall: ¡basta James! ¡dejá de ser tan infantil! ¡sos realmente imposible!
James miró con tristeza la televisión, su personaje había sido baleado por los policías.
James: pero ya terminaba la misión y ahora mi personaje está muerto, no lo puedo creer.
Se quejó señalando el televisor, Kendall perdió la poca paciencia que le quedaba, se puso de pie, atravesó la sala, apagó la tele y la play, se acercó al sillón y se volvió a sentar al lado de James.
Kendall: dejate de molestar James, yo no puedo creer tu actitud.
James se cruzó de brazos enojado y miró para otro lado.
Kendall: si jugué toda la mañana al GTA fue para hacerte compañía y porque además estaba esperando que hablés, que me expliqués que te pasa, que digás algo, no sé.
James dejó de mirar un jarrón que había en una mesa y miró a Kendall con el ceño fruncido.
James: ¿por qué me tengo que explicar? no hice nada.
Kendall: exacto.
Contestó Kendall señalándolo como si hubiera dado en el blanco, James arqueó una ceja, el rubio agregó.
Kendall: no hiciste nada, hace 3 días que estás desaparecido.
James lo miró exasperado, extendió los brazos.
James: ¡son 3 malditos días y ya te expliqué el motivo!
Se cruzó de brazos de nuevo y puso cara de enojo.
James: que escándalo por 3 días.
Kendall: hago escándalo porque no es normal en vos desaparecer de la faz de la tierra, mucho menos un día.
James: ya era, tampoco es para que te pongás así, no me secuestraron ni nada.
Kendall se quedó observándolo unos momentos en silencio, analizándolo, finalmente suspiró.
Kendall: ¿es verdad lo que me dijiste? ¿realmente te fuiste durante 3 días al campo?
James lo miró con una ceja levantada, no sabía por qué le estaba preguntando eso.
James: si.
Respondió con firmeza, Kendall bufó y agregó mirándolo fijamente.
Kendall: decime la verdad James, si pasaste tiempo con tu padre...
James lo interrumpió abruptamente.
James: no lo llamés así y nada que ver, no tengo ganas de verlo, si lo hubiera visto te lo hubiera contado a vos y también a Carlos y Logan.
Kendall asintió.
Kendall: ¿por qué no lo vas a ver y hablás con él?
James bufó molesto ¿en serio Kendall iba a sacar el tema de Adam?
James: porque no quiero, porque no lo necesito, no necesito un padre, ya tengo mi vida armada y él no está incluido en ella.
Kendall: pero él no tuvo la culpa de lo que pasó James, no seás injusto.
James sonrió con falsedad.
James: a ver si entendés Kendall.
Dijo con un tono serio al tiempo que dejaba de sonreír, harto de la situación.
James: no me importa si Adam tiene la culpa o no, me da igual, no lo quiero ni lo necesito en mi vida.
Kendall: James... dale una oportunidad, se la merece.
James: no.
Contestó James testarudamente, Kendall se llevó las manos a la nuca y se sentó en una posición relajada.
Kendall: bueno te advierto que no creo que él se rinda tan fácilmente, va a tratar de estar con vos, de pasar tiempo con vos porque sos su hijo, eso es seguro.
James enarcó una ceja.
James: ¿lo ves por aquí? ¿lo vi yo estos 3 días? no.
Kendall sonrió con suficiencia.
Kendall: no volviste a ver a Adam porque te escapaste al campo James.
James lo miró con mala cara al tiempo que se cruzaba de brazos.
James: callate.
Kendall se encogió de hombros y dijo con superioridad.
Kendall: sabés que tengo razón.
James lo miró con el ceño fruncido por unos segundos hasta que se dio cuenta de algo, sonrió.
James: ¿acaso Adam fue a verte?
Kendall arqueó una ceja, confundido con la pregunta.
Kendall: ¿ah? ¿a qué te referís?
James sonrió más todavía.
James: te estoy preguntando si Adam fue a tu casa alguno de estos días.
Kendall se quedó callado unos momentos y luego dijo con sinceridad.
Kendall: no.
James soltó una risita victoriosa.
James: me lo imaginé ¿y fue a verlos a Carlos y Logan?
Kendall: supongo que no, ellos me hubieran avisado.
James: genial.
Kendall frunció el ceño, seguía confundido.
Kendall: no entiendo que es genial.
James estiró los brazos, desperezándose, luego llevó las manos a su nuca y se acomodó en el sillón, sentándose en una posición relajada, estaba feliz.
James: pensalo Kendall, me escapé durante 3 días al campo, si Adam hubiera querido verme y no me encontraba en mi casa los hubiera ido a ver a ustedes para averiguar mi paradero.
Kendall: tenés razón...
Dijo Kendall en un susurro comprendiendo a qué se refería James.
James: pero no lo hizo, genial.
Kendall: que raro...
Kendall estaba confundido, no entendía por qué Adam no había vuelto a buscar a James, miró a su amigo.
Kendall: ¿por qué no te habrá buscado?
James se encogió de hombros con una sonrisa.
James: no sé y no me importa tampoco, me da igual.
Suspiró.
James: la verdad es que estoy aliviado, al parecer Adam se puso a pensar en nuestra anterior conversación y entendió que no lo necesito, lo aceptó y me dejó tranquilo.
Sin embargo Kendall no parecía convencido con su argumento, era verdad, Adam no había vuelto a buscar a James pero dudaba que lo dejara tranquilo.
Kendall: ¿estás seguro? no creo que sea así James.
James frunció el ceño, Kendall agregó con seriedad.
Kendall: que no te haya buscado otra vez no te garantiza que te dejará tranquilo, capaz que al igual que nosotros te quería dar tiempo.
James cambió su cara de felicidad a una mueca, había recordado que le pidió tiempo a Adam.
James: cierto que yo le pedí un tiempo para pensar...
Kendall lo señaló victorioso.
Kendall: ¿ves? seguro que tengo razón.
James lo miró mal.
James: andate a la mierda Kendall, estaba feliz hasta que nombraste esa horrible posibilidad.
Su amigo lo miró ofendido.
Kendall: hey, no seás agresivo.
James: da igual lo que digás, me voy a convencer de que no es así, Adam simplemente me va a dejar en paz.
Kendall negó con la cabeza y luego preguntó con seriedad.
Kendall: ¿y si no es así? ¿y si viene a buscarte?
James: no va a venir nada.
Dijo James con vehemencia tratando de creerse sus propias palabras.
Kendall: ¿y si viene a buscarte?
Volvió a preguntar Kendall, James perdió la paciencia.
James: maldita sea, que pesado que sos Kendall.
Suspiró y añadió.
James: no sé que carajos decirte, Adam tiene que respetar mi decisión, si no quiero verlo tiene que aceptarlo y dejarme tranquilo.
Kendall: pero es tu padre.
Dijo Kendall con seriedad, James rodó los ojos.
James: me importa una mierda.
Kendall: James...
James: para mí no es mi padre ¿okay? no puedo ver a Adam como mi padre, sólo como a un mentor de The Voice y el líder de una banda.
Kendall: sigue siendo tu padre aunque te parezca raro.
James se estiró sobre el sillón y agarró el joystick de nuevo, apretando un botón del control remoto, prendió la televisión y la playstation y se dispuso a jugar.
James: no necesito ni te pedí una lección de vida, dejame jugar tranquilo.
Kendall suspiró.
Kendall: sabés que estoy tratando de ayudarte.
James: no, me estás fastidiando.
Kendall: no es así.
Se defendió Kendall, James lo miró molesto.
James: claro que si, me estás haciendo enojar, te ponés del lado de Adam.
Kendall: no es así James, no me estoy poniendo de su lado, sólo estoy tratando de que entrés en razón.
James: a mí me parece que vos tenés que entrar en razón así como lo hizo Adam y me dejó tranquilo.
Kendall dijo con cansancio.
Kendall: seguís con eso, yo no estoy seguro de que él vaya a dejarte tranquilo James.
James volvió a mirar la televisión.
James: le conviene hacerlo.
Kendall: yo creo que a vos te conviene ceder.
James pausó el juego y lo miró con una ceja levantada.
James: ¿a qué te referís con eso? ¿ceder en qué sentido?
Kendall: me refiero a que tenés que aceptar que Adam es tu padre y dejarlo que forme parte de tu vida.
James se cruzó de brazos.
James: ¿y si no quiero qué?
Kendall se encogió de hombros y dijo con seguridad.
Kendall: no creo que tengás opción, sos su hijo y lo vas a ser siempre.
James: callate.
Kendall: sos el hijo de Adam Levine.
James: no.
Kendall: sos James Levine.
James se levantó del sillón y arrojó el joystick en él.
James: ¡callate de una vez Kendall!
Se apoyó una mano en el pecho.
James: me llamo James Diamond ¿entendés? ¡James Diamond!
La hermanita pequeña de Kendall, Katie, apareció por la puerta de la cocina, había estado escuchando todo, la pequeña era muy apegada a los chicos.
Katie: Kendall tiene razón James, te llamás James Levine, no James Diamond como creías, a mí también me parece que es hora de que aceptés que sos el hijo de Adam.
James la miró enojado, luego miró a Kendall también con enfado.
James: me cansaron, me voy a mi casa.
Kendall: James no te enojés.
Katie: sabés que tenemos razón.
James: no, no la tienen.
Negó James rotundamente mientras se acercaba a la puerta principal, Kendall lo llamó antes de que se fuera.
Kendall: esperá James.
James se detuvo y giró hacia él.
James: ¿qué? ¿me vas a pedir perdón por lo que dijiste?
Kendall arqueó una ceja, luego se encogió de hombros.
Kendall: nah ¿por qué tendría que hacerlo? si sólo te dije la verdad.
Dijo con un exceso de sinceridad que molestó profundamente a James.
James: ¿qué mierda querés entonces? decimelo rápido así me voy.
Kendall: voy a ignorar eso, me refiero a ese insulto dirigido a mi persona.
James dijo con poca paciencia.
James: dejate de joder y hablá rápido Kendall.
Su amigo sonrió.
Kendall: ¿querés sacarte la duda?
James lo miró muy confundido.
James: ¿y ahora de qué mierda hablás? ¿la duda de qué?
Kendall: la duda de si Adam te buscó o no estos 3 días.
James se quedó callado un rato.
James: yo... no sé...
Kendall: dale, no seás cobarde.
Lo alentó su amigo, James se enojó.
James: no soy cobarde.
Kendall: demostralo.
Exigió Kendall con una sonrisa.
Kendall: sacate esa gran duda.
James: okay ¿qué tengo que hacer?
Preguntó un poco temeroso, Kendall respondió con tranquilidad.
Kendall: fácil, prendé el celular para ver si Adam te dejó mensajes o llamadas, es la única manera de comprobar si de verdad te dejó en paz.
James se quedó unos minutos en silencio con la mirada perdida en algún punto de la sala, Kendall y Katie permanecieron callados observándolo, el castaño soltó un largo suspiro y se llevó la mano al bolsillo trasero de su jean, sacó el celular y lo miró con detenimiento.
James: okay, Adam Levine más te vale que no hayás intentado comunicarte conmigo.
Encendió el móvil y contuvo la respiración unos segundos, esperando con ansiedad, Kendall y Katie también contuvieron la respiración.
El inconfundible sonido de las notificaciones se hizo presente llenando la sala, cuando acabaron de llegar, James las revisó y comprobó que tenía incontables llamadas y mensajes de parte de Adam y sus mejores amigos.
James: mierda.
Se quejó James repentinamente preocupado y nervioso, Kendall tenía razón, si bien Adam no lo había buscado esos días estaba lejos de olvidarse de él, Kendall y Katie preguntaron ansiosos.
Kendall: ¿y?
Katie: ¿qué onda?
James los miró con una mueca en su rostro.
James: tenías la maldita razón Kendall, si bien Adam no me buscó estos días no se olvidó de mí.
Se guardó el celular en el bolsillo, se cruzó de brazos y añadió estresado.
James: tengo incontables llamadas y mensajes de él aparte de los de ustedes.
Kendall asintió pero no dijo nada, James se quedó mirando el piso, luego levantó la cabeza y dijo con tristeza.
James: rayos y yo que tenía esperanzas de que me haya dejado en paz.
Kendall: creo que ambos sabíamos que era imposible que eso pasara James.
James asintió lentamente, si tenía que ser sincero, estaba casi seguro de que Adam no lo dejaría en paz sólo que no quería admitirlo delante de nadie.
James: supongo que no puede olvidarme.
Kendall dijo con obviedad.
Kendall: y no, sos su hijo, su único hijo.
James se encogió de hombros y miró a su amigo.
James: en el fondo lo sabía sólo que no quería admitirlo.
En ese momento sonó el timbre alertando a todos, James miró a Kendall con una mezcla de sorpresa y preocupación.
James: ¿esperás a alguien?
Kendall: no.
Kendall estaba tan sorprendido como él, miró a Katie.
Kendall: ¿Katie?
La niña negó.
Katie: yo tampoco.
El timbre volvió a sonar, James se alejó de la puerta como si le hubieran dado una descarga eléctrica y se escondió rápidamente detrás de Kendall.
Tenía el presentimiento de que no eran sus amigos Carlos o Logan sino que era Adam, finalmente su padre se había hartado de llamarlo y lo había ido a buscar, estaba seguro de eso.
La verdad era que no quería verlo, no quería enfrentarlo otra vez, no sabía como, no estaba preparado, todos esos días había temido que lo fuera a buscar, por eso había huido al campo, no sólo lo hizo para pensar.
James se escondió un poco más detrás de su amigo mientras el timbre volvía a sonar poniéndolo de los nervios.
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