Capítulo 05: Parte 01 (05-09-2024)

Pov Nadie:

Habían pasado unos días desde el incidente con Chet en la universidad de Anueng y por fortuna no había sucedido nada más de aquella manera, ya que Chet al parecer prefirió no seguir tentando su suerte con ellas luego de la pequeña advertencia que le había dado Khun Nueng, pero aun así él no se disculpó por lo que había hecho aquel día, cosa que molestó a su hija, no porque se hubiera metido nuevamente en su vida privada, sino porque había molestado a una amiga suya, la primera amiga que había hecho aparte de Folk en la universidad; quien a pesar de lo que había hecho el padre de Anueng, ella no se alejó y en cambio incluso se volvió más protectora con ella, al igual que sus demás amigos, asegurándole que ellos no se alejarían de ella por culpa de su familia, ya que sus objeciones no eran relevantes ahora que eran todos adultos, cosa que enterneció a la chica y les agradeció por seguir queriendo ser sus amigos a pesar de todo.

La pareja hizo una rutina para poder pasar más tiempo juntas, siendo que Khun Nueng llevaría y buscaría a Nueng en la universidad, en la semana la dejaba en la casa de su abuela a menos que tuviera alguna actividad, practicar para algún examen importante o para evitar tener desacuerdos con su abuela por alguna cosa en la que se pusiera exigente, siendo entonces que se quedara en el palacio de Khun Nueng, pero sin falta los fines de semana serían los días que se quedaría allí sin excepción alguna, algo con lo que la abuela tuvo que estar de acuerdo aunque a veces le hacía comentarios a Anueng sobre intentar no atosigar mucho a Khun Nueng o si no se alejaría de ella, ya que quizás la mayor querría pasar tiempo a solas o con alguien más, como si insinuara que quizás esta quisiera estar a solas con una posible pareja.

Aquel día Anueng se había quedado a pasar la tarde en el palacio ya que solo había tenido dos de tres clases presenciales, puesto que la última la cambiaron a clase virtual debido a un inconveniente que tuvo el profesor, por lo que durante esas horas de clases, Khun Nueng le dijo que podía hacer uso de la biblioteca sin problemas, dejándole la comodidad de todo lo que necesitara allí, así como también haber dejado a los empleados al tanto de que la universitaria no debería de ser molestada mientras estuviera en su clase y que solo si la joven lo requería, se acercaran, cosa que todos acataron y cumplieron sin problemas; por su parte la M.L. se quedó en el jardín cerca del invernadero para trabajar en algunos diseños que tenía en mente para la galería pero antes se había quedado supervisando un rato a los trabajadores encargados del proyecto de la piscina, cuidado de que estuvieran bien hidratados y alimentados cuando estos tomaran sus descansos, no queriendo que sufrieran alguna complicación debido al calor, aunque aquel día estaba un poco más fresco.

Khun Nueng se encontraba tranquilamente sentada en una mesa cerca del invernadero, tomando un poco de limonada mientras trabajaba en su laptop y en su tablet, dibujando en esta última mientras miraba el diseño en escala en la laptop, se le veía muy concentrada en lo que estaba haciendo, tanto que no noto la hora que era y que Anueng ya había terminado su jornada de estudio, además de que también tuvo que atender una llamada de uno de los proveedores que había contactado para los materiales que necesitaría para el proyecto de la galería, así que más aún perdió la noción del tiempo; poco después de terminar su clase, la universitaria dejó sus cosas ordenadas y luego salió de la biblioteca/oficina en busca de la castaña más alta, siendo informada de su paradero por uno de los empleados, por lo que luego de agradecerle se encaminó a su encuentro con una pequeña sonrisa alegre en su rostro.

—Adivina quién soy —Anueng se había acercado de forma sigilosa a su amada luego de haberla localizado en el jardín, cubriéndole suavemente los ojos con sus manos, susurrándole aquello cerca del oído, cambiando un poco su voz para ver si la mayor la reconocería o no.

Mmm... ¿Podría ser Nam? No, espera... Quizás podría ser Pakpao —por supuesto que Khun Nueng había reconocido a la menor tan pronto como se le había acercado gracias al perfume que llevaba, pero la suavidad de sus manos también se lo confirmó por si llegaba a dudar, pero ya que Anueng quería jugar, ella le seguiría la corriente, así que luego de colocar una de sus manos sobre una de las más pequeñas, comenzó a hablar como si realmente no supiera de quién se trataba y estuviera tratando de adivinar.

—¡Ar-Nueng! Soy yo —protestó mientras hacía un puchero y fruncía ligeramente su ceño, quitando sus manos de los ojos de la mayor con cuidado, separándose de ella y mirándola con indignación porque no la "reconociera".

—Por supuesto que sabía que eras tú, Nueng. Reconozco tu voz aunque intentes cambiarla, tu aroma y tu tacto —habló con un tono suave, pero algo divertido, habiendo tomado una de las manos de la más baja con delicadeza, haciendo que terminara de caminar un poco más y una vez que la tuvo cerca, la hizo sentarse en su regazo sin problemas, dejando un pequeño beso en su hombro mientras la acercaba más a sí.

—Ar-Nueng, eres tan mala, si sabes todo de mí como para reconocerme tan fácilmente ¿Por qué juegas así? No eres divertida —Anueng se enfurruñó un poco por la jugarreta de su amada, se cruzó de brazos mientras hacía pucheros y miraba con indignación a la más alta, la cual rio un poco por lo linda que se veía su chica.

—Eres adorable cuando te pones así —dijo con ternura, dándole un ligero golpecito con su dedo índice en la nariz a la más baja, antes de dejar un beso en su mejilla, provocando una ligera risita en ella junto con un pequeño sonrojo; unos momentos después y al recordar algo, decidió preguntarle con suavidad y genuino interés como siempre —. ¿Te han entregado las calificaciones de los exámenes recientes?

—Realmente, todavía no, pero estoy entre los aprobados con mejor calificación, así que lo he conseguido —comentó con una pequeña sonrisa tímida en su rostro, ya que aún no se acostumbraba a que alguien se interesara realmente por sus cosas, ya que su abuela solo se preocupaba si ella fallaba para reprenderla y cuando tenía muy buenas notas solo le decía que era lo que se esperaba de ella, pero su Ar-Nueng era genuina en su interés y aquello calentaba su corazón de sobremanera.

—Mmmm... Eres increíble, Nueng. Estoy orgullosa de ti y de cuanto te esfuerzas en ser una buena estudiante —habló con total alegría y orgullo, mirando con amor a la menor, levantando su mano derecha para acariciarle la mejilla con ternura.

Anueng siempre se esforzaba por ser la mejor en todo lo que hacía para que su abuela estuviera orgullosa de ella, pero lastimosamente sus constantes esfuerzos no parecían complacer los altos estándares que tenía la abuela Philai con ella y Khun Nueng lo había notado, pero por fortuna ella ahora estaba en la vida de Anueng y sería la que más demostrara orgullo por cada logro de la universitaria, ya que se los merecía y si ella podía hacerla feliz al demostrar genuina emoción por las cosas que Anueng hacía, ella lo haría mil veces con tal de ver aquella hermosa sonrisa en su rostro.

—Gracias por siempre apoyarme, Ar-Nueng... ¿Qué estás haciendo? —le agradeció con algo de timidez, pero aun así se animó a rodear los hombros de la otra con su brazo derecho, inclinándose un poco para poder dejar un pequeño y casto beso en sus labios, limitándose a solo eso por ahora, ya que no sabía si su Ar-Nueng quería ser tan afectuosa frente a otros a pesar de estar en su palacio; unos segundos después se separó lo suficiente como para ver la laptop y la tablet donde anteriormente había estado trabajando la mayor, y algo curiosa por lo que mostraban ambas pantallas le terminó preguntando aquello último.

—Estoy haciendo algunos diseños para las distintas secciones que quiero hacer en la galería —respondió con una pequeña sonrisa, usando su mano derecha para manipular la laptop y mostrarle mejor lo que estaba haciendo a la menor, la cual se acomodó mejor en su regazo para poder ver lo que le estaba mostrando, habiendo tomado la mano izquierda de la mayor que anteriormente había estado rodeando su cintura para sostenerla, colocándola ahora en su muslo mientras dejaba la suya propia sobre ella.

—¿Qué otras cosas harás en la galería, Ar-Nueng? —quiso saber con genuino interés, viendo atenta las cosas que su amada le mostraba, pensando que sin duda alguna la M.L. tenía una mente brillante con lo que estaba creando hasta ahora para la galería, ya que sabía cómo quería cada espacio y estaba siendo meticulosa en cada aspecto, demostrando cuánto realmente le importaba y amaba este proyecto.

—Quiero seguir vendiendo mis obras como ya te dije, también quiero hacer talleres de arte y ayudar a nuevos artistas a ser más reconocidos, apoyar a otros de la manera en que mi abuela no me apoyó a mí —le explicó con tono suave y soñador, apoyando su mejilla en el brazo de la menor mientras seguía mostrándole los diseños que estaba haciendo; se sentía tan bien poder compartir aquello con Anueng, ya que fuera de su familia y pequeño círculo de amistades, ella era alguien que no la juzgaba y en cambio la apoyaba incondicionalmente, además de ser la persona más importante en su vida, el amor de su vida.

—Eres increíble, Ar-Nueng. Como dije, eres una edición limitada. Sin duda alguna la galería será todo un éxito —las ideas que tenía la M.L. eran muy buenas y Anueng sabía que sería todo un éxito tan pronto como iniciara y la dedicación que le estaba poniendo sin duda alguna haría que todo fuera aún mejor; por eso mientras hablaba se giró en su regazo, volviendo a estar de lado sobre ella, rodeando sus hombros con sus brazos y dejando un beso en cada mejilla de la mayor con ternura.

Khun Nueng era digna de admiración más allá de su estatus y linaje real porque a pesar de haber estado años sin tener mucho dinero, tener que vivir con lo que ganaba haciendo retratos y vendiendo sus obras junto con lo que le tenía que pedir a Khun Sam para pagar los alquileres, comprar ropa cuando fuera estrictamente necesario o si se le presentaba alguna situación médica menor, ella apoyaba a otros jóvenes que al igual que ella no fueron apoyados por sus familias y fueron repudiados, los ayudó a conseguir trabajos que los pudieran ayudar a subsistir y les consiguió algunos contactos para que pudieran vender algunas de sus obras a buenos precios; y ahora que tenía la posibilidad con la galería, los tomaría bajo su ala para impulsarlos a seguir adelante con su talento y pasión.

Posiblemente, su abuela se estaría retorciendo en su tumba por lo que estaba haciendo su nieta mayor, pero poco le importaba a Khun Nueng, tenía la certeza de que sus padres y Khun Song si estarían orgullosos de ella al igual que de Khun Sam, ya que estaban siguiendo sus sueños y corazones; quizás habían tenido sus momentos en qué estuvieron a punto de rendirse y simplemente complacer a la abuela, pero eso no había sido logrado y ellas (En especial Khun Sam) habían tomado las riendas de sus vidas y ahora eran felices.

—Oh... Me estás halagando mucho, me dejarás en la luna con tanto amor —comentó risueña mientras abrazaba a la más baja con ternura, moviéndose un poco de lado a lado, haciendo reír a la castaña menor en su regazo, la cual cuando el movimiento se detuvo, acercó sus rostros para frotar un poco sus narices juntas en un pequeño y tierno beso de esquimal.

—Eres maravillosa, así que debes tener todos los halagos del mundo —murmuró afectuosamente mientras con su pulgar derecho acariciaba la mejilla de la mayor; aquellos momentos aún le parecían un sueño a la universitaria, ya que habían pasado de que Ar-Nueng apenas la dejara tocarla al principio, ha ahora estar sentada en su regazo, siendo afectuosas la una con la otra.

Después de compartir ese pequeño, tierno e íntimo momento juntas, Khun Nueng aún con Anueng en su regazo, continuó diseñando sin ningún problema, a pesar de que la menor hizo el intento de levantarse y sentarse en una de las otras sillas, pensando que quizás podría ser un obstáculo para la mayor que ella estuviera sentada en su regazo, más, sin embargo, la M.L. no dejó que se moviera de donde estaba, así que Anueng se quedó sobre su regazo, disfrutando de su tiempo juntas sin ningún tipo de interrupción.

—Ar-Nueng ¿Qué piensas de abrir una pequeña cafetería en el primer piso? A muchos adolescentes les gusta tomar fotos o pintar mientras toman algo de merienda —después de un rato en que Khun Nueng siguió diseñando algunas cosas más, Anueng le hizo aquella sugerencia, habiendo notado que en dicho lugar quedaría perfecto una mini cafetería para que quienes quisieran fueran a dibujar, pintar o tomar fotos.

—Eso suena muy interesante, Nueng. Tienes unas muy buenas ideas ¿Qué otra cosa propones? —Khun Nueng se puso a sopesar en la sugerencia que le había dado la mujer más joven y estuvo completamente de acuerdo con ella, ya que en realidad si sería factible una cafetería allí, por lo que con tono suave y emoción, acercó a su chica más a ella y se pusieron a discutir sobre posibles ideas que podrían ser ideales para la galería.

En un momento, una de las mujeres que trabajaban en el palacio se acercó a ellas y les dejo una bandeja con algunos aperitivos, siendo estos mismos los que Anueng había pedido que se hicieran para su Ar-Nueng, ella quería consentirla un poco, ya que normalmente la mayor siempre tenía detalles como ese con ella; la joven universitaria se sintió un poco tímida porque las hubieran encontrado en aquella posición, estando ella aún sentada en el regazo de la mayor, mientras esta la tenía delicadamente rodeada por la cintura mientras hablaban por lo bajo entre ellas mismas, pero la otra mujer no hizo más que darles una pequeña sonrisa enternecida, luciendo alegre de aquella escena tan linda.

La pareja le agradeció a la mujer cuando esta dejó la bandeja en la mesa y luego de darles una leve reverencia y una pequeña sonrisa se retiró, volviendo dejarlas a solas y cuando perdieron de vista a la mujer, Anueng se recostó contra su amada y escondió su sonrojado rostro en su cuello, provocando una pequeña carcajada en la más alta, quien solo puedo dejar besos en su mano hasta que la menor salió de su escondite y la dejó besarle la punta de la nariz y la frente con ternura, antes de dejar un beso casto en sus labios.

—Tengo que alimentarte para que sigas creando hermosos diseños... Di "Ah" —poco después de pasar su momento de pena, Anueng tomó uno de los bizcochos y le dio una mordida, deleitándose con el sabor, pero después se giró un poco para darle a su Ar-Nueng, diciendo aquello con voz suave mientras acercaba el bizcocho a labios más gruesos.

—No... Nueng —Khun Nueng se quiso negar a ser alimentada por la menor, sintiéndose un poco nerviosa y tímida por aquello, después de todo, en ocasiones anteriores había sido ella quien alimentaba a la universitaria, pero ahora era al revés y estaba un poco fuera de sí, pero no incómoda, solo no sabía cómo actuar.

En las ocasiones en que Nueng la intentó alimentar ella solía desviarlo y terminaba alimentando a la menor, a veces molestándola al preguntarle si estaba delicioso con un poco de tono coqueto de vez en cuando, hasta que viajaron a Hua Hin y Nueng cumplió su cometido al darle un poco de comida aquella vez, consiguiendo ponerla un poco nerviosa, pero también suavizando aún más su comportamiento con ella y como para compensar ese momento de debilidad, se puso cual sugar mommy (Palabras de Khun Sam, quien al enterarse se puso a molestarla por un tiempo con aquello) y le compró todo lo que quisiera, dejándose llevar de vez en cuando al ser tan cariñosa con ella, solo para que en su última noche allí también terminaran teniendo su primer beso, el cual terminó moviendo todo el mundo de Khun Nueng y comenzó a aceptar sus sentimientos por la chica, aunque le fue algo difícil por sus inseguridades.

—Vamos, está delicioso —dijo con aquel tono con el cual sabía que la mayor no podría negarle nada, y después de unos intentos más, la mayor terminó cediendo y dejándose alimentar por su chica, pero usó su mano para ocultar un poco aquello, sintiendo sus mejillas calentarse un poco, por lo que después de tomar un mordisco del bizcocho, se alejó un poco, esperando que no se notara su timidez; por su parte la menor se quedó atenta a ella, habiendo notado el cambio en la mayor, sintiéndose entre divertida y enternecida porque se pusiera nerviosa porque ella, una chica más joven la estuviera alimentando, pero después de todo, eso era algo que hacían las parejas y ellas prácticamente ya lo eran —. ¿Lo estás masticando?

La pareja continuó compartiendo los bocadillos y la limonada mientras seguían con las ideas para la galería, y una vez que hubieron terminado, regresaron al palacio; mientras que Khun Nueng dejaba los dispositivos en los que había estado trabajando en la biblioteca nuevamente, Anueng llevó la bandeja y la jarra a la cocina, dando las gracias por la preparación de los bocadillos tan deliciosos, luego subió a la habitación de su amada y busco en su bolso el nuevo libro que había comprado más temprano aquel día durante un breve receso.

Unos minutos después ambas se reunieron en la sala, compartiendo el sillón más grande, Anueng estaba revisando su teléfono, estando recostada de espaldas contra el costado de Khun Nueng, quien tenía su brazo derecho alrededor el pecho de la menor, descansando su mano en el hombro de esta mientras hojeaba una revista, de vez en cuando dejando pequeños besos en la cabeza de su amada, disfrutando de pasar el mayor tiempo juntas posible, ya que más tarde debería de llevar a la más baja nuevamente con su abuela, pero antes de eso irían a casa de Khun Sam, puesto que esta y Mon las habían invitado a pasar el rato con ellas después de que la pareja de más tiempo terminara de trabajar.

—¿No habías dicho que leerías un libro para mi hoy? —preguntó de repente la M.L., apoyando su mejilla en la cabeza de la otra castaña mientras seguía hojeando la revista que estaba apoyada en su regazo a la vez que acariciaba con sus dedos el hombro y la clavícula de la universitaria de forma distraída.

—No se me ha olvidado, pero primero revisaré la participación de mi pódcast más reciente —Anueng dijo con una pequeña sonrisa en sus labios, puesto que la mayor parecía no querer que su pequeña tradición de lectura fuera olvidada, muchos menos ahora que lo habían retomado por insistencia de la propia Khun Nueng, quien le dijo a Nueng que realmente le gustaba escucharla leer.

—Nueng ¿Ese es el libro que vas a leer en tu próximo pódcast? —ante la mención del pódcast y al recordar que justamente el último del que hablaba la menor había sido del final de un libro, quiso saber si aquel nuevo libro que estaba en la mesita frente a ellas sería la próxima lectura de su amada para el pódcast.

—No, ese es el libro que voy a leer para ti y solo para ti, Ar-Nueng. Para el pódcast leeré uno de los libros de tu sección, tienes una muy interesante sección —Anueng volteo a ver hacia la mesita frente a ellas y vio su libro de "BLANK", el cual había comprado única y exclusivamente para sus lecturas a la M.L.; así que soltando una pequeña risita traviesa negó y le respondió, regresando la mirada a su teléfono, tocando la pantalla tranquilamente —. Esta es una novela sáfica que solo quiero leerte a ti.

—¿Y por qué sería eso? —preguntó con interés y algo de confusión a la vez, frunciendo ligeramente su ceño por el pequeño misterio que tenía Anueng con respecto a aquella novela que le quería leer específicamente a ella y solo a ella, pero también estaba la emoción de aquello, después de todo a ella le encantaba que Nueng le leyera, aunque en un principio le decía que no lo hiciera y que no era correcto, ya que la menor siempre le terminaba diciendo que la amaba al final de cada narración y ella había estado intentando negar sus crecientes sentimientos por la ahora universitaria en aquel entonces.

—He leído algunas reseñas y creo que te gustara mucho... Especialmente algunas partes muy interesantes —dijo lo primero aún con la mirada en su teléfono, pero luego de unos segundos se movió un poco de posición e inclinó su cabeza hacia atrás, para poder ver a su amor, sintiendo como es que su cabeza era sostenida por la mano izquierda de la mujer, mientras que la otra permanecía en su hombro; una vez que sus miradas se encontraron y la mayor le dio una mirada curiosa con expresión suave, Anueng usó un tono algo travieso cuando volvió a hablar, dándole una sonrisa coqueta, recibiendo entonces un pequeño golpecito en su nariz, el cual le provocó una risita, antes de volver a su posición anterior.

»¡Por Buda! ... Mi último pódcast tuvo diez mil reproducciones y apenas tiene veinticuatro horas —cuando regresó su mirada a la pantalla del teléfono y vio por fin las estadísticas de su último pódcast, soltó un grito de emoción, provocando que la mayor se asustara genuinamente, ya que fue tomada por sorpresa, tanto que al instante soltó a la menor y esta se sentó a su lado, pero al ver que la menor no quitaba la mirada de su teléfono se acercó para ver mejor, escuchando entonces lo que la otra le decía con total emoción.

—Eso es increíble, Nueng. Estoy muy orgullosa de ti —Khun Nueng se separó un poco para poder verla a los ojos y con tono terso la felicito, acercándose más a ella hasta que sus narices se rozaron en un tierno beso de esquimal.

—¿Debería de obtener un premio por eso, Ar-Nueng Ka ~~? —le preguntó con voz baja y algo coqueta, haciendo el amago de besarla, pero la mayor se alejó un poco de ella, tomando el teléfono de su mano y dejándolo en la mesita, habiendo dejado a la menor con las ganas de ser besada, provocando entonces que hiciera un puchero y se cruzara de brazos.

Una vez que la más alta volvió a su posición anterior, se acercó a Anueng y le dio un casto beso en los labios para que dejara de hacer pucheros, pero esta siguió haciendo pucheros, por lo que la mayor le siguió dando pequeños besos, alternando entre los labios, las mejillas, la frente y la nariz, rodeándola por la cintura para que no se fuera a apartar cuando comenzó a reírse por lo bajo, teniendo sus mejillas ahora sonrojadas por lo que su amada Ar-Nueng estaba haciendo; sin embargo, se vieron interrumpidas por la Tía Nim, quien se había acercado y permanecido en el umbral de la puerta al ver aquella escena, arrepintiéndose de tener que interrumpirlas cuando estaban tan felices, pero mejor que ella lo hiciera a que lo hiciera el visitante que había llegado y estaba siendo retenido en la puerta principal como había solicitado anteriormente la propia Khun Nueng.

—Khun Nueng, Khun Anueng... Khun Chet está aquí, está en la entrada —las llamó con tono suave y cariñoso, viendo con algo de pesar como se ponían rígidas y se separaban un poco para mirarla; cuando tuvo su atención dio un pequeño asentimiento y les informo la situación, esperando instrucciones sobre si dejarlo pasar o decirle que no sería recibido y que simplemente se fuera de una vez.

—Demonios... Hazlo pasar, Tía Nim —Khun Nueng maldijo por lo bajo y se terminó de separar de su chica con pesar, ambas acomodando sus ropas para estar más presentables, ya que con sus juegos se habían desarreglado un poco; una vez que Anueng terminó de pasar sus manos por su cabello para dejarlo decente, Khun Nueng se sentó con los brazos cruzados y le dijo por fin su instrucción, no sin antes haberse asegurado de que Anueng estaba de acuerdo con aquello.

La Tía Nim les dio una pequeña reverencia y regreso hacia la entrada, tomándose su tiempo de llegar para decirle entonces al hombre que estaba manteniendo a Chet fuera de la puerta que lo dejara pasar finalmente, indicándole luego al recién llegado dónde se encontraba la joven señora de la casa, pero antes de que este fuera a su encuentro como perro por su casa, otro de los hombres que trabajaban en el palacio lo escolto, caminando por delante de él en todo momento; una vez que estuvieron en la sala, el hombre más alto ingreso primero y se hizo a un lado para que el otro pasará, dándole una respetuosa inclinación a la M.L. y a la universitaria antes de marcharse, pero quedándose cerca por si acaso.

—¡Oh! No esperaba verte a ti también, Anueng. Pero es genial —habló de repente cuando notó la presencia no solo de Khun Nueng, sino también la de su hija allí junto a la mujer que buscaba; rápidamente se acercó a ellas y como no había espacio en el sillón en el que ambas estaban, se sentó en el individual que estaba cerca, revelando entonces la razón de su presencia —. Quiero invitar a Khun Nueng a comer con mis padres.

»Anueng, salgamos a comer con tu abuelo y abuela —despues de darle una mirada a Khun Nueng para ver si sonreía o algo, pero esta estaba sin expresión, así que volteo a ver a su hija, uniendola a los planes de una vez, esperando que aquello aliviara la tension por el incidente pasado, recordando tambien que sus padres le habian estado insistiendo en querer conocer por fin a su nieta, por lo que aprovechando que estaba alli tambien la invito, tomandola un poco por sorpresa.

—No puedo ir, tengo planes con Khun Sam y mi cuñada Mon —respondió al instante con tono sereno, tomando la revista que había dejado olvidada junto a ella y colocándola entonces en el mesita, volviendo a cruzarse de brazos, mientras levantaba su pierna derecha y la cruzaba sobre la izquierda, recostando su espalda en el espaldar del sillon.

—Y nunca le puedes cancelar... ¿Qué hay de ti, Anueng?—murmuró con cierto pesar y algo de molestia, sabiendo perfectamente que era asi, después de todo para la Anuntrakul mayor, su hermana lo era todo y ni siquiera él podía competir con eso; ahora que ella no iría solo le quedaba su hija, quien al menos podría conocer a sus abuelos y pasar tiempo con ellos, por lo que le pregunto, esperando que esta le dijera que si iría de una vez.

—Bueno... Es que realmente no los conozco y no creo estar preparada aun para una reunión tan repentina —habló mesurada, intentando no verse tan incómoda por la repentina invitación, ya que no lo esperaba, además de que una presentación como aquella (Al menos para ella), no era correcta hacerla sin previo aviso, después de todo ella nunca los había visto ni convivido con ellos, y aquello era algo que la ponía muy nerviosa y era notorio, al menos para Khun Nueng.

—Entiendo, supongo que siempre habrá una próxima vez —Chet quiso insistir más, hacerla que aceptara, pero antes de que si quiera hablara y metiera nuevamente la pata, la Anuntrakul le dio una mirada de advertencia y le hizo recordar su última interacción, por lo que simplemente termino por decir aquello con el tono más suave y sereno que pudo reunir.

Chet alejó su mirada de ambas mujeres y mientras pensaba en como aliviar el repentino silencio, Khun Nueng movió su mano derecha hacia la izquierda de la más baja y le dio un pequeño y reconfortante apretón, mirándola por unos segundos para asegurarse de que estaba bien luego de ver cómo es que movía sus manos algo inquietas en su regazo, pero su gesto aprecio relajarla y le dio un ligero asentimiento para que se quedara tranquila; sintiéndose cuidada y agradecida de que su amada siempre estuviera pendiente de ella para ver si estaba incomoda o si algo la molestaba.

—¿Te gusta leer? Tienes algo más en común con Khun Nueng. Podría comprarte algunos libros entonces —la atención de Chet fue atraída hacia la mesita frente a ellos y noto el libro, por lo que lo tomó y habló, por fin encontrando un tema diferente de conversación; tomó el libro en cuestión y se dedicó a ver la portada, pero dado que tenía el plástico no podía ver tan bien como quería, pero entonces solicito con una mirada a su hija si lo podía quitar y cuando esta le dio un ligero asentimiento, con cuidado quitó el plástico de protección y vio con más claridad la portada.

—Sí, desde muy pequeña me gusta leer —respondió con algo más de emoción, teniendo el breve pensamiento de si aquello podría ser un comienzo para que su padre comenzara a aceptar las cosas que a ella le gustaban, aunque teniendo en cuenta el tipo de libro que era, no vio que fuera algo tan bueno, pero ya Chet lo tenía en la mano y estaba analizándolo —. Este es un libro muy famoso actualmente.

Chet entonces decidió darle un vistazo a alguna página para ver un poco de lo que podría gustarle a su hija, decidiendo dar un paso para conocerla más, pero luego de pasar algunas páginas y parar en alguna al azar, comenzó a leer el contenido y al instante frunció el ceño, debido al contenido que estaba leyendo en aquel libro ¿Este era el tipo de cosas que leía su hija realmente?

(*Esto es inspirado en una de las escenas del libro, tomando los diálogos y modificando la escena para que quede acorde a lo que necesito*)

—¿Qué tipo de novela es esta, Anueng? ¿Una novela lésbica? ¿En serio? —comenzó a preguntar con un tono serio, comenzando a enojarse porque incluso en la lectura su hija tuviera ese tipo de fijaciones tan inapropiadas para la hija de un futuro primer ministro y nieta de un ex primer ministro tan reconocido como su padre. (*Ay wey, y eso que no puse nada explícito ni ningún beso*)

Ten cuidado con lo que dices, Chet. Te recuerdo que tu hija ya es mayor de edad y puede decidir por sí misma lo que quiere o no leer —Khun Nueng dijo con un claro tono de advertencia, dándole una mirada dura al hombre, el cual al instante la volteo a ver como si estuviera indignado de que ella una vez más no lo apoyara, demostrándole otra vez que ella era firme en su decisión de apoyar a la menor en todo.

—Pero Khun Nueng, esto es... —él quiso protestar, pero al ver la mirada tan severa que la M.L. le lanzó, prefirió quedarse callado y no seguir hablando, sintiendo el enojo ahora no solo por lo de las desviadas preferencias de Anueng, sino también por el apoyo de Khun Nueng a ella y además de también el enojo que le daba que esta tuviera tanto control sobre él, pero era algo entendible, después de todo ella era descendiente de la familia real y se me debía sumo respeto, por su parte él solo era el hijo de un ex primer ministro; sin embargo, él tenía un pensamiento, que todo sería diferente si ella fuera su esposa, si así fuera, situaciones como aquella no pasarían. (*Según él y su mundo de fantasía*)

—Te repito que si quieres concertar una reunión conmigo, primero debes llamar con antelación para no hacer perder el tiempo a nadie —Khun Nueng habló con un tono seco y distante, poniendo fin a la discusión que sin duda se iba a formar si ella no le ponía un alto a tiempo; el palacio era un lugar seguro para su amada Nueng y no permitiría que aquello se viera empañado por las tonterías constantes de Chet.

—Sí, Khun Nueng... Bueno, pido disculpas, me debo retirar ya —dijo lo primero con tono más sumiso, bajando la mirada incluso, no queriendo disgustar aún más a la mujer, habiendo entendido que había llegado al límite por hoy, por lo que luego de unos segundos más se disculpó y se puso de pie, dándole una última mirada a la chica que había ayudado a venir al mundo —. ¿Segura que no quieres ir, Anueng?

A pesar de la pregunta, Anueng prefirió no responder verbalmente y, en cambio, solo se limitó a negar ligeramente con su cabeza, luciendo un poco incómoda por todo aquello, por lo que luego de unos segundos más, Chet asintió un poco y luego se puso de pie, dando una reverencia hacia Khun Nueng, quien solo le dio un asentimiento en reconocimiento y lo vio marcharse. Una vez que les informaron que Chet se había ido del palacio, ambas suspiraron y Anueng recostó su cabeza en el hombro de la mayor, mientras que esta tomó su mano y le dio un beso en los nudillos con cariño.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top