Lucifer no podía decir cuánto tiempo había pasado desde que vio a Alastor. ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? ¿Quién sabe? Definitivamente no era él... Charlie lo hace salir de su habitación, diciendo que no ha estado comiendo. ¿No ha comido? A quién le importa...

Lucifer arrastra su propio cuerpo hasta la barra y le pide a Husk algunas bebidas.

"¿No deberías haber estado comiendo algo?" Lucifer gruñe y Husk prepara un martini de manzana, dándoselo al diablo.

"¿Para qué? Ya no importa... ¡Quiero más!" Lucifer le exige al camarero, mostrando su vaso vacío. "Solo cometo errores... ¡Soy un desastre! ¡No puedo hacer nada bien! ¡Incluso cuando intento hacer cada pequeña cosa bien, me aseguro de explotar en el aire! ¡Como un idiota! ¡Así de estúpido soy! No valgo nada... Por eso me arrojaron al infierno... Un pedazo de mierda, que no vale nada como mi..."

—Caray, hombre. ¡Tranquilo! —le dice Husk al diablo, suspirando—. Mira, no sé realmente qué está pasando entre tú y el jefe, y no quiero saberlo. Pero... solo te estoy ayudando porque ahora mismo eres muy miserable. ¡Ni se te ocurra contárselo a Alastor!

—¡Jamás lo haría, Musk!

—gruñe Husk—.

Habla con Rosie. Es la señora de Cannibal Town, gran amiga de Alastor. Ella puede ayudarte.

Los ojos de Lucifer brillan, se levanta y abraza fuerte a Husk.

—¡Qué amigo eres, Musk!

—¡Y estás borracho! Quizá debas ponerte sobrio antes de hablar con ella. ¡Ni siquiera puedes hablar correctamente ahora mismo!

—¡Buen amigo! —Lucifer abraza fuerte a Husk—.

Sí, sí. Ahora vete.

Lucifer regresa a su habitación, come algo que agarró en la cocina, se cura, se pone sobrio y, después de ducharse, se teletransporta a Cannibal Town.

'¿Conozco a Rosie? El nombre me suena... Rosie... Rosie...'

Lucifer sigue pensando en el nombre familiar, va por la ciudad y ve un Emporio, entra y recuerda.

"¡Tía Rosie!" Grita, los caníbales lo miran confundidos y salen corriendo.

Lucifer observa a casi todos salir corriendo mientras sigue mirando con cara de vergüenza. El señora caníbal va hacia él y cambia su pose, tratando de ser más regida.

—¡Su Alteza! ¡Qué sorpresa! ¿Qué está haciendo aquí en mi humilde tienda? ¿Ha venido a comprar algo?

—Creo que sabes por qué estoy aquí.

—Bien. Venga conmigo. —Rosie

lo lleva a una cómoda silla en la parte de atrás con una mesa de café en el medio—.

¿Quiere un poco de té?

—Sí, por favor.

—¡Ah! ¡¿No es usted muy educado?! ¡Veo que la querida Charlie le quita eso a su padre! —Rosie pide dos tazas de té y toma una, bebiéndola—. ¿Qué puedo hacer por usted, Su Majestad?

Lucifer suspira, tomando la taza y bebiendo también.

"Oh... esto sabe bien".

"Me alegra que te guste". Rosie sigue observando al rey del infierno. "Estás aquí por Alastor, ¿no?"

"¡Sí! ¡Yo! Yo... No estoy segura de lo que te dijo Alastor, pero me arrepiento".

"Así que realmente te arrepientes de haberlo besado".

"¡¿Qué?! ¡No! ¡No, no, no! ¡El beso no fue la parte equivocada! ¡Fui yo! ¡Debería haber pedido permiso!" Lucifer se pone las manos en la cara, suspirando en voz alta. "¡Soy un hombre muy, muy estúpido!"

"Lucifer, disculpa la forma en que te hablo, pero... ¿Cuáles son exactamente tus intenciones hacia Alastor?"

Lucifer observa a la señora supremo.

'¿Debería decírselo? Tal vez se alegre de saber que es la tía favorita de su hijo que aún no ha nacido... O tal vez no... Si se lo digo, ¡tal vez pueda arruinar todo! ¿Qué hago? ¿Qué le digo? ¿Qué debería hacer?'

—¿Su majestad? —preguntó Rosie cada vez más enfadada—.

Matrimonio.

—¿Qué?

—Quiero casarme con él.

—Su Alteza, ¿no está...?

—No. Ya no.

—Si Alastor dijera que está interesado...

—Se lo preguntaría en un abrir y cerrar de ojos. Se lo preguntaré —dijo Lucifer decidido.

—¿Tal vez sabes sobre la oscuridad...?

—Sé sobre el Wendigo. —Rosie abrió mucho los ojos—. Por eso traigo esto. —Lucifer muestra una botella con un líquido dorado adentro—. Eso es para él. Dáselo de mi parte, por favor. Lo ayudará un poco. Voy a hablar con los otros Pecados para que me den su sangre. Si... Si Alastor no me perdona, dale la sangre, por favor. —Lucifer suena y parece temeroso—. No quiero que el Wendigo tome el control de su cuerpo. —Rosie

tomó la botella y sonrió—.

¿Sabes que esa es una forma de matar al Wendigo?

—Lo sé. Pero eso también matará a Alastor. No voy a hacer nada para dañarlo. ¡ENCONTRARÉ algo para ayudarlo! Cualquier cosa para ayudarlo.

—Vaya, vaya, ¿no eres un hombre romántico?

Lucifer sonríe torpemente y se pasa la mano por el pelo.

"Jaja... Yo..."

"¿Por eso estás aquí? ¿Para que te ayude con Alastor?"

"¡¿Qué?! ¡DE NINGUNA MANERA!" Lucifer se levanta pero se sienta, muy nervioso. "Mira... ¡Lo siento! Sé que eres una buena amiga de Alastor. Solo vine aquí para explicarte lo que pasó y para darte la botella. Si necesita más, por favor dímelo". El rey del infierno se pone de pie de nuevo. "Y por la ayuda... Realmente la necesito, ¡PERO! ¡Lo haré por mis propios méritos! ¡No me importa cuánto tiempo lleve! ¡Me casaré con Alastor!"

Rosie sonríe feliz.

"Entonces, le deseo la mejor de las suertes, Su Majestad". Lucifer salió de la tienda.

Lucifer lleva días estudiando las recetas de Canjun... ¿Días? ¿Semanas? ¡Días! Probablemente... Tal vez... ¡Necesita un calendario! Todos los días y todas las noches pone la comida que ha preparado delante de la puerta de la habitación de Alastor. A veces con vino, otras con Courvoisier, pero siempre con la comida.

Él sabe que nunca haría una comida tan deliciosa como la que hace Alastor, pero intentará hacer feliz a su futura esposa. Lucifer vuelve a mirar los ingredientes para hacer Jambalaya.

"Uf... Son muchos mariscos... ¡La nevera no tiene nada de eso! ¿Quizás Levi podría ayudarme?" Lucifer llama a Leviathan, pidiéndole algo de marisco, y lo ve aparecer, tomándolo y agradeciéndole. "¡Eso debería funcionar!"

Lucifer comienza a cocinar y ve la sombra de Alastor acercarse a él y abrazarlo.

"Aww... ¿no eres dulce? ¿Oles la comida?" La sombra asiente. "¿Puedes saborearla?" La sombra niega con la cabeza. "Oh... ¡Pero puedes ayudar con los ingredientes! ¿Qué le gusta poner a Alastor?"

Lucifer vio que la sombra señalaba algunas especias, las tomó y revolvió la olla, probándolas.

"¡Esto sabe mucho mejor! ¡Gracias!"

La sombra abraza a Lucifer de nuevo y el diablo le devuelve el abrazo.

"Eres muy muy dulce. Ojalá Alastor pudiera ser así..." le dice Lucifer triste y la sombra lo "besa" en la mejilla, haciendo que Lucifer se sonroje. "Oh... Gracias." Sonrió y observó a la sombra sonreír maliciosamente mientras cerraba sus "ojos". Parecía estar esperando algo... Lucifer se dio cuenta de que se sonrojó, se acercó a la sombra y puso suavemente sus labios sobre lo que se suponía que eran sus labios. Casi podía sentir los labios de Alastor... Es frío, pero tan suave... La sombra desaparece y Lucifer abre los ojos, mirando a su alrededor en busca de la sombra. ¡¿También se equivocó con la sombra?!

—¿Hola? —Lucifer mira a todos lados, pero no ve nada de la sombra—. Uhm... ¿Sombra pequeña? ¿

Cómo debería llamarla? Bueno, es parte de Alastor... Entonces...

—¿Cariño? Nada. —¿Cariño?

Tal vez a la sombra no le gusten los apodos lindos...

—¿Querido? ¿Cariño?

—Lucifer le lleva la comida a su futura esposa, como antes y todavía no hay señales de la sombra—.

¿Botón de oro? ¿Calabaza? ¿Tarta de manzana?

—Lucifer suspira...

'Esto claramente no está funcionando... ¿Ni siquiera a la sombra le gusta mi beso? ¡Uf! ¡Pero mi esposa sí! Alastor, él... Él sí... ¡¿Qué estoy haciendo mal?! ¡Qué difícil! Ha pasado una eternidad desde que coqueteé... Bueno... Intenta coquetear con alguien...'

Lucifer se pasa la mano por la cara, exhausto. No solo coqueteando, sino interactuando con otros demonios. Ni siquiera puede recordar cuándo habló con los Pecados. ¿Con Stolas? ¿Habló alguna vez con él? ¡Incluso con Levi! Por lo general, hablaban en el pasado. Ahora, Lucifer ni siquiera sabe cuánto tiempo ha pasado realmente... Necesita llamar a Leviatán y explicarle sobre el Wendigo.

Tal vez lo ayuden por el problema. Un Wendigo en el infierno es algo importante... ¡Quizás incluso lo sea El Wendigo! El primero. Eso explicaría por qué sintió el poder de la cosa tan antigua. Alastor... Lucifer sonríe.

'Solo tú me haces salir de mi habitación... Fuera de mi lugar de trabajo en años... Para volver a hablar con la familia real y los pecados... Para interactuar... Para ser... Un rey de nuevo... Pero... ¿Qué sentido tiene ser un rey sin mi reina?'

Lucifer suspira mientras entra en el último piso del hotel.

Lucifer toca la puerta, dejando la comida con un vino tinto, y comienza a irse cuando la puerta se abre, ve a Alastor mirando la comida y a él.

"Alastor, yo... ¡lo siento! Yo..."

"¿Sabías que no me gusta el contacto físico?"

"Sí..." Lucifer mira hacia abajo.

"¿Sabías que se siente como si mi piel se estuviera arrastrando y quemando?"

"Yo... No... sabía... Lo siento".

"Y yo que pensaba que querías ser mi amigo". "¡

Quería! Quiero decir, ¡todavía lo quiero! ¡Oh! ¿Rosie te dio la botella de sangre?"

"Sí".

"¡Oh! ¡Eso es bueno! ¡Y no te preocupes! Uhm... ¿Podemos seguir siendo amigos? Realmente me gusta hablar y beber contigo. Lo entenderé si no lo haces, pero... ¿Por favor?"

"¿Qué tipo de amigo hace ese tipo de cosas?"

"Lo siento, Alastor. Lo siento mucho. No debería..."

"¿No deberías besarme?" Alastor arqueó una ceja.

—No debería besarte sin tu permiso. Lucifer vio que las mejillas de Alastor se pusieron rojas y cuando intentó hablar, el demonio de la radio cerró la puerta con la comida que había preparado y Lucifer sonrió.

"Supongo que esto está funcionando".

—Ozzie, yo... Sí... Yo... Ozzie, es... Uhm... ¿Quizás?... Ozzie... Esto es bastante importante... Ozzie... ¡ASMODEUS! —Ozzie

finalmente deja de hablar, le gusta, pero cuando está emocionado es peor que Stolas hablando de sus libros favoritos—.

Ozzie, esto es serio. Sí, lo sé. No te preocupes... Te lo diré... Sí... Tal vez lo hagas... ¡Gracias, Ozzie! Yo también quiero conocerlo. ¡Adiós!

Lucifer cuelga y suspira.

"Está bien, entonces, Stolas, Bee, Bel, Levi, Ozzie y tal vez Satan, Bee va a hablar con él... Mammon ahora va a ser un problema... ¡uf!"