James trató de dormir esa noche pero le costó mucho trabajo, estaba nervioso, sus horas en Minnesota eran contadas al igual que sus horas de anonimato, en breve el mundo entero descubriría que él era el hijo de Adam Levine.

El castaño sabía que su padre daría una entrevista explicando la situación cuando llegaran a Los Ángeles y a pesar de que antes se había querido presentar a The Voice y no tenía problema en ser conocido públicamente en esos momentos si, era más tímido de lo que pensaba, sentía que no estaba preparado para ser famoso, le hubiera encantado echarse atrás pero no podía.

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Al día siguiente, a las 6 de la mañana, sonó la alarma que James había programado en su celular, el castaño estiró el brazo y agarró el móvil que reposaba en su mesa de luz, apagó la alarma, se sentó en la cama, dejó el celular apoyado en el colchón y escondió el rostro entre sus manos buscando valor para enfrentar lo inevitable, pasados unos minutos agarró el celular, lo dejó nuevamente en la mesa de luz y se puso de pie, caminó hacia el placard y sacó la ropa que se pondría ese día.

El conjunto que había elegido consistía en una camiseta mangas larga blanca con un dibujo de una guitarra eléctrica en el centro, arriba una camisa mangas corta de jean claro, un jean azul oscuro, una cadena que iba enganchada en la cintura del jean, un par de medias blancas y unas zapatillas converse botitas celestes.

Luego se dirigió al baño y tomó una ducha, cuando acabó salió con una toalla envuelta en su cintura, cerró la puerta de la habitación y se cambió, bajó a la cocina y se sirvió un vaso de agua que era lo único que podía ingerir antes del análisis, miró el reloj de su muñeca, eran las 6:30 de la mañana, de seguro en cualquier momento llegaría Adam.

James se encontraba solo en la casa, sus padres se habían ido a trabajar y Beatríz aún no había llegado, el castaño suspiró, sacó el celular del bolsillo de su jean y mandó un WhatsApp en el grupo "Big Time Rush".

Grupo de WhatsApp.

😎Big Time Rush😎

James: hola amigos 👋🏻 quería avisarles que estoy esperando que venga Adam, en cualquier momento iremos al hospital ☹️😔
6:32 a.m.

Sus amigos inmediatamente le respondieron.

Carlos: mucha suerte James 😉
6:32 a.m.

Kendall: quedate tranquilo, todo va a salir bien 😃
6:33 a.m.

Logan: sé fuerte amigo 💪🏻
6:33 a.m.

James miró la pantalla con tristeza, estaba por escribir una respuesta cuando el sonido del timbre penetró sus oídos, frunció el ceño y guardó su celular molesto.

James: mierda, si que es puntual, maldito Adam.

Murmuró y se dirigió a la puerta, apenas la abrió su padre ni siquiera lo saludó, en lugar de eso se acercó a él, lo sujetó del brazo, cerró la puerta y lo empezó a guiar a su auto, James le siguió el ritmo a tropezones, Adam si que tenía prisa.

James: ¡hey! ¡andá más lento Adam!

Se quejó, Adam se disculpó pero no disminuyó la velocidad y lo siguió arrastrando hacia su Mercedes Benz.

Adam: perdón hijo pero estoy ansioso, no veo las horas de demostrarte que soy tu padre.

Antes de que James pudiera decir algo, Adam llegó hacia donde estaba estacionado el auto, abrió la puerta del copiloto con una mano mientras que con la otra aún sujetaba a su hijo del brazo, Adam miró a James y esperó que entrara, lo cual no ocurrió, el castaño había empezado a dudar y Adam lo notó.

Adam: James...

Dijo su padre en tono de advertencia, James movió el brazo con la intención de zafarse de su agarre pero no lo consiguió porque Adam lo sujetó con más firmeza.

James: que tonto soy, me olvidé algo adentro.

Mintió James con nerviosismo, Adam miró el cielo buscando paciencia, después fijó sus verdes ojos en su hijo, su mirada era seria.

Adam: si oponés resistencia nos vamos directo al aeropuerto en vez de al hospital ¿okay?

James: ¡pero realmente me olvidé algo!

Volvió a mentir James y zarandeó su brazo violentamente consiguiendo soltarse del agarre de Adam, acto seguido se dio vuelta rápidamente y corrió hacia la casa pero no consiguió entrar puesto que su padre lo atrapó, lo tenía rodeado por la espalda con sus brazos, Adam había corrido tras él logrando alcanzarlo.

James se movió de un lado a otro tratando de liberarse pero Adam afianzó el agarre y lo inmovilizó, dio media vuelta con su hijo aún atrapado y empezó a caminar de nuevo hacia el auto obligando a James a avanzar.

Adam: basta de jueguitos James, no puedo creer que te tenga que arrastrar como a un niño, realmente se me acabó la paciencia, no soy capaz de aguantar una más de tus estupideces.

Lo regañó Adam, James se quedó callado y siguió siendo arrastrado en contra de su voluntad hacia el auto, cuando Adam estuvo frente a la puerta del copiloto de nuevo, soltó a James, apoyó las manos en la espalda de su hijo y lo empujó para obligarlo a entrar al auto, James se sentó en el asiento a regañadientes, rápidamente Adam metió los brazos, buscó el cinturón de seguridad y se lo abrochó a su hijo.

James: ¡no soy un niño!

Gritó James enojado, esa acción le había dado vergüenza ajena, su padre lo miró molesto.

Adam: pareciera que si.

Se quejó el mentor de The Voice, cerró la puerta del lado de James, bordeó el auto, abrió la puerta del conductor, se subió cerrando la puerta tras él, se abrochó el cinturón de seguridad y arrancó partiendo rumbo al hospital.

James desvió la mirada hacia la ventana y vio como su casa se alejaba de su vista, sintió una opresión en el pecho al recordar que le quedaba poco tiempo en esa casa, técnicamente un día, pronto se mudaría y tendría que dejar el hogar donde había crecido, toda su vida había vivido en esa casa.

Adam: te compensaré por esto.

Dijo de repente Adam, James se giró para mirarlo.

James: ¿compensarme?

Preguntó arqueando una ceja, Adam asintió.

Adam: así es, sé que no te gusta sacarte sangre así que cuando salgamos podemos ir a algún lugar a desayunar.

James lo fulminó con la mirada y dijo con crueldad.

James: que excusa barata Adam, que pobre intento de querer pasar un momento padre e hijo.

Adam sonrió.

Adam: ¿soy muy obvio?

James: un poco, si.

Reconoció James, Adam lo miró unos segundos y luego volvió a mirar la carretera.

Adam: dame una oportunidad James.

Pidió por enésima vez, el castaño se cruzó de brazos y dijo con testarudez.

James: no quiero.

Adam suspiró, prefirió permanecer callado lo que restaba del camino y no presionar más a su hijo, ya había conseguido suficiente llevándolo al hospital para que se hicieran el análisis de ADN.

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Pasados unos minutos Adam estacionó frente al hospital, James se puso nervioso de repente, había llegado la hora, sintió una mano posarse sobre su hombro, se giró y miró a Adam.

Adam: vamos.

James tragó saliva pero asintió, Adam retiró la mano de su hombro y el castaño desabrochó el cinturón de seguridad, luego se bajó del auto y cerró la puerta. Adam hizo lo mismo, puso la alarma y caminó hasta posicionarse a su lado, antes de que James pudiera empezar a dirigirse al hospital sintió una mano apresándole el brazo, miró a Adam con una ceja arqueada.

James: ¿qué hacés?

Adam se encogió de hombros, sonrió y empezó a caminar llevando a James con él.

Adam: prefiero prevenir, capaz que intentás volver a escapar si no te sujeto, sos muy escurridizo James.

Su hijo rodó los ojos pero prefirió no discutir, cuando estuvieron delante del mostrador Adam soltó a James y habló con la secretaria.

Adam: quiero una orden para hacer un análisis de ADN.

La señora asintió sin mirarlo puesto que tenía la mirada fija en unos papeles, se acomodó mejor los anteojos de aumento y miró una computadora mientras tecleaba, James empezó a cambiar su peso de un pie al otro, claramente nervioso.

Secretaria: nombre de los pacientes por favor.

Pidió con voz monótona y aburrida, Adam sonrió, a diferencia de James estaba feliz.

Adam: Adam Levine y James Diamond.

La secretaria levantó la vista de repente y miró a Adam con los ojos como platos.

Secretaria: no... puede... ser...

James se tapó rápidamente las orejas evitando de esa forma dañarse los tímpanos puesto que el grito que había lanzado la secretaria era tan fuerte que podría haber roto los vidrios, okay, estaba exagerando pero si era muy fuerte, afortunadamente James lo vio venir y fue capaz de protegerse a tiempo.

Secretaria: ¡Adam Levine vino al hospital donde trabajo! ¡y me pidió que le anotara una orden para análisis de ADN! ¡me habló! ¡a mí! ¡no lo puedo creer!

James miró nervioso los alrededores, las personas del hospital estaban fijando su mirada en ellos, atraídos por los gritos de la desaforada señora, James entró en pánico.

James: yo me largo.

Dijo en un susurro que lamentablemente Adam escuchó perfectamente, James quiso irse pero no terminó de dar un paso cuando su padre estiró el brazo y sujetó la tela de la espalda de su camisa.

Adam: vos te quedás acá.

Espetó con firmeza y tiró de James para acercarlo más a él, luego lo soltó, miró a la secretaria, apoyó los codos en el mostrador y dijo con una sonrisa compradora.

Adam: por favor, le pediré que sea discreta porque mi hijo es muy tímido, no le gusta llamar la atención.

La señora asintió avergonzada y ruborizada.

Secretaria: yo... lo siento.

Miró la computadora y añadió.

Secretaria: ahora mismo le hago la orden señor Levine.

Adam asintió conforme, la secretaria llamó por el interno al médico para explicarle la situación, luego imprimió la orden de análisis de ADN con el nombre y apellido de los pacientes y se la entregó a Adam.

Secretaria: aquí tiene.

Adam: se lo agradezco.

Dijo Adam con una sonrisa que derritió a la secretaria, luego volteó hacia James y antes de que se le ocurriera huir lo sujetó del brazo y lo arrastró en dirección al pasillo, James alcanzó a ver como la secretaria formulaba con los labios un "suerte", Adam se detuvo delante del consultorio del médico y golpeó la puerta con su puño repetidas veces. James, por otro lado, movió con brusquedad su brazo para que Adam lo soltara.

James: ya basta, no hace falta que me agarrés, no me voy a escapar.

Se quejó molesto una vez que consiguió librarse de su agarre, Adam llevó las manos detrás de su espalda y lo miró con una ceja arqueada.

Adam: ¿de verdad?

Preguntó Adam soltando una risa irónica.

Adam: recién intentaste escapar.

James rodó los ojos.

James: pero de ahora en adelante no lo voy a hacer.

Adam: lamentablemente no confío en vos dado todo lo que pasó, sólo voy a estar tranquilo cuando estemos en Los Ángeles.

James bufó, justo en ese momento la puerta del consultorio del médico se abrió y los hizo pasar, cuando Adam y James estuvieron dentro, el médico cerró la puerta y volteó hacia ellos.

Médico: buenos días señor Levine.

Saludó con una sonrisa radiante a Adam, el mentor de The Voice le devolvió el saludo, el médico fijó su mirada en James, lo observó detenidamente.

Médico: hum... me parece que no hace falta hacer ningún análisis, este chico definitivamente es hijo tuyo, se parece mucho a vos.

James lo fulminó con la mirada.

James: no pedí tu opinión viejo.

Adam esbozó una sonrisa nerviosa.

Adam: disculpe los modales de mi hijo, está un poco nervioso y alterado.

James miró a Adam arqueando una ceja, el médico soltó una risita.

Médico: comprendo, vi las noticias ayer y vi la foto en la que estás con tu hijo en el bar.

El médico miró a James y comentó con confianza y seguridad.

Médico: definitivamente no quiere aceptar la verdad.

James lo miró mal pero luego sonrió con malicia.

James: ¿vos vas a aceptar el hecho de que sos un médico fracasado y que nunca en tu vida vas a triunfar?

El médico abrió los ojos como platos al igual que Adam, ambos estaban sorprendidos por la rebeldía de James.

Adam: ¡James!

Lo regañó Adam. James, lejos de sentirse arrepentido e intimidado, sonrió más.

James: ¿acaso dije algo malo?

Preguntó encogiéndose de hombros, luego añadió con prepotencia.

James: porque a mi parecer sólo dije la verdad.

El médico se aclaró la garganta, claramente incómodo por la situación, Adam miraba furioso a James.

Adam: atrevete a decir algo más y nos vamos ya mismo al aeropuerto, olvidate del análisis James.

Dijo con tanta determinación que James palideció, el castaño notó que Adam hablaba en serio.

James: ya me callo.

Adam: así está mejor.

Adam volvió a disculparse con el médico.

Adam: de verdad lo lamento, mi hijo es un poco rebelde.

Médico: ¿un poco?

Comentó el médico, luego esbozó una falsa sonrisa y agregó.

Médico: en fin, no importa, empecemos.

Se dirigió a un escritorio y sacó dos jeringas, James miró con horror el largo de la aguja.

James: ¿acaso pensás atravesarme el brazo con eso? esa aguja es más larga que una espada samurái...

Sin embargo James no pudo terminar la oración porque Adam se había encargado de taparle la boca con su mano, su hijo se atrevió a mirarlo, tal como sospechaba, la mirada de su padre indicaba problemas, se notaba que estaba colmando su paciencia.

Médico: sientensé en la camilla.

Ordenó el médico, ya tenía puestos los guantes y sujetaba las jeringas, Adam soltó a James y ambos se sentaron, el médico le pidió a James que rremangara la manga de su camiseta, una vez que el brazo del castaño quedó al descubierto, el médico le ató una cinta elástica presionando por encima del codo, luego le pasó un algodón con alcohol y finalmente le clavó la aguja extrayendo sangre.

James hizo una mueca de dolor pero no dijo nada, en lugar de eso respiró profundo, tal y como el médico le había ordenado que hiciera, el médico le puso una curita y guardó el frasquito con sangre, luego llevó a cabo el mismo procedimiento con Adam y se despidió de ellos no sin antes ofrecerles un café de máquina que ambos rechazaron, Adam temía que James dijera algún otro comentario fuera de lugar y lo hiciera pasar papelones.

Adam: esperá acá, tengo que hablar con el médico para pedirle que tenga el análisis listo para mañana en la mañana.

Le dijo Adam a James una vez que estuvieron fuera del consultorio, el castaño asintió.

Adam: y no se te ocurra escapar porque voy a mandar a la policía a buscarte.

Agregó el mentor de The Voice por las dudas, James rodó los ojos y dijo con fastidio.

James: no lo voy a hacer Adam, relajate.

Adam entró en el consultorio y James se sentó en una silla a esperarlo, pasados unos minutos el castaño notó con horror como algunas personas lo miraban con curiosidad, otras lo apuntaban con las cámaras de sus celulares sin discreción alguna, James se sintió amenazado y atacado, se puso de pie de un salto y los miró enojado.

James: ¿qué tanto miran montón de inútiles? ¿tengo algo en la cara?

Preguntó señalándose el rostro, un adolescente se acercó a él y le preguntó con curiosidad.

Chico: ¿de verdad sos el hijo de Adam Levine?

James se cruzó de brazos y frunció el ceño.

James: eso no es asunto tuyo.

Contestó a la defensiva e hizo un gesto con su mano indicándole que se fuera.

James: perdete, no tenés nada que hacer acá.

En ese momento su padre salió del consultorio y empezó a caminar hacia él con una sonrisa radiante adornándole el rostro, James se olvidó del impertinente adolescente y miró a Adam enarcando una ceja.

James: ¿y esa sonrisa se debe a...?

Empezó a preguntar, Adam llegó hacia donde se encontraba, sonrió más y comentó con alegría.

Adam: se debe a que el análisis de ADN va a estar listo para mañana temprano James.

El chico que aún se encontraba cerca de ellos abrió la boca sorprendido, se dio cuenta que era cierto lo que se comentaba en todas las redes sociales y que Adam no había mentido al decir que tenía un hijo, realmente Adam Levine tenía un hijo y acababa de descubrir que se llamaba James, el apellido aún no lo sabía pero por lo menos había averiguado su nombre, se sintió orgulloso.

James, por otro lado, sintió que su estómago daba un vuelco, eso significaba que le quedaban menos de 24 horas en Minnesota, asintió lentamente, sin previo aviso Adam se acercó a él y lo aprisionó en un abrazo, James suspiró pero no se apartó, sintió que no tenía fuerzas.

El entrometido chico aprovechó la situación en la que se encontraba, estaba frente a Adam Levine y su hijo, era una oportunidad única, sacó rápidamente su celular y les tomó una foto con la intención de divulgarla en los medios, sonrió complacido y se alejó un poco de ellos pero no los perdió de vista ni dejó de escuchar lo que estaban hablando.

Adam: te prometo que todo va a estar bien hijo, te vas a acostumbrar a Los Ángeles.

James no dijo nada, luego de un rato Adam lo soltó, le rodeó los hombros con su brazo y le dijo con una sonrisa consoladora.

Adam: vamos, te voy a llevar a tu casa así pasás tiempo con tus mejores amigos.

Sin esperar una respuesta de parte de su hijo, Adam lo guió hacia fuera del hospital y luego hacia el auto sin quitarle el brazo de sus hombros, James se dejaba guiar sin oponer resistencia, se sentía en un estado zombie, estaba demasiado aturdido por todo lo que estaba ocurriendo y las personas curiosas no ayudaban.

Lamentablemente para James, la gente que se encontraba adentro del hospital los siguieron a él y a su padre mientras los filmaban y les tomaban fotografías con descaro, James suspiró y pensó angustiado "esto me pasa por ser hijo de un famoso, resulta que la gente curiosa es peor que los paparazzis".

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Cuando James regresó aún no habían llegado sus padres pero si Beatríz, James la saludó y se dirigió a la cocina para prepararse su desayuno, luego de un rato llegaron sus mejores amigos incluidos Katie y Evan y le hicieron apoyo moral durante todo el día.

A la noche le hicieron la despedida que le habían prometido, a pesar de todo James la pasó genial, cuando hubo finalizado la despedida del siglo y todos se hubieron marchado a sus casas, el castaño subió a su habitación y se acostó boca arriba en la cama con los brazos extendidos sin siquiera molestarse en ponerse el pijama, estaba agotado físicamente y emocionalmente.

Esa noche, al igual que la anterior, le costó mucho trabajo dormir y a la mañana siguiente, al igual que el día anterior, Adam fue a buscarlo temprano para que fueran al hospital a retirar el análisis de ADN.

Ambos se encontraban en la entrada del hospital, Adam tenía el sobre cerrado en sus manos y miraba a James expectante, esperando su aprobación para abrirlo, el castaño soltó un largo suspiro y asintió abatido y resignado.

James: abrilo.

Adam lo miró unos momentos más y luego miró el sobre que tenía entre sus manos, rasgó el papel y sacó el análisis, lo leyó en su mente y James, al ver la sonrisa que esbozaba Adam, se dio cuenta que había salido positivo, su padre le tendió el análisis sin borrar la sonrisa de felicidad que tenía en la cara, James lo agarró dudoso y lo leyó también en su mente bajo la atenta mirada de Adam.

Análisis de ADN: Adam Levine, James Diamond, 99,99% de compatibilidad, positivo.

Si, efectivamente había dado positivo, tal y como sabía que sucedería ya que nunca dudó de ser el hijo de Adam, aún así ver su parentesco plasmado en el análisis sin margen de error era demasiado fuerte, James soltó un largo suspiro, miró a su padre y confesó.

James: el análisis de ADN era una excusa para alargar más mi tiempo en Minnesota.

Se encogió de hombros, bajó la mirada fijándola en un punto del suelo y agregó con absoluta sinceridad.

James: no necesitaba hacérmelo realmente.

Levantó la vista y se animó a mirar a Adam directamente a los ojos.

James: sabía perfectamente que sos mi padre Adam.

Para su sorpresa, Adam esbozó una sonrisa radiante y lo miró intensamente.

Adam: lo sé.

James quedó con la boca ligeramente abierta, realmente creyó que había mentido eficientemente a la hora de pedir el ADN, Adam sonrió más.

Adam: aún así permití que nos hiciéramos ese análisis porque estabas en tu derecho de pedirlo James.

James asintió aún impactado, tratando de procesar el hecho de que Adam había accedido a viajar dos días después a Los Ángeles sólo para darle el gusto, el castaño se quedó en silencio unos momentos buscando el valor para decir las siguientes palabras.

James: me rindo, vos ganás Adam, voy a ir con vos a Los Ángeles.

Inmediatamente después de haber dicho aquello pensó "mierda, si que me costó trabajo decir eso y aceptarlo... ni hablemos", sin previo aviso, Adam lo aprisionó en un abrazo y sonrió radiante, estaba más feliz que nunca, jamás había estado tan contento en su vida.

James no opuso resistencia y se dejó abrazar, perdió la cuenta de cuanto tiempo había permanecido rodeado por los brazos de Adam, finalmente su padre lo liberó pero lo sujetó de los brazos y le ofreció una sonrisa de felicidad.

James tragó saliva con nerviosismo, estaba a punto de enfrentarse al mayor cambio en su vida y tenía terror, nunca le habían gustado los cambios pero no tenía otra opción, no podía elegir, era el hijo de Adam Levine y lo iba a ser siempre, James estaba muy consciente de ello, trató de consolarse a sí mismo pensando que ésa debería haber sido su vida si no fuera por la desalmada y sin corazón de su madre que los había lastimado a él y a Adam.