XIX


Momentos antes en su estudio, Tom se había quedado dormido en su escritorio. Se quedó hasta tarde viendo papeles y cosas del ducado, su sueño era tan profundo que no escucho a cierto muchacho. ¿Para que estaba Drew ahi? No se sabia, solo le dio unos toquecitos al duque con el dedo

-¡AH!

El duque se despertó de un sobresalto en posición de ataque, no obstante al ver a Drew solo solto un gran suspiro de alivio

-Drew, l-lo siento

El chico se había cubierto del miedo, pero solo fue necesario esas palabras para ver que todo estaría bien

-Oye, ¿Que haces aqui?

El chico agarro su pizarra y escribio en ella

-'¿Viste a Ellie?'

-Ehhh... ¿no?

El chico se veia algo triste por la respuesta

-¿No buscaste en su cuarto?

-'Ella no me fue a acostar anoche' –escribio con una mirada triste–

-¿Desde anoche esta desaparecida?

-Aqui estas Tom...–dijo Jake entrando a la habitacion–

-¿Que haces despierto? ¿Tan tarde me he levantado? –pregunto bostezando–

-Creo que van a ser las 6:30 de la mañana

El duque aun adormilado vio a los costados de el, como los rayos del sol ya querian entrar por su ventana que contrastaba con la lluvia ligera de primavera.

Supongo que el trabajo me consumio–bromeo entre el cansancio tocandose los ojos–

Parece que sí

-¿Y que hace Drew aqui? –pregunto el–

-Quiere ayuda porque Ellie anda perdida desde ayer

-Perdida, yo diria mas bien despedida–respondió el rodando los ojos–

-¿Qué paso? ¿Cómo que despedida Jake?

-Ellie nos engaño a todos Tom–contesto molesto– ella todos estos meses se estuvo planeado fugarse con Crane para casarse con el a Escocia

-¿Que? Tiene que ser una broma

-No lo es una carta llegó ayer por la noche además para qué más quieres irte a Escocia con alguien si no es para casarse rápidamente

-Jake esos son acusaciones muy graves, no creo que Ellie pudiera hacerle tal daño a Gabby

-Yo te lo dije, ella solo vino a hacerle daño

-Jake por favor, Ellie no podría-

-¡POR FAVOR NO ME DEJES AHORA!

El grito alerto a los dos jovenes que se miraron aterrados. Todos corrieron hacia la fuente del bullicio solo para ver la horrorosa escena. A una Gabby agonizante sin poder respirar y a una Ellie que estaba muy desconsolada para ser de ayuda

-¡Respira Gabby por favor! –sollozaba la doncella sosteniendo el cuerpo aun con vida de su duquesa–

-¡Gabby!

Tom grito desesperado poniéndose al nivel de ambas, también Drew le acompaño confuso de esta situación, todos estaban en modo de panico

-¿Que sucedió Ellie? –pregunto el duque–

-No se, No se, estaba así cuando llegue

La desesperación lo estaba consumiendo, no podía perder a su mejor amiga casi como su hermanita de esta manera.

-¡Jake toma a Drew ve por el medico!

Jake no estaba gritando, pero estaba pasmado con la escena, se sentía en otro mundo ahogándose en su propio vaso de agua...

-¡JAKE! –le llamo la atención el pelinegro– ¡HAZLO!

El poeta sacudió la cabeza, tenia que estar concentrado no habia tiempo que perder, la ansiedad lo estaba consumiendo, pero tenia que correr para llegar a por el medico para ayudar a Gabby

-¡Vamos Drew!

El chico agarro al muchacho, sin embargo el chico se aferraba el brazo de la pelomarrón como si su vida dependiera de eso, no quería ser apartada de ella

-¡Drew haz caso por favor! –le grito Ellie, no quería que el siguiera viendo esto–

Fue necesario un poco mas de fuerza del poeta para sacar al muchacho de la sala e ir ambos presurosos por ayuda.

-"No van a retornar a tiempo..." –pensó Tom que podía hacer, pensar en perder así a Gabby– Ponla en el piso tengo una idea

La pelinaranja no entendía cual era el plan de su excelencia, pese a eso le hizo caso. Ya con Gabby en el piso el pelinegro buscó desesperado en su habitación hasta encontrar lo que buscaba, una navaja.

-Haz espacio

-¡¿Qué vas a hacerle?! –exclamó la doncella apartándolo–

-¿Quieres salvar la vida de Gabby o no? Confía en mí–respondió el molesto–

Ellie desconfiaba ¿Qué pasaba si lo que le hacía más bien que mal a Gabby? O la termina por rematar, sin embargo no había más opciones. Despacio el duque fue por el cuello de la chica con el arma abriéndole un espacio en donde respirar lo mejor que pudo

-¿Que demonios...? –lo vio incrédula–

-Revisa su respiración–le ordenó el muchacho

La doncella puso su oído en el pecho de su señora. Poco a poco sentía como su respiración, de agitada e inquieta, pasada a una calma y profunda...

Se está normalizando–dijo aliviada–

Las siguientes horas en ese palacio fueron todo un sube y baja. Dentro del cuarto ya en su cama se hallaba Gabby, parecía que estuviera durmiendo ignorante de que estaba batallando por su vida.

Ellie estaba a su lado agarrando su mano, después de lo ocurrido la noche anterior pensaba que las cosas se calmarían, pero no estaba ahí al lado de la persona que tanto quería. A la par y a su lado estaba Drew, aún estaba shockeado, se sentía tan irreal viendo a una de las pocas personas que le dieron cariño en ese lugar tan indefensa...

-Va a estar bien Drew... tu tranquilo–le hablo suave la doncella haciendo lo más posible para no llorar dándole un abrazo–

Tom se hallaba en la puerta de la habitación con una mirada sombría con el doctor, no se había cambiado desde la mañana, los puños de su camisa seguían con la sangre del cuello de su amiga y las ojeras del cansancio se hicieron presente.

-Es básicamente un milagro que la duquesa este viva ahora mismo–explicaba el doctor– si no hubiera sido por la rápida intervención de su excelencia estaríamos lamentando un fallecimiento...

-¿Y qué pasó?

-Parece que el té que tomo tenía algo que le generó un cuadro de asfixia–respondió el doctor– Aun no pude detectar cuál fue el veneno que le dieron para tal reacción

-Se sincero conmigo...¿Ella despertara...? –con un nudo en la garganta–

-Solo queda rezar, excelencia...

Todo era muy desesperanzador, ¿Cómo pudo descuidarla así? ¿Si todo parecía estar yendo tan bien? Se le formaba un nudo en la garganta de solo pensarlo...

-Tom...–dijo Jake acercándose algo de agua– Toma, te hará sentir mejor...

-No quiero Jake, gracias–intento poner una sonrisa para el–

-¿Cómo sabías hacer eso...? –pregunto el– Ya sabes lo del corte en el cuello

-Una enfermera en el frente me lo enseño... aunque jamás creí que llegaría a usarlo

-Se que todo esto es desolador, pero conociendo a Gabby se sobrepondrá a esto–trataba de mantenerse positivo–

-Si...–contesto con algo de molestia–

-Creo que es mejor que te cambies... has estado con la misma ropa desde la mañana y-

-No necesito eso...–le respondió con seriedad– Más bien Jake...

-¿Si Tom?

-Manda a llamar a todo el servicio al salón principal ahora...

-Esta bien–le contesto el peliazul antes de irse–

En la mente del pelinegro solo había algo en la mente... quería venganza... y la obtendría de una forma u otra

Todo el servicio se hallaba en el gran salón, desde los lacayos, los de la cocina, los jardineros y hasta el último eslabón de la cadena. Todos estaban ahi parados con la cabeza gacha hacia un duque dispuesto a cortar cabezas. 

-Bien... supongo que ya saben por que los convoque aquí

Toda la sala se quedo en un silencio sepulcral, nadie movía un dedo ni respiraba...

-A bueno con que así actúan ¿eh? Entonces tendré que explicarles otra vez, ¡su excelencia la duquesa de Marlborough casi se muere esta mañana por un té que alguien aquí en esta sala le sirvió! –exclamó a toda la sala– Si alguien aquí asume su error y pasa al frente tendrá piedad y solo será despedido sin sueldo...

Entonces, Karol dio un paso al frente en silencio y con la cara más neutra que se puede haber viéndolo a los ojos...

-¿Así que fuiste tú?

-No fui excelencia, pero como cabeza del servicio puede asumir los errores de mi personal a su nombre...–decía agachando la cabeza– Asi que si quiere hacerles algo, hágamelo a mi...

-No es necesario eso... ¡Quiero al responsable!

-Puedo decir con certeza que no es nadie de esta sala mi señor...

-¿Y por qué piensa eso?

-Por que la única que le lleva el té a su excelencia es la señorita Finch señor...

El duque se quedó callado y con los ojos abiertos. Era imposible que Ellie pudiera hacerle eso, ella era tan devota a Gabby que era impensable aquello.

-¿Cómo puede dar fé de ello?

-Todo el servicio se hallaba dormido en ese momento que pasó el incidente, agregando de que todos son testigos del recelo que le tenía la señorita Finch al te de su excelencia–contestó sin verlo a los ojos– No dejaba que ni la cocinera tocara la tetera que usaba para hacerlo ni a nadie del servicio para llevárselo, había veces que se levantaba antes del alba solo para prepararle el té.

Toda la sala murmuraba a favor de aquello, todos podían dar fe de que Ellie era la única que preparaba y llevaba el té a Gabby todas las mañanas. Tom aun seguía incrédulo, tenía que ser una muy mala coincidencia... ¿o no?

-A partir de ahora, nadie tiene derecho a salir de los territorios de este castillo hasta que no terminen las investigaciones, si alguien se le atrapa en un intento de escape será juzgado con severidad...

Hablando sobre aquella doncella, ella seguía agarrándole la mano de Gabby y rezando en silencio, no era una persona de fé sin embargo ¿Que más se podía hacer en esa situación?. Esa mañana literalmente había despertado a su lado en aquellos jardines con los sentimientos revueltos, jamás había estado con alguien y mucho menos imaginaba que su primera vez sería con Gabby ¿Que era esto que sentía por ella?¿Y por qué se siente tan bien...? Ni tiempo tenía para hacerse esas preguntas por lo sucedido...

El sonido de la puerta la regreso a la realidad, Drew junto a Rufus entraba al cuarto con una bolsa de tela

-Drew, pasa...

El muchacho se acerco a la pelinaranja con la bolsa y le entregó la bolsa

-¿Para mí? Gracias...

La chica abrió la bolsa y vio su contenido, eran variadas galletas solo para ella

-Aww gracias de nuevo Drew, pero no tengo hambre–contestó guardándolas en su mandil–

Rufus ignorante de lo que pasaba se apoyó en dos patas para pedir mimos de la chica. Ellie permitiéndose un rato sonreír accede a darle los cariños que él quiere y le soba detrás de la oreja...

-Tu amigo es muy juguetón–bromeo ella–

El chico agarró al lobito en sus brazos y se sentó al lado de la pelinaranja, intentaba mantenerse positivo, pero ver a su salvadora jugando entre la línea de la vida y la muerte no lo hacía sentir bien. Como siempre su equivalente a hermana se dio cuenta

-¿Alguna vez te conte el cómo conocí a Gabby...?

El chico sacudió la cabeza negando la afirmación

-Es una historia interesante...

Primavera de 1819...

La casa Wolters estaba en un gran movimiento y apogeo, todo tenía que ser perfecto para esta mañana porque no era una mañana común, era la mañana del formal debut social de la única hija de la familia.

Su presentación a la reina sería esa mañana y los sirvientes estuvieron desde el alba trapeando pisos, limpiando ventanas o cocinando. O como alguien como una Ellie de 19 años recién llegada que se encargaba de limpiar y deshollinar todas las chimeneas.

Una recién contratada que llevaba un mes ahí. Apenas podía acceder a las habitaciones a limpiar y a prender las chimeneas ya que su principal trabajo era ayudar en la cocina. Alguien que no se podía considerar una sirvienta, solo una chica para todo que estaba en lo más bajo de la escala jerárquica de la casa.

-¡Zanahoria! –grito la cocinera– Al fin que llegas saca el pastel de carne del horno ya

-Si señora– Respondió Ellie apurada–

-Y lávate la cara y esas ollas después de eso, Dios te encargué que prendieras los fogones, no a que minaras el carbón–agregó disgustada–

-Perdón señora–respondió ella sacando el pastel del horno–

La chica se fue a lavar la cara y a lavar las cacerolas que dejaba la vieja cocinera viendo a detalle que no quedara ninguna mancha de salsa o grasa. De reojo veía a las sirvientas y lacayos recogiendo los platillos para el abundante desayuno que se iba a dar...

-¿Crees que la señorita si va a ir? –murmuró una de las sirvientas–

-De seguro se dará un tropezón con la reina–le susurro de regreso–

-O se desmayara frente a ella

La chica escuchaba desde lejos, durante todo el mes que estuvo en ese lugar había oído varios rumores de la hija de la familia, que era una hiperactiva, histérica y malcriada señorita, una chica indomable que no podía mantener una doncella personal porque todas renunciaban a la semana al no poder cumplir sus altas exigencias. La pelinaranja jamás le había visto la cara, pero con solo las palabras de los criados podía suponer como era su carácter.

-¡¿Dónde está?!

Gritos que venían del salón principal se hicieron notar, todas las sirvientas fueron a donde era la fuente de los gritos. Ellie no podía subir, pero se escabulló hacia la puerta que conectaba la sala del servicio con el resto de la casa...

-Señora cálmense...–decía una de las sirvientas–

-¿Cómo quieres que esté calmada? si esa niña se fue a quien sabe donde, llegaremos tarde con la reina si no la encontramos

La condesa se veía histérica, la señorita Wolters se había escapado a solo horas de su debut social y nadie sabía nada.

-¡Zanahoria! –grito la cocinera– ¡Deja de estar de chismosa ahí y ve a colgar estos trapos ahora!

-Como ordene señora–respondió ella–

Agarró la canasta con los trapos mojados para llevarlos a colgar, de por sí encontrar la señorita no era asunto suyo, le dejaría ese trabajo pesado a las sirvientas de mayor rango. Aunque cuando las casualidades suceden, son por algo.

La chica fue a colgar los trapos mojados disfrutando un poco de las ligeras brisas de la primavera, una tarea sencilla. Todo iba bien hasta que por el rabillo del ojo pudo divisar una sombra negra, algo moviéndose hacia el bosque arrastrando un hermoso vestido blanco...

-"¿Qué demonios?"

Sabia que la cocinera la iba a matar, pero tenía que llegar al fondo de esto. Siguió los pasos de la figura viendo la entrada del bosque que había cerca a la propiedad, en el piso como Cenicienta dejando su zapato, la extraña sombra dejo atrás una gran adorno de pluma que por suponer iba a ser para su cabello.

-"¿No que las debutantes usaban plumas?"

La chica se adentro más y en un lugar de apariencia mágica se encontraba el dichoso árbol hueco. Las pisadas llevaban para adentro del árbol y la larga cola de satén sucia por el barro se vio a notar...

-"¿Debería entrar...?"

La pelinaranja sabía en los problemas que se estaba metiendo, podría dar aviso a las sirvientas que la había encontrado y ya estaba, sin embargo había algo en ella que la estaba llamando.

La criada entró a la apretada madriguera y vería a la persona que le cambiaría la vida por completo. Una joven Gabby de 16 años en posición fetal hablando incoherencias sola, su cabello estaba atado con decoraciones de perlas estaba enmarañado, su maquillaje estaba corrido del sudor por la ansiedad y su vestido blanco como las azucenas tenía manchas de tierra...

-¿Hola?

-¡¿EH?! –La joven se sobresaltó al verla–

Era como si la calma inmediata vino a la debutante, se había quedado hipnotizada con la presencia de la pelinaranja...

-¿Q-Quién es usted? –aun pasmada en su belleza–

-Yo solo la vi correr hasta aquí y–le extendió la pluma– Se te cayó esto...

-Oh bueno gracias aunque ya no importa, no voy a debutar hoy–rió nerviosamente–

-¿De verdad?

-Por supuesto jaja...–suspiro derrotada– A quien engaño, de seguro mamá me va a matar por hacerle perder su tiempo...

-Oye no te sientas asi...–dijo sentándose a su lado– Yo tambien estaria igual si es que me tuviera que presentar frente a un grupo de oxigenados con gracia y elegancia–menciono mofándose un poco–

-Jaja si, es que siento que lo voy a hacer mal, se supone que me prepararon toda la vida para esto y aqui estoy a horas de fracasar frente a toda la sociedad, no se bailar bien, no se tocar instrumentos con gracia, ni pintar, ni nada de esas cosas que podrían decirse "talentosas" para resaltar en la sociedad... –respondió mirando a su vestido y apretando los puños–

La pelinaranja estaba sorprendida ¿De verdad esta era la señorita Wolters que tanto se quejaban las sirvientas? Ella no era una fiera histérica, lo único que veía ahí era una chica temerosa, sin experiencia afuera en el mundo y con un gran miedo al fracaso...

-Bueno, de segura es talentosa en otros aspectos–contestó la criada–Por ejemplo, suenas como una persona muy carismática

-¿De verdad lo crees? –pregunto sorprendida–

-Me tuvistes atenta a lo que hablabas los últimos 5 minutos sin perder el hilo, quizas podrías aprovecharlo, ya sabes, el caerle bien a la gente

-¿Crees que podre impresionar a la sociedad de esa manera?

-Si sigues siendo tu misma y portando esa sonrisa estoy muy segura que si...

La debutante se sonrojo con las palabras de la criada, no sabia lo que sentia, era una sensación tan cálida, algo raro...

-Gracias eh... ¿cuál es tu nombre?

-Ellie señorita Wolters

-Gabby... llamame Gabby...–le dio una sonrisa–

-¿Salimos Gabby? –le solto una sonrisa la criada–

-Si Ellie...

Ambas salieron de la madriguera y de las afueras del bosque, en el patio de la casa la condesa le había dado unos gritos a la pobre Gabby y casi le daba un infarto por las manchas de su vestido que varias sirvientas tuvieron que tallar por un buen rato para que no se vieran, aunque despues de eso todo siguió con normalidad.

Ellie pensaba que esto sería un aspecto aislado y que jamás se volverían a ver las caras, aunque le cayera bien Gabby, ella era su superior, era imposible de que ellas pudieran formar una amistad. A menos que...

-¡Zanahoria! –Le grito la cocinera–

-¿Que paso?

-Ve arriba, la señora la llama–contesto arqueando una ceja y un toque de desprecio–

¿La llamaban a ella? La chica hizo caso con miedo y por primera vez podía ver a los señores de la casa cara a cara, por el rabillo del ojo se podía escuchar a las sirvientas murmurando y a los lacayos susurrando, después de todo que la chica que tan solo subía para prender las chimeneas estaba ahí a esas horas era algo insólito.

Fue guiada hacia la habitación de Gabby que estaba junto a su madre, la muchacha esperaba de todo, desde que la castigaran hasta que la despidieran...

-¡Si eres tu! –exploto de euforia Gabby– Madre, esta es la chica de la que te hablaba

-¿Así que tú eres la muchacha que encontró a mi hija esta mañana?

-Sí milady... –respondió con algo de miedo–

-¿Cual es tu nombre muchacha?

-Ellie milady, Ellie Finch...

La condesa en completo silencio la vio de arriba para abajo en un silencio sepulcral, la joven de pecas apenas podía respirar de la ansiedad...

-¿Qué sabes hacer? –la miro de pies a cabeza–

-¿Que se hacer...?

-Si, tus habilidades

-B-Bueno, se leer, escribir, tengo conocimientos en costura, literatura, se lo básico del piano forte y varias cosas más milady...

-Suenas a que estas muy bien instruida para ser solo una criada

-Tuve suerte de tener gente que me enseñara–respondio manteniéndose lo más serena que podia–

-Te tengo un reto–dijo la mujer viéndola con desconfianza– Arregla a mi hija para el baile de esta noche, si haces un buen trabajo el puesto es tuyo

-¿P-Puesto?

-El de mi doncella personal bobita jaja–rio Gabby feliz agarrándola del hombro– Se que tu harás magia conmigo

El puesto de doncella personal, era el 2do puesto más alto en la jerarquía femenina de los sirvientes, saltar del eslabón más bajo a ese de la nada era una oportunidad única en la vida. Con razón la gente la miraba raro y hablaba a sus espaldas, las sirvientas trabajan años para aspirar a un puesto así y que una recién llegada tuviera tal oportunidad era algo insólito...

-Y lo haré señorita...–le devolvió la sonrisa–

-Bien, tienes dos horas Finch, espero que si hagas magia como se refiere mi hija–le dio una última mirada antes de marchar–

-¡Dios me alegro tanto que te hayan encontrado! –rebosaba de alegría la pelomarrón–

-Señorita, no se si soy la persona indicada para esto

-En primera, refiérase a mí como Gabby, me lo prometiste en ese árbol–quiso que agarrara confianza– Y en segunda, se que lo harás bien...

-Lo intentare... Gracias por escogerme Gabby...

La criada usando todo lo que sabía le cepillo y arreglo el pelo como Gabby se lo pedía. Amaba ese cabello, era espeso, maleable y abundante, perfecto para peinados altos y de mucho trabajo.

-Perdón por preguntar, pero ¿Cómo le fue con la reina? –dijo Ellie queriendo sacar conversación–

-Estuvo bien, supongo–respondió con algo de tristeza– No dijo nada interesante hacia mi, pero al menos no puso mala cara

-Bueno, la opinión de una sola persona no puede mover a toda la sociedad ¿o si?

Gabby no se veía de acuerdo con lo que mencionó la criada, su mirada se fue al piso y se sentía más melancólica.

-Perdoname Gabby no quería-

-No, estás bien... de por si me siento como una ternera yendo al matadero–mencionó con melancolía– Jamás se me hizo interesante la idea de asistir a bailes y vestir vestidos bonitos

-¿Y que le gustaría hacer?

-Me encantaria vivir tranquila en el campo, cuidando animales y vivir de mis verduras–decía dando un sonrisa–

-Eso suena tan relajante...

-Lo se... sin embargo es una simple fantasia para mi, debo de afrontar la realidad supongo

-Siempre que enfrente la realidad con la misma sonrisa y carisma que tiene usted ya vera que lograra encontrar un intermedio entre sus sueños y su realidad–trato de ponerla optimista–Creo que termine con su cabello

-Me encanta Ellie–soltó una gran sonrisa de oreja a oreja–

-Ahora, vestido...

La chica fue a buscar el vestido escogido y este a los ojos de la criada era la definición de espanto por el apagadisimo color verde del vestido. Sin contar con lo exagerado de la confexion

-¿Hay algo malo? –pregunto Gabby–

-Buscaré algo mejor–dijo Ellie yendo directo al armario–

-¿Pero por qué?

-Un verde asi solo le provocara una urticaria terrible, además ¿vistes lo mal diseñado que está? Es una aberración de la moda

-P-Pero si no lo uso mamá se va a enojar

-Pues por una noche, romperemos las reglas–contestó la zanahoria–

La sirvienta sacó varios de los vestidos guardados en el armario buscando entre varios se halló con un vestido rosa que la resaltaba maravillosamente y aun seguía con los colores del código de vestimenta.

-Este tiene que ser...–dijo maravillada–

-Si...–respondió la debutante igual de fascinada–

Lo demás fluyo como el agua, le acomodo las joyas, le coloco los guantes de seda y los zapatos de baile. Retoques al maquillaje y parecía una princesa de cuento...

-Se ve asombrosa señorita Gabby...

-Gracias...–contestó viendose al espejo–Aun asi tengo miedo Ellie, ya empecé la temporada con pie izquierdo y no quiero arruinarlo más...

-Vas a estar bien, sólo recuerde estar positiva y sonreir

-¿Está todo listo? –Entró la condesa a la habitación–

-Madre, se que no es el vestido que escogiste pero créeme que yo-

-Al contrario, te ves espléndida cariño–le dio una sonrisa orgullosa– Jamás creí que este dia llegaría, tu primer baile...

Madre e hija se dieron un gran abrazo y Ellie se quedó ahí viéndolas desde una esquina, sin embargo al fin podía respirar, lo había conseguido...

-Bueno, vamos al carruaje que tu padre nos está esperando–respondió ella– Y Finch, tienes el puesto, felicidades

Gabby volvió a ver a su ahora nueva doncella y le dio una gran sonrisa que la pelinaranja se la devolvió...

-Y desde ese momento, yo estuve con Gabby...

El muchacho se quedó maravillado en silencio oyendo toda la historia con intriga...

-Admito que no fue fácil, tuve una que otra mirada de las sirvientas sobre todo de las más viejas, hasta apostaban de que si cuanto tiempo duraría en el puesto–bromeo un poco– pero me quede... 5 años siguiendola...

El chico escribió en su pizarra

'¿Tanto?'

Si, y la razón fue que mientras todas la juzgaban, yo era la única que se tomó el tiempo de comprenderla...–dijo apartando un mechón de pelo del rostro de Gabby– Invertí tantos tiempo en ella que se volvió en mi mundo...

La chica respiró hondo, no quería llorar, tenía que mantenerse fuerte por Gabby y por Drew... no podía darse el lujo de soltar esas emociones ahora.

Ellie...

La helada voz de Tom mató el momento, la mirada de este era una mezcla de frustración y culpa. La doncella y el muchacho no sabian el por que de la expresión

-¿Ya encontró al responsable excelencia...? –le pregunto la pelinaranja–

-No... pero tengo algunas preguntas que hacerte...

Dos caballeros se acercaron detrás de él y la doncella realizó en su momento a lo que se refería. No podía creer que el, de todas las personas, supusiera que ella pudiera hacerle algo a Gabby

-Tom, no puedes estar hablando en serio–contestó a la defensiva–

-Aunque no me guste Ellie, la única sospechosa de esto hasta ahora... eres tú...

-¿Acaso perdiste la cabeza?¿Como osas creer que yo de todas las personas de aquí seria capaz de hacerle algún tipo de daño a Gabby? Sabias que eras tonto, pero no asi de imbécil

-¡Estoy intentando ser bueno Ellie! Tú eres la única de todos que no tiene una coartada de donde estuvo anoche y esta mañana

La chica por supuesto que tenía una coartada, sin embargo ¿Cómo podía explicarle? Cómo le explicas a alguien que estuviste con su esposa de esa manera?

-Hasta que no se encuentre al culpable se te tendrá en una habitación distinta de la mansión aislada–agregó el duque– Solo tendrás contacto con quien te de comer, de ahi con nadie más

-¡Tom, no puedes hacerme esto!

-¡Agradece más bien que no te estoy encerrando en un calabozo! –arremetió el pelinegro–Solo te estoy dando ese privilegio y el beneficio de la duda por Gabby

Ellie solo pudo agachar la cabeza y sostenerle la mano a su señora por última vez... no estaba enojada, estaba decepcionada. Aún estaba la incertidumbre de si ella despertaría o no ¿Y si esa era la última vez que la veía con vida?

Solo pudo Drew con un abrazo sacarla de esos pensamientos, el pobre estaba llorando contra su pecho, estaba perdiendo a las dos personas que le dieron tanto cariño en ese lugar.

-Drew–se puso a su nivel y le secó las lágrimas con las manos– Voy a estar bien...–Le abrazo– Solo cuidense mientras yo no esté...

El chico le asintió con la cabeza y la chica le dio una sonrisa para no hacerlo sentir mal... Los dos caballeros se pusieron frente a ambos dispuestos a llevarla a la fuerza.

-Yo puedo sola, no necesitan tocarme–respondió ella con seriedad

La chica se puso de pie y era escoltada por aquellos hombres, solo para pararse de seco...

-Solo te dire Tom... que si algo me pasa, ella jamás te lo va a perdonar...

Ellie ni siquiera lo vio al rostro, mantenía su mismo porte, recta, segura y con esa mirada vacía que asustaba a la vista. Así, salió de la habitación, siendo escoltada por los caballeros.

Drew en un impulso quiso seguirla, pero el duque lo interceptó para detenerlo

-Ey, tranquilo amiguito, esto es temporal...

Tom intentó ser comprensivo con el muchacho, no obstante el y Rufus tenían otros planes. El cachorro le mordio en la pierna al hombre y el chico le escupió en la cara con desprecio dejando al pelinegro en el suelo y con suficiente tiempo para que ambos salieran corriendo.

Más tarde ese dia, Tom se encontraba en su cuarto, ya se habían encargado de su pierna, no fue nada grave y estaba reposando. Revisaba las pocas pistas que tenía, necesitaba resolver esto por sí mismo antes de involucrar a la policía...

-¿Cómo está tu pierna? –pregunto Jake entrando a la habitación–

-Nada grave, es solo un cachorro así que no desgarro nada...

-Era comprensible de que Drew estuviera enojado con la decisión, aunque algo arbitraria por decirlo menos...

-Ya lo e dicho, es solo temporal, además demás sirvientes y criados tendrán esa misma vigilancia–respondió el enfocado en sus papeles–

-Se que es así, sin embargo no piensas que exageraste un poco...

-¿No eras tú el que decía que ella le haría daño a Gabby?

-Si, pero daño a nivel emocional, no físico...

-Excelencia–dijo uno de los guardias– Hay algo que debe de ver...

Los dos hombres vieron confundidos lo que pasaba y fueron guiados por el hombre hasta la habitación que le correspondió a Ellie en la zona de los del servicio.

-Estuvimos inspeccionando el lugar, no había nada fuera de lo común hasta que llegamos al piso...–menciono señalando el tablón sobresalido del cuarto–

El duque se acercó al tablón salido del piso, revelando no solo la caja con el collar de diamantes, sino las cartas que había por montones y los rubíes...

-Así que ese lacayo tenía razón...–murmuró Jake viendo atónito–

-¿Lacayo? ¿Cuál lacayo?

-El encargado de las cartas, ¿Recuerdas que te dije que Ellie se quería fugar con Crane? Pues aqui parece que esta la prueba de ello...

El duque seguia en negación, era imposible. Después de defenderla tanto, de darle techo y trabajo, de darle la confianza de que cuide a Gabby...

-Me llevaré estas cartas a mi oficina, yo me encargaré de ellas–respondió agarrando el fajo de cartas y la caja con las joyas–

Esa noche, en la sala del servicio la noticia se había corrido como la espuma, aunque no habia sonidos de jolgorios, sino de incertidumbre y de inquietud

-¿Cómo pudo ser posible esto?

-¿Seguro fue asi de fuerte?

-Oí que estaba agonizante...

-Silencio en la sala por favor–dijo Leopold entrando a la sala–

-¿Cómo puedes estar tan calmada Leopold?

-Si, dijiste que esto nos devolvería a la paz, no que iban a rodar cabezas

-Vamos ni que estuviéramos en una revolución Francesa–respondió Karol– Aunque es cierto que esto también me desconcierta un poco...

Claro que la ama de llaves estaba intranquila, esto no estaba para nada planeado.

-Ustedes dos–señalo a un par de sirvientas– Hicieron lo que les dije

-Si Leopold–les respondió con miedo–

-¿Entonces por qué su excelencia casi se muere? –arremetió ella–

-Juro que le hicimos caso, pusimos la mezcla de té exacta que nos diste

-Si, las hojas de té junto a la cicuta, la lavanda y la manzanilla–agrego la otra–

-Eh.... –titubeo otra sirvienta sin querer–

-Molly... –Karol la vio directamente a los ojos– ¿Que me estas ocultando?

-Nada señora...

-Molly...-le agarró los hombros con ambas manos– habla de una vez...

-MMM... ¡Le oí a Ellie decir que su excelencia era alérgica a la manzanilla! –Soltó la sopa cayendo de rodillas con un nerviosismo total– ¡Lo siento tanto tuve que haberles dicho!

-¡¿Qué?! ¡¿y porque no dijiste nada?! –le reclamó una de las sirvientas–

-¡Creía que ustedes sabían! ¿¡No se supone que es tarea de su doncella informar de estas cosas!?

Toda la sala estaba en shock, murmuraban en voz alta, lo que iba a hacer Leopold ahora. Podía tirar a la chica debajo del carruaje y salvarse todos, podían castigarla por ellos mismos. No obstante una reacción en particular se hizo notar...

-Jaja...–rió en voz baja la ama de llaves–

-¿Leopold?

-¡JAJAJAJA! –estalló en carcajadas histéricas– Esa zorra de pecas hizo esto a propósito, nos ocultó a todos de esta alergia...

Todos los sirvientes se vieron extrañados por la actitud de Karol...

-Señora... ¿Entonces qué hacemos ahora? –le preguntó uno de los lacayos–

-No tenemos más alternativas, tenemos que deshacernos de esa duquesa antes que confiese

-¿P-Pero como?

-Manzanilla, por todos lados

-¿Por todos lados?

-Su ropa será lavada con manzanilla, su sábanas igual, el agua con la que la bañaran tendrá aceite de manzanilla–respondió ella– Tenemos que empeorar esa alergia lo más rápido que se pueda...

-¿Y si nos descubren?

-Culpamos al muchacho ese por ello, a él le encargaremos de llevar las sabanas... asi le podemos hechar la culpa–respondió con firmeza–

-¿Y qué hay de la zanahoria?

-De ella... de esa me encargo yo... -solo una sonrisa maliciosa-

Todos se fueron a dormir apagando las velas y todo, solo que había un detalle que no se dieron cuenta, a cierto muchacho que no podía emitir un chillido...

El chico aprovechó la noche para moverse hasta la habitación en donde tenían encerrada a Ellie...

El lugar a donde llevaron a Ellie era digna de una habitación de invitados real. Era hasta cierto punto un lindo lugar para pasar un encierro, con la cómoda cama y ventanas en donde podía entrar buena luz exterior, sin embargo no quitaba que era eso, una jaula de oro para la pelinaranja...

La pobre muchacha no podía dormir, no entendía cómo habían llegado a eso. ¿Tenia que quedarse ahí sin hacer nada? ¿Hasta que Gabby despierte o hasta que ella muriera? ¿Moriría por algo que no hizo?

Toquecitos en la puerta llamaron su atención. Ellie estaba hasta sorprendida de que alguien pudiera estar a esas horas y mucho menos que pasaran por debajo de la puerta una hoja de papel con algo escrito.

-'Hermana, soy Drew'

-¿Drew? ¿De verdad eres tú? –dijo pasándole el papel debajo de la puerta–

Se escucharon sonidos de tinta y de alguien escribiendo detrás de la puerta...

-'Estás en peligro'

-¿En peligro? ¿En qué sentido?

-'Quieren echarnos la culpa por lo de Gabby'

La chica no supo qué decir, ya que se metieran con ella era una cosa, ¿pero querer inculpar a Drew? No estaban seguros aquí y sabía que Gabby no quería que ambos sufrieran... Aunque le doliera tenían que salir de aquí ambos...

-Drew ¿te acuerdas que te dije que si llegaran a querer desplazarte me iría de aquí contigo?

El chico dio golpes en la puerta puerta confirmando lo que dijo la chica

-Bueno creo que tendremos que aplicarlo ahora

-'Nadie puede salir del palacio' –le escribió en el papel-

-Nadie sin ayuda...–respondió ella–

La chica solo conocía a alguien que estaba tan alejado de la sociedad y que estaría dispuesto a darles una mano... Aunque no le gustaba la idea no había más opciones... Sacó de su mandil la carta falsa que tenía la misma dirección que la original que recibió el primer día...

-Drew, necesito que vayas a la dirección que indica esta carta...

La chica deslizó la carta por debajo de la puerta

Aprovecha la noche y agarra uno de los caballos del establo para que vayas al pueblo, el camino de Londres a carruaje son 5 días, pero se puede acortar a 2 si es que no se hacen paradas...

-'No quiero dejarlas'

-Es lo mejor para todos Drew, con la ayuda de Lord Crane será más fácil para nosotros huir. Cuando Gabby despierte, que tengo fe que si lo hará, se aclararan las cosas y podremos volver a la normalidad... Haré todo el tiempo que se pueda hasta que regreses...

El chico en respuesta apoyó su cabeza a la puerta y se le oyeron pequeños sollozos al muchacho, no quería despedirse así. La chica también apoyó su cabeza contra la puerta y se permitió soltar algunas lágrimas en silencio... no quería darle esa carga al chico, ¿pero qué otra opción tenía?

-Se fuerte Drew... por favor...

El chico se secó las lágrimas y aun con temor se apartó de la puerta de la pelinaranja llevando su pluma y su tinta.

-"No te preocupes hermana... volveré pronto..."

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