V


Las cosas en casa de la baronesa estaban tensas desde el baile de máscaras de los Hardy. Jake toda la mañana no salía de su habitación y ni permitía que los sirvientes entraron algo que hizo preocupar a cierto duquesito...

Ya regresé–Dijo Tom entrando a la casa–

Tom, ¿Cómo te fue en la casa de los Wolter? –preguntaba Miriam–

Bueno la verdad cuando llegue había muchísimas personas, la verdad no quería molestar mas a la señorita Wolter así que simplemente encargue mis flores a un criado y me fui

Muchacho tonto, así nunca conquistaras a la señorita Wolter –decía con cierta molestia la anciana–

¿Y Jake? ¿Salió a algún lado? –pregunto preocupado–

Sigue en su habitación, no a salido desde la mañana

¿que? Miriam ¿Por qué no me dijiste nada de esto? –preguntaba algo alterado–

Te fuiste muy temprano así que no te pude decir nada... –respondía Miriam— créeme que e intentado que salga en todo el día, pero fue imposible

Yo me encargare ahora si...

Tom caminó hacia la habitación de Jake, sabía que tenía mucho que explicarle... Tocó su puerta...

Ya he dicho que no quiero a nadie–hablo Jake detrás de la puerta–

Jake soy yo, Tom–dijo el duque–

Oh wow ya era hora que llegaras–dijo el peliazul con sarcasmo–

Jake por favor, déjame explicarte–susurraba Tom—

¡Solo déjame en paz Tom!–grito el muchacho–

Tom estaba intranquilo, sabía que algo estaba mal... salió al patio de la casa y aplicó la que varias veces hizo otras veces, entrar por la ventana. Al lado de la ventana de Jake había un gran árbol que para el duque era muy fácil de escalar. Solo hizo falta unas sacudidas al marco de la vieja ventana para abrirla

El duque vio que la habitación estaba hecha un desastre con algunas botellas de whisky a medio terminar y varias cosas rotas en el piso, Jake se veía destrozado, estaba apenas vestido con la misma ropa de ayer aunque con manchas de algún licor además de estar ojeroso de no haber dormido en absoluto.

¡Jake! –grito Tom preocupado–

¡¿Qué carajos fue eso?! –reclamo Jake– debí haber pedido a los sirvientes que arreglaran el pestillo de la ventana

Jake, ¿podemos hablar? –preguntó él con preocupación–

¿Por qué de repente quieres hablar? No quisiste hablar conmigo después del baile aunque me regrese temprano a casa y mucho menos quisiste hablar ahora en la mañana que te fuiste apresurado a pretender a esa loca–respondió con clara molestia–

Gabby no es una loca–refuta Tom–

Y ahora la defiendes? ¿Entiendes a lo que me refiero Tom?

Jake yo te hice una promesa, volví a Londres por ti y solo por ti, no por nadie más

Pues parece que no lo estás cumpliendo... –dijo con una cara demacrada–

El chico de la coleta se sentó con una mirada vacía y desesperanzada en su desordenada cama mirando hacia el suelo

Cuando te vi, bailando con Gabby en el baile, como todo el mundo los veía y los alaban... hizo que algo muy dentro de mi se rompiera... fue... demasiado para mi...

Jake–el chico se sento a su lado en la cama— Yo no pretendo a Gabby, solo quería devolverle su guante... Ella fue la que nos vio en la fiesta de Miriam...

Jake levantó su mirada para luego ver con sorpresa a Tom con sorpresa

Ese día en el baile mientras bailaba con ella, no veía a la señorita Wolter, me imaginaba a ti bailando conmigo en ese gran salón sin nadie alrededor, solo tu y yo–Dijo acariciando su mejillas sucias por las lágrimas–

Tom... –respondía aun con tristeza–

Todo lo que hare de aquí en adelante, será para garantizar nuestra felicidad, para poder tener ese futuro juntos que tanto queremos...

Jake con sus dos manos lo jalo de la camisa para besarlo apasionadamente que corresponde Tom sin dudarlo...Mientras los besos seguían el chico de la coleta desabrochaba la camisa de su contrario exponiendo su cicatrizado cuerpo del duque, quien se separó inmediatamente después...

Voy a parar tu no estas bien ahora–Dijo Tom separándose entre jadeos

No pares, nunca pares–Respondió Jake para seguir con los besos–

Siguieron con los beso en esa cama, esa cama se volvió un rio de pasiones indescriptible, como pese a todos el mayor besaba su cuello sumido en placer mientras su contrario se sujetaba con una mano a su amado y con la otra a las suaves sábanas blancas para soportar las fuertes estocadas que hacían rechinar la madera de la mueblería de roble... como los besos se volvían una forma de callar gritos de amor... aunque estas cosas no podían salir de esa habitación... se aferraban a esos pequeños momentos de placer y amor como si fueran los últimos...

El sol de la mañana relucía entre los ojos de Jake, la ventana abierta como siempre y el otro lado de la cama vacía... Esa era su triste realidad, una que tenía que soportar por el bien de los 2, aunque a veces él anhelaba poder amanecer con su amado de su lado...

Los sirvientes entraban y él por fin se animó a salir de su habitación directo al comedor de la casa

Jake, salistes por fin–dijo Miriam mirándolo con preocupación–

Si, perdón por preocuparte Miriam... solo necesitaba un tiempo a solas y después de poder conversar con Tom ayer pude entender varias cosas...–respondió calmadamente–

Hijo, sabes que cualquier cosa que reprimas puedes hablarlo conmigo, no te crie como mi propio nieto por nada–mencionaba comprensiblemente–

Gracias Miriam...

Ambos se dieron un abrazo reconciliatorio, sin embargo Miriam se daría cuenta de cierto detalle en el cuello del muchacho

Hijo, ¿por qué tienes ese moretón en tu cuello?

¿Eh? ¿Moretón? ¿Cómo que moretón? –preguntaba nerviosamente–

Ahí en tu cuello ¿te hiciste algo? –seguía Miriam con la pregunta incómoda–

Ah-h sentí una picada de una abeja ayer, tal vez fue eso–dijo avergonzado y rojo mientras cubría su "curiosa" mancha con su mano–

¿Y bien como me veo? –entró Tom al comedor arreglado para salir aunque vio algo sorprendido a Jake– Jake, ¿ya estás mejor?

Si, solo necesitaba tiempo, gracias Tom...

¿Y a donde tan arreglado jovencito? –preguntó Miriam con intriga–

Había hablado con las señorita Wolter para salir a un paseo esta mañana

¿U-un paseo? –dijo Jake extrañado–

Si, ¿no te lo dije ayer? –respondía igual de extrañado–

Claro, si... Oye Miriam creo que el clima está muy bonito hoy, ¿y si salimos todos juntos? –dijo con una sonrisa—

Jake, tendría que alistarme y creo que Tom va tarde–dijo preocupada—

Dije, iremos todos juntos al parque–contestó con la misma sonrisa forzada antes de salir del comedor–

Aunque Miriam estaba confundida por esto, Tom sabía por que el chico estaba haciendo esto sin embargo tenía que tener la misma cara de confusión de Miriam.

Ay los jardines de Londres, la representación perfecta de la primavera, pasto verde y fresco, flores de todos los colores, el azulado rio que lo atraviesa brilla con cálido sol y la presencia de aves migratorias como Cisnes y Patos es evidente, el lugar perfecto en donde la sociedad pasa su tiempo mientras no esta en bailes excéntricos o en salidas nocturnas a la opera, un momento en donde la gente se puede permitir ser más casual y tranquila disfrutando ya sea con sus familias o con un posible marido potencial.

Y ahí llegaba la señorita Wolter junto a su sirvienta de pelos zanahoria, aunque como vestía ella parecía ser otra dama más de la sociedad...

Ya te había dicho señorita Gabby que no era necesario que yo viniera así vestida señorita–dijo Ellie refiriéndose a su ropa–

Tonterías Ellie, igual ya asististe a dos bailes conmigo, no hay diferencia. –respondía Gabby despreocupada–

Si, pero será sospechoso para el duque que usted venga sin chaperón–agregaba con preocupación–

Claro que no, luego le explicaremos todo–contestaba igual de despreocupada–

Ambas chicas siguieron paseando por el gran lugar, después de todo aun no veían al dichoso duque por ningún lado, aunque si se encontraron a alguien en particular, la misma arrogante vizcondesa paseando algo que hizo que la pobre Gabby la pondría ansiosa y ahora acompañaba de una de sus mayores cómplices, de piel tostada, cabellos marrones, siempre usando algún accesorio de oro y el acento indio más molesto que podía haber

"Por favor no me noten, por favor no..." –prensaba ella en su mente–

Señorita Wolter–Diría Grett con su campante falsedad–

"Mierda" –Pensó ella–

Señorita Wolter la mujer del momento–mencionaba Grett con su falsa felicidad–

Lady Goschen, que sorpresa–respondió la muchacha también fingiendo felicidad–

Supongo que usted ya conoce conoce a la Lady Riya Sharma

Encantada de conocer a la ahora "incomparable" aunque se tardó varias temporadas en mostrar su valor–respondió con un tono juzgador–

El placer es mío Lady Sharma–respondio queriendo ser cortes–

Y que hace por aquí caminando, ¿Acaso tus numerosos pretendientes ya se aburrieron de su presencia? –preguntaba Grett con curiosidad–

¿O simplemente se dieron cuenta de que no esta tan cuerda? –agregaba Riya con condescendencia–

Jaja, que gracioso, pero no en realidad venia a ver a uno muy especial–respondía con elegancia–

Supongo que es ese dichoso duque, sin embargo el ahora no esta aquí y segun me contaron el duque es un tipo muy puntual–sacaba Riya su veneno entre sus palabras–

De seguro el duque se dio cuenta que estar con alguien con un sentir de la moda tan desaliñado como su cordura no sería una buena compañera de vida–Complementaba Grett entre risas–

Esas risas pegaron un poco en el ego de la zanahoria que miraba hacia otro lado queriendo evitar el conflicto y obviamente enojo de parte de nuestra pelimarrón, que no dejaría que alguien insulte el arte de la persona que quiere tan gratuitamente

Permití que insulten mi mala suerte en el amor, pero jamás dejare que insulten el hermoso trabajo de mi ilustre modista

¿Una modista personal? con razón, debe de estar vetada de la tienda de madame Delacroix no vaya a tener un ataque de histeria en plena sesión—respondía entre risas la molesta vizcondesa—

Cómo un milagro de la vida justo Gabby pudo divisar como Tom llegaba junto a Miriam y Jake, algo que le daría una gran idea.

En realidad el duque alabo mi hermoso vestido en la noche de la fiesta de los Hardy–mencionaba orgullosamente–

¿En serio? Considerando que el salió así de la pista después de su primer baile no parecía muy contento–decía la asquerosa de Riya con su clara prepotencia–

Si tienen dudas de mi palabra por qué no se lo preguntamos directamente, su excelencia

Gabby apartó a las 2 arpías y fue directo a Tom tomándolo del brazo

Señorita Wolter, es un gusto–decía Tom con una sonrisa–

Tienes que alagar mi vestido–susurro Gabby agarrándolo fuerte del brazo–

¿Qué? –pregunto confundido–

Su excelencia, es un gusto verlo por aquí–decía Riya con cortesía–

Y justo a tiempo, estábamos hablando sobre usted–mencionaba Gabby–

¿De verdad? –seguía sin entender el pobre duque–

Le estaba comentando a Lady Goschen y a Lady Sharma lo mucho que halago mi vestir en la fiesta de los Hardy... –dijo ella guiñando el ojo para que le siguiera la corriente–

Ah claro jeje–dijo él por fin comprendiendo– debo de aceptar que la señorita Wolter esa noche ella y su vestido brillaban más que las auroras boreales del ártico... –dijo él con un gran cariño–

Pues bien por ustedes–respondió Grett con cierto asco–

Gracias y ahora si nos disculpan tenemos cosas que hacer–dijo Gabby orgullosa–

Y así dejaban a las dos damas sin palabra y con su sirvienta de cabellos zanahorias con una sonrisa.

Gracias–le dijo Ellie en un tono bajo–

Siempre te defenderé Ellie–contesto la pelimarron entre susurros–

Y así comenzaban su caminata por el amplio parque.

El perfecto pretendiente enamorado, lo hiciste genial comandante–Mencionaba Gabby—

Bueno ya te voy salvando dos veces de las garras de Goschen y también de una de sus monos voladores, aunque ahora pienso que la vizcondesa te tiene cierta manía–Respondía el—

Solíamos ser amigas durante nuestra primera temporada, pero después de casarse con su marido se volvió insoportable–mencionó con cierta tristeza– siento que el saco los verdaderos colores de ella

Bueno, su marido y ella son tal para cual–contestaba en tono de burla–

Definitivamente lo son. También gracias por las flores de ayer, todo el mundo a estado hablando de ellas

Fue sugerencia de la baronesa y creo que fue buena idea...

Bien pues tendrás que enviarlas a diario, además que tendrán que vernos juntos en todos los bailes de la temporada

¿Todos? –pregunto sorprendido–

Si, todos. Y además tendremos que tener 8 bailes en cada uno–respondía con seguridad–

Le concederé 4 bailes y no más–negociaba el caballero–

Se las rebajare a 7, si quieren que la sociedad se trague nuestra mentira debemos de seguir fingiendo de nuestro amor

que tal 6 y a cambio le enviare flores todos los días sin excepciones–negocio por última vez–

Creo que llegamos a un acuerdo justo mi comandante–respondió entre risas–

Mientras los supuestos "tortolos" hablaban y reían mientras caminaban, detrás de ellos desde una distancia considerable estaban Miriam caminando del brazo de Jake y al lado Ellie.

"Se ve tan feliz... Señorita Gabby..." –pensaba Ellie–

Esta sonriendo, el duque rara vez sonríe así–mencionaba Miriam–

Tampoco exageres Miriam, como si no lo hubiéramos visto sonreír esta mañana–refutaba Jake–

Mi señorita tiene un sentido del humor muy bueno, puede iluminar un salón solo con un par de palabras–agregaba orgullosamente Ellie–

Para ser una chaperona la veo muy bien vestida señorita...–decía desconfiada Miriam–

Finch, Ellie Finch baronesa–Completaba la frase con animosidad– Y mi vestimenta es por que mi señorita más que una sirvienta me trata como su amiga, por ejemplo ella solo usa la ropa que yo diseño por ser su mejor amiga...

Será muy bueno que tenga una amiga tan leal, lo necesitará para cuando se convierte en duquesa–respondia Miriam con una cálida sonrisa–

Y se que mi señorita está más que preparada para su papel 

Si es que no se desmaya antes de pisar el altar–murmuró el chico de la coleta–

Miriam vio al chico con molestia y le dio un codazo para que se calle

¡Auch!, oye eso no era necesario–dijo Jake–

Un papel más que importante, ella no se moverá con la sociedad, ella la dirigirá. –continuaba ignorando las quejas de Jake– Organizar bailes, recibir dignatarios extranjeros, cuidar a sus hijos...

¿H-hijos? –dijo Jake nerviosamente–Digo no sé aún hay posibilidades de que nunca lleguen a tener uno ¿cierto?

Bueno también tristemente no todas las parejas tienen esa dicha, pero viendo a estos dos yo les calculo unos 3 o 4–mencionó Miriam–

¡¿4?! –reaccionó más alterado el muchacho–

Ni te alteres Jake, créeme que es un número muy realista. No por nada los Lumley tuvieron 8 hijos y todos seguidos–agregó Miriam–

La cara de Jake era de indescriptible perturbación fingía una sonrisa aunque estaba al borde del desmayo algo que le daría risa a la joven zanahoria

Veo que la señorita la quiere mucho Ellie, tanto para que decidiera usar exclusivamente vestidos que usted le hace. –mencionaba curiosa la anciana–

Que puedo decir... la señorita Wolter no le gustaba mucho la ropa común de la sociedad, así que cuando descubrió que me apasionaba la moda no dudo ni dos veces en ayudarme con ese sueño–Respondía ella con mucho cariño a su señorita–

¿Llamaría usted a la señorita Wolter como "su musa"? –preguntaba ella–

Algo así, ella es mi mundo y más... no sabría que hacer sin ella... –dijo ella fijando su mirada en Gabby quien seguía animosamente hablando con Tom–

Tal vez le gustaría un día venir a mi casa a tomar mis medidas señorita...–dijo Miriam felizmente–

¿Q-quiere que haga un vestido para usted? –preguntaba nerviosamente la zanahoria, era la primera vez que alguien que no fuera Gabby le pedía esto–

El baile all-white de los Salisbury es mañana y la verdad me gustaría ir con algo más "original" ¿Si es que tiene tiempo claro?

Claro que lo tengo, lo haré sin problemas iré está tarde–decía alegremente la señorita–

Unas despedidas más tarde las dos señoritas parecían más que contentas con su situación actual... Sin dudas está temporada trae más que grandes sorpresas...

¿La baronesa te pidió eso? –pregunto sorprendida Gabby–

Así es, quiere que vaya está tarde a su casa, sin duda este es un paso más al gran éxito que me espera –contestaba emocionada Ellie al suceso–

Estoy tan feliz por ti Ellie

Y como no estarlo, esto es un hito importante

¡Mi amiguis va a ser la mejor modista del país! –celebraba animosamente Gabby–

¿Y usted con el duque? Parecían estar muy felices en su charla –preguntaba curiosa la zanahoria–

Solo fueron conversaciones banales, nada serio–respondía Gabby–

Si claro...–mencionaba con sarcasmo la sirvienta pensando que bromeaba–

Igual Ellie, si al final él no es serio hay muchos más de donde escoger–decía Gabby–

Gabby...–Ellie agarro delicadamente las manos de su señorita– no hay otros, solo el duque... Confíe en mí...

Por eso tu eres mi mejor amiga Ellie...–respondió con melancolía la pelo chocolate–

Tu más leal y fiel amiga...–agrego la zanahoria con una sonrisa—

Ambas chicas volvieron a la habitación de la señorita, Gabby se sacó las zapatillas que portaba y cayó rendida a la cama...

Bueno señorita, debo apurarme si quiero llegar a la casa de la baronesa

Pediré que te preparen un carruaje Ellie–dijo Gabby con preocupación–

No señorita, no se preocupe, yo puedo ir caminando

¿Estás segura? –pregunto aun nerviosa–

Claro, no te preocupes más bien relájate y descansa...

Ellie salía de la mansión Wolter con su misma ropa y una capa que le cubría la cabeza para pasar desapercibida, con ella llevaba sus muestrarios de telas y sus herramientas para medir y marcar.

De camino a la casa de la baronesa estaba el gran mercado, donde mercaderes de todas las partes del continente vienen a ofrecer distintos productos, dudo un rato si entrar, ya estaba algo tarde, pero como dicen la curiosidad siempre mata al gato y la chica se metió entre el gran callejón de puestos ambulantes...

Pájaros en jaulas, flores de todos los colores, dulces extranjeros y lo que le interesaba a la chica, telas y sedas que no se encontraban en otros lugares. En una de esas había una hermosa tela blanca-perlada que llamó la atención de la joven por lo elegante y suave al tacto que era...

"A la señorita Gabby le sentaría muy bien un vestido de este material..." –pensó la chica– ¿Cuánto está?

10 libras el metro señorita–dijo la vendedora–

"10 libras es demasiado... creo que será para otra vez..."

Dale toda la que tengas...

La chica vio al lado de ella a Alec otra vez algo sorprendida por lo que estaba haciendo el caballero, la vendedora también estaba algo sorprendida pero no desperdició la oportunidad viendo la bolsa con monedas con gran alegría

Todo suyo señorita Finch–dijo Alec entregandole la tela–

Lord Crane, no era necesario esto, juro que lo pagaré–decía nerviosamente la zanahoria–

No te preocupes señorita, considéralo un regalo de un amigo cercano...–respondió el caballero con una sonrisa–

¿Y que hace por acá usted? –preguntó la señorita–

Nada en especial, solo extrañaba pasear por aquí, desde mi regreso a Londres no tuve la oportunidad de visitar este lugar. –respondió despreocupadamente–

¿Le gusta los mercados?

Yo siempre digo que la mejor forma de conocer a una ciudad o pueblo es visitando sus mercados. Conoces más de las culturas y de las personas en estos lugares que en museos o sitios "históricos"

En eso estamos de acuerdo...

¿Quiere probar algo interesante? Si es que tu chaperona no debe de estar buscando–dijo bromeando–

No te preocupes, vamos...

No muchos pasos más adelantes en un puesto muy particular Alec compraba unos cuadros que parecían unas gomitas blandas en forma de grandes cubos espolvoreados de azúcar...

Ten–le entrego una– se llaman Lokum

¿Lokum? –preguntaba la muchacha–

O como lo llaman aquí, las llamadas delicias turcas...

Al probarlo la zanahoria se le iluminó la vista de lo curiosa y sabrosa que era el extraño manjar extranjero...

Esto es delicioso–mencionó sorprendida del exquisito sabor–

Si son buenas, aunque no se comparan a la receta de mi madre, ella le echaba pistachos y nueces a la mezcla

¿Usted es turco milord?

Ja, no, pero mi madre sí lo era. Mi padre si era de origen londinense por si se lo pregunta

Con que aquí estás ya era hora–decía alguien a la distancia–

La voz chillona se acerco a ellos en forma de una niña de no mas de 8 años de cabellos marrones con un vestidito amarillo se veia disgustada

Te estaba buscando, quiero irme ya a casa papá–dijo la mocosa disgustada–

¿Papá? –preguntó la pecosa zanahoria–

¿Y tu quien eres zanahoria? –preguntó ella–

Fiore controla esos modales por favor–Mencionó Alec antes de aclararse la garganta– Ellie, ella es mi hija Fiore Crane, Fiore ella es la señorita Ellie Finch, es una amiga

¿Qué intenciones tienes con mi papá? –le pregunto fríamente  Fiore directamente a la zanahoria–

Fiore ya controla tu comportamiento ¿quieres? –susurraba a su hija–

Una sirvienta de cabellos morados corría atravesando a la gente y se acercó al pequeño grupo

Señorita Fiore aquí esta–dijo la sirvienta agitada– Lord Crane lo siento sabe lo escurridiza que es

No te preocupes Rosita–decía el caballero con amabilidad– Fiore hija, ve con Rosa al carruaje yo les alcanzaré...

Esta bien, pero si no estás en el carruaje en 5 minutos hare que el cochero te haga caminar a casa–respondió la niña–

Está bien...

La niña tomaba la mano de su sirvienta antes de voltear a ver a Ellie con una mirada que a la zanahoria le dio un escalofrío...

¿Por qué tuvo que salir a su madre...? –dijo Alec entre dientes soltando un largo suspiro–

Tiene una hija...–dijo Ellie aún algo desconcertada–

Si y un hijo aunque él no quiso venir... está muy en su mundo–dijo el algo avergonzado de la situación–

Bueno, será mejor que no lo interrumpa más... que tenga buena tarde Lord Crane–dijo la zanahoria algo fría al despedirse–

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