En mi regreso a casa me acompañó Ayame, como casi todos los días. Asano se iba siempre con su padre, lo cual me entristecía, porque quería que estuviese con nosotras también.

Recordé lo que él me dijo y acto seguido le comenté a Ayame.

Satsuki- Ayame, Karm-... ¡Digo Asano! Nos invitó para quedar en el centro comercial. ¿Te apuntas?

Ayame- ¡Claro! Pero... ¡estás tan enamorada de Karma que casi dices su nombre por accidente! *Se ríe de mi torpeza*

Satsuki- Ay, ya está bien. Sólo fue un error. *Sonrío por mi torpeza yo también* Será a las cinco, ¿voy a tu casa a recogerte? 

Ayame- Vale, ¡te estaré esperando!

Después de la conversación nos separamos en el mismo cruce de todos los días. Ella cruzando la carretera y yo siguiendo la acera.

Eran las tres y media, hora en la que siempre vuelvo a casa después de la escuela. No comí mucho, porque tenía que estudiar y hacer los deberes, y para eso solo me quedaba 1 hora y algo más. Decidí hacer primero la tarea y cuando volviese a casa estudiar, y para eso solo me quedaba 1 hora y algo más. Decidí hacer primero la tarea y cuando volviese a casa estudiar, es lo que me prometí al final.

Cuando quedaban 40 minutos ya me estaba terminando de duchar, me sequé el pelo y me peiné. Soy muy estricta en cuanto al aspecto en una quedada se refiere.

Subí arriba con la toalla puesta y elegí la ropa que me iba a poner. Como atuendo iba a llevar una chaqueta negra que me llegaba como mucho hasta la cintura, con una camisa suelta cuyos botones tenían un estampado de leopardo al que no se le notaba mucho. También me puse unos pantalones pitillos azules claros que marcaban mis piernas a la perfección. No siempre tengo oportunidad de ponerme esta ropa.

Estando ya vestida bajé al salón, miré la hora y todavía quedaban 25 minutos, era demasiado pronto para irme a casa de Ayame porque su casa estaba un poco cerca de la mía, así que sólo tardaba en llegar unos siete minutos.

Me dí la vuelta para subir a mi habitación y disfrutar de los 15 minutos, más o menos, que me quedaban antes de ponerme mis zapatillas blancas. Justo en ese momento me encontré de frente a Karma. ¡Me dio un tremendo susto! No había notado que estaba detrás mía. 

Karma- ¡Hola querida!

Ya empezamos... 

Karma- ¿A dónde vas estando tan arreglada?

Satsuki- He quedado con Ayame y Asano. 

Karma se ha colado tantas veces ya que ni voy a preguntar porqué está aquí, porque siempre me respondía "estoy aburrido" "me apetecía molestarte" y esas cosas.

Karma- ¿Y no me invitas a mí?

Satsuki- No, porque está Asano y no os soportáis, además, fue él quien me invitó a mí y a Ayame.

Karma- ¿Y si te obligo a quedarte conmigo?

Satsuki- ¿Cómo?

Karma- Quiero que te quedes conmigo.

Satsuki- Karma, no empieces con tus caprichos. Si quieres puedes quedarte conmigo hasta llegar a casa de Ayame, pero no mucho más.

Karma- No, quiero estar sólo contigo.

Satsuki- Lo siento, pero no puedo, yo siempre cumplo con mi palabra. Si dije que iba a estar esta tarde con ellos, voy a estar.

Karma- *Se pone encima mía inmovilizándome contra el sofá y, como siempre, sonríe característicamente* No si no te puedes mover.

Satsuki- *Ya con la cara completamente roja, pero intentando estar lo más tranquila posible* Karma, suéltame, por favor haré lo que quieras que que no sea disfrazarme.

Karma- Que no sea disfrazarte... ¿eh? *Sonríe diabólicamente*

Mierda, ya la cagué, ¿verdad?

Satsuki- Me da mala espina esa sonrisa.

Karma- *Me suelta, pero mantiene su cara cerca de la mía, ardiendo a más no poder* Si quieres que te deje ir... Bésame.

Mis ojos se abrieron tanto como platillos, si mi cara antes estaba ardiendo, ahora se está quemando y mi corazón no paraba de bailar, porque él... Él me gustaba pero, ¿besarle no significaría admitir que me gusta? ¿Es una de sus bromas pesadas para incomodarme?

Él seguía a la misma distancia de mi.

Satsuki- No te voy a besar Karma, (aunque se notaba que me gustaría). 

Karma- Pero si estás ardiendo, ¿tienes fiebre?

Satsuki- ¿Puedes separarte de mí? Necesito lavarme la cara.

Karma- Claro, no te vayas a escapar, querida. *Por fin se aparta*

Ignoré esa palabra que tanto odio. Me fui al baño, sabiendo que Karma no me iba a dejar ir fácilmente. Me lavé la cara con el agua más frío que el grifo podía sacar. Me sequé la cara, respiré profundamente un par de veces para tranquilizarme. Y salí. Le miré nerviosa, cuando decidí decir por fin:

Satsuki- Por favor Karma, cuando vuelva, si quieres, te doy el beso.

Karma- Entonces... ¿Me estás invitando a dormir aquí?

Satsuki- No eso no es-

Karma- *Llama al parecer a su madre* Hola, te llamaba para decirte que voy a dormir en casa de un amigo, voy a pasar por casa para coger el pijama y el cepillo de dientes, ¿sí? Chao. *Cuelga*

Me quedé petrificada, ¡NUNCA HACE CASO A LO QUE LE DIGO! Me quedé ahí viéndole como si hubiera visto a una persona vomitando una serpiente.

Karma- ¿A qué hora vuelves?

Satsuki- No te importa si sabes que voy a volver.

Karma- No tardes, estaré esperando ansioso.

Sobraban cinco minutos antes de irme a casa de Ayame, pero no me importó, así que me puse las zapatillas y salí rápido de casa.

Ahora sí que no iba a esconder lo que pensaba de verdad. ¡Me iba a besar con Karma! ¡Con el chico que me gusta! Estuve con la cara roja durante todo el camino (que sin darme cuenta estaba corriendo inconscientemente por culpa de los pensamientos) hasta la casa de Ayame.

Ayame- ¡Satsuki-! Estás... ¡Muy roja! ¿Qué ha pasado?

Satsuki- Tranquila, no es... Bueno si es, es grave. Muy grave.

Ayame- ¿Por qué? ¿Qué pasa? ¡Me estás asustando!

Satsuki- Te lo explico de camino al centro, vamos.

Tomamos el metro, que tardaba 6 minutos en llegar al centro. Por suerte el color fuego de mi cara había desaparecido, dejando solo un pequeño tono rosa adorable. Llegamos, a pesar de que salimos un poco tarde, antes que Asano, quien llegó dos minutos después.

CONTINUARÁ

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¡Hasta aquí el capítulo de hoy! Si te ha gustado vótame una estrella para animarme a hacer más historias como esta. ¡Chauuuu! <3