Maestro- ¿Cómo iban vestidos?

Satsuki- De blanco.

Maestro- *Se lleva los dedos a la barbilla* Sí... es eso...

Satsuki- ¿El qué?

Maestro- *Se levanta del sofá* Lo siento Satsuki, tengo que confirmar una cosa.

Se fue sin decirme nada. Me ha dejado con la intriga. Para olvidar un poco el tema me fui a dormir, sin cenar.

Me levanté en medio de la noche, miré mi teléfono para saber la hora. Las tres de la mañana. Me levanté para irme al baño para después dirigirme a la cocina. 

Agarré cualquier cosa y la puse a calentar. Eran patatas fritas. Las puse en una bolsita del tamaño de mi mano y empecé a caminar hacia mi habitación. 

Justo me detuve al ver que la luz de la habitación del Maestro estaba encendida. Pasé por delante sin darle mucha importancia, hasta que oí una voz.

Me escondí de forma que él no pudiera verme, ya que la puerta estaba casi cerrada, dejando un espacio por el que se podía ver el cuarto. 

Maestro- ¿Entonces sí es eso? ¿Satsuki tiene eso?

¡He oído mi nombre! 

Está hablando por teléfono. Como esta situación me involucraba, decidí escuchar.

Maestro- Entonces, ¿ha habido otra traición? ... Entiendo... En mi opinión, creo que eso va a ser bueno para nosotros... 

Me estoy perdiendo cada vez más... ¿Otra traición? ¿Bueno para ellos? ¡¿Qué rayos era eso que me tomé y qué es "eso" que tengo!? Necesito que me aclaren esto de una vez por todas. 

Esperé a que terminara de hablar y colgase. Decidí entrar a hablar con él. Toqué la puerta y cuando escuché un "pasa" entré.

Maestro- Sé que estabas escuchando.

Satsuki- Ah...

Maestro- Supongo que quieres saber.

Satsuki- Sí.

Maestro- Te lo diré. Tienes tentáculos. Normalmente eso te lo inyectan, pero este no es el caso. A ti te lo han hecho beber. ¿Alguna vez sentiste que algo salía de tu cuerpo?

Satsuki- Eh... No...

Maestro- Entonces, todavía no lo has "despertado". Prueba a... No sé, imaginar que estos salen.

Satsuki- Vale. *Obedezco* ¿Eh? 

Veo que  un tentáculo pasa por mi lado, lo estaba controlando. Era de color rojo carmesí y con una estructura muy delgada.

Maestro- Esto el como ese poder que tienes de multiplicar cualquier parte de tu cuerpo en algún otro lugar y controlarlo, ¿verdad?

Satsuki- Algo parecido.

Maestro- ¿Estás segura de que no te duele la cabeza?

Satsuki- No, me encuentro perfectamente.

Maestro- ¿Eres humana?

Satsuki- ¿A que viene esa pregunta? Claro que lo soy.

Maestro- Bueno, tienes poderes que no se sabe porqué los tienes y estos tentáculos te deben de costar la vida.

Satsuki- *Sonrío preocupada* Diciéndolo así, parezco un monstruo.

Maestro- En fin. Eso es todo lo que querías saber, ¿verdad? Ahora vete a dormir para recuperar energía.

Satsuki- Ok.

Como me ordenó el Maestro, me fui a dormir. 

Eran las 9:30 de la mañana, miré a un lado, hacia la cama de Carla, no había nadie. Miré hacia el cuarto de baño que estaba en la habitación, y justo ella salió con una toalla, indicando que se había acabado de duchar. Miré el móvil, vi un mensaje de Karma.

Karma

Te echo de menos querida. Cuando vuelvas quiero que me des muchos mimos.

Sí, si. Y también hijos si quieres. 

Tampoco me importaría 7u7

Me sonrojó su respuesta. Salí del chat. 

Me levanté para asearme, pero Carla se percató de mi rojez. 

Carla- ¿Qué te pasa, Satsuki? ¿Por qué estás tan roja? ¿Tienes fiebre?

Satsuki- No es nada, tranquila.

Sonreí para que vea que todo estaba bien. Maldito Karma... 

Salí del cuarto de baño y esperé a que llegase la noche para la acción.

Llegó la noche y nosotros ya habíamos puesto en plan en marcha. Caminamos con ropa que no llamara la atención, y nos separamos, yendo cada uno por entradas diferentes hacia el callejón al que dirigía el objetivo. 

El camino que elegí yo era el "más fácil" para capturar y asesinar al sujeto. 

Precavidamente fui avanzando hacia el lugar donde se iban a derramar manchas  de sangre. Me escondí en la esquina donde no pudiera verme.  Escuché algunos pasos acercarse y, en el momento perfecto, salté hacia él, inmovilizándolo sosteniéndole los brazos, estando encima.

Me fijé mejor en su rostro, vi quién era...

Satsuki- ¿Iniko?

Iniko- ¿Satsuki?

Satsuki- ¿Tú eres el traidor del Maestro?

Iniko- ¿Maestro? ¿Te refieres Akane? ¡Él fue quién me traicionó!

Satsuki- ¿Cómo?

Me quedé sin respuestas, ya que Carla y el Maestro vinieron. Iniko me empujó a un lado. Me distraje. Carla y el Maestro no se quedaron atrás y pasaron por mi lado gritándome "¡De prisa, levántate!" 

Enseguida recobré el sentido, y me puse también a correr un poco confusa.

¿Iniko era asesino? ¿Por qué tengo que matarlo? ¿Seré capaz de asesinarlo? Él me había abandonado, pero es cierto que se había tomado la molestia de cuidarme. En el fondo, no podía soportar la idea de su muerte. 

Seguí corriendo y sin darme cuenta, ya habíamos perdido de vista a Iniko. Todavía estaba en shock. 

Carla- *Pasando la mano por mi cara*¿Hola? ¿Satsuki? ¿Estás bien?

Satsuki- *Volviendo en mí* ¿Eh? ¡Oh, sí! Perdona, he dejado que escapase.

Carla- No pasa nada, pero la próxima vez debes estar más atenta. Tú tienes más potencial que esto.

Satsuki- Sí, perdón.

Maestro- Un momento, ¿conoces a ese sujeto?

Satsuki- ... Sí...

Maestro- ¿Qué relación tenéis?

Satsuki- No mucha... Solo que... Él me cuidaba cuando yo era pequeña y... Lo siento mucho pero no creo poder asesinarlo...

Maestro- Entiendo. Entonces, no formarás parte de esta misión. A cambio necesito que busques y mates a sus cómplices.

Satsuki- ¿Cómo lo hago?

Maestro- Vamos al hotel y te lo explico ahí.

Tomamos un taxi para volver de nuevo al lugar de hospedaje. Entramos, nos acomodamos, el Maestro abrió su portátil y me mostró en él la estructura de un edificio, con todos sus cuartos a la vista. 

Maestro- Te vas a infiltrar ahí, y tienes que localizar a estos dos hombres *Me enseña dos fotos de dos hombres*. Lo tienes que hacer mañana.

Satsuki- Entendido.

Al día siguiente me dirigí a una dirección que el Maestro me había dicho. Fui sola, los otros dos habían ido a hacer lo que habían venido a hacer. 

CONTINUARÁ...