Koharu no podía creérselo, pero se había enamorado de su amigo de la infancia.

Más de una vez había leído libros donde eso sucedía, y, bajo su punto de vista no podía ser más aburrido y en cierto modo, hasta le parecía triste, conocer a alguien cuando aún no tienes uso de razón y un montón de años después darte cuenta de que estás casado con esa persona. Hay quienes lo ven bonito, como si fuera tocado por el destino, hay quienes lo ven cliché, pues ya está muy visto, y luego está Koharu, quien cree que no es lo correcto.

Es absurdo pensar que no es correcto, se conocían desde toda la vida y no es como si fueran a ser discriminados por su género, ya que eran hombre y mujer respectivamente, su relación siempre había sido bonita y estaban unidos, ¿qué tenía de malo entonces?

Pues, Koharu no sabe cómo explicarlo, Gou es alguien encantador que siempre la ha tratado muy bien, es la persona en la que más confía y se dio cuenta de que él siempre ha tratado de incluirla en sus planes con Ash, aunque no fueran de su mayor agrado, agradecía el esfuerzo de Gou para que se sintiera incluida. Entonces, el problema radica en que, por motivos que desconoce, Koharu no quiere pasar su vida junto a su amigo se la infancia. En parte, también cree que no le merece, él es muy bueno y amable, ella es más fría y reservada.

Y el hecho de pensar en que pueden pasar como polos opuestos sólo le disgustaba más.

Han pasado años desde que se conocen, tantos que la pelirosa no quiere contarlos, y aun así, cree que Ash le conoce mejor que ella, cosa que le hace sentir un nudo en el estómago. Koharu se cree un tanto egoísta, no quiere tener una relación con Gou, pero tampoco quiere que él la tenga con Ash.

El joven que pasaba tanto por la mente de su enamorada entró corriendo al lugar donde la chica bebía tranquilamente una taza de té y se acercó a ella rápidamente, invitándola a pasar el día junto a Ash y él, y, para sorpresa de Gou, ella aceptó.

El chico exclamó con ilusión en el aire mientras empezaba a correr hacia la salida, donde le estaba esperando Ash.

«Sigue siendo el Gou de siempre», susurró de manera casi inaudible, formándose en su rostro una pequeña sonrisa, daba igual cuánto tiempo hubo pasado desde que le conoció, seguía siendo el mismo chico alegre del que tanto miedo tenía estar enamorada.

—¡Espérame!—Exclamó dejando su asiento libre empezando a correr hacia él, topándose con que había parado en seco.

—¿Pasa alg—fue interrumpida de golpe en cuanto los labios de Gou hicieron presión contra los suyos.

No se lo podía creer, por mucho que no quisiera estar enamorada de él, por mucho miedo que le tuviese a esa idea, Gou la estaba besando y eso era lo único realmente importante en ese momento.

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No. Deis. Besos. Sin. Permiso. Ahora que ya he advertido esto, pues si no elegí el Fellow para este reto fue porque en el AniPoke tengo a pocos heteros realmente, así que recurrí a este, separando a Ash y Gou.

¡Reto cumplido! Gracias por leer n.n

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