Capítulo 13: Bebiendo sin Control Parte 2/2

Adam lo miraba atentamente y su expresión no era la mejor de todas, se notaba que estaba molesto, frustrado y cansado, gracias a la ayuda de la policía su padre lo había encontrado, la policía había informado a Adam del paradero de su hijo.

James no se había dado cuenta que había un policía en el bar, al castaño le llamó la atención que su padre lo encontrara tan rápido.

James: ¿cómo me encontraste?

Preguntó sorprendido, su padre lo miró con seriedad.

Adam: contraté a unos policías para que te rastrearan y me avisaran donde estabas.

James lo miró molesto.

James: debí imaginarlo, así cualquiera, si tenés a la policía de tu lado...

Adam lo interrumpió con brusquedad.

Adam: eso no importa ahora, tenemos que hablar James.

Su hijo lo fulminó con la mirada.

James: no quiero, fuera.

Adam contestó con más firmeza que antes.

Adam: no, tengo que hablar con vos hijo, hace una hora que estoy buscándote.

James rió para luego mirarlo mal.

James: ¿y a mí qué me importa?

Dicho eso miró hacia la barra, su cerveza aún no estaba allí.

James: ¡hey! ¿dónde rayos está mi cerveza?

Se quejó ignorando olímpicamente a Adam, su padre lo zarandeó con suavidad para captar su atención.

Adam: mirame.

Exigió con tono serio, James tuvo que mirarlo.

James: soltame Adam, hay gente aquí, van a sospechar.

Dijo con hostilidad, Adam se encogió de hombros.

Adam: no me importa.

Sonrió y añadió.

Adam: ya es hora de que el mundo se entere que tengo un hijo.

Habló diciendo la palabra "hijo" más fuerte de lo normal a propósito, James palideció.

James: shh...

Asustado miró hacia la multitud que se estaba concentrando en el bar y después miró a su padre.

James: te siguieron...

Comentó excesivamente nervioso.

James: hay mucha gente... yo no estoy preparado para esto Adam... no quiero que se enteren de nada...

Fue en ese momento en el que Adam se dio cuenta que su hijo estaba actuando raro, frunció el ceño, James hablaba arrastrando las palabras, entonces lo entendió.

Adam: tenés mucho olor a alcohol hijo.

Luego comentó con preocupación.

Adam: ¿estuviste tomando?

James notó cierto tono de alarma en la voz de Adam lo cual le causó gracia, se empezó a reír a carcajadas sin poder evitarlo.

James: si...

Luego añadió con excesiva tranquilidad.

James: me tomé un vaso grande de fernet bien cargado... y una botella de cerveza... ahora me estaban... por traer otra...

Adam: ¡¿qué?!

Adam se preocupó sobremanera por dos motivos, uno, James había tomado muchísimo alcohol y del fuerte, ese fernet no era agua, además había mezclado dos tipos de bebidas y dos, su hijo no podía decir una oración completa sin arrastrar las palabras.

James volvió a reír a carcajadas, Adam lo contempló horrorizado.

Adam: ¡sos un irresponsable James! ¡preocupate más por tu salud! ¡no podés tomar esa cantidad de alcohol! ¡el fernet no es agua! ¡además no deberías mezclar dos bebidas tan distintas!

A James le agarró otro ataque de risa debido a las palabras que había dicho su padre, se reía a carcajadas, era incapaz de parar.

Uno de los efectos de sobredosis de alcohol era la risa excesiva y Adam lo sabía, por ese motivo empezó a palidecer, tenía miedo que a James le pasara algo malo.

Las risas de su hijo atraían la atención de la gente en el bar, Adam lo miró con desesperación.

Adam: ¡tenés síntomas de sobredosis de alcohol! ¡la risa es uno! ¡también estás arrastrando las palabras! ¡te va a agarrar un coma alcohólico James!

James rió más fuerte todavía, algunas personas los miraban con curiosidad, cuando consiguió calmar un poco el ataque de risa que le había agarrado, respiró grandes bocanadas de aire y contestó con una sonrisa.

James: no... claro que no...

Buscó al camarero con la mirada, su padre aún no lo soltaba, James frunció el ceño al no encontrarlo.

James: ¡¿dónde... está mi cerveza?! ¡es la segunda... vez que la pido!

James levantó los brazos para que Adam lo soltara, luego se cruzó de brazos mirando hacia la barra y quedó pensativo por pocos segundos, después se encogió de hombros.

James: nah... mejor quiero... otro vaso de fernet...

Levantó la mano captando la atención de otro camarero que acababa de llegar allí.

James: hey amigo... preparame un vaso de fernet bien cargado... por favor.

Su padre le agarró bruscamente el brazo bajándoselo a la fuerza, estaba enojado, escuchar a su hijo arrastrando las palabras de esa manera y comportándose así no le gustaba para nada, estaba realmente decepcionado.

James lo fulminó con la mirada y zarandeó su brazo soltándose del agarre de Adam.

James: no... me volvás a tocar... Adam...

Adam no le hizo caso y lo volvió a agarrar del brazo, esta vez con más firmeza para impedir que su hijo se soltara, como era de esperar James protestó enojado.

James: ¡hey!

James trató de zafarse pero Adam no pensaba soltarlo, su padre miró al camarero y le dijo con seriedad.

Adam: no le traiga nada, ya nos vamos.

Luego sonrió tratando de ser amable a pesar de estar muy molesto.

Adam: ¿cuánto le debo?

James se soltó bruscamente.

James: maldito aguafiestas... no me voy nada...

Se cruzó de brazos desafiante.

James: ¡mi vaso de fernet... por favor!

Exigió a gritos, en ese momento llegó el camarero que había atendido a James, traía la botella de cerveza en su mano.

Camarero: ¡James! ¡¿qué te pasa?! ¡¿por qué gritás así?!

Preguntó preocupado, James puso cara de tristeza.

James: amigo... no me quieren traer... mi vaso de fernet.

El camarero frunció el ceño al notar el deprorable estado en el que se encontraba James.

Camarero: te dije que no más fernet, es más tampoco te voy a dar la cerveza, estás muy mal James.

James: pero...

Empezó a protestar James pero Adam se sumó a la conversación antes de que fuera capaz de decir algo más, el camarero no había reparado en él, estaba muy ocupado preocupándose por James.

Cuando lo vio se sorprendió, quedó en estado de shock y con la boca ligeramente abierta, cuando finalmente logró reaccionar dijo en un susurro.

Camarero: sos Adam Levine.

Adam lo escuchó perfectamente, muy enojado replicó.

Adam: así es y usted es el camarero que emborrachó a James, lo voy a denunciar por darle tanto alcohol a mi hijo.

James miró furioso a Adam.

James: no te metás con él Adam... es mi amigo...

Adam lo miró sorprendido.

Adam: pero...

James no lo dejó hablar, señaló al camarero.

James: él me advirtió que no tomara tanto... pero yo le rogué que me trajera más... alcohol, no es su culpa...

Adam miró al camarero arrepentido.

Adam: disculpemé.

El camarero asintió algo aturdido, Adam miró a su hijo y lo regañó.

Adam: James... ¿por qué hiciste eso?

James arqueó una ceja y contestó desafiante.

James: porque yo hago... lo que quiero...

Adam estaba dispuesto a agarrar a James del brazo y llevárselo quisiera o no del bar pero no pudo hacerlo porque de repente un grupo de chicas se acercaron a ellos acorralándolos y gritando como locas "¡ah! ¡es Adam Levine!".

James se tapó los oídos y frunció el ceño, su padre lo miró.

James: ¡ah! maldición... que voces tan chillonas... estoy aturdido...

Dirigió su mirada a la barra, el camarero con el que había estado conversando antes de que llegara Adam lo miraba atentamente, aún con cara de sorpresa.

James: amigo, pasame esa cerveza... es mejor que nada... ya que no me quieren dar fernet...

El camarero rodó los ojos y dejó la cerveza en la barra porque estaba cansado de discutir con James sobre lo mismo.

El castaño estiró el brazo dispuesto a agarrarla pero Adam la agarró primero, James se giró bruscamente hacia él y trató de quitársela pero fue en vano porque su padre alejó la botella de su alcance, James gritó molesto.

James: ¡damela Adam!

Adam: suficiente alcohol por hoy James.

Dijo Adam con seriedad, James bufó, de repente se volvieron a escuchar los gritos de las chicas y chicos que habían seguido a Adam al bar.

Chica: ¡Adam! ¡te amo!

Gritó una chica apoyándose una mano en el pecho y mirándolo soñadoramente.

Chica: ¡casate conmigo mi amor!

Gritó otra, James rodó los ojos y se tapó la boca con su mano para no largar una carcajada, Adam podría ser perfectamente el padre de esa chica así como era el de él.

Su padre lo miró con una ceja enarcada, se había dado cuenta que su hijo quería reírse de él.

Chica: ¡¿y quién es ese chico tan sexy que está al lado de Adam?!

Preguntó otra chica a gritos, James abrió los ojos como platos, Adam sonrió orgulloso, se acercó a él y le dijo en un susurro.

Adam: heredaste mi atractivo hijo.

James lo empujó y se llevó las manos a la nuca en una posición relajada.

James: callate.

Chica: ¡Adam adoro tu música! ¡soy fanática de Maroon 5! ¡además te amo! ¡casate conmigo por favor!

Gritó eufórica una chica, dando saltitos.

Chica: ¡yo quiero que seás mi coach cuando audicione en The Voice el año que viene!

Gritó otra chica, James rodó los ojos, sin previo aviso sintió una mano apresándole el brazo, miró a Adam con una ceja enarcada, la mirada de su padre era seria.

Adam: vámonos.

James zarandeó el brazo, repentinamente molesto.

James: con vos no me voy a ningún lado... soltame Adam...

Adam, lejos de soltarlo, tiró de James acercándolo más a él, su hijo lo miró desafiante.

Adam: no te estoy preguntando si querés venir o no, vas a venir conmigo porque soy tu padre, punto.

James iba a protestar cuando una chica se acercó a ellos.

Chica: ¿me das tu autógrafo Adam?

Dicho eso golpeó a Adam con un cuaderno en el pecho y le ofreció un bolígrafo, se notaba que estaba ansiosa y nerviosa.

Adam la miró con impaciencia, adoraba a sus fans pero en esos momentos sólo quería irse de allí con James.

Adam: eh... si, un segundo.

Soltó a su hijo y dejó la botella de cerveza en la barra para poder escribir en el cuaderno que la chica le ofrecía, cuando acabó de firmar y le devolvió el cuaderno y el bolígrafo, apareció otra chica y luego otra más y así hasta que lo terminaron acorralando, James rió maliciosamente.

James: es mi oportunidad... me largo...

Agarró la botella de cerveza y le pagó al camarero.

James: gracias amigo... me sirvió mucho... hablar con vos.

El camarero le sonrió.

Camarero: de nada James, me alegro de haberte podido ayudar.

Luego agregó sorprendido.

Camarero: aún no puedo creer que Adam Levine sea tu padre.

James se encogió de hombros.

James: ni yo... si tengo que ser... sincero.

James arrastraba cada vez más las palabras.

Camarero: ahora entiendo que el programa del que hablabas era The Voice y la banda a la que te referías Maroon 5.

James asintió, el camarero lo miró fijamente analizando sus facciones y comentó asombrado.

Camarero: increíble, ahora que te miro bien... realmente te parecés a Adam.

James hizo una mueca pero no dijo nada, el camarero miró el círculo de gente que rodeaba a Adam y luego volvió a mirar a James.

Camarero: bueno mejor andate ahora que tenés oportunidad.

James sonrió con malicia.

James: es exactamente... lo que voy a hacer.

El camarero se despidió de él con una sonrisa.

Camarero: suerte James.

James: gracias... ¿cuál es tu nombre?

El camarero rió.

Camarero: Frank.

James asintió.

James: gracias Frank.

James se levantó como pudo y salió a tropezones del bar, estaba muy mareado, veía borroso y distorsionado, el piso se le movía, le costaba muchísimo caminar, aún no entendía como hacía para estar de pie, de repente se preocupó sobremanera.

James: creo que exageré demasiado... no debí tomar... tanto...

Suspiró y agregó con una mueca.

James: maldito alcohol...

Con cada segundo que pasaba peor se sentía, los árboles giraban a su alrededor, la vista se le empezó a nublar abruptamente tapando todo en su campo de visión.

James: el fernet... realmente... me pegó...

Fueron sus últimas palabras antes de que la inconsciencia se apoderara de él.

                           🎵🎵🎵🎵

Dentro del bar Adam seguía firmando autógrafos, trataba de ver hacia la barra pero no podía porque lo rodeaba mucha gente, chicas y chicos jóvenes.

Adam: disculpen, me tengo que ir.

Dijo ansioso, la chica a la que le estaba firmando un autógrafo en ese momento gritó.

Chica: ¡por favor Adam! ¡otro más! ¡es para mi hermanita!

De la nada, un chico se puso al lado de esa chica y miró suplicante al mentor de The Voice.

Chico: ¡yo también quiero uno! ¡quiero que la gente se entere que vi a Adam Levine en persona en Minnesota!

Adam soltó un suspiro.

Adam: okay, les firmo a ustedes dos y listo, disculpenmé los demás, no es por malo pero estoy apurado, otro día firmo más pero ahora me tengo que ir.

Chica: ¿quién era ese chico sexy que estaba sentado a tu lado en la barra Adam?

Preguntó una chica de repente con curiosidad, un grupito de chicas se rieron "era muy lindo", " demasiado", "un chico realmente muy sexy con ese pelo castaño y ojos verdes", "a mí me pareció que tenía el mismo color de ojos que Adam", "es cierto, ese chico se parecía a Adam", eran algunos comentarios que decían.

Adam sonrió con orgullo y dijo totalmente tranquilo.

Adam: mi hijo.

De repente todo el grupo de gente que lo rodeaba gritó "¡¿qué?!" y se quedaron petrificados, con la mirada perdida y la boca ligeramente abierta, Adam rió al ver sus expresiones.

Adam: perdón pero me tengo que ir, tengo que hablar con él.

Un chico le preguntó realmente sorprendido.

Chico: ¿tenés un hijo Adam?

Adam asintió, en ese momento lo empezaron a bombardear con preguntas.

"¿Cómo se llama?", "¿qué edad tiene?", "¿quién es la madre?", "¿tu hijo sabe que vos sos su padre?", "¿a qué edad lo tuviste y con quién?", "¿cuántos años tenías cuando dejaste embarazada a la madre del chico?", "¿tu hijo nació antes de que te hagás famoso?", "¿tu hijo es de Minnesota?", "¿tu hijo es la razón por la cual tomaste una licencia en The Voice?", "¿viniste desde Los Ángeles a Minnesota por tu hijo?", "¿siempre supiste que tenías un hijo y no dijiste nada?", "¿recién ahora te enterás que tenés un hijo?", "¿por qué nadie sabe que tenés un hijo?", "¿de verdad ese chico es tu hijo o estás mintiendo?".

Le hicieron esas y miles de preguntas más que lo estaban mareando a Adam, algunas eran ciertas y otras no pero Adam no tenía tiempo de responderlas en ese momento.

Adam: no se preocupen, uno de estos días voy a dar una entrevista explicando todo, dando todos los detalles pero de verdad ahora me tengo que ir, estoy apurado.

Chico: ¡por favor Adam! ¡no nos dejés con esta intriga!

Rogó un chico, una chica que estaba a su lado también le rogó a Adam por información.

Chica: ¡contanos algo!

Adam soltó un suspiro.

Adam: okay, sólo les diré que mi hijo tiene 18 años, yo no sabía de su existencia, me enteré hace pocos días, por eso vine aquí, a Minnesota.

Chico: entonces viniste a buscarlo ¿verdad?

Adam asintió.

Chica: ¿y él ya sabe que sos su padre?

Adam: si, ya se lo dije, ahora me tengo que ir, tengo que hablar con él, lo lamento.

Escuchó que gritaban "¡esta noticia es una bomba!", Adam esquivó al grupo de gente y se acercó rápidamente a la barra pero no encontró a James, ya no estaba allí, Adam maldijo en voz baja.

Adam: ya se escapó.

No le sorprendía para nada que James hubiera huido, Adam estaba sumamente frustrado, se desacomodó su negro pelo con una mano y miró atentamente los alrededores del bar tratando de encontrar a su hijo pero le era imposible localizarlo con la cantidad de gente que había y que estaba llegando.

Los chicos con los que había hablado ya les estaban comentando a los recién llegados lo poco que les había contado por lo que más y más personas estaban llegando al bar para comprobar si lo que se comentaba era cierto, si no se daba prisa caerían paparazzis.

Adam consiguió salir afuera pasando por alto preguntas que le hacían al tratar de salir como "¿es cierto lo que están diciendo Adam?", "¿tenés un hijo de 18 años y recién ahora te enterás?", "están diciendo que tu hijo se parece mucho a vos, que tiene tus mismos ojos ¿es verdad?", "¿quién es la madre de tu hijo?", "¿cómo se llama tu hijo?", "¿viniste a Minnesota por tu hijo?", "¿cómo reaccionó tu hijo cuando se enteró que sos su padre?", "¿cómo se puso tu hijo cuando le dijiste la verdad? ¿lo tomó bien?", "¿tu hijo te creyó cuando le dijiste que sos su padre o piensa que le estás mintiendo?", cuando ya estuvo fuera comenzó a buscar a James.

Por suerte luego de unos momentos consiguió encontrarlo, James se encontraba bastante cerca del bar, estaba desmayado o dormido apoyado en el tronco de un árbol, Adam palideció.

Adam: ¡James!

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