Las cosas vuelven a estar bien.
Nadie estaba ahí para vigilar la puerta, así que nos ahorramos algunas molestias.
Satsuki- Te toca.
Karma- ¿?
Satsuki- Saca tu cuchillo. Apuñala sin piedad. Demuéstrame de lo que eres capaz.
Abrimos las puertas despacio, miramos antes de abrirla por completo y Karma decidió por fin ponerle fin a su vida. Él fue a por el hombre, pero cuando ya estaba a punto de apuñalarlo, dudó durante un segundo. Por culpa de ese segundo, el hombre consiguió liberarse de sus garras y le apuntó con un arma. Fui lo suficientemente rápida como para ponerme detrás suya e inmovilizarlo con unos seis brazos agarrándole de las extremidades para así, yo aparecer y evitar que disparase. Le quité el arma y Karma, aprovechando el momento, apuñaló al hombre en el pecho.
Salimos de la casa rápidamente, asegurándonos de que nadie nos hubiera visto entrar. Miré a Karma, tenía una expresión de satisfacción por haber matado por primera vez. Supongo que es normal en él, es un psicópata como yo. (Tal para cual)
Volvimos a la zona de entrenamiento donde dejé una nota en la puerta diciendo "Hecho".
Satsuki- Bueno, ¿ahora que piensas hacer?
Karma- No lo sé... ¿Y tú?
Satsuki- Yo voy a volver a mi casa. Estoy bastante cansada.
Karma- Si quieres te acompaño.
Satsuki- *Suspira* Está bien. Pero te tendrás que poner el traje de sirvienta.
Karma- *Refunfuña* Lo sé, lo sé.
Ya en mi casa, le dije a Karma que esperara en el salón. Saqué el disfraz y se lo dí con una sonrisa maliciosa en mi rostro. Se fue al baño a cambiarse con mala gana y cuando salió, tenía la cara roja con una expresión molesta mirando hacia un lado.
Satsuki- ¡Qué guapa estás Karma-chan!
Karma- No añadas el chan...
Satsuki- Ahora que eres mi sirvienta, ve y tráeme un té.
Karma- C-como... usted diga...
Ya estando él en la cocina suspiré y le grité:
Satsuki- ¡Y tráete para ti también! No voy a ser tan mala como él...
Eso último lo dije para mí misma, de tal forma que no me escuchara. Más tarde volvió con lo que le había pedido. Bebí mi té rápido y me acerqué a su lado.
Karma- ¿Qué pasa?
Satsuki- Nada. Solo quiero observarte más de cerca.
Karma- Ah... *Mira para otro lado con la mirada incómoda y con su cara sonrojada*
Satsuki- Ahora el lobo está siendo intimidado por la oveja... Qué extraño... *Me río*
Karma- *Dando su último sorbo al té* Eso no es verdad. *Deja el vaso vacío sobre la mesa*
Satsuki- Bueno pues... Demuéstramelo.
Esa frase la dije mientras rodeaba mis brazos alrededor de su cuello, lo cual, puso más nervioso a Karma. Acerqué mi cara, que resplandecía una sonrisa de tranquilidad y maldad, pero en realidad mi corazón estaba latiendo a mil por hora, temiendo la reacción que podría poner él.
Pasó un tiempo en el que no hizo nada, y estaba poniéndome más nerviosa todavía. El silencio entre nosotros me alteraba más todavía, pero en mi faceta sólo se dejaba lucir una sonrisa ya un poco mal formada.
Karma- En realidad, tenemos que hablar.
¡Sabía que había algo raro en él! ¿Debí haber dado yo el primer paso después de tanto tiempo? Borré mi sonrisa tras escuchar esa frase y aparté mis brazos esperando a que lo que tenía que hablar. Él también estaba serio.
Satsuki- Dime.
Karma- Ya no siento lo mismo por ti como lo sentía el primer día.
Satsuki- ¿Cómo?
Karma- En realidad...
Satsuki- ¿Por qué tan de repente? ¿Hice algo mal?
Tenía algunas lágrimas en los ojos, pero traté de ocultarlo. Pero es cierto que no me puedo tomar demasiado en serio a Karma con ese disfraz puesto...
Karma- En realidad... *Sonríe* Te quiero mucho más que en el primer día.
Satsuki- ¡Ay, no me asustes así! *Rompí a llorar del susto*
Karma- *Riéndose* Venga, venga, no llores.
Rodeó mi cintura y apoyó su cabeza en mi hombro.
Satsuki- Oye, eso no se hace. Déjame...
Karma- Vamos, vamos, no te enfades. Echaba de menos de menos gastarte bromas.
Satsuki- Pero no así.
Karma- Ven, sé que me echabas también de menos.
Él me cogió de la barbilla y me besó como si no nos hubiéramos visto en años. Golpeé su pecho varias veces en señal de falta de aire. Jadeé mientras mi mirada de amor-odio cavaba un agujero en sus pupilas y después, miré la hora.
Satsuki- ¿No te tienes que ir? A esta hora ya están saliendo los del instituto. Tus padres te regañarán si llegas tarde.
Karma- ¿Ya me quieres volver a echar? Eso se soluciona fácil.
Satsuki- ¿?
Karma- *Coge el teléfono y se lo lleva a la oreja* ¿Hola? Sí ya estoy fuera. Pero te llamaba para decirte que me voy a quedar unos días en casa de un amigo a dormir. Sí, ya tengo aquí las cosas necesarias para quedarme. Sí... Sí... Adiós.
Tengo la sensación de que esto ya ha pasado...
Satsuki-¿Cómo te las arreglas para que te dejen hacer lo que quieras siempre?
Karma- Será por las notas que saco.
Satsuki- Entiendo...
Karma- Ahora... ¿Por dónde íbamos?
Tengo miedo, mucho miedo.
Antes de que pudiera decir nada, me montó encima suya y me miró con malicia. Parece que se olvidó de llevaba puesto el traje ese. Hundió su cara en mi cuello, lamiéndolo y explorando, hasta que encontró mi punto débil. Solté un gemido sin querer y el rojo que tanto odiaba se apoderó de mis mejillas. Él siguió lamiendo y yo seguí haciendo el ruidito que, al parecer, le satisfacía a Karma.
Satsuki- Pa... ra...
Karma- ¿Por qué? ¿No te gusta?
Satsuki- No es... eso... Me... da vergüenza...
Karma- Deja la vergüenza a un lado, querida.
Pasó de lamer a succionar hasta dejarme una marca roja. Empezó a embestir sus caderas contra las mías. Para que no pudiera decir nada me besó pidiendo acceso, pero se lo impedía, así que empezó a lamer, a morder, hasta que me rendí y le concedí el acceso. Nuestras lenguas empezaron a bailar. Nos separamos para coger aire. No quería seguir, pero justo cuando iba a decir algo, juntó de nuevo nuestros labios. Volví a golpear su pecho, pero esta vez para que me soltase. Tardó un poco para que me soltase.
Karma- Eres una chica difícil.
Satsuki- Y tú un pesado.
Karma- Es normal, he echado de menos esos labios tuyos.
Satsuki- Cállate... Eres demasiado molesto...
Karma- *Se ríe* Si no te gustan que te mimen, ¿qué es lo que quieres entonces?
Satsuki- No es que no me guste, no quiero mimos ahora.
Karma- Como tú digas, luego no me pidas.
Satsuki- ¡Es imposible que te pida mimos con eso puesto!
Karma se acordó de lo que llevaba puesto y se puso rojo de la vergüenza. Yo me reí, y después de que se le pasase la vergüenza, rió conmigo. En verdad este chico es perfecto para mí.
.FIN.
Ok, no xd.
CONTINUARÁ...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top