XVIII

TW: Conversaciones y contenido explicito además de toques de temas fuertes para este episodio, se considera discreción


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Querido Lector, bienvenidos sean otra vez

En una sociedad atareada, el que se despierta más temprano es el más vivaz. Y esos que se despiertan antes de que salga el sol son los engranajes que mueven a la aristocracia. Estos son los sirvientes, personas que como hadas mágicas de los cuentos de hadas, se aseguran de que todo esté listo y perfecto.

Y para la sirvienta personal de su excelencia la duquesa de Marlborough es más que llevarle su charola de té por la mañana, era todo un arte. Levantarse incluso antes de la ama de la cocinera para prender el fogón, hacer la tetera de agua caliente y la misma mezcla de té y otras hierbas.

Le llevo la bandeja con algunas galletas recién horneadas y algo de fruta, una bandeja ideal para alguien como su señora.

-Buenos dias Ga-

No termino la frase al ver la habitación, era como si una estampida hubiera pasado por el lugar, esto hasta para los estándares de su señora era otro nivel. Solo suspiro y fue a dejarle la bandeja al lado de la cama. Un bulto cubierto con varias desordenadas sábanas se asomaba en la cama...

-Gabby, se que quieres dormir mas, pero mira que hermoso es-

La doncella se horrorizo al ver al ver a nadie mas y nadie menos que Tom, que estaba bien a gusto dormido en la cama.

-¡¡¡AHHHH!!! –Soltó el grito más agudo que se escucho–

-¡¡AHHHHHHH!! –Grito el también despertando por los gritos–

-¡Ay Dios mio! –Se tapó los ojos– Y-yo lo siento

-No, no, no te disculpes–respondió él sacudiendo la cabeza–

-E-Espera un momento, si tu estas aquí ¿Dónde esta Gabby?

Ambos se quedaron en silencio al oir quejidos viniendo debajo de la cama. La doncella echó un vistazo para ver a una Gabby dormida, con plumas en su cabello y cubierta con una sábana.

-Ufff... al menos esta bien–suspiró ella de alivio–

-Creo que mejor me ire–susurro el duque–

Tom salió de la cama y apenas se movió, se hizo visible un gran espacio hundido en esta que solo perturbó más a la pelinaranja.

-"Voy a necesitar refuerzos para limpiar esto..." –pensó en lo mas adentro de su ser–

-Mmhg...–el quejido de Gabby se escuchó de nuevo– ¿Ya amaneció....?

La duquesa salio adormilada de debajo de la cama, su cabello estaba desordenado con plumas enredadas entre su pelo y mantenia una inocente sonrisa. La doncella se quedo algo pasmada en el buen sentido viéndola por un rato.

-B-Buenos días Gabby–respondió ella queriendo mantener la compostura– Parece que se divirtió mucho con su excelencia anoche

-Si...–respondió sacudiendo la cabeza para quitarle las plumas del pelo– Fue muy divertido

-Creo que pedire que preparen su baño en otro cuarto–dijo con las mejillas algo coloradas–

La doncella salió de la habitación aun procesando los últimos 5 minutos. Si asi empezaba el día, hoy sería un día muy largo...

Por otra parte, Jake se hallaba vistiéndose, su cara estaba algo decaída de anoche, no había llorado solo se sentía vacío, algo fuera de lugar ahí.

-Milord–le tocaron la puerta–

El poeta no respondió y abrió la puerta para ver al lacayo encargado de las cartas con su charola en mano.

-¿Sucede algo? –pregunto el peliazul–

-Le llego correspondencia señor–le extendió la bandeja–

El chico esta confundido, la única que le podría escribir quizás era Miriam, o tal vez Ashley con noticias... Pero no, la carta era de Aiden, ¿Por que Aiden? ¿Para que?

-Gracias–cerró la puerta–

Dejó caer la carta caer del escritorio, la leería más tarde él pensaba. Otra vez tocaron la puerta de la habitación ¿qué más quieren?

-¿Qué quieren ahora? –Dijo el poeta abriendo la puerta–

-Jake–dijo Tom en la puerta–

-T-Tom–respondió sorprendido–

-Solo quería hablar contigo antes de desayunar–entró con una sonrisa–

-¿Q-Qué quieres hablar? –pregunto él cerrando la puerta detrás de el–

-Queria saber si estas bien, si te encuentras comodo

-Pues si lo estoy, no es necesario que te preocupes por mi Tom

-Jake–lo tomo de la cintura– Te conozco y sé que no estás bien...

El chico se apoyó del pecho de su duque, solo quería disfrutar de ese pequeño abrazo y nada más. El pelinegro no insistió y lo abrazó con más fuerza, cuando noto el sobre de la carta que recibió el peliazul...

-¿Que es esto? –pregunto viendo la carta–

-Una carta–respondió cortante–

-¿De quien? –Pregunto el con mas seriedad agarrando la carta–

-Que te importa ahora devuélveme eso–le dijo algo molesto queriendo quitarle la carta–

-¿Quién es Anderson? ¿Eh? –preguntó él con algo de celos– ¿Algún admirador secreto?

-Un amigo–le quitó la carta de las manos y se apartó de él– Y él ya tiene a alguien así que si me vas a estar celando mejor será mejor que te vayas

-Y si no quiero–le susurro al oído abrazándolo por detrás–

-Tom–suspiro él con la piel erizada–

-Y si solo quiero estar junto a ti–le siguió hablando al oido– soy todo tuyo Jake...

El duque pasó sus manos por debajo de la camisa del joven y le dio una ligera mordida en el cuello que hizo al poeta soltar un ligero gemido, el pelinegro si que sabia donde tocarlo para hacerlo estremecer.

-T-Tom para por favor–el chico se apartó de él–

-¿Hice algo mal?

-No, solo que es muy temprano para esto–se excuso el poeta– por favor sal, prometo que nos veremos en el desayuno...

-Esta bien–le dio un beso en la frente– Recuerda, cualquier cosa de la que quieras hablar estare aqui

-Lo sé...–le respondió con cierto desgano–

Tom parecía triste por la respuesta, solo quería hacer a Jake feliz en esta casa y ahora es como si otra vez ambos tropezando con la misma piedra...

Ya solo en su cuarto y con la carta arrugada por las manos de su hombre, decidió leerla antes de que él pudiera destrozarla más

Hola Byron

Oye ¿que tanto te estas demorando allá en Clyvedon. Cuando dijiste que irías a Clyvedon para llevar un mensaje de tu amiga de verdad creía que te quedarías solo unos días y regresarias.Ya varias semanas que no te vemos por aquí, en las reuniones se siente tu ausencia, siento que las fiestas no son lo mismo sin tus declamaciones borracho y tu poemas a medio terminar.

James extraña tenerte como único compañero de copas que le puede seguir el paso, Lake extraña a su único colega de escritura y hasta Hunter te extraña. Desde que te fuistes él ha sido muy constante a estas y a cada una se pregunta si has regresado o no, lo cual es curioso.

Desviando el tema, espero que estés pronto por aquí porque gracias a James uno de mis cuadros se exhibirá en la nueva ala del museo junto a Tess, aunque ella no estuvo muy contenta principalmente porque la corrieron del trabajo. De casualidad ¿los duques no tienen disponible algún puesto de sirvienta disponible para ella? Si es que hay me vuelves a escribir de regreso.

Atte. Anderson

-"¿Hunter... me extraña...?"

Suspiro entre sus pensamientos, casi había ignorado por completo el final de la carta ¿Por que lo extrañaría? ¿De verdad aún él tenía esos sentimientos sin resolver hacia él? Él arrugó la carta y la tiró al fuego con los pensamientos revueltos...

De regreso con nuestra doncella favorita, ya en otro cuarto, le estaba dando los últimos detalles al cabello de Gabby.

-No se cuantas veces tendré que disculparme con Leopold por el desastre de esta mañana–Mencionaba Gabby–

-No es necesario que te disculpes con ella, es su deber y el de las demas sirvientas hacer su deber y servirte–le respondió Ellie–

-Si, pero ya vistes como quedo el cuarto, si la anterior vez fue un remolino el que pasó esta vez paso un terremoto–resaltaba la pelomarron–

-Bueno acepto que hasta para usted, ese nivel de destrozo fue algo exagerado–intentaba no sonar mal–

-Creo que si nos pasamos un poquito...

-No te desanimes Gabs, es tu casa y puedes hacer lo que se te plazca–la animada la pelinaranja–

-Gracias Ellie...–le devolvió una sonrisa– ¿Iras con Drew?

-Si tranquila, de seguro ya despertó solo

-Ve con el Ellie, ya nos vemos en el comedor

-Esta bien Gabs

Ellie salio del cuarto dejando a Gabby siguiéndola con la mirada, aun tenia sus dudas, sin embargo aun confiaba, dentro muy adentro de ella tenia un atisbo de esperanza de que las cosas no eran como se rumoreaban.

La doncella camino hacia la espaciosa habitación del muchacho que parecía estar durmiendo plácidamente aun entre las sábanas blancas y almohadas de plumas.

-Drew levántate–dijo Ellie entrando– Se que te permiti dormir hasta tarde hoy, pero ya es hora de que despierte para desayunar

La pelirroja saco las sabanas de encima, solo para ver lo que parecía ser un durmiente Drew solo eran un tumulto de varias almohadas

-¿Drew? –se veía clara su preocupación–

La chica buscó por todas las partes de la habitación en donde el muchacho se pudo haber ocultado, la preocupación solo hacía más que aumentar.

-Drew no estoy para juegos ¿Dónde estás? –dijo la muchacha preocupada–

Nuestra pelimarrón, ignorante de lo que pasaba, se hallaba de camino al comedor. No había tantos problemas por ahora ya que pensar, solo lo del tema de Ellie... Aun tenia todo el día para preguntarle.

-Gabs–se encontró con Tom en la puerta–¿Dormiste bien?

-Si gracias–Respondió alegre– y ¿avances con Jake?

-¡OH! nada importante solo un tipo que decidió enviarle una carta para quien sabe que–respondió con cierto recelo–

-Tom, eso suenan como "celos" –mencionó Gabby–

-Literalmente se esta repitiendo la misma historia que me contaste de las cartas de Crane hacia Ellie, solo que ahora es un tal Anderson que dice ser su amigo–respondio el con cierta molestia–

-Y al igual que tu me dijiste ese dia pueden ser simples coincidencias–intento ser comprensiva– Si el dijo que era una amistad tienes que confiar en él...

-Si quizás tengas razón, es que tengo miedo lo descuide mucho por el tema de esta mentira... –respondió con tristeza–

-Ya veras que todo se solucionara–Le dio una sonrisa sincera–

-Gracias Gabs–le sonrió de regreso– ¿Y tu con Ellie?¿Novedades?

-No muchas, casi no pude hablar con Ellie a solas, pero se que después del desayuno quizas podría darme una chance

-Jaja adoro tu positivismo Gabs–rio el chico–

-Pues claro, es mejor ahora estar positiva para no pensar en esas cosas–le respondió con determinación–

-Nunca cambies Gabs

Se abrieron la puerta del comedor para ellos y de sorpresa para ambos que no había rastros ni de Ellie, ni de Drew y de Jake por ningún lado

-No están...–dijo extrañado el pelinegro–

-Quiero creer que Ellie se está tardando por Drew–intentó mantenerse positiva–

-Si pero eso no explica por qué Jake aun no esta aqui–menciono el duquesito–

-Sino vamos avanzando nosotros, de seguro llegan pronto–dijo Gabs intentando mantener el positivismo–

Por otra parte de la casa, se hallaba Jake reflexionando sobre la carta. ¿De verdad valia la pena quedarse aqui? Se sentía como un sobrante ahora mismo y en Londres se preguntan el por que no volvio aun. Solo paso por la gran biblioteca de la casa, sin ganas de desayunar entre libros polvorientos, sintiéndose fuera de lugar.

-"No creo que a Tom le moleste si le digo que me voy... ¿o si?"

De un momento unos extraños ruidos se oyeron en el lugar como vidrio chocando

-¿Hola? –pregunto confundido–

Los ruidos fueron peores, vidrios rompiéndose contra el piso que hizo estremecer al poeta del miedo. Inconscientemente agarró uno de los libros de la biblioteca y camino despacio a la fuente de los ruidos.

-¡Te tengo!

El hombre iba a atacar con el libro lo que creía que era una alimaña, solo para toparse a un asustado Drew quien se cubrió con su libro queriendo desaparecer

-Oh eres tu...–dijo más tranquilo– Me distes un susto niño

El chico aun con miedo solo rompió a llorar en silencio.

-Shh..shhhh oye cálmate si–se paniquio tambien el poeta por los repentinos llantos del muchacho– "Dios Gabby me va a colgar en el patio si se entera de esto"

Ya temiendo por su vida, el peliazul solo pudo abrazarlo y calmarlo como un niño pequeño, viendo alrededor la cantidad grande de libros de distintas materias y autores, además de papeles con caligrafía escritos a mano por la mano del chico. El poeta estaba asombrado de la dedicación del chico, aunque algo no estaba bien

-¿Estuviste toda la noche aquí? –preguntó él viendo los libros–

-¡Drew! –El grito desesperado de Ellie resonó en toda la biblioteca–

-Ellie–contestó el poeta nervioso–P-Puedo explicarlo lo juro

La sirvienta aprto al hombre y solo vio al lloroso niño con preocupación.

-¿Qué le hiciste? –pregunto enojada–

-Y-Yo solo-

El pobre de Drew no resistió más de su cansancio, su nariz soltó un riachuelo de sangre del estrés antes de caer rendido en los brazos de la doncella, la mujer verlo en un estado tan deplorable veía rojo...

-¡SERAS IMBECIL! –Grito la pelinaranja al poeta–

-¡El estaba haci lo juro! –se excusaba el poeta–

-¿Sabes que? Gabby jamás tuvo permitir que te quedaras, solo traes problemas por donde vayas

-¡La unica persona que le trae sufrimiento a Gabby eres tu! –respondio el–

-¿A qué te refieres con eso segun tu?

-No se, ¡¿quizas hacer llorar a Gabby el maldito dia de su boda?!

La sirvienta se quedo con los ojos abiertos del panico, sabia que Gabs salio afectada por lo del beso, pero supuso que era porque creia que ella se iba a quedar en Londres.

-¿Q-Qué sabes...?

-¡Ellie!

Los gritos de Gabby llamaron la atención de ambos. El par de duques estaba en la puerta uno mas preocupado que el otro de lo que estaba sucediendo.

-¡Drew! –la pelomarron corrió a su lado– Ellie ¿que le paso?

-Y-Yo...

La doncella no podia ver a los ojos a su señora, no solo estaba preocupada por Drew, sino por ella misma ¿Jake sabe lo que paso en el balcón? ¿Cuántas personas más sabían sobre el beso?¿A quien más se lo habia contado Gabby?

-Tu tienes que ver con esto ¿no? –Señalo la duquesa hacia el peliazul–

-¡Yo no le hice nada! –se justificó el poeta–

-¡¿Entonces por que Drew y Ellie estan asi?!

-Calmate Gabs–Tom se puso en el medio de ambos–

-A mi no me calma nadie Tom–respondió ella aun con enfado– No ves cómo están ellos

-¿Y quien dice que Ellie no tiene que ver en esto? –pregunto Jake–

-No te metas en donde no debes Byron–le reclamo la pelomarrón–

-Todos calmados señores, esto solo tiene que ser un muy mal malentendido–respondio el duque queriendo apaciguar las aguas–

-¿Saben que? Me arté de esta conversación–arremetió la duquesa – Vamonos Ellie...

Gabby tomó la mano de su sirvienta que la apartó deliberadamente con su mirada sombría.

-¿Ellie? –estaba confundida la pelomarron con la actitud de su doncella–

-Llevaré a Drew a su cuarto, no te preocupes Gabs–respondió aparentando calma– Permiso excelencias...

La chica sostuvo como pudo al muchacho para llevarlo de regreso a su habitación dejando a todos los del cuarto helados de la extraña actitud de la chica...

-Ellie...–suspiro ella aun en shock por su extraña actitud–

-Gabby... –dijo Tom con cierto lamento–

-Iré por ella–le respondió cortante– Nos vemos

La chica se alejó de ellos saliendo con paso firme de la habitación dejando a ambos hombres solos

-Tom te juro que no le hice nada al chico, debes de creerme...–suplicó en voz baja el poeta–

-Tranquilo te creo... –Respondió él abrazándolo– vamos a mi estudio y me explicas todo más tranquilo

Ya era de tarde en la casa y las cosas estaban movidas, en la cocina se preparaban para el almuerzo. Aunque como mencione lector mio, este lugar es un lugar para el chisme y la habladuría.

-3 horas...–decía cansada una de las sirvientas– 3 horas completas nos demoramos en limpiar el bodrio que los duques hicieron anoche

-Tranquila Daisy todas sufrimos por igual–le consolaba su amiga–

-Es que Dahlia no lo entiendes, estos duques son peores que animales

-Al menos tu no tienes que tratar con animales reales–menciono un lacayo con los ojos en una libreta–

-¿Eso es parte de la sorpresa del duque Ean? –le pregunto inocentemente Dahlia–

-Cuando el duque dijo que quería traer al castillo las mascotas de la duquesa esperaba perros, gatos, incluso caballos. no un circo ambulante–decía indignado–

¿Pues que tan malo puede ser? –pregunto de regreso–

-Malo niveles "temo por mi vida" –respondio el lacayo con disgusto–Un lobo, un oso, caballos, jirafas, una familia de venados, otra de cerdos, palomas, gallinas, loros, pavos reales y sin contar el elefante de las India que viene el camino, además que la lista sigue y sigue

-Dime por Dios que el elefante no lo tenia desde antes –expresó su incredulidad–

-Me gustaría decirte que no–suspiro el tipo–Y ya ni hablemos de que todos tienen nombres absurdos, por ejemplo hay una gallina que se llama Peppa Pecas–decia algo indignado–

-Pues ve haciéndote la idea Ean, si es que quieres que te asciendan a ayuda de cámara tienes que ser asi–le reclamo Daisy–

-Y si te sigues quejando tu tambien Leopold no te va a considerar como nueva doncella personal–arremetió Ean con sarcasmo–

-Y si ambos siguen peleando como gatas en celo ninguno será considerado para la tarea–entraba Leopold a la sala– Así que es mejor que vuelvan al trabajo ahora

Los dos miembros del servicio se quedaron helados con la presencia de la ama de llaves.

-Más bien Ean–detuvo la mujer al joven lacayo– ¿Llego alguna carta nueva?

-N-No señora lo siento–decía el joven muerto del miedo–

-Carajo–Dijo entre dientes–Me avisas si es que llega alguna...

La mujer se apartó del lugar intentando mantener la compostura, era obvio que no habría respuesta considerando que lo mandó recién ayer, pero la espera ya era mucha, demasiada para su gusto

En la habitación de Drew, Ellie estaba al costado de su cama viéndolo descansar con una mirada de pura pena por el chico, no entendía el por que el muchacho hizo eso, parecía que todo estaba yendo muy bien para orillar al muchacho a hacer esto.

-Ellie...–entró despacio Gabby a la habitación–

La doncella no levantó la mirada, no podía verla a los ojos a Gabby, se sentía mal...

-¿Drew aún no se despertó? –preguntó ella con nerviosismo queriendo abrir la conservación–

-El doctor dijo que solo necesita descanso–mencionó la sirvienta acomodando con su mano algunos de los mechones del muchacho–

-Ellie... ¿que paso ahi? Porque si Jake te hizo algo juro que yo-

-¿Cuantos más lo saben? –Preguntó directamente ella–

-¿Saber que?

-¿Cuantos saben sobre el beso Gabs? Dime la verdad

-Ellie ¿A-A qué viene esa pregunta? –Tartamudeo la duquesa–

-No desvies el tema Gabby ¿Cuantos más lo saben? –la doncella ya estaba exigiendo la respuesta–

-Solo yo y el duque...–le respondió ella desviando la mirada–

Ellie no estaba muy convencida de la respuesta, quería creerle sin embargo las palabras de Jake resonaban en su mente...

-Ellie, yo jamás compartiría eso con nadie a quien no confíe–le agarró las manos– Nadie en Londres sabrá lo que pasó.

La doncella seguía callada al verla con la misma expresión, sólo para escuchar los sollozos de la pelomarrón, sollozos de arrepentimiento sincero.

-Por favor Ellie, debes de creerme... al menos di algo, odio que estés enfadada conmigo...–decía entre sollozos–

-Ya yo odio verte llorar Gabs–respondió ella abrazándola– Por favor... no llores...

-Esto es mi culpa lo siento, lo siento, lo siento...–se disculpó profusamente-

-No Gabby, no la tienes

En otra parte, se hallaba el duque con su amado en el despacho del pelinegro. Tom había sido paciente escuchando toda la versión de la historia de Jake y el poeta se lo explico todo a detalle, cómo entró a la biblioteca porque no se sentía bien y como encontró a Drew.

-Entonces eso fue lo que pasó...–dijo Tom–

-Si, lo juro Drew estuvo ahi en la biblioteca durmiendo y supongo que Ellie reacciono mal–se justificaba el poeta–

-Aun asi, eso no explica la reacción de Ellie, si me entiendes...

-Supongo porque no pudo soportar la verdad–mencionó rodando los ojos–

-¿Como que la verdad?

-No me mates ¿si? –soltando un suspiro–Digamos que yo le menciona como Gabby lloro por su culpa el dia de su boda

-¡¿Qué hiciste qué?! –respondió alterado– Jake eso es caer muy bajo

-Lo se, sin embargo se lo merece–mencionó cruzándose de brazos– después de que tanto luche para ganarme el perdón de Gabby para que sus falsas acusaciones lo arruinen todo

-Tu no entiendes lo sensible de la situación entre Ellie y Gabby–respondió molesto el hombre–

-Tom, me estás asustando–dijo con miedo– Por favor dime...

El pelinegro solto un gran suspiro, sabía que Gabby lo iba a matar por decir eso, pero confiaba en Jake, él no solitaria un secreto tan fácil si se lo pedía.

-La razón por la que Gabby estaba llorando esa tarde, es que Lord Crane se sobrepaso con Ellie en un balcón

-¿Qué? –estaba atónito– Con sobrepasarse te refieres a que el intento-

-Solo la beso–lo interrumpió el hombre– Por suerte solo llego a eso...

El chico no sabía qué decir, él mismo más que nadie entiende por la posible culpa que siente Ellie. Lo había arruinado a lo grande.

-¿Sabes por qué escogí a Gabby de esposa en primer lugar? –le preguntó Tom con seriedad–

-Por lo de nuestro secreto–respondió el–

-No solo por eso–soltó un pequeño suspiro– Porque ella al igual que nosotros ama a alguien que no debería de amar...

-Y es por eso que le dolió el beso a Gabby...–dijo el poeta conectando los puntos–

-Ya en Gabby no veo una esposa falsa o una tapadera Jake, veo a una amiga que me entiende y está en una similar situación a la nuestra–agregó el duque–

-T-Tom–el poeta se había quedado sin palabras por la culpa–

-Pediría por favor que te disculpes con ambas... por favor–le respondió con frialdad antes de salir–

Jake se quedó en el estudio sintiéndose como la persona más horrible del planeta, quería que la tierra lo tragara, agarrar un arma y darse en la cien para no pensar en eso. Esto solo refuerza lo que pensaba, tenía que irse de este lugar pronto.

Gabby se encontraba en su cuarto después de la conversación con Ellie, se quedó viendo el techo desde su cama reflexionando sobre la vida. Seguía sintiéndose fatal por haber contado lo del beso a Tom, quizás le había ido con el chisme a Jake y por eso la reacción de su doncella. Se tuvo que quedar callada, no era deber de ella contar algo así de íntimo. Aunque Ellie no se enojó con ella, había traicionado su confianza de esa manera tan horrible

-Excelencia–Karol entro a la habitación–

-Señora Leopold–se limpió la cara de las pocas lágrimas de su rostro– ¿Pasó algo?

-El almuerzo ya va a estar listo y no se preocupe me asegure que hubieran platillos sin carne para usted–otra vez con su buena actuación de simpatía–

-Gracias Leopold ya ire–se veia desganada–

-¿Sucedió algo con el duque excelencia? –preguntó ella con preocupación–

-Solo una pequeña discusión eso es todo–respondió ella–

-¿Tiene que ver relacionado como dejaron la habitación anoche o con otras cosas? –dijo con cierta intriga–

-No, para nada–contestó algo sonriente– y lo siento por el desastre de anoche, esa pelea de almohadas se nos salió un poco de las manos.

La ama de llaves se quedó pasmada por un segundo en su lugar...

-¿Una pelea de almohadas? –pregunto atónita–

-Si, de verdad lo lamento, esta 2da vez fue 10 veces más destructiva que la primera y quería pedir perdón por ello...

-Entonces lo que hacían usted el duque esas dos noches...¿era eso?

-Si, ¿por qué esa cara? –decía en su inocencia–

-Bueno, digo ya que era su luna de miel mínimo ya una vez...–no sabía cómo explicarse la ama de llaves–

-¿Una vez que?

-Tampoco digamos que es mi deber meterme en estos asuntos excelencia–mencionó avergonzada– de seguro su madre ya le comento algo antes de siquiera casarse

-Yo no tengo madre...–mencionó con cierta tristeza–

-Oh carajo...–maldijo en voz baja–

-Esta bien Leopold, ya lo tengo ya superado

-Excelencia, ¿Genuinamente no sabe a lo que me refiero?

-No ¿Que debería saber?

La ama de llaves fue un segundo a la puerta y vio al pasillo asegurándose que no había nadie a la vista para volver a cerrarla soltando un suspiro solo para prepararse para la incómoda conversación que se venía

-Hablo de "consumar" su matrimonio

-¿Consumar?

-El "acto" que se hace en la noche de bodas...

-¿Había que hacer algo?

-Esto va a ser una conversación muy larga...–suspiro la ama de llaves con resignación–

De regreso con la doncella, ella se había traído su almuerzo a la habitación del muchacho para seguir vigilando no obstante no había probado bocado, la angustia por Drew la consumía por dentro. Seguía jugando con el pelo del muchacho hasta que el abrió lentamente los ojos.

-Drew–reaccionó ella–

El chico quería levantarse de la cama pero la doncella se lo impidió

-No te levantes, dejame ayudarte

La doncella acomodo las almohadas para que pudiera estar sentado y más cómodo en la cama...

-¿Cómodo? –preguntó ella–

El chico le asintió con una sonrisa, se veía más relajado y descansado.

-Drew... ahora si me puedes explicar ¿En qué estabas pensando?

El chico bajo la cabeza de vergüenza, no deseaba causarle tanta preocupación a todos ellos...

-Vamos Drew... puedes decirme...

La pelinaranja le extendió el pizarrón que solía usar el muchacho para comunicarse y el chico escribió algunas palabras...

-'solo quería estudiar más'

-¿Y el por qué a esas horas? Drew si querías que te enseñará más cosas solo tenias que decirme

-'No quiero ser reemplazado...' –escribió el mirando a otro lado–

-¿Reemplazado? No Drew, tú jamás serás reemplazado–decía la sirviente con comprensión- Además ¿quien diablo te reemplazaria a ti?

El chico le costaba escribir una respuesta clara, le tomo su tiempo antes de voltear la pizarra hacia la chica

-'el hijo de los duques...'

A Ellie se le abrieron los ojos como platos, su corazón se le hizo pesado. Esto tenia que ser una mentira o un rumor, Gabby jamás le ocultaría algo así...Con la expresión de la chica, el pobre Drew solo confirmó lo que pensaba y solo se ocultó entre las sábanas de su cama.

-Drew...–la chica apenas podía hablar de la duda y soltó un largo suspiro para continuar–Escuchame, si por alguna razón llegara a pasar eso y Gabby te llega a dejar de lado por un "hipotético" hijo yo jamás te dejaré de lado

El chico se saco la manta despacio para ver a la joven de pelo zanahoria directo a sus ojos cyan

-Confia en mi Drew, si ese hipotético día llega estoy dispuesta a renunciar a este trabajo para irnos lejos de aquí–menciono acomodando los mechones de pelo del muchacho– Lo prometo...

Esas palabras eran lo que el chico necesitaba para saltar a los brazos de Ellie quien correspondió con mucho amor a ese abrazo...

-Yo te dije que te cuidaría Drew, jamás olvides eso...

El chico se separo de ella, secándose algunas lágrimas que se asomaban por su rostro antes de agarrar la pizarra de nuevo

-'¿puedo preguntarte algo?'

-Claro Drew lo que sea...

-'¿Puedo llamarte hermana Ellie?'

A la chica se le enterneció el corazón con esas palabras, no sabía al principio que decir, le agradaba por completo la idea de que la llamara hermana...

-Claro Drew... puedes referirte a mi como se te plazca...

Otra vez con la dichosa duquesa, su mirada sólo podía ser más que horror. Karol de verdad no se había quedado corta con todos los detalles de la charla, fue realmente explicativa y directa al asunto por no decir explicita. Hasta con dibujos hechos a carboncillo y todo.

-Y eso sería todo... –terminaria su explicación la ama de llaves–

-¿C-Cuántas veces debo de hacer esto...? –pregunto Gabby aún perturbada–

-Cuantas veces él quiera y cuanto tiempo el quiera–decía con cierta resignación–

-A-Aun no lo entiendo... ¿Por qué diablo debo de obligarme a esto?

-Porque, por decirlo de alguna manera, es su deber si es que quiere seguir teniendo un puesto en esta casa...

-¿Cómo que seguir teniendo un puesto? Yo soy la señora de esta casa

-¡Pues no lo será para siempre!

La respuesta mordaz de Karol dejo a la joven aun más pasmada de lo que estaba antes algo que se daría cuenta la ama de llaves quien soltó un largo suspiro antes de continuar

-Sabe excelencia, sonara algo mal que diga esto, pero cada dia de mi vida agradezco que mi anterior lady muriera antes que el duque

-¿Agradeces?¿Cómo podrías estar agradecida de tal tragedia?

-La razón de eso, es que sin herederos varones, ella hubiera quedado a la merced de quien sea que reclame el título–respondió con cierta frialdad en su tono–

-Si la anterior duquesa siguiera viva Tom la hubiera respetado y no la hubiera echado–refutó ella–

-Eso lo sé excelencia, mi anterior señora hubiera sido de las pocas afortunadas de aquello, sin embargo no todas gozan con la misma suerte–intentaba tenerle paciencia– Los únicos destinos para una viuda sin hijos son la soledad y el aislamiento, ver como todo lo tuyo se te es arrebatado solo porque no cumpliste con su "deber"

La chica se quedo ahi, incrédula a las palabras, ella para nada quería hacer esto y mucho menos con Tom que lo veía más como un hermano, era repulsivo y hasta perverso ese pensamiento.

-Creeme con lo que le digo excelencia, solo imaginate y Dios no lo quiera que un día algo fatal le pasa al duque y muere...

-Me quitaria la vida ese mismo día–respondió tajante ella– No pienso hacer esto jamás

-Excelencia, usted no entiende eso, no es nuestra culpa haber nacido en un mundo así

-¡Karol basta por favor! –Grito en medio de su crisis– ¡Regresa a tu trabajo ahora y no quiero ni una palabra de esto otra vez!

La ama de llaves solo pudo morderse la lengua antes de salir de ahi. Dejo a una perturbada Gabby en aquella habitación, viendo los dibujos hechos solo le daba ganas de vomitar de lo mal que se sentía. Uno a uno rompió cada papel en un arrebato hasta volverlos una clase de confeti, dejando toda su cama llena de esas cosas solo para revolcarse en ellas.

Estaba atardeciendo en el castillo y un sombrío Jake caminaba por los pasillos, desde la conversación que tuvo con Tom no hablo con el en absoluto. No estuvo en el almuerzo, ni tampoco en su despacho, se sentía horrible y sin desganos ¿Para qué estaba aquí?

Y como las coincidencias del destino fueran igual de raras, Ellie pasó por el mismo pasillo, la doncella solo lo miraba con disgusto mientras que él la veía con una cara derrotada. Sin decir nada la pelinaranja paso por su lado haciendo como si él no estuviera y el solo se quedó estático en su lugar...

-No sabia lo de Crane–habló el poeta con una voz muerta–

Esto paró a la sirvienta al instante, no se dio la vuelta pero se quedo estática en el lugar escuchando lo que le tenían que decir.

-Tom me lo contó todo...y puedo comprenderte...–agregaba el peliazul–

-No se como usted podría comprenderme a mí...–le respondió fríamente–

-Es extraño, cuando a una mujer sufre algo como eso la tachan de provocadora y fácil... pero cuando un hombre es el que lo sufre le dicen que debería de estar agradecido...

Ambos voltearon para verse, manteniendo sus distancias mutuas aunque con unas miradas que hablaban más que mil palabras...

-Y no debe de preocuparme por mi, pienso irme pronto, ya no molestare a Gabby si es lo que usted desea–agregar el poeta– Buenas noches Ellie.

Con esto se despidió el poeta decidido a lo que debía hacer, esos serían sus últimos días en Clyvedon...

Esa noche, en la residencia del servicio se hallaba Karol revisando meticulosamente las cartas que recibio de Alec viendole la presicion al detalle de cada una. Sus manos estaban llenas de tinta y habian papeles regados en el piso, a este paso ya no había vuelta atrás con lo que iba a hacer...

-"Esa duquesa no entiende nada... Es como hablar con un niño..."

Saco de sus cajón el ramo de manzanillas secas y la olió por un segundo cerrando los ojos...

-"Milady... cuantas veces tuve que consolar por cada perdida..." –pensó ella con cierta tristeza– "¿Por qué tuviste que pedir amor de un hombre que no te amaba...?"

Dejo la manzanilla en su mesa de noche con melancolía y continuó con la escritura nocturna

A la mañana siguiente, la casa estaba patas arriba, los sirvientes se habían levantado más temprano que otros días, sobre todo los encargados de la cocina para preparar el desayuno, todo estaba movido y los chismes no faltaron.

-¿No estás hablando en serio cierto Ean? –pregunto incrédula una sirvienta–

-No miento, yo escuche bien cuando pase por ahí–respondió el dichoso lacayo con algo de seriedad–

-¿Pero cómo puede ser posible que no hayan consumado su matrimonio? ¿No saben que pueden llegar a anular su matrimonio si no lo hacen?

-¿Y por qué querían anular su matrimonio en primer lugar Dahlia? Usa la lógica mujer

-Bueno Daisy, quizás para casarla con alguien de "más rango"

-¿Que más rango hay que el de un duque? –refuto Daisy a su amiga– La única excepción a la regla sería un príncipe o hasta un rey

-Para cada loco hay una loca–suspiro Ean con cierto sarcasmo–

-¿Que tanto murmuran?

Ellie paso al comedor de los criados y era como si todos pasaran del bullicio al silencio absoluto. Nadie movió un plato ni camino, era como si el tiempo se hubiera detenido bajo su presencia. Entre las miradas se podía sentir entre desprecio e indiferencia incluso vergüenza.

-Bien haganme ley del hielo si gustan–respondió rodando los ojos–

La chica solo agarro la tetera con su mezcla de té para su señora y salio de la habitación en medio de un silencio sepulcral

En otra habitación, el poeta se hallaba haciendo las maletas para su partida. Ya no había falta que se quedara, solo trae problemas a Tom estando allí. Quizás era mejor la distancia, podrían volver a lo que eran antes de venir aquí.

-¿Jake? –Tom abrió la puerta y vio con sorpresa–¿Q-Qué estás haciendo?

-Me voy–le respondió algo tajante–

-¿Que?¿Como que te vas?

-Mi deber aquí a terminado Tom–contestó siguiendo con su equipaje– Ya no tengo nada que hacer aquí

-¿Y-Y Dorset?

-Puedes mandarme lo que averigües por correo, yo ya cumplí mi misión que era avistarse

-Jake, si es por nuestra pequeña discusión de ayer-

-No es eso–le interrumpió tajante– Aquí estoy sobrando Tom, no quiero causar más problemas

-Si tienes algo que hacer aquí y estar conmigo Jake–dijo agarrando su mano para darle un beso en ella–

-Aun así, si no regreso a Londres pronto van a hacer varias preguntas–respondió con cierta tristeza– prefiero no traerte mas drama

-Entonces dejen que hablen Jake–respondió tomando su rostro con cuidado con una mano– Que hablen hasta que se les seque las gargantas de tanto escupir veneno.

-Tom, lo siento–agacho la cabeza– Ya lo tengo decidido, me iré mañana a primera hora del dia asi que no me interrumpas

-Entiendo...–respondió él igual evitando mirarlo–

-Oye–le dio una sonrisa sincera– Tu lo dijiste, puedo regresar cuando quieras. No es como si me fuera a morir mañana–bromeó el chico–

-En eso tienes razón–le levantó el ánimo–Entonces si este va a ser tu ultimo dia aqui me asegurare que sea el dia perfecto.

-Jaja, solo no hagas nada loco ¿si?

-No prometo nada–respondió dandole una sonrisa–

El duque mantuvo como pudo su sonrisa antes de salir, sin embargo al cruzar la puerta su sonrisa se esfumo. ¿Por que el se queria ir? Esto era su culpa de algún modo. El duque tuvo que volver a las buenas caras cuando paso Ellie por el mismo pasillo.

-Ellie–llamó su atención–

-Buenos dias–respondio algo cortante–

-¿Estás llevando el desayuno a Gabby? –pregunto queriendo abrir la conversación–

-Si, es mi deber–le contestó con la mayor formalidad posible–

-Entonces ¿Puedes llevarle un mensaje de mi parte?

-Supongo que puedo

-Dile que después del desayuno le tengo una sorpresa

-De acuerdo

Y a todo esto, apenas Gabby pudo dormir de toda la información que tuvo que procesar, se sentía pesada con demasiadas emociones para depender de una sola. ¿Era asco?¿Era tristeza?¿Era vergüenza?¿Confusión? ¡¿Qué carajos sentía ella?!

Se puso de perfil frente al espejo prácticamente viendo todo su cuerpo, no se imaginaba siendo madre y mucho menos por un "deber" preferiría vivir en un auspicio en los barrios bajos antes de eso, todo con la compañía de Ellie, claro.

-Gabby–entró Ellie con su bandeja de té de la mañana como siempre–

-Ellie–se puso nerviosa saliendo de esos pensamientos– ¿Todo bien con Drew?

Si ya esta mejor, aunque hoy deje que durmiera hasta tarde otra vez, se lo merece–le dejó la bandeja de té al lado de la cama– ¿Y como amaneciste tú?

-Claro, fresca como una lechuga–respondió ella intentando mantenerse cuerda–

-Bien... –respondió ella algo incómoda de la conversación– Oh, Tom me dijo que tiene una sorpresa para ti para después del desayuno

-¿Una sorpresa?

-No se que sea, pero al menos parece que quiere redimir las cosas por el malentendido de ayer–dijo con una sonrisa–

-Eso es bueno por su parte–soltó una sonrisa–

La chica agarró su taza de té recién servida y se quedo viéndola un rato. Las cosas serían más fáciles si Ellie fuera un hombre. Un niño con el pelo naranja como el de las zanahorias que tenía Ellie o con sus achinados ojos cyan como pequeños lagos... Soportaría todas las tortura femenina solo por ella...

-Ya puedes retirarte si quieres Ellie–mencionó con melancolía tomando de su taza de té–

-Gabby–la doncella la vio con preocupación– ¿de verdad está todo bien?

-Claro que sí lo está Ellie, solo encargate de Drew que de seguro el pobrecito ya habrá despertado

-Esta bien–le agarró de la mano con suavidad– Igual sabes que puedes confiar en mí para cualquier cosa que te incomoda

La pelinaranja se dio la vuelta para irse, sin embargo la mano de Gabby agarrando su falda la detuvo en seco

-¿Ellie?

-¿Que pasa Gabs?

-Esa noche que dijiste que yo seria una buena madre... ¿Lo decias en serio?

Ellie no sabía a qué se debía esa pregunta...¿Quizás a lo que se refería Drew ayer? No quería meterle preguntas que no quería, solo era una pregunta no tiene que significar nada más

-Claro Gabby–le sonrió sinceramente– Lo decía 100% en serio

-Gracias Ellie, solo era eso

La doncella se despidió con una reverencia dejando a una duquesa melancólica...

-"Si Ellie fuera un hombre... Le daría todos los hijos que me pidiera..."

Más tarde esa mañana, Tom se hallaba al lado de su poeta esperando a las puertas que daban al gran patio de la casa. Jake estaba confundido de que iban a hacer y por que estaban ahi sin hacer nada.

-¿Tom?–Jake trató de sacar sus dudas– ¿A quien esperamos?

-No te preocupes Jake–le respondió el con una sonrisa– No deben tardar

-¿Quienes?

Las dudas se aclararon al ver a Gabby salir al patio junto a Ellie y Drew que iban detrás de ella.

-Vaya, parece que traes compañía–mencionó el duque intentando aligerar la tensión–

-Veo que usted también–respondió ella viendo de reojo al poeta–

-Bien, antes de ir a la sorpresa hay algo que hay que hacer

El duque sacó un pañuelo largo y se puso detrás de ella para vendarle los ojos

-¿Que estás haciendo?

-Nada, solo es una sorpresa...

Tom se aseguró que no pudiera ver antes de agarrarla de la mano para guiarla, tanto Ellie como Jake estaban confundidos de que quería hacer el duque y el pobre de Drew se mantenía pegado a Ellie todo el rato...

-Ey...–susurro Jake intentando romper el hielo–

El pobre muchacho aun algo asustado de su presencia se aferro más del brazo de la doncella...

-Mejor ni lo intentes–dijo Ellie con cierta frialdad

-Oye, ¿por que esta actuando asi? –pregunto confundido–

-No se, quizas porque aun no te disculpas casi le tiras un libro en la cabeza ayer–le respondió sarcásticamente la sirvienta–

-¿Que?¿C-Como?

-Me lo comentó anoche, del como saliste de la nada con un libro a golpearlo

-Ya dije que todo fue un accidente, de verdad creia que era un espectro

-Ja claro–se mofaba con sarcasmo–

-Hablo en serio

-¿Ya van a volver a empezar con eso? –dijo Tom queriendo calmarlos–

-Oye Tom, ¿Cuánto más falta para la sorpresa? –pregunto Gabby aun con los ojos vendados– Es que ya se me cansaron los pies...

-Solo un poco más...

Tom le quito la venda a Gabby para que admiraba lo que había preparado. Era un gran campo abierto con establos y espacios diversos para distintos y variados animales. Su propio zoológico privado o mas bien dicho santuario. Las mandíbulas de los acompañantes estaban por el piso de la complejidad de todo y el brillo de los ojos de la duquesa era evidente, era como haber pisado el mismísimo jardín del Eden...

-¿Y que te-?

-¡ME ENCANTA! –grito euforica saltando a sus brazos para abrazarlo de la alegria–

-Creí que extrañarias a todos tus animales que dejaste en casa de tu padre asi que hice que los trajeran para acá

-¡Tom eres increible!

-Mi Dios...–solo pudo susurrar Ellie viendo el lugar–

-Cuando oí que Tom estaba preparando una sorpresa para ella... no crei que este sería el nivel–agrego Jake igual de sorprendido–

-Y eso que no está terminado, si todo va bien estará listo para tu cumpleaños–mencionó el pelinegro–

-Es perfecto Tom

De la nada, de unos arbustos salio de un salto un gran lobo de pelaje grisáceo directo hacia Gabby haciéndola caer al piso.

-¡Gabs! –Grito alterado el peliazul–

Ya se iba acercando para quitarle el lobo de encima, pensando que este la estaba atacando, sin embargo Ellie puso su brazo para detenerlo.

-Solo mira

Al mirar más detalladamente, la duquesa no estaba sufriendo un brutal ataque de aquel lobo. Ella se hallaba sonriendo y riendo a carcajadas por las lamidas y apapachos del animal que se comportaba más como un perro cualquiera, dejando al poeta igual de confundido.

-Si, digamos que ella lo tiene desde que es una cachorra–agregó la doncella–

-¡JAJAJA Wolfie! ¿Me extrañaste mucho? A que shi~ –le hablaba Gabby al gran animal como si fuera un bebé-

-Bueno, dejare que disfrutes del lugar–mencionó Tom–

-¿No te quedas Tom? –pregunto la pelomarron–

-En realidad, yo y Byron tenemos asuntos pendientes–contesto agarrándole el hombro al poeta– ¿No es asi Jake?

-E-Eh, Claro si...–menciono algo confundido de lo que quería–

-Disfruta tu regalo Gabs

Ambos chicos se despidieron del grupo dejando a la duquesa aun sentada en el pasto recibiendo los mimos de su querida mascota.

-Ven Drew, Wolfie es amistosa–le sonrió la duquesa–

El pobre muchacho aun no estaba muy seguro de acercarse al animal, solo se mantuvo detrás de Ellie todo el rato.

-Dale tiempo Gabby–dijo Ellie con una sonrisa–

-Tienes razón, si es cierto que Tom trajo a todos mis animales tengo muchos amiguitos que presentarte Drew–mencionó eufórica–

Al pararse la loba se le pego mucho a la duquesa de nuevo, jalandola de las faldas de su vestido con sus dientes

-Oh, parece que quiere mostrarnos algo–solo una sonrisa de oreja a oreja–

-¿Estás segura de esto Gabs? –pregunto con duda la sirvienta–

-Claro, confío en ella

Con esto las chicas junto al muchacho siguieron a la loba por el lugar hacia lo que parecía un lugar algo apartado en donde en la sombra descansaba una pequeña bola de pelos grisáceas que apenas se acercaron los humanos se paro y corrio directo a las piernas de la canina buscando refugio.

-Wolfie...–suspiro conmovida Gabby– ¿Por que no me dijiste nada? –acariciandole la cabeza a la loba–

-Es explica el por que estaba comiendo de más antes de irnos–menciono Ellie igual de sorprendida

-Pero ¿Como? ¿Cuándo?

-¿No la dejaste correr sola en el bosque cerca de la casa una noche?

-Ou, eso lo explica–dijo con un clara verguenza– Aun asi yo debí haberme dado cuenta antes

Drew se veía fascinado por el animal, aún algo temeroso tomó la iniciativa de ponerse al nivel del cachorro el cual también se acercó a él con curiosidad.

-Vamos Drew, extiendele la mano–le hablo la duquesa–

El chico le extendió la mano al cachorro. Este olio la mano del muchacho y no paso mucho para que este entrara en confianza con él. El lobito se estaba sobando contra el chico queriendo jugar con el

-Creo que le agradas mucho–rio entre dientes la pelinaranja–

-Ya se, Drew ¿Por que tu no le pones el nombre? –mencionó la duquesa alegre–

Al chico se le iluminaron los ojos ¿De verdad podría nombrar al lobo como se le apeteciera? No tenía la pizarra a la mano, aunque un palo y la tierra fue suficiente para expresar lo que sentía

'Rufus'

-Asi que Rufus ¿eh?

El chico volteo con una sonrisa de oreja a oreja y al ahora lobo llamado Rufus parecía gustarle su nuevo nombre.

-Esta bien, entonces se queda–dijo satisfecha la duquesa– Bienvenido entonces a la familia Rufus

El pobre muchacho veía todo esto con alegría y a la vez melancolia, ¿Esto era ser parte de una familia? ¿Podía permitirse ilusionarse? Aunque Ellie le dijo que ella jamás lo dejaria, eso no quitaba los pensamientos, algo que la doncella se daría cuenta.

-Oye Drew, ¿Por que no vas con tu nuevo amigo a jugar por aqui? –le animo la chica–

El chico la vio y soltó una sonrisa antes de salir corriendo con su nuevo y muy hiperactivo amigo... De nuevo ambas chicas estaban solas viéndose mutuamente. Esta quizás podría ser la oportunidad perfecta para la duquesa, aún no le había comentado lo de la correspondencia de Crane por todo el drama de ayer.

-Parece que Drew se encuentra mejor ¿no? –Intento comenzar una charla casual–

-Bueno sí, aunque eso no quita el susto que me dio anoche

-Se que intentas hacer lo mejor por el

-Ambas estamos haciendo lo mejor que podemos–agrego la doncella– Sin embargo, creo que ya es hora de sacar las malas hierbas de este lugar

-¿A qué te refieres?

-Parece que alguien le estaba llenando de ideas a Drew, sobre que lo dejaremos de lado apenas tu tengas tus propios hijos con el duque–comentó la muchacha con clara molestia–

-¡ESO JAMÁS! –grito por reflejo con un evidente sonrojo, no quería volver a tener recuerdos de la conversación con Leopold–

-¿Gabby? –Arqueo una ceja–

-D-Digo, que yo jamás desplazaría a Drew por nadie–se rectifico la duquesa– Desde que me lo presentaste, el se volvio una de mis prioridades aca y no pienso apartarlo jamás

-Me alegra oir eso–le sonreía– Aun asi sigo con la idea que ya es hora de sacar a todos esos indeseables, por el bien de Drew

-Creo que tienes razón con eso Ellie, pediré que investiguen más a fondo al personal para saber quien y quien no despedir

-Confío en tu juicio Gabs...

Quizás era momento, quizás lo de las cartas a Crane sería igual, un rumor absurdo hecho por el personal. Todo lo que tenía que hacer era encargarse de la raíz de los problemas, aunque no hoy, hoy le tocaba disfrutar aqui en el campo con sus animales.

Y mientras las alegrias se podían ver afuera, adentro de la casa ya se estaban cocinando los últimos detalles para lo que se vendría. Detrás de las puertas verdes los planes de Karol no se detenían. Dos pobres sirvientas con el juego de llaves maestras de la ama se hallaban paradas frente a la habitación que le corresponde a la pelinaranja

-¿De verdad tenemos que hacer esto Daisy? Aun nos podemos salir de este barco–sonaba insegura-

-Cállate un pueblo Dahlia–decía abriendo la puerta– Además son ordenes directas de Leopold

-¿Y que exactamente estamos buscando? –pregunto Dahlia con confusión–

-No se, algo lo que sea que pueda considerarse mínimamente incriminatorio–respondió ella con disgusto buscando debajo de la cama

-¿Pero cómo encontraremos algo así? –al terminar su frase la chica se tropezó con algo sobresalido del piso– Auch...

Ambas sirvientas vieron con curiosidad el tablón sobresalido y con cuidado lo movieron revelando la caja que había recibido la zanahoria.

-Alto Daisy, esto de verdad no es correcto–le detuvo la mano– ¿y-y si es algo demasiado intimo?

-¿Acaso quieres que Leopold nos castigue?

La chica ignorando las objeciones de su amiga abrió el cofre. Las mandíbulas se le fueron al suelo a ambas con tal hermosura de collar con preciosos y exquisitos cortes de diamantes. Daisy juguetonamente se puso al espejo para verse con tal belleza

-No habían collares así de hermosos desde el dichoso collar de Maria Antonieta ¿Y si mejor nos lo quedamos nosotras? –dijo con una superioridad maliciosa–

-No Daisy, por favor ya nos metimos en muchos problemas

-No te preocupes Daisy–entraba Karol con su sonrisa intimidante de nuevo– Cuando todo esto haya acabado, cada quien tendrá más que solo diamantes...

-S-Señora Leopold Y-Yo-

Ambas sirvientas sin palabras solo se arrodillaron a presencia de ella como pidiendo clemencia de lo que planeaban hacer...

-Ahora dame ese collar–le dio una mirada seria–

Sin verla a los ojos la chica le entrego el collar a la ama de llaves. Karol lo vio con detenimiento, asi que ese era el collar que se mencionaba en la primera carta, debe de ser un hombre con muchos recursos para mandar a hacer tal belleza.

-¡Señora Leopold! –Un lacayo entraba agotado, parecía que había corrido por horas–

-¿Que paso Ean? –le respondió con calma–

-Lo que vaya a hacer con esa doncella tiene que hacerlo hoy y ahora

-¿Y la razón?

-Esa zorra convención a la loca de la duquesa de investigar y despedirnos a todos

-¡¿Todo el personal?! –Reaccionó ella claramente enfadada–

-Leopold esto es injusto–exclamó Daisy–yo no quiero irme a la calle

-Yo tampoco–agregó angustiada Dahlia–

-Todos calmados, nadie se irá a la calle–respondió Leopold queriendo mantener la compostura– más bien ¿Quienes del personal más lo saben?

-Creo que solo nosotros señora

-¡¿Y QUE ESPERAS A CORRER LA VOZ ENTRE TODOS LOS SIRVIENTES EAN?! ¡CORRE!

La señora estaba con un claro enfado, después de años de haber estructurado esta mansión a su gusto, estos locos tienen que venir a arruinarle la vida

Por otra parte, disfrutando el sol de la tarde, se hallaba el duque y su poeta. Aunque el peliazul le pidió que no exagerara con la sorpresa, el no escatimo en gastos para darle una digna despedida a su amado. De por sí ya estaba planeado hacer eso desde hace un tiempo, pero aqui estaban con este cambio de planes a última hora.

Los dos se hallaban bajo la sombra de un gran árbol que daba a un estanque cercano en donde descansaban aves variadas en sus aguas, ambos estaban disfrutando del picnic que había preparado su exelencia especial para él.

-Nada mejor que esto ¿no? –preguntó Tom con un tono suave–

-Si supongo, la vista a un hermoso paisaje, postres variados y tu compañia–contesto con una sonrisa el chico de coleta- No podía pedir más

El poeta agarró uno de los macarrones de la canasta y se lo quería dar en la boca al duque

-¿Qué estás haciendo? –pregunto el con dudas-

-Jaja solo abre la boca tontito–rio entre dientes-

-Ay si perdon–río él también–

Ahora si el peliazul abrió la boca y recibió el postre por parte de su amado. Saboreandolo entre risas

-Mgh, arándano mi favorito–le respondió aun con la boca llena–

-¿Crees que las chicas están bien sin nosotros? –pregunto el poeta–

-Lo van a estar, de seguro Gabby estará por horas ahí metida en ese lugar–bromeo el duque–

-Te apuesto a que tendremos que sacarla a rastras de ahí al anochecer porque es capaz de dormirse con sus animales

-Podríamos seguir teniendo días así de divertidos... si te quedas Jake–le acaricio la mejilla–

-Tom... ya he dicho que no quiero darte más problemas–contestó con tristeza– Además, ¿Por qué otro motivo me quedaría?

-Bueno emmm...–el duque pensó por un momento hasta que se le prendió la vela– ¿Y si te conviertes en el instructor de Drew?

-¿Yo? ¿Instructor? –decia algo incrédulo–

-Gabby me comento que a Ellie se le está haciendo cada vez más pesado cumplir sus labores de doncella e instructora a la vez, y porque el chico demostró ser prodigio en las letras quizás algo de ayuda tuya no estaría mal

-No se, es cierto Drew es bueno, ese día que lo encontré en la biblioteca estaba leyendo de todo, libros que vi recién en la universidad. Sin embargo no me siento capaz de tal tarea

-Al menos consideralo Jake, por favor...–lo miro directo a los ojos casi suplicando–

-Esta bien, lo tendré en cuenta–suspiro el poeta–

Ambos se dieron una sonrisa para luego besarse por un largo rato...

Al bajar la tarde, las cosas estaban calmadas en la casa. Gabby se hallaba en su cuarto más tranquila, Ellie la estaba peinando para la cena de esa noche, el dia no pudo haber sido mejor.

-Sin duda hoy ha sido uno de los mejores días–decía alegre viendose al espejo–

-La sorpresa de su excelencia fue asombrosa por decirlo menos–agregó Ellie continuando con el cabello de su señora–

Toques en la puerta se escucharon, eso era raro por decirlo menos

-¿Quien?

-Gabby soy yo–dijo Jake detrás de la puerta– Estás cambiada ¿no? para poder pasar

-Si no te preocupes

-Oh perdon, crei que estarias sola–mencionó al entrar–

-No te preocupes, Ellie ¿Por qué no vas a ver si la cena está lista?...

-Claro Gabby–Le respondió antes de salir–

-Y entonces ¿Que querias hablar conmigo? –Le preguntó la duquesa–

-Solo es para disculparme por lo de ayer y por todos los problemas que cause estos últimos días

-No tienes porque disculparte Jake, yo tambien cometi errores

-Aun asi venia a la par de dar mis disculpas a despedirme de usted

-¿Qué? –se sorprendió de la declaración– ¿Pasó algo entre tu y Tom?

-No, solo digamos que ya en Londres se están preguntando donde estoy... y con todo lo que ocurrió solo estoy estorbando aca

-Jake, para nada me molesta que te quedes, deja que ellos hablen, ellos no saben nada

-Oye tranquila, no es que me vaya a ir para siempre, solo sera hasta que pueda dar alguna excusa para regresar–intento soltar una sonrisa–

-Bien, si esa es tu decisión final, está bien para mi

-Entonces me retiro, que tengo maletas que terminar para mañana temprano

El chico iba saliendo de la habitación y por no mirar bien se llevo de encuentro a un lacayo que llevaba una bandeja de cartas y documentos por delante, cayendo ambos al suelo

-Ay por Dios ¿Están ambos bien? –dijo Gabby algo asustada–

-Si su excelencia–respondió el lacayo recogiendo las cartas–

-Déjeme ayudarle–dijo Jake–

-No es necesario nada de eso

-Para nada, déjese ayudar–contesto la pelomarron agarrando las cartas–

Ambos junto al lacayo fueron recogiendo las cartas que se cayeron hasta que la chica noto algo raro en una de ellas. Era rara no por la forma o por el color, sino por el remitente que le espanto dejándole la cara en un completo estado de shock

-¿Gabby? –Jake la vio con confusión–

-E-Es de Crane...

-Espera ¡¿QUE?! –reaccionó quitándole la carta de las manos– ¿Para quien es esta carta? –le pregunto al lacayo–

-Para la señorita Finch milord–Le respondió el lacayo–

-¿Y cuántas de estas vinieron antes? –preguntó con una mirada desoladora la duquesa–

-Desde que llegaron prácticamente...

Gabby no sabia que sentir, no podía ser coincidencia esto ¿Cómo podía ser posible eso? Se supone que era un rumor sobre lo de las cartas, estaba respirando rápido no sabía qué hacer...

-Vamos Gabby–respondió molesto–

El poeta se llevó a una shockeada Gabby de regreso a su cuarto

-No puedo creerlo...–hablaba entre dientes el poeta con un claro enojo–

-Jake

-Yo le advertí a Tom que ella podía hacerte daño y el no escucho...

-¡Jake! –Grito llamando la atención– Dame esa carta

-¿Segura Gabby?

-Estoy completamente segura...

El chico le entregó la carta de regreso a la chica. Era hora de afrontar la realidad, solo podía ser una gran coincidencia, no podía ser real lo que le dijo Leopold... Solo quería saberlo por ella misma.

Querida Señorita Finch

Me halaga bastante que haya aceptado venir conmigo, después de todo este tiempo reflexionando agradezco que tomara la decisión correcta y correspondiera estas cartas. Desde un principio sabia que estos sentimientos eran mutuos desde aquella vez en la boda de sus excelencias

Cada palabra de usted en ellas es como un sentimiento, algo único, un lenguaje secreto. Odio por completo que lo nuestro sea algo mal visto por nuestros niveles sociales, aun así que se venga conmigo es solo un paso más cerca a nuestra felicidad deseada.

Ya verá que le encantará Escocia, es algo lluvioso por esta época del año, pero es un lugar hermoso en donde podemos empezar con este camino hacia nuestra felicidad. Pronto estará llegando por usted, solo espero que la duquesa no se oponga a su partida, después de todo si tan buenas amigas son no creo que le impida partir.

ATTE. Lord Crane

La chica estaba al borde las lágrimas con cada palabra del escrito, así que lo del beso fue amor mutuo, de verdad ellos dos se amaban y ella le estaba impidiendo su felicidad teniéndola aquí...

Jake le quito la carta de nuevo y la leyó en su mente, mientras más leía más rabia le daba. Después de haber sentido compasión hacia ella, ahora resultaba que todo era una fachada.

-Gabby la cena ya esta...

La pelinaranja había entrado a la habitación hallándose con tal escena, una Gabby con el corazón roto y un Jake con los ojos inyectados en furia.

-¿Qué está pasando aquí?

-Lo que está pasando es que por fin vemos tu verdadero rostro maldita–respondió el poeta empujandole la carta al pecho–

-¿De qué demonios hablas?

-¿¡Después de que Tom y Gabby te defendió varias veces asi es como se los pagas!?

-¡No se de que hablas en serio!

Ellie buscaba con la mirada a Gabby en busca de respuestas, no obstante la desconsolada duquesa llorando a todos mares salió corriendo de la habitación.

-Gabby por favor

La doncella la quiso seguir, sin embargo el poeta tenía temas pendientes con ella, Jake la retuvo del brazo con fuerza.

-Dejala sola, ya causaste muchos problemas–la miró con desprecio–

-No tengo nada que hablar contigo

La pelinaranja se soltó de su agarre y antes que la pudiera atrapar de nuevo la chica se fue corriendo persiguiendo a Gabby.

Busco por cada rincón de la casa, para después de unas horas entre grandes arbustos y flores de colores tenues por la luz de la luna, se hallaba una inconsolable Gabby sintiéndose rota en aquel pabellón de mármol.

-Gabby...

La chica levantó la cabeza, solo para verla con una profunda mirada sin brillo y con lágrimas rebosantes...

-¿Planeaban fugarse a Escocia?¿Con Crane? –le pregunto con una voz pesada–

-¿Qué? No para nada

-¡No mientas Ellie esa carta dice otra cosa!

-Gabby tienes que creerme, yo y Crane no somos nada, si me escribio al principio, pero yo no le respondi nada

-Ya no importa...–respondió ella resignada– Si de verdad quieres irte con él hazlo Ellie, mereces ser feliz...

-¡Por Dios Gabby no!

-¡Deja de sacrificarte por mi por favor! –le gritó de regreso– Solo vete y cumple tus sueños... –se le quebraba la voz al hablar–

-¡No me estoy sacrificando por nadie! ¡Gabby dime que diablos debo de hacer para demostrarte que yo y Crane no somos na-

Las palabras de la pelinaranja fueron calladas por un sorpresivo beso de su señora que dejó que continúe por unos largos segundos. La única diferencia para la zanahoria era que no quería que este terminará nunca, no como aquel beso del balcón. Era la misma sensación cómoda que sintió con el primer beso que se dieron en Aubrey Hall, la única diferencia era que ahora Gabby estaba a sus 5 sentidos, dato que la haría sonrojarse más. Aunque claro, la realidad chocó fuerte para Gabby cuando bruscamente ella se separó de su contraria.

-Ah-h...–apenas pudo vocalizar Ellie sin palabras–

-L-Lo siento tanto y-yo no quise hacer eso–dijo presa del pánico–

Gabby no sabia que hacer, quedó paralizada ¡¿De verdad se había atrevido a besar a Ellie asi nada mas?! ¿Era su miedo a perderla? Definitivamente ahora la perdería para siempre por su estupidez. Quería correr, pero no podía, los pies le pesaban.

No obstante algo pasó...

La mano de Ellie se posó en su rostro, acariciando levemente su mejilla... todo fue muy calmado, era como si ambas hubieran sincronizado su respiración. El corazón a Gabby le iba a mil por hora pese a lo calmada que estaba, ver la luna reflejada en los ojos cyan de Ellie le hacía sentir 1000 sentimientos que no podía expresar con palabras...

-Ellie–suspiro su nombre–

-Siempre lo dije, mi prioridad siempre será usted Gabs...

Era un sueño realidad para la duquesa, los astros se habían alineado a su favor, Dios por fin la había visto a los ojos y era una hermosa mujer pelinaranja de pecas y ojos cyan... El amor prohibido de su vida...

Ella quería responderle algo, solo para que la sorpresa se la llevara ella con un beso ahora por parte de la doncella. No había nada más que decir con eso. Un largo beso del que solo fue testigo la luna, los grillos y algunas luciérnagas que revoloteaban por ahí.

Largos besos de amor que se volvieron más apasionados, ambas no sabían lo que estaban haciendo.

Todo era casi natural, fue tan casual como de la nada la duquesa fue descendiendo sus besos hacia el cuello y la descubierta clavícula color porcelana de su contraria.

Fue tan natural como de la nada las manos de la pelinaranja tan diestras desabrocharon la parte trasera del vestido de su señora, apenas dejándola con su estancias puesta.

Era tan normal como los fríos dedos de la morena paso por lugares prohibidos que le hicieron a la sirvienta estremecer y a soltar sonidos que eran solapados con el tocar de los grillos.

Una noche que por no era por decir menos fue mágica para ambas...

No obstante querido lector, la magia siempre tiene que terminar en algún momento.

Esa mañana, la duquesa sería despertada por una gota de lluvia rozando su rostro. Su cabello estaba hecho un nido de pájaros, apenas estaba cubierta por su vestido que hacía de manta y ningún rastro de Ellie a la vista. En ese momento la chica comprendió por fin lo que pasó ¿De verdad ella y Ellie había hecho eso? ¿Qué tenía que hacer ahora? ¿Podría haber embarazo a Ellie? después de todo eso se hacía para hacer bebés o al menos eso había entendido de las clases de Karol, la ignorancia y su vergüenza le podían más con ella.

Sacudiendo su cabeza se intentó controlar, no era tiempo de pensar eso ahora, tenía que regresar a su cuarto antes que algún sirviente la viera en tal estado.

Se puso la ropa como pudo y a trompicones salió del patio volando hacia su habitación. Se quitó su vestido y buscaba entre sus cosas su camisón para hacerse la dormida. Cuando se dio cuenta que en su mesa de noche ya se hallaba la típica tetera con té que le sirve Ellie por las mañanas. Algo que la haría respirar tranquila

"Hasta en una situación tan rara te preocupas por mi ¿no Ellie?" –pensó con una sonrisa–

Ya con el camisón puesto se sentó en su cama viendo su taza de té caliente con una sonrisa...

"Solo debo de explicarle todo el malentendido a Jake... y asi los 5 podremos vivir tranquilos aquí y sin problemas" –sonrió viendo su reflejo en la taza–

La chica le dio un largo sorbo a la taza dejándola casi vacía, no obstante le sentía un regusto distinto.

De un segundo a otro sentía que se le cerraba la garganta haciendo caer la taza en el proceso. Su cuello se sentía hinchado y tenía tantas ganas de vomitar que no podía. Se paró como pudo de la cama, arrastrándose hacia la cuerda para llamar a los del servicio para que la ayudaran. Su mirada estaba nublada mirando al techo sin poder hacer nada ¿Así iba a morir? ¿Así de miserable?

-Gabby...

Ellie entraba a la habitación ignorante de lo que pasaba, solo para hallar tal grotesca escena, a una Gabby tratando de respirar agonizante

-¡Gabby! –el grito era de terror

Lo poco que pudo oír la duquesa en ese momento era los sonidos de la puerta y con sus nublados ojos la silueta de cierta pelirroja que parecía llamarla por su nombre desesperada. Al menos si iba a morir, le daba la satisfacción de morir con una sonrisa en sus brazos...

-¡Respira Gabby! ¡Respira por favor! ¡NO ME DEJES! –Suplicaba entre lágrimas Ellie–¡POR FAVOR NO ME DEJES AHORA!

Ese último grito retumbó por toda la mansión...

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