Capítulo 2: Lo Voy a ir a Buscar
Adam sintió como todo el mundo a su alrededor se detenía ¿tenía un hijo? Mary le había largado la bomba sin anestesia, debido a la sorpresa hubo un momento en el que no entendió del todo lo que le dijo, no lo asimiló, después cuando empezó a ser realmente consciente de la situación preguntó con incredulidad.
Adam: ¿co... cómo? ¿qué has dicho?
Mary se lo volvió a repetir, ya se lo había dicho hace un momento así que ésta vez no le costó decirlo de nuevo.
Mary: que tenés un hijo Adam, tenemos un hijo.
Bajó la mirada y agregó avergonzada e intimidada.
Mary: perdón, nunca te lo he dicho.
Adam no lo podía creer.
Adam: esperá, esperá, la última vez que estuvimos juntos fue hace 19 años.
Mary: si...
Reconoció Mary y se largó a llorar con más intensidad.
Adam: es decir que mi hijo tiene 18 años...
Dijo haciendo cuentas, de repente sintió una repentina furia que no había sentido nunca antes en su vida.
Adam: ¡¿tengo un hijo de 18 años y recién ahora me lo decís?!
Mary asintió lentamente ante la amenazante mirada de Adam y se secó las lágrimas que tenía en sus mejillas.
Mary: si... perdoname...
Adam pensó con desprecio "pero... ¿qué le pasa? no puedo perdonarla así como así".
Adam: Mary realmente deberías ir a un psicólogo, hacerte tratar, no sabía que estuvieras tan trastornada.
Luego gritó sin poder controlarse.
Adam: ¡¿cómo pudiste hacerme esto?!
Apoyó sus manos en la mesa para intentar mantenerse en pie, estaba repentinamente mareado, sentía que se iba a desmayar.
Adam: no... no puedo entenderlo.
Dijo con la voz quebrada y una lágrima rodó por su mejilla, Adam se la secó rápidamente y se enderezó, le lanzó una gélida mirada a su ex novia, ella se encogió en su asiento y miró hacia otro lado. Mientras tanto los amigos de Adam lo miraban desde su mesa, Blake les preguntó a los demás confundido.
Blake: ¿qué le pasa a Adam? está realmente enojado.
Pharrell: si, que raro... no entiendo nada.
Gwen: esa señora con la que habla me parece que es la causante de su enojo.
Blake: así parece...
Mary seguía tratando de conseguir el perdón de su ex novio, de esa manera iba a poder sentirse un poco mejor por lo sucedido.
Mary: perdoname Adam, perdoname...
Adam: ¡no! ¡perdoname nada! ¡es muy grave lo que has hecho Mary!
Mary: perdón, perdón.
Adam la interrumpió impaciente, extendió las manos hacia ella para que se callara.
Adam: esperá, dejame hablar.
Cuando notó que ella no emitía palabra bajó las manos, no entendía por qué le había ocultado durante tanto tiempo que tenía un hijo, necesitaba averiguarlo.
Adam: en vez de pedirme perdón incansablemente... ¿me querés explicar por qué me has ocultado que tengo un hijo?
Mary: es que nosotros ya nos habíamos separado y...
Adam la interrumpió furioso.
Adam: ésa no es un excusa.
Mary se quedó callada.
Adam: la otra duda que tengo es... si no te encontraba ahora de casualidad no me lo ibas a decir nunca ¿verdad? digo porque ya pasaron 19 años y nunca se te cruzó por la cabeza decirme algo tan importante para mí.
Mary lo miró con incredulidad.
Mary: ¿para vos es importante?
Adam la miró sumamente sorprendido, pensó "¿quién es esta persona que tengo en frente? ¿qué le pasó a mi ex novia?", luego gritó enojado.
Adam: ¡obvio Mary! un hijo es lo más importante que hay en la vida.
Mary: no... no sabía... que pensabas... así.
Adam no podía creer lo que estaba escuchando, cuando se recuperó un poco dijo con seriedad.
Adam: es un milagro que mi hijo haya sobrevivido.
Su ex novia lo miró sin entender.
Mary: ¿qué querés decir?
Adam soltó una risa sarcástica.
Adam: creo que sabés exactamente lo que quiero decir, no te hagás la tonta.
Mary frunció el ceño.
Mary: no es cierto, sé más claro.
Adam: si para vos un hijo no es importante me sorprende que no hayás abortado.
Mary lo miró con impresión, luego gritó ofendida.
Mary: ¡ay! ¡¿qué te pasa?! ¡yo no soy así! ¡no soy una asesina!
Adam dijo aliviado.
Adam: menos mal.
Luego agregó con mala cara.
Adam: ya no sé qué pensar de vos, creía que te conocía pero evidentemente me equivoqué.
Luego suspiró y miró el techo.
Adam: que bueno que mi hijo está vivo.
Su ex lo miró molesta.
Mary: dejá de hablar así, ya te he dicho que nunca lo hubiera abortado, no sería capaz de matarlo.
Adam la miró muy serio.
Adam: más te valía porque si me llegaba a enterar como ahora que habías quedado embarazada y que habías matado a mi hijo te mandaba presa.
Mary: pero no lo hice ¿okay? nunca haría algo así.
Adam puso cara de exasperación.
Adam: ya entendí, ahora contestame lo que te pregunté.
Mary: la verdad no, no sé si te iba a avisar que tenés un hijo, me sorprendiste cuando me saludaste y te lo dije porque tenía cargo de consciencia desde hacía mucho tiempo.
Adam la fulminó con la mirada.
Adam: sos un desastre Mary.
Luego gritó fuera de sí.
Adam: ¡¿qué te costaba hablarme por teléfono o de última mandarme un mensaje de texto?!
Ella se encogió de hombros.
Mary: nada, simplemente no te lo quería decir, es todo.
Dijo de una manera tan despreocupada que Adam se tuvo que controlar para no mandarla a la mierda, aunque no pudo lograrlo.
Adam: andate a la mierda.
Dijo rechinando los dientes, Blake se sumó a la conversación, como nunca le apoyó una mano en el hombro a Adam, parecía de verdad preocupado.
Blake: ¿qué te pasa Adam? ¿estás bien?
Adam: no pero voy a tratar de estarlo.
Blake: pero...
Adam lo miró con súplica.
Adam: Blake, por favor, dejame que hable con Mary, es importante.
Blake asintió al ver la mirada de Adam.
Blake: de acuerdo.
Y volvió a su mesa, cuando se sentó les dijo a los demás.
Blake: está hablando algo importante con esa señora.
Adam se llevó las manos a la cabeza y dijo sumamente furioso y frustrado.
Adam: a ver...
Luego dejó caer las manos y miró a Mary tratando de comprender que pasaba por su cabeza.
Adam: estoy tratando de entender tu mente, tu pensamiento particular pero no puedo, necesitás con urgencia un psiquiatra, evidentemente no estás bien.
Mary: ¿por qué decís eso?
Adam respiró una gran bocanada de aire, tratando de calmarse.
Adam: has tenido un hijo mío, nunca me has avisado porque has pensado que para mí no era importante, te corrijo, para mí era importantísimo, ya me perdí 18 años de estar con él.
Mary volvió a rogar.
Mary: perdoname por favor.
Adam no le hizo caso y le dijo repentinamente serio.
Adam: quiero que ya mismo me digás quién es mi hijo.
Luego preguntó con curiosidad mirando los alrededores, tratando de encontrar a su hijo.
Adam: ¿está aquí con vos? ¿en el bar? ¿le has dicho que yo soy su padre?
Mary no contestaba, Adam le dio una mirada de advertencia.
Adam: Mary...
Adam estaba realmente muy enojado, su ex novia seguía sin contestarle.
Adam: ah y te aclaro una cosa más, de ahora en adelante mi hijo se viene a vivir conmigo, es lo que corresponde, vos lo has tenido 18 años...
Mary: no.
Dijo en un susurro, sin embargo Adam la escuchó perfectamente, la miró enarcando una ceja.
Adam: perdón, no ¿qué? sabés que tengo razón, que es lo justo...
Mary lo interrumpió.
Mary: yo no lo he tenido 18 años.
Adam la miró shockeado, no había esperado una respuesta así, no podía creer lo que acababa de escuchar.
Adam: ¿co... cómo?
No le salían las palabras, su ex novia dijo sin rodeos.
Mary: cuando nació nuestro hijo lo entregué en adopción, lo lamento mucho.
Adam sintió que le caía un balde de agua helada encima, por segunda vez tuvo que sujetarse de la mesa porque se había mareado de repente, durante unos momentos quedó petrificado sin poder reaccionar al mismo tiempo que trataba de recuperarse, cuando sintió que iba a poder permanecer en pie soltó la mesa y gritó con incredulidad, preocupación y frustración.
Adam: ¡¿entregaste a mi hijo?!
Luego gritó furioso.
Adam: ¡¿por qué mierda has hecho eso?!
Mary: pues porque no podía ocuparme de él, interfería con mi carrera.
Adam se tambaleó, tuvo que sujetarse de la mesa por tercera vez, Mary preguntó preocupada.
Mary: ¿estás bien?
Adam: no... no... no puedo creer que estés tan loca.
Luego soltó la mesa y gritó con furia.
Adam: ¡me lo dabas a mí! ¡si no querías que interfiriera con tu carrera me lo dabas a mí! ¡es mi hijo también! ¡¿por qué rayos lo entregaste en adopción y no me lo diste a mí que soy el padre?!
Mary: que se yo, así fueron las cosas, no puedo cambiar lo que hice.
Adam: no...
Adam se sujetó la cabeza con frustración, quería romper algo.
Adam: es que no puedo creer que no pensaras detenidamente las estupideces que hacías.
Se sacó las manos de la cabeza y volvió a gritar, le empezaba a doler la garganta pero no le importaba.
Adam: ¡no avisarme a mí que tengo un hijo y para peor...! ¡si no querías hacerte cargo de tu propio hijo no entregármelo a mí que soy el padre! ¡en lugar de eso darlo en adopción! ¡es insólito!
Adam tomó grandes bocanadas de aire, había gritado demasiado, estaba llamando la atención de todo el bar pero no le importaba en lo absoluto.
Adam: sos inentendible Mary, no puedo creer que hayás sido mi novia ¿qué tenía en la cabeza? lo único bueno que saqué de nuestra relación es a mi hijo, hablando de mi hijo... ¿querés arreglar un poco las estupideces que te mandaste?
Mary asintió rápidamente mientras se secaba las lágrimas, Adam exigió con excesiva seriedad.
Adam: decime quién es, cómo se llama, a qué familia lo entregaste y dónde vive, lo voy a ir a buscar en este preciso momento.
Su ex novia negó con la cabeza y lo miró con seriedad.
Mary: no deberías hacer eso, ya tiene una vida armada, va a ser difícil para él.
Adam dijo con burla.
Adam: ah ahora te preocupás por nuestro hijo, mirá que sorpresa.
Actos seguido agregó con seriedad.
Adam: dejame aclararte algo, yo también me preocupo por él y a diferencia tuya me acabo de enterar que existe.
Mary: pero...
Adam la interrumpió levantando una mano en señal de que guardara silencio, Mary se calló, cuando se percató de que su ex no iba a decir nada más bajo la mano y se cruzó de brazos.
Adam: sé que va a ser difícil para él pero es mejor que sepa la verdad, merece saber la verdad y yo merezco conocerlo, capaz que ni siquiera sabe que es adoptado o si ya lo sabe capaz que no sabe quienes son sus padres y quiere averiguarlo pero no puede, no tiene como saberlo.
Mary: o capaz que sabe que es adoptado y no quiere saber nada de sus padres.
Adam suspiró, esa posibilidad lo aterraba sin embargo dijo con confianza.
Adam: puede ser pero si es así cambiará de opinión cuando se entere de lo que pasó, va a entender que vos sos una loca que lo abandonó y que no le dio la posibilidad de conocer a su padre y que yo no tuve nada que ver, a lo que voy es que a mí si me va a querer, en cambio a vos...
Adam se encogió de hombros y agregó.
Adam: bueno no puedo decir lo mismo de vos pero supongo que no te importa lo que tu hijo piense de vos Mary.
Su ex novia lo fulminó con la mirada y dijo harta.
Mary: okay, ya escuché suficiente Adam, te doy todos los datos y desaparecés de mi vista.
Adam: con gusto.
Mary dijo enojada.
Mary: no quiero tu perdón.
Adam esbozó una sonrisa maliciosa.
Adam: y yo no te lo quiero dar.
Dicho eso puso mala cara.
Adam: no te lo merecés por loca, insensible y mala madre.
Mary bufó y dijo con rapidez lo que Adam quería escuchar para que se fuera de allí, no lo soportaba ni un segundo más.
Mary: se llama James Diamond, vive en Minnesota, lo adoptó una familia de apellido Diamond cuando era un bebé recién nacido, vive con su padre y su madre, no tiene hermanos.
Suspiró y agregó con mala cara.
Mary: listo ¿conforme?
Adam asintió satisfecho.
Adam: bien, eso será suficiente, es todo, no quiero verte nunca jamás en mi vida o tendré pesadillas con tu cara.
Mary rechinó los dientes furiosa.
Mary: andate a la mierda.
Adam ni se inmutó por su insulto, agregó con sumo desprecio.
Adam: hasta nunca Mary.
Sin esperar una respuesta de su parte se dio vuelta y se marchó esperando no volver a verla nunca jamás en la vida, no creía que fuera capaz de perdonarla por lo que le había hecho, por negarle la posibilidad de conocer y criar a su único hijo, el cual, ya tenía 18 años, eran 18 años que Adam había perdido y no podría recuperar jamás.
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