Capítulo 02: Parte 03 (29-06-2024)

Pov Nadie:

Después de que el empleado llevara la caja a la habitación de Khun Nueng como esta había solicitado, tanto ella como Anueng subieron al segundo piso del palacio para ir a la habitación de la mayor mientras esperaban que la habitación que había pedido acomodar para la menor estuviera lista; aquello la había desconcertado, tanto que miro a su amada con confusión pero esta no dijo nada y solo le dio una pequeña sonrisa que en realidad parecía una mueca, luego le susurró un "Sígueme" y la condujo escaleras arriba sin tomarla de la mano, confundiendo y preocupando cada vez más a Anueng por el repentino cambio de la mayor, ya que desde que habían salido de la biblioteca habían estado tomadas de las manos incluso mientras almorzaban, y cuando la presentó ante los amables empleados del palacio también la había tenido agarrada de la mano, la menor no entendía qué era lo que estaba pasando y temía que Ar-Nueng estuviera comenzando a retroceder una vez más lo poco que habían avanzado ese día.

Khun Nueng ¿Quiere que avise que preparen su habitación secundaria para usted nuevamente o dormirá otra vez aquí? —preguntó serena y respetuosamente el hombre una vez que ambas damas llegaron a la habitación, donde él estaba esperando junto a la puerta en el pasillo luego de haber dejado la caja en el interior de la recamara; Khun Nueng por un breve momento maldijo internamente que aquello hubiera sido revelado frente a Anueng, la cual al instante la volteo a ver en silencio, claramente intrigada por aquello.

Pueden prepararla aunque aún no he tomado una decisión, avisaré cuando así sea. Gracias por tu ayuda, J.K respondió luego de unos segundos, manteniendo un tono sosegado mientras le daba un pequeño asentimiento y una ligera sonrisa antes de ingresar en su recamara, seguida de una confundida Anueng; J.K en cuanto vio que ambas entraron en la habitación cerró la puerta para darles privacidad y luego se retiró en silencio.

En cuanto entró en la habitación, Khun Nueng se acercó rápidamente a la caja que habían dejado en la silla donde se solía sentar para pintar, tomó el cúter que estaba sobre la misma caja y la abrió con cuidado, dejando el cúter a un lado para verificar el contenido, revisando con cuidado los cuadros y asegurándose de que estuvieran en perfecto estado; ella había mandado a quemar cinco pero encargó diez por si acaso, aunque esperaba que aquel incidente no volviera a pasar, la había perturbado de sobre manera y a pesar de que ya habían pasado varios días, en su mente aún tenía grabadas las pesadillas y las pinturas que había hecho en consecuencia.

¿Vamos a dormir en habitaciones separadas cuando me quede aquí? Anueng preguntó con tono bajo y algo triste mientras se acercaba a la mayor, viendo cómo es que ésta se había quedado pensativa mientras sostenía un cuadro; al notar que Ar-Nueng no la había escuchado, se terminó de acercar a ella y colocó su mano derecha en la de la más alta, repitiéndole la pregunta en cuanto la miró a los ojos.

Supuse que así lo preferirías... ¿Cometí un error al pensar eso? respondió mientras dejaba nuevamente el cuadro en la caja, habiendo apartado su mirada de la menor; no había querido asumir que Anueng quería que volvieran a compartir la misma habitación. Cuando sintió un pequeño apretón en su mano, regresó su mirada a su amada y preguntó aquello con algo de confusión al ver el ceño fruncido de la más baja.

Pensé que al presentarme ante todos no habría problema con que nos vieran juntas comentó mientras hacía un pequeño puchero, tomando las manos de la mayor y acariciándolas con suavidad; pero terminó frunciendo el ceño cuando notó que en la mano izquierda de la mayor habían algunas curitas en sus dedos índice, anular y pulgar, ella no se había percatado antes porque Ar-Nueng se lo había estado ocultando, manteniendo su mano izquierda fuera de su vista o metida en su bolsillo, pero ahora que tenía sus manos agarradas, se dio cuenta al instante . Te has lastimado, Ar-Nueng.

No es que quiera ocultarte, Nueng, por algo te presenté como lo hice, es solo que... Pensé que no querías que compartiéramos habitación comenzó a hablar tan pronto como la menor terminó, ella no quería que Anueng pensara que quería ocultar lo que tenían, después de todo ella quería todo lo contrario, por eso es que había decidido presentarla lo antes posible, si Anueng quería pasar más tiempo en el palacio quería que fueran ellas mismas sin importar nada; lo último lo dijo con un tono un poco más bajo y ¿Triste? manteniendo su mirada fija en sus manos unidas, disfrutando de las caricias que le eran proporcionadas -. No es nada, solo unos cortes menores.

Quiero estar en la misma habitación que tú, Ar-Nueng. Quiero dormir a tu lado terminó diciendo mientras se acercaba un poco más a la más alta, teniendo que inclinar un poco su cabeza cuando Khun Nueng volvió a levantar la mirada.

Entonces así será, cuando vengas compartiremos la misma habitación dijo con un poco más de emoción, dándole una pequeña sonrisa mientras la miraba a los ojos, sin poder evitarlo levantó su mano derecha y le acarició con cariño, sintiendo su corazón calentarse al ver aquellos hermosos ojos brillar ante sus palabras y aquella sonrisa tan cautivadora dirigida hacia ella.

Casi como si de dos imanes se tratase, Khun Nueng y Anueng se acercaron, la menor bajó su mano derecha que aún seguía unida a la izquierda de la castaña más alta, entrelazaron sus dedos al instante mientras Anueng tomaba el valor y colocaba su mano libre en la cintura de la otra, apretando el hoodie que llevaba, tirando ligeramente de él cuando notó cómo es que la más alta bajaba su mirada a sus labios, y aquello fue lo que le bastó a Khun Nueng para acortar la distancia entre ellas y besar aquellos suaves labios una vez más después de tanto tiempo; Khun Nueng levantó la mano que seguía entrelazada con la de Anueng e hizo que esta colocara su mano ahora libre en su hombro, y así lo hizo subiendo también su otra mano, pasando sus brazos por los hombros de la mayor mientras esta la tomaba por la cintura y la apegaba hacia sí, besando sus labios con amor y de forma lenta y profunda, habiendo pedido acceso a su boca al rozar el labio inferior con su lengua, acceso que le fue concedido sin dudarlo por la menor, la cual soltó un pequeño jadeo cuando sus lenguas se rozaron.

Se estuvieron besando de aquella manera por varios minutos, ambas disfrutando del momento, de la cercanía, el calor del cuerpo de la otra y de sus labios unidos en una pequeña danza apasionada y llena de amor; casi a regañadientes se tuvieron que separar por la falta de aire, pero se mantuvieron en la misma posición, Anueng rodeando los hombros de Khun Nueng con sus manos acariciando su nuca, mientras la mayor la tenía rodeada por la cintura, acariciando su espalda baja con ternura; la M.L. dejó un pequeño beso en la frente de la menor y luego dejó otro en la punta de su nariz, provocando una tímida risita de su amada la cual provocó una pequeña sonrisa en ella por lo hermosa que se veía así, con las mejillas enrojecidas, ojos brillantes y fijos en ella, mientras le sonreía tiernamente a pesar de tener los labios rojos e hinchados por sus besos, querían volver a besarse pero cuando sus labios se rozaron de repente el teléfono de la menor comenzó a sonar en el bolsillo trasero de su falda.

Yāy (Abuela)... Olvidé llamarla antes de venir aquí murmuró lo primero al leer el nombre del destinatario de la llamada una vez que tomo su teléfono, habiéndose tenido que separar de su amada para poder maniobrar bien; por unos segundos le extrañó que su abuela la estuviera llamando, hasta que cayó en cuenta que no le había avisado a donde iría después de ir al centro comercial, claro que no le había dado una hora exacta de cuándo terminaría la búsqueda de los materiales pero ya eran la una y media de la tarde y ella no había ido a almorzar a la casa.

Yo hablaré con ella, quédate tranquila Khun Nueng al ver la expresión de la menor y de escuchar lo que dijo, ella misma habló y le pidió el teléfono, el cual le fue entregado sin más, así que ella se separó un poco y contestó por fin la llamada, hablando serenamente como si no hubiera estado besando con ganas los labios de la universitaria . S̄wạs̄dī txn b̀āy khuṇỳā (Buenas tardes, abuela), soy Khun Nueng.

Mientras la mujer más alta hablaba con la abuela de Anueng, ésta se sentó en la cama y se le quedó mirando atenta a la mayor, viendo cómo es que ésta le contaba a su abuela cómo es que se habían encontrado en el centro comercial y por la hora que era le propuso ir a almorzar en el palacio, cuando la mujer al otro lado de la línea después de agradecerle aquel amable gesto entonces le preguntó a qué hora regresaría a casa ya que seguramente su nieta tendría tareas, Khun Nueng le dijo que en realidad se quedaría en el palacio para que ella la ayudara a practicar para dos exámenes que tendría el lunes (Anueng de los había mencionado durante el almuerzo), diciéndole que su experiencia y los libros que tenía a su disposición le podrían servir de ayuda; luego de asegurarle que ella misma llevaría a Anueng a la universidad el lunes y que la pasaría buscando para llevarla a casa, la abuela se quedó tranquila y le agradeció, feliz de que ella estuviera ayudando a su nieta, aunque también se disculpó por las molestias causadas, cosa que ella negó y le aseguró que todo estaba bien, que no era ninguna molestia para ella.

Ar-Nueng... ¿Por qué estás usando una segunda habitación? le preguntó con tono suave después de que la mayor se acercó a ella cuando terminó la llamada y le entregó el teléfono, quedándose acariciando el cabello de la más baja, admirando su belleza; pero tan pronto como la escuchó se quedó estática en su sitio, tomada con la guardia baja por la pregunta.

»Por favor, dime la verdad, estás teniendo comportamientos raros y muy fuera de ti; no tienes apetito, seguramente te saltas las comidas ¿Si quiera estás descansando? habló entre preocupada y seria, habiendo dejado el teléfono a un lado en la cama para tomar la mano que no estaba acariciando su cabello entre las suyas.

Realmente no suelo dormir aquí, solo entro aquí cuando tengo que cambiarme o cuando pinto. Y con respecto al resto...No importa, no es de preocuparse comenzó a hablar después de haberse tomado unos momentos para pensar muy bien en lo que diría, apartando su mirada de Nueng para que no viera que aún faltaba más información.

Entonces ¿Duermes con normalidad o usas somníferos para que te puedan relajar y así puedas dormir? cuestionó tersamente pero con firmeza, dándole un pequeño apretón en la mano para que dejara de evitar su mirada.

Desde la primera "pelea" que habían tenido cuando ella pensó que Khun Sam era algo más para su Ar-Nueng, y que ésta le dijera que no era digna de ella y que no le volviera a dar la cara si se rendía tan fácilmente, luego de que ella no podría competir con alguien así y que quizás debería rendirse; solo habían pasado tres días sin verse y ella se había sentido fatal, no había dormido bien y comer se le había hecho difícil, cuando Ar-Nueng se reconcilió con ella terminó revelando que ella tampoco había podido dormir ni comer con normalidad, así que siguiendo ese patrón y lo que había escuchado y visto ella misma ese día, Khun Nueng estaba en las mismas.

¿Cómo es que sabes eso? preguntó completamente desconcertada de que Anueng mencionara aquello, regresando su mirada a ella tan pronto como la escuchó ¿Es que acaso era tan obvia su condición? La menor no llevaba tanto tiempo allí ¿Cómo es que se había dado cuenta de eso?

Solo lo sé y además, estoy viendo las pastillas en la mesa de noche ella no iba a revelar aún que había sido Khun Mon quien le había contado algunas cosas que habían estado pasando con ella, dudaba que se fuera a molestar con su cuñada, pero lo que sí era probable que pasara era que no le dijera a ella toda la verdad acerca de las cosas que estaban pasando desde que se habían visto por última vez en aquella misma habitación; cuando entró y dio una rápida mirada al lugar una de las primeras cosas que notó de la última vez, era que ahora había muchos cuadros hechos, algunos a medio terminar y varios cabestrillos por ahí, pero en la mesa de noche lo primero que notó fue el frasco de pastillas y al instante supo que serían los somníferos de los que había escuchado hablar a Khun Mon . Habla conmigo, Ar-Nueng, sé que algo está sucediendo, no me mientas, por favor.

La M.L. se maldijo internamente por no haber guardado las pastillas antes pero no siquiera recordaba que estuvieran allí, tan pronto como amaneció y despertó salió de la habitación con algo de ropa y se aseo en la habitación secundaria, habiéndose encerrado en la biblioteca a responder correos de posibles clientes hasta que llegó Tuo Lek y la obligó a desayunar con ella, luego se pusieron a hablar de la galería y su hermanita le dejó varios posibles lugares para que les echara un vistazo, eso estaba haciendo hasta que Anueng llegó al palacio para verla. No es que quisiera ocultar le cosas a Nueng, pero si situación no había sido muy bueno últimamente, no quería que pensara que era débil y dejara de verla como alguien digno de ella, lo que menos quería era que su buena chica pensara que ya no era valía la pena estar con ella, siempre quería lucir fuerte para ella, ser ese hombro en el cual pudiera llorar, ser su lugar seguro, pero ¿Lo podría ser si ella no había estado cuidando de sí misma cómo debería? Quería abrirse a ella pero tenía miedo de que pensara que era débil.

Este tiempo separadas ha sido difícil para mí, no duermo bien y no estoy comiendo como debería, solía ahogar mis molestias con el alcohol y el salir de fiesta con mis compañeros de clases pero...Desde esa noche que fuiste por mí al club no lo he vuelto a hacer, no he salido más con ellos y tampoco he bebido alcohol, solo me he enfrascado en los estudios para intentar mantener mi mente en otro lugar que no seas tú porque me dolía al darse cuenta de la lucha interna que parecía estar teniendo su amada, Anueng decidió darle un pequeño empujón al contar un poco de lo que ella misma había pasado desde que estuvieron juntas la última vez; para ella no era tan difícil expresar lo que sentía, mucho menos si era hacia Khun Nueng, pero sabía que para la mayor si era más difícil expresarse, así que ella la ayudaría, quería que se diera la oportunidad de ser vulnerable otra vez, que soltara todas sus cargas en ella como lo había hecho luego del funeral de M.L. Khaekai.

En cuanto comenzó a escuchar a Anueng, la mayor aprovechó el espacio que había entre los muslos de la menor y la rodeo por los hombros, dándole un medio abrazo mientras acariciaba su espalda y cabello, dejando que apoyara la cabeza en su abdomen, sintiendo como es que mantenía su mano derecha agarrada mientras con su brazo izquierdo rodeaba su cintura para mantenerla cerca.

Yo...Yo no puedo dormir aquí desde que te fuiste, no logro dormir a menos que tome somníferos y solo los tomo si estoy en esta habitación; me la paso pintando todos los días, pero no logro cansarme lo suficiente para dormir con normalidad, sin embargo, aun así mi cuerpo se ve afectado y hace no mucho sucedió algo que llevó a que ahora todos me están cuidando de más comenzó a hablar después de unos pocos minutos más, confesando un poco de lo que había estado pasando ella misma durante todo el tiempo que estuvieron sin contacto, especialmente después de la noche del bar, siendo el día siguiente de eso el mayor declive que ha tenido.

»Solo estoy comiendo porque Sam y Mon me obligan, incluso Wan Vi y Pleng lo hacen cuando estoy con ellas, por mi propia voluntad no lo puedo hacer porque lo termino rechazando... ¿Quieres que sea honesta contigo? continuó hablando luego de que Anueng le diera un pequeño beso en el dorso de la mano derecha para que siguiera, dándole su apoyo, sabiendo que aquello le estaba costando; cuando le hizo aquella pregunta y vio cómo es que asentía ligeramente, entonces Khun Nueng se terminó arrodillando frente a ella mientras la tomaba de las manos y las dejaba apoyadas en el regazo de la menor.

»Mi vida no tiene sentido si tú no estás en ella, eres mi todo y no quiero ni puedo estar sin ti, Nueng hizo una pequeña pausa de unos pocos segundos para después terminar confesando con completa honestidad, mirando en todo momento a la menor a los ojos, moviendo luego la mano derecha de Anueng hacia su pecho para que pudiera sentir los latidos de su corazón, el cual latía con fuerza en su pecho debajo de la palma de la menor . C̄hạn rạk khuṇ (Te amo), Nueng.

Khuṇ rạk c̄hạn h̄ịm (¿Tú me amas?) preguntó con su voz algo temblorosa, sus ojos llenándose de lágrimas de completa felicidad y sorpresa porque era la primera vez que la mayor le decía que la amaba de frente y sin que ella estuviera "dormida" como aquel día en la biblioteca a la que habían ido a practicar para los exámenes finales; Ar-Nueng había abierto su corazón a ella y le estaba siendo lo más honesta que podía a pesar de que le costaba, se le había confesado mientras estaba de rodillas frente a ella, sin importarle su título ni su sangre real, solo ella y el amor que le tenía.

Cuando Khun Nueng asintió ligeramente pero de forma segura y sin temor, Anueng la atrajo hacia sí y la abrazó con fuerza, ocultando su rostro en el cuello de su amada mientras lloraba de alegría, su corazón latiendo desbocado por haber escuchado a la mujer que amaba decirle que también la amaba; Khun Nueng se encargó de consolar a su amada, brindándole tiernas caricias, murmurándole de vez en cuando cuánto la amaba, dándole pequeños besos en la mejilla o en la sien, provocándole una pequeña risita a la menor entre sollozos hasta que solo pudo reír enternecida y dejarle ella misma algunos besos en la mejilla, hasta que en el último le susurro un "C̄hạn k̆ rạk khuṇ (Yo también te amo)", ganándose un beso en la nariz cuando se separaron, ambas mirándose con completo amor a los ojos, sintiéndose más relajadas por lo que habían estado hablando desde que Anueng había llegado al palacio.

El resto de la tarde la pareja se dedicó a practicar para los exámenes que tendría Anueng el día lunes, habiéndose instalado nuevamente en la biblioteca para mayor comodidad con los libros y las laptops que habían allí, platicaron sobre el proyecto que tenía la universitaria y que cosas tenía en mente para hacerlo, Khun Nueng le hizo algunas recomendaciones y le dijo que podría hacer el proyecto en la casa por si surgía algo, ya que al estar allí ella podría ayudarla más fácil o si no estaba ella, algún miembro del personal lo haría con gusto.

La mayor también le contó sobre el proyecto de su galería y le mostró los sitios que había conseguido su hermana para ella, al final había quedado entre tres lugares ideales pero no se había terminado de decidir pero luego de explicarle a Anueng todo lo que quería tener en la galería, la mujer más joven le dio el toque de iluminación que le faltaba, aportándole algunas ideas que la hicieron elegir por fin el sitio perfecto para su galería, luego de haberle avisado a Sam y que ésta con total emoción le dijera que ya mismo conseguiría la visita lo más pronto posible, Khun Nueng le agradeció a la castaña más baja con un beso en la mejilla y un "Gracias, mi buena niña", lo cual provocó un gran sonrojo en la menor y cuando Khun Nueng le dijo lo linda que lucía sonrojada, para evitar que la siguiera poniendo como tomate lo que terminó haciendo fue tomarla de las mejillas y robarle un beso, dejando que ahora fuera la mayor la que se sonrojara por el inesperado beso que le dio.

Después de una hora más de prácticas las llamaron a cenar y fueron tomadas de las manos, ambas con grandes sonrisas en sus labios, prácticamente destilando amor por todos lados, luego de que Anueng la convenciera al ponerle ojitos de cachorro y darle algunos piquitos, Khun Nueng pidió que le sirvieran la cena a ella también y aquello casi hizo que la Tía Nim y las damas que estaban en la cocina casi saltaran de alegría y se pusieran al instante a prepárale su plato, más que encantadas de que la joven señora pidiera comer; la pareja cenó tranquilamente entre platicas y algunas muestras de cariño que enternecieron a quienes las veían, aunque claro que les dejaban su privacidad, no queriendo incomodarlas, pero realmente les encantaba ver lo feliz que ahora estaba la joven señora gracias a la universitaria.

Tiempo después cada una tomó su turno para darse una ducha para prepararse para ir a dormir, siendo Anueng la primera en hacerlo mientras Khun Nueng le buscaba un pijama que le quedara medianamente bien, ya que obviamente tenían una altura y complexión diferente, pero después de buscar un rato encontró un pijama que había comprado hace un tiempo pero que no le había quedado, ahora agradecía no habérselo dado a su hermana en caso de que le quedara a ella o a Mon; también buscó un pijama para sí misma y una vez que lo encontró salió de la habitación para usar la secundaria, no queriendo incomodar a Anueng si la veía al salir del cuarto de baño en toalla, ella prefería evitar situaciones incómodas para su amada así que lo mejor que vio en ese momento fue usar el cuarto de baño de la otra habitación y vestirse allí, unos minutos después ambas ya estaban vestidas con sus pijamas y estaban instaladas en la habitación de Khun Nueng.

Nueng, me has estado mirando fijamente desde hace un rato ¿Qué sucede? habló entre curiosa y algo extrañada luego de notar nuevamente cómo es que la menor entre ambas la observaba fijamente a través del espejo, mientras ella continuaba peinándole con suavidad el cabello luego de haberles pasado el secador a ambas para evitar las molestias del cabello mojado por la noche . ¿Aún hay algo que te cause curiosidad?

¿Tu de verdad me amas, Ar-Nueng? le preguntó con algo de timidez, esperando no sonar tan insegura al hablar; claro que su Ar-Nueng se lo había dicho más temprano pero sus inseguridades y temores le ganaban, ella no quería que volvieran a separarse como en las dos últimas ocasiones, no sabía si lo podría soportar, menos ahora que ambas sabían lo que sentía la otra.

¿Lo preguntas porque quieres mi respuesta solo con palabras? ¿O es porque quieres que te lo demuestre en su lugar? quiso saber mientras dejaba el cepillo en el tocador y luego dejaba sus manos en los hombros de su chica, manteniendo su mirada conectada a través del espejo en todo momento.

¿Qué pasa si quiero ambas? contraatacó mientras inclinaba un poco su cabeza hacía atrás y la apoyaba en el abdomen firme y algo marcado de la mujer que la tenía profundamente enamorada desde el momento en que la vio por primera vez.

Khun Nueng soltó una pequeña risita mientras le daba un beso en la cabeza a la menor, pasando a sentarse en el banco que estaba junto a ella, moviendo entonces el banco donde estaba sentada su amada para poder estar más cerca la una de la otra, después de susurrarle un "Está bien", le dejó un beso en la frente una vez que estuvieron lo suficientemente cerca, pasados unos segundos después de forma delicada y tierna la punta de su nariz por la de Anueng, antes besarle la punta con ternura; unos segundos después Khun Nueng levantó su mano derecha hacia el mentón de la más baja y con ayuda de su pulgar hizo que la otra levantara un poco su cabeza, finalmente uniendo sus labios en un beso que ambas habían estado anhelando a pesar de que habían compartido algunos besos.

La más alta no perdió tiempo y movió su mano de tal manera que quedase entre ese espacio debajo de la oreja de Anueng, dejando sus dedos en su nuca mientras su pulgar estaba apoyado entre su mejilla y mandíbula, atrayéndola más hacia sí mientras la seguía besando de forma apasionada, limitándose a solo chupar y morder de sus labios de vez en cuando, solo hasta que escuchó un bajo gemido y sintió una mano tomarla de la camisa de su pijama y tirar de ella fue que llegó su pequeño autocontrol; unos segundos después movió su cabeza ligeramente hacia un lado y profundizó el beso al adentrar su lengua en la boca más inexperta, rozando y jugando con la lengua curiosa de Anueng por unos segundos más hasta que se separó para dejarla respirar, sonriendo para sus adentros al ver lo agitada que la había dejado solo con un beso, que para sus estándares aún estaba muy controlado pero no quería perder tan pronto el control con su Nueng.

¿Eso prueba mi respuesta? preguntó con tono bajo y algo ronco, manteniendo su mano en su lugar, acariciando la mejilla con su pulgar mientras le dejaba un tierno beso en la punta de la nariz, antes de quedarse simplemente detallando los rasgos tan hermosos que tenía frente a ella.

Aún no, Ar-Nueng ka~ murmuró mientras negaba ligeramente, usando un tono un poco bajo y seductor al decir el nombre de su amada, tomando la mano que seguía acariciando su mejilla y bajándola por su cuello hasta llegar a su pecho, conteniendo el aliento por unos segundos al sentir aquella mano más grande y experta contra su pecho, solo con la camisa del pijama impidiendo un contacto directo.

Khun Nueng tragó saliva al escuchar su nombre dicho de aquella manera y sentir aquel calor y suavidad debajo de su palma, su atención se desvió a ese mismo lugar al mismo tiempo que apretaba muy ligeramente su mano por puro reflejo, mordiendo el interior de su mejilla en cuanto un pequeño jadeo se escapó de la castaña más baja, lo cual le provocó una corriente en su espalda baja y se levantó de su asiento, tomando las manos de la más joven entre las suyas, haciendo que se levantara y comenzara a seguirla mientras ella las guiaba hacia la cama; con cuidado la mayor giró a la más baja para que quedara de espaldas a la cama y con poco esfuerzo la hizo sentarse en ésta, luego ella misma apoyó su rodilla derecha en el colchón y se inclinó sobre Anueng, subiéndose en la cama mientras la más baja se iba recostando, en todo momento ambas manteniendo su mirada fija en la otra, la castaña mayor colocó su mano derecha junto a la cabeza de su amada mientras la izquierda estaba cerca de su costado derecho y su pierna izquierda estaba entre las de la más joven.

Anueng colocó su mano derecha en el brazo del amor de su vida y lo acarició mientras se dirigía a su hombro, pero una vez estaba allí se desvió hacia su nuca y la atrajo suavemente hacia ella, no esperando mucho para volver a sentir aquellos carnosos labios contra los suyos una vez más; Khun Nueng la besó de forma lenta pero apasionada, queriendo tomarse su tiempo ahora que el camino hacia donde iban se había marcado completamente, quería ir al ritmo que su amada le marcara y hacerla sentir bien y amada, tal como se lo merecía.

Te extrañé mucho, Ar-Nueng confesó con tono suave una vez que el beso terminó y se tomó unos momentos para volver a respirar con normalidad, ver la forma en la que su Ar-Nueng la miraba la hizo sentirse tan hermosa, como si solo ella existiera para la mujer mayor, aquella mirada que le decía tantas cosas la conmovió y la hizo darse cuenta que ella no había sido la única en extrañar entre ambas.

Entonces ¿Por qué no viniste a verme si me extrañabas? —le preguntó con tono suave luego de acomodarse a su lado en la cama, dejando su pierna izquierda flexionada en el colchón mientras acariciaba con ternura el cabello y el abdomen de la menor antes de tomarla de la mano y llevarla a sus labios, dejando un pequeño beso en sus nudillos, manteniendo su mirada en la de la otra.

Tú no me llamaste y tampoco me buscaste respondió con un ligero tono de reproche, viendo cómo es que la mayor la miraba en silencio por unos segundos, habiendo dejado sus manos juntas sobre su abdomen; desde que se había ido aquella mañana del palacio deseó y esperó que Ar-Nueng fuera a por ella e intentara arreglar las cosas, pero con cada día que había pasado sus esperanzas habían ido disminuyendo cada vez más.

-Quise darte tu espacio, pensé que te molestarías si iba a por ti luego de que pidieras restablecer de nuevo a cero -le comentó con su ceño ligeramente fruncido, pensando en que quizás el haber mantenido distancia no había sido la mejor idea, pero ya lo hecho, hecho estaba, ella había pensado que era lo mejor ya que temía que definitivamente la universitaria la sacara de su vida si la presionaba.

Olvidemos todo eso, olvidemos lo que dijiste y lo que yo dije...Centrémonos solo en nosotras dijo aquello primero entre seria y suplicante, ya se habían lastimado mutuamente con sus acciones, lo mejor era dejar eso atrás y solo mirar hacia delante; hizo una pequeña pausa de unos segundos, durante los cuales se quedó viendo aquellos labios que la volvían loca y apenas apartando la mirada por unos segundos para ver directo a los ojos a la más alta dijo aquello último, con una pequeña sonrisa pícara en sus labios, levantando su mano y atrayendo a la mujer de sus sueños hacia ella por el cuello.

Volvieron a unir sus labios en un apasionado beso que fue escalando cada vez más en intensidad, dejando ver cuán deseosas estaban la una por la otra, pero a pesar de las inmensas ganas que tenían en ese momento, Khun Nueng quería dejar algo claro antes de que continuaran dejándose llevar por la pasión y el amor que se tenían, por lo que muy a su pesar se separó de aquellos suaves labios, aprovechando la pequeña distancia que le daba estar apoyada en su antebrazo por sobre el cuerpo acostado en la cama

Nueng, de ahora en adelante, no restablezcamos nada, nunca más...Esta noche quiero mostrarte cuanto te amo lo primero lo dijo algo seria pero manteniendo su expresión suave para que Anueng no pensara que estaba molesta o algo por el estilo, solo quería que viera que realmente quería terminar con esa tontería de hacer como si nada estuviera pasando entre ellas, ya se había cansado de eso; lo último se lo terminó diciendo mientras rozaba su nariz en la mejilla de la más joven antes de dejarle un beso allí.

Cuando Khun Nueng se separó nuevamente y se miraron a los ojos, ambas parecieron llegar a un acuerdo, ya no tendrían más "restablecer a cero", no más separaciones, solo ellas dos y el profundo amor que se tenían la una a la otra, claro que tendrían muchas cosas por delante, muchos temas delicados que tratar y obstáculos a los que enfrentarse, pero ahora solo querían ser ellas mismas y amarse sin problemas y sin impedimentos. Anueng no pudo contener la pequeña sonrisa de alegría que le provocó escuchar lo que la mayor había dicho, y ver la expresión feliz de la menor hizo que Khun Nueng también sonriera un poco; la menor entonces se armó de valor y volvió a acercar a su amada nuevamente a su boca, tomando la iniciativa de volver a besarla, siendo incapaz de estar lejos de aquella boca que le era tan adictiva, que la había hecho sentir cosas que jamás pensó sentir ella misma.

Nueng se dejó besar por la menor todo lo que esta quiso, disfrutando del pequeño subidón de iniciativa que tenía su chica, pero cuando en medio del beso su labio fue mordido y estirado por aquella chica traviesa, la más alta no lo resistió más y tomó la mano que había estado entre su hombro y su cuello, colocándola contra el colchón y manteniéndola allí con un agarre suave pero firme a la vez, disfrutando de la sensación de la mano más pequeña aferrarse a la suya más grande, sin mucho esfuerzo profundizó el beso al adentrar de forma audaz su lengua en aquella boca que la recibió más que gustosa; Khun Nueng se acomodó mejor sobre Anueng, posicionándose entre sus piernas mientras mantenía la mayor parte de su peso en su antebrazo derecho, luego de unos segundos soltó el agarre de la mano de su chica y de forma lenta comenzó a recorrer el costado de su cuerpo con la mano hasta llegar a su trasero, el cual apretó con algo de fuerza antes de mover su mano hacia el muslo, levantando un poco la pierna de Anueng hacia su cadera.

La pareja se estuvo besando por varios minutos, hasta que Anueng de repente rodeo la cintura de la mayor con su brazo izquierdo y adentró su mano debajo de la camisa del pijama, al mismo tiempo que su mano derecha la llevaba al cuello de la mayor y en su búsqueda de acercarla más a ella, terminó apretando ligeramente la zona, lo que provocó que la mayor le mordiera el labio y apretara con fuerza su muslo, haciéndola jadear de deseo y aunque estaba algo avergonzada por dejar escapar esos sonidos, las reacciones de Ar-Nueng a ellos le hacía saber que a ella le encantaban y que a propósito buscaba las maneras de que los hiciera.

—Déjame escucharte, Nueng —le susurró contra los labios una vez que se separó para que ambas pudieran tomar aire, pero no esperó mucho tiempo más antes de pasar al cuello más pálido de su chica, comenzando a besar, morder y chupar a su antojo, mientras que iba desabrochando la camisa muy lentamente a pesar de sentir su cuerpo hervir por la necesidad de estar una vez más piel con piel con Anueng, pero ella quería tomarse su tiempo esta vez.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top