3

Después de un rato su madre llegó a la escuela, algo normal que llegara tarde ya había avisado de esta situación a los maestros y ellos comprendieron totalmente.

.-¿Que tal tu día en la escuela?-. Pregunto por el retrovisor su madre.

.-Meh... Normal-. Respondió Ruv por automático.

.-El beso en tu mejilla dice lo contrario-.

Esto causo una leve alteración en Ruv para luego darse cuenta que había caído derechito en la trampa de su madre.

.-Pero si no tengo ningún beso-. Respondió tratando de calmar las cosas, algo que no funcionó pues su madre tenía una sonrisa bastante peculiar en su rostro.

La trampa era que su madre lanzaba afirmaciones de manera aleatoria esto para saber si su hijo tenía algo que contar a veces preguntaba "Tienes un poco de chocolate en la mejilla" esto lo hizo cuando Ruv creia que el chocolate era algo sano, esto obvio por qué Ruvyzvat no podía sentir los sabores dulces, haciendo así que su madre le prohibiera comerlos por unos días.

También cuando conocio por primera vez a su amigo Whitty le pregunto algo parecido "Tienes cara de enamorado" algo que no era verdad, o también un "Tienes sangre en la cara" algo que si lo hizo exaltar pese a que no tenía sangre, si se había peleado con Whitty ese mismo día llendo ambos a la dirección y recibiendo un castigo, decidieron que quedaría en secreto, pero a la mamá de Ruv nada se le escapa.

Y así era para Ruvyzvat todos los días, claro solo cuando su madre veía que estaba distraído de lo contrario no funcionaría.

.-Asi que ¿Nueva amiga?-. Miro detrás de ella.

.-Ama, vista al frente-. Señaló a la carretera.

.-Oh cierto-. Acomodo su postura.

Y volviendo a mirar a su pequeño por el retrovisor espero respuesta, Ruvyzvat solo suspiro.

.-Si... no, apenas nos conocimos hoy-. No le quedó más que admitir.

.-¿La conociste hoy?-. Sonrió, estaba feliz por su hijo, casi siempre hablaba de Whitty como su amigo no es que sea malo, pero siempre terminaba el pequeño Ruv en problemas por culpa de aquel niño.

.-Si, es una nueva compañera-. Sacaba unos cuadernos tarea pendientes, las hacia en el camino a casa por qué eran demasiadas.

.-Me alegra eso hijo mío, normalmente a veces llegan amigos que son para toda la vida, claro no digo que con ella sea así pero si hay amigos así-.

Su hijo dió otro suspiro, su madre siempre le decía eso cuando el pequeño Ruv ya no sabía si creerlo, siempre que conocía un supuesto "amigo" terminaba mal, algunas veces era solo por "retos" otros solo por "tener algo a cambio" cómo fue la vez que Ruv llevo pizza de lonche ese mismo día conoció a un disque amigo, al día siguiente fue y el niño jamás le volvió a hablar... Y así una larga lista de casos para Ruvyzvat por eso temia si hacerse amiga de Sarvente, lo único que le hacía pensar que no era así fue lo que paso hace un rato.

El peligrisaseo se encontraba absorto en sus pensamientos que lo atormentaban ya que bueno lo que vivió anteriormente no le hacia creer que Sarvente realmente fuera ser su amiga de verdad...

¿Y si solo es por la comida de mi madre? No, cualquiera puede hacer un sándwich.

¿Para burlarse después de mi? Digo, había quienes solo se acercaban y reían de mi.

¿O un reto? Recuerdo que cuando llego estaba hablando con otros compañeros, tal vez la retaron a eso.

.-¡Ruv!-. Un grito lo saco de sus pensamientos.

.-¿Eh?-. Vio a quien lo llamaba. .-¡Oh! Hola Sarvente-.

.-¿Que haces aquí?-. Se sentó a su lado.

.-Pues espero a mi mamá-. Se asomó a la puerta, para verificar .-Pero no llega-. Vio a Sarvente. .-Tu ¿Aún no te vas?-.

.-Aun no, mi madrastra está ocupada en su trabajo-. Subió sus piernas a la banca para cruzarlas. .-Ademas iba a salir a comprar algo-. Saco un poco de dinero de su bolsillo. .-¿Me quieres acompañar?-.

.-¡Claro!-. Se levantó. .-Oh espera... No creo si mi mamá no me ve, se enojará-. En su cara se reflejo algo de tristeza.

.-Oh entiendo...-. Se levantó. .-Bueno, aún así tengo que ir, es un pedido de mi mamá-. Guardo de nuevo el dinero en su bolsillo. .-Te compraré algo y en caso de no verte por qué llegó tu mamá-. Se acercó a Ruv. .-Te lo daré mañana ¿Ok?-. Levantó su menique.

.-Eeeh claro-. Miro confundido la acción de Sarvente. .-¿Y eso?-.

.-Es una promesa-. Acerco más su menique. .-Con esto juras a la otra persona que cumplirás lo que dices-.

.-No lo veo necesario-. Se retiró un poco.

.-Si tienes razón-. Bajo la mirada Sarvente. .-¡Es por qué siempre cumplo mis promesas!-. Expreso con gran ánimo la niña. .-Bueno me tengo que ir-. Movió su mano en señal de despedida. .-¡Adios Ruv!-. Y se fue por la gran puerta.

.-Adios-. Apenas y se despidió.

Dió un suspiro el pequeño Ruv.

¿La hice sentir mal? No, no creo.

Es que no supe actuar... Jamás hice una promesa ¿Las promesas no se rompían?

.-¡Vamos Ruv, prometo que te lo devolveré!-.

.-Pero ese juguete es mío, yo me lo compré, niño tonto-.

.-¡Mamá Ruv me pegó!-.

.-No te juntes con el, se ve que es un niño peleonero-.

Jamás recuerdo una vez que hayan cumplido una promesa conmigo... ¿O si? No lo sé.

.-¡Hijo!-. Grito su madre. .-Perdon mi niño se me hizo tarde de nuevo-.

.-Tranquila mamá-. La abrazo .-Se que vendrias por mi-.

.-Ay hijo, te quiero mi niño-. Le dió la mano. .-Vente vámonos, que antier no compre cloro y tengo que limpiar la casa-.

Ambos caminaron a la salida, para subirse al carro y luego irse.


.-¡Llegamos!-. Expreso su madre bajando del carro. .-¿Me esperas aquí o me acompañas? No tardaré mucho, solo voy por lo que te mencioné-.

.-Te espero aquí ma-. Bostezo. .-Dormire un rato-.

.-Okey mi niño-. Retiro las llaves del carro. .-Entonces pon el seguro y sube los vidrios por favor-. Cerro la puerta.

Ruv levantó el pulgar desde el otro lado del vidrio viendo a su madre, la cual sonrió y entro en la tienda.

Ruvyzvat sin pensarlo aseguro el carro subio el vidrio y acomodo su mochila como una almohada dispuesto a dejarse llevar por el país de los sueños.


.-Prometo que todo estará bien mi querido Ruvyzvat-.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top