Lucifer regresó al hotel, sintiéndose mucho mejor ahora. Después de gritarle a su personal por verlo a él y a Alastor besándose, creyó que era mejor regresar al hotel. Ahora está en el bar, divertido y con aspecto de niño ante los trucos que Husk le está mostrando con las cartas. El gato es muy talentoso.

—¡¿Cómo lo haces, Musk?! ¡Es increíble! —Husk sonrió—.
Un mago nunca revela sus secretos.
—¡Quiero ver más!
—¿No necesitas ayudar con el hotel? —Lucifer miró a su alrededor y sonrió—.
No... Charlie y Alastor están teniendo una reunión. Yo me jodo un poco con los pecadores que se interesaron en el hotel...
—Que le jodan —le dijo Husk—.
¿Qué?
—Es que le jodan.
—¿Qué dije?

Husk estaba a punto de decirle cuando Angel llegó y se sentó al lado del diablo, sonriéndole a Lucifer.
"Entonces... Era Smiles entonces..." Angel le dijo al rey cuando Husk estaba preparando una bebida.
"¿Qué?" Lucifer cuestionó sin entender.
"Angel, deja a Lucifer en paz. ¡Y NO quiero saber qué está haciendo mi jefe con su novio!" Lucifer se sonroja.

'Entonces, esto es real... Alastor ES mi novio... mío... Eso se siente bien.'

Husk le entregó una bebida a Angel y a Lucifer quien lo miró con un signo de interrogación en su rostro.
“Le pido a Husk que te haga un Sex on the Beach. Hablando de cada uno…” Lucifer toma el cóctel y lo bebe, sonriendo y haciendo una mueca que se le nota al barman que entiende que al cliente le gusta. “¿Cómo fue el sexo con Creepy Face? Pensé que no le gustó…”
“No le gusta.” Dijo Husk como si fuera un hecho y Angel miró al diablo de nuevo.
“Entonces… No fue tan bueno si no lo quieres contar…” Dijo Angel con una voz que parecía que no estaba interesado.
Lucifer terminó su bebida y suspiró, luciendo decepcionado, Angel Dust sonrió.
“¡Fue fantástico!” Angel abrió los ojos. “¡Mierda! … ¡Olvidé la cama rota! ¡Necesito arreglarla!” Angel miró al diablo con incredulidad.
“… ¿Qué? ¿Rompiste la cama?”
“¿Eh? Oh… Sí…”

Angel abre los ojos, su mente explota y se levanta.
“¿Quién es el de arriba?”
“¡¿Qué?!”
“¡Angel!” gritó Husk.
“¡¿Qué?! ¡Esta es una pregunta importante!”
“Yo…” Lucifer no sabía qué decir, su teléfono sonó, se levantó y contestó.

—¿Hola? … ¿Paimon? … ¿Qué? … Uhm… Supongo que sí… Espera, ¿dónde has oído hablar de eso? … Sí… Uhm… ¿Seguro? Lucifer cuelga el teléfono con expresión perpleja.

Charlie y Alastor regresaron y observaron que todos miraban al diablo que seguía mirando su teléfono.
"¿Papá? ¿Qué pasa?"
"Uhm... Paimon acaba de llamar... Escuchó a alguien decir que ya no estoy casado y... Quiere hablar..."
"¿Solo hablar?", cuestionó Charlie.
"Yo... ¿Supongo...?"
"Uhm... Papá... No quiero decírtelo pero... Uhm... Paimon siente algo por ti..." "
¿Qué cosa?", preguntó Lucifer confundido y Alastor prestó atención a la conversación.

—¿Agendaste una reunión con él? —preguntó Alastor y Lucifer miró su teléfono y luego al demonio de la radio—.
Una reunión es demasiado... Solo quiere hablar... Me preguntó si estoy disponible el fin de semana, por la tarde.
—¡Perfecto! ¡Me aseguraré de ir! Ayuda a Charlie con lo que necesita ahora mismo, ¿verdad Charlie? —preguntó Alastor a la chica que solo asintió un poco incómoda.
—¡Por supuesto, Alastor! ¡Está bien! Vaggie me ayudará cuando no estés aquí...
—¡Perfecto!

—Charlie, está bien. Es solo Paimon, solo quiere hablar de… Algo...
—Charlie se acerca a Alastor y le susurra—.
Alastor, observa más de cerca a Paimon... Tiene… Algo por papá... Creo que le gusta papá...
—Alastor observa lo que dice Charlie y está de acuerdo con ella mientras Lucifer intenta entender de qué están hablando.

—Entonces, ¿cuándo es la reunión? ¿Este fin de semana?
—¿Sí... sí?
—¡Genial! ¡Me aseguraré de limpiar mi agenda!
—Alastor, no tienes que venir. Es solo... probablemente una charla aburrida.
—Como tu novio, necesitaré interactuar con el resto de los nacidos del infierno, incluida la realeza. Lucifer le sonrió a su novio.

'Su novio... Esto suena muy bien...'

Lucifer entra en una habitación con Alastor a su lado, en una elegante silla real, Paimon se pone de pie y cambia su apariencia, gruñendo mientras el entorno se vuelve todo blanco y negro, con solo sus ojos brillando en rojo. Alastor lo mira sin impresionarse, su sonrisa se ensancha como si le doliera, observa al diablo que también lo mira como si lo hubiera visto un millón de veces, lo cual es muy posible.

—¡Ahh! ¡Su Majestad! ¡¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estuve en su oscura presencia?! —Dijo Paimon, acercándose a Lucifer mientras Alastor lo observaba con ojos y una sonrisa que podía matar.
—Paimon… ¿Qu… Qué… Cómo estás? —preguntó Lucifer un poco torpe.
El búho demonio real observa al diablo con una gran sonrisa en su rostro y una cara de molestia hacia Alastor, quien lo mira de la misma manera.

—Lucifer, ¿qué estás haciendo con este pobre pecador? Eres el último demonio que creo que tendrá algún tipo de... Guardia... uno pobre, no el último...
—Lucifer parece enojado y el sonido de un chillido de radio suena fuerte en la habitación, con la sonrisa de Alastor ensanchándose tanto como puede, y su ojo tiembla.
—Paimon... —dijo Lucifer con su voz enojada mientras sus ojos cambiaban a rojo y sus cuernos se hacían más grandes, pero antes de que pudiera decir algo más, Alastor lo agarró del hombro, sonriéndole a él y al demonio búho.

—¡Jaja! ¡No! Estoy con Lucifer —dijo Alastor con su sonrisa agudizándose hacia la lechuza y sus ojos entrecerrándose—. Alastor. Un placer conocerte. Todo un placer —Paimon
observa entre los dos, sin prestarle atención al pecador, agarra las muñecas de Lucifer y lo mueve para sentarlo en una elegante silla, la cual sienta frente al rey del infierno, observándolo muy intensamente—.
He escuchado algunas cosas entre los Pecados y los demás Goetia, no como los importantes… pero chismean. Dijeron que ya no estás casado —Lucifer
parpadea rápidamente—. Esos rumores… ¡Mierda! ¡Se propagan rápido!

Alastor iba a sentarse al lado de Lucifer pero Paimon hace desaparecer la silla y el demonio de la radio casi se sienta en el suelo, pero sus reflejos son más rápidos e invoca una silla más grande con astas en la barandilla superior.

—Eh... ¿Qué haces tú, pobrecito, con nosotros? Estoy intentando hablar con el rey del infierno. ¿No lo conoces? Tu cerebro es tan pequeño que no puedes comprender. Ve... Mata algo. No sé, haz algo como lo que haces... —Paimon sigue hablando con Alastor y Lucifer se enoja cada vez más con esa palabra—.
Paimon.
—¿Sí? Oh, sí... Me preguntaba... ¿Eso significa que estás soltero?

—Ya no está casado, pero… —dijo Alastor, moviendo sus dedos hacia la barbilla de Lucifer, quien hizo un gesto con los dedos largos de su novio. El demonio de la radio hace que el diablo lo mire pero él mantiene sus ojos en Paimon, quien lo observa con cara de fastidio, y le da un pequeño picotazo al rey del infierno, y el búho se pone furioso, poniéndose de pie mientras su poder recorre toda la habitación—.
¡ ¿Cómo te atreves a tocar al rey del infierno de esta manera?! —dijo Paimon con voz gruñona mientras su poder seguía creciendo y cambiando.

Lucifer se levanta, se pone frente a Paimon y lo mira arqueando una ceja.
—Paimon, ¿por qué me pides que venga aquí?
—¿Eh? Uhh… Yo estaba… Bueno, Su Majestad, decían que usted…
—Ah sí… —Alastor se levanta y pone sus brazos alrededor del cuello de Lucifer, abrazándolo como una bufanda, lo que hace que Paimon parezca enloquecido—. Parece que este pajarito tenía curiosidad por tu situación amorosa.
Paimon se hace más grande, sus ojos brillan como un poder blanco y negro que lo rodea.
—¡¿Pajarito?! Tú
… —Paimon. —Dijo Lucifer con irritación en su voz, y el demonio búho volvió a la normalidad, al ver al pecador alejarse del demonio, se inclinó un poco, tomando la mano de Lucifer y besándola.

Alastor lo mira furioso, con Paimon sonriendo al demonio de la radio, mientras se levanta de nuevo y observa al rey con ojos tiernos.
"Solo quería saber cómo estás, Majestad. Fue un matrimonio muy largo, debe ser difícil para ti... Y estaré aquí en cualquier caso", dijo Paimon con los ojos puestos en el diablo y el pecador.
Lucifer mira a su alrededor sin comprender la habitación.
"Si ese es el caso, seguro que quiero algo". Paimon se emociona, abrazando de lado a Lucifer y alejándolo de Alastor.
"¡Por supuesto! ¡Soy tu demonio más leal!"
"Uhh... Genial. Necesitaré tu sangre".
"¿Qué? ¿Para qué?"
"Si hablan de mi matrimonio, probablemente hayas oído hablar del Wendigo".
"Su Majestad, ¿es prudente hablar de algo tan... uhh... delicado delante de un don nadie?

Lucifer se ve furioso y se aleja de la lechuza.
—Este don nadie es el Wendigo.
Paimon mira a ambos, arqueando la ceja.
—¿Este… pobre pecador…? Su Majestad, ¿está seguro?
Lucifer mira a Paimon con seriedad.
—¿Estás tratando de cuestionarme, Paimon?
—¡No, no, no, no! ¡Su Alteza Oscura! Solo estoy… ¡Sorprendido por esta información! Eso es todo.
—Entonces, si no quieres causar más problemas, te sugiero que le des tu sangre. Dos botellas.
—¡¿Qué?! Yo… yo… —Lucifer lo observa con una cara seria. —Por supuesto, Majestad. Paimon chasquea los dedos haciendo que dos grandes y elegantes botellas aparezcan en la mesa de café.

—Supongo que no tenemos nada más que decirte. Ya que estás muy ocupado. —Dijo Alastor sarcásticamente abrazando al demonio. —¿Nos vamos, cariño? —le dijo a Lucifer pero miró a Paimon, inclinándose hacia el demonio y susurrando. —Podemos hacer algunas… Actividades…
—Lucifer mira adorablemente al demonio de la radio, derritiéndose y mirando a Paimon, chasqueando los dedos y haciendo desaparecer las dos botellas—.
¿Eso fue todo? Yo… Necesito irme.
—Su Majestad, yo…
—Paimon intenta poner una mano sobre Lucifer pero Alastor mueve al demonio y lo besa, quien regresa más que entusiasmado. La lechuza intentó llamar de nuevo, pero estaban muy ocupados, las manos de Lucifer fueron a la espalda de Alastor y debajo del frac.

Lucifer distrayéndose con la boca y las manos de Alastor, abre un portal, pasando a través de él hacia el palacio, sin alejarse del demonio de la radio.