17. La fiebre

Narra Lloyd

Desperté temblando y con mucho frío. No sentía mi cuerpo, estaba débil. Seguía atado al árbol, pasé toda la noche aquí afuera. Nadie o nada me atacó, pero me siento terrible. ¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Acaso hice algo malo? Quiero saber por qué me trata así.

Mis muñecas me dolían, la soga estaba muy apretada. Estoy seguro de que me dejaran una marca. Mi espalda estaba sangrando, toda mi ropa y mi piel eran de color rojo. Intenté liberarme varias veces, hasta intente usar mis poderes, pero fue inútil. No paraba de temblar. Mire al cielo, ahí seguían las estrellas. Escuché la puerta abrirse, Malcom salió con un cuchillo en la mano, al principio me asusté pero después vi lo que hizo. Me desató del árbol.

Malcom: Camina, mocoso.

Aún me dolía caminar. Llegué a la casa y Malcom comenzó a vendarme. No podía parar de temblar.

Malcom: ¿Pero qué demonios te pasa?

Lloyd: N-No... No l-lo sé...

Malcom tocó mi frente.

Malcom: Perfecto, tienes fiebre.

Lloyd: ¿Fiebre?

Malcom: Saldré por medicamentos, tu sube a mi habitación. Esta noche no vas a dormir en el sótano. Y toma un baño.

Subí a la habitación de Malcom. Llegué, entré al baño y comencé a desvestirme.

• • •

Narra Malcom

Salí de la casa y subí a mi auto. Eran las 6:03 AM. Moría de sueño. Arranqué hasta llegar a la ciudad Ninjago. Entré a una de las farmacias y robé algunas medicinas. De pronto escuché algunos gritos.

Garmadon: Todos al suelo, solo he venido a buscar a mi hijo.

Reconocí al hombre de inmediato, el padre de Lloyd. Parecía haber enloquecido por completo.

Garmadon: Iniciaré contigo. (Me señaló)

Garmadon se acercó a mi. Me asusté.

Garmadon: ¿Dónde está mi hijo?

Malcom: ¿D-De qué hablas?

Garmadon: ¡¿En donde está mi hijo?! (Golpea la mesa y saca un arma) ¡¿Dime dónde está Lloyd Garmadon?!

Malcom: Señor, no tengo idea de que rayos está hablando.

Garmadon: ¿No quieres hablar? Bien. Despidete de tu miserable vida.

Garmadon iba a dispararme, me preparé para mi fin. Algo detuvo la bala. Abrí los ojos y vi hielo delante mio. Cinco jóvenes enmascarados se pararon frente a Garmadon.

Zane: Deje al hombre en paz.

Garmadon: Agh, vayan a molestar a otras personas.

Kai: ¡Vinimos por ti, Garmadon!

Garmadon: (Imitando a Kai) Vinimis pir ti, Girmidin.

Jay: Dejalo en paz.

Garmadon: Vaya, veo que ya se recuperó el ninja... ¿Cuál es tu elemento?

Jay electrocuta a Garmadon haciendo que este suelte su pistola.

Jay: El rayo.

Garmadon: Vaya, que amenazador. Tengo miedo.

Los miré maravillado. Descendientes de maestros elementales. Eso es algo que no se ve todos los días.

Cole: Deja de usar armas de fuego y enfentanos como un hombre.

Garmadon: Bien, si ustedes lo piden...

Garmadon comienza a hacer Spinjitsu. ¿El también era un maestro elemental? Eso explica los poderes de Lloyd. Los chicos también hacen Spinjitsu y comienzan a enfrentarse. Esto es algo asombroso. Saqué mi teléfono y tomé algunas fotografías. Debía decirle eso a mi padre. De pronto, Garmadon usó su elemento, que era la oscuridad, y desapareció.

Nya: ¿Todos están bien?

Kai: ¿Hay algún herido?

Jay: Al parecer no.

Zane: ¿Se encuentra bien señor?

Malcom: N-no... Em... Si, estoy... estoy bien

Zane: Me alegro.

Tomó mi mano y me ayudó a levantarme. Me sentí un tanto incómodo, no sé como reaccionar ante lo ocurrido. ¿Acaso estuvo a punto de asesinarme el padre de Lloyd? Vaya que lo he visto todo. Tengo que informarle de esto a mi padre, si hay mas maestros elementales y el padre de Lloyd por allí sera un contratiempo, de seguro.

Rápidamente salí de ese lugar, sin que ninguno de esos ninjas me viera. No quería que me hicieran preguntas.

Kai: Entonces... Eh... ¿A dónde se fue?

Cole: ¿Quién?

Kai: El hombre que salvamos.

Zane: No tengo idea, tal vez se fue porque se asustó.

Jay: Vaya Zane que gran descubrimiento...

Cole: *Dándole un zape*

Jay: ¡Auch! ¿Qué te pasa?

Kai: Chicos, lo que le haya pasado ya no es de nuestra incumbencia.

Nya: Tienes razón, mejor vamos a casa.

Así hicieron los ninjas, igual que yo. Llegué, vi que Lloyd seguía arriba, o más le vale que siga ahí. Fui a revisar y justamente estaba en mi habitación, tenía una manta cubriendo todo su cuerpo, estaba temblando.

Malcom: ¿Cómo te sientes?

Lloyd: M-mal...

Malcom: *Sarcastico* Ahhh, pero querías salir, ¿no es cierto?

Lloyd:  Y-ya te dije... q-que no f-fue inten...

Malcom: *Dándole una bofetada* No me engañas Montgomery, yo se bien lo que querías hacer, y ya ni digas nada, si no quieres otra.

El solo asintió con la cabeza, lo acosté en el sillón y toqué su frente, estaba ardiendo. Quise poner un termómetro en su boca.

Lloyd: ¿Qué es eso?

Malcom: Nada que te haga daño. ¡Solo abre la boca!

Así lo hizo, mientras el termómetro hacia su trabajo. Yo salí de la habitación, dejando a Lloyd solo. Tenía que avisarle a mi padre lo que vi, no quería sorpresas.

Narra Lloyd

Malcom se fue de la casa, me duché como me lo había pedido. Al quitarme la ropa vi que estaba toda de color rojo. Me sorprendió cómo me dejó en su habitación sin haberme encadenado o atado.

Terminé de asearme, salí y vi que Malcom dejó algo de ropa interior y una de sus camisetas, al parecer era vieja por su apariencia. Me la puse y salí del baño. Yo me quedé en la habitación solo, no sabía que hacer, no estaba en el sótano así que todo era nuevo para mi.

Observé mis alrededores y noté que había diferentes cosas en ella. De repente apareció un destello en el suelo, me asusté así que di un salto al sofá que estaba cerca de mi. Lo observe y vi que había una gran estrella, la seguí hasta que llegué a la ventana. Me asomé y vi que todo ese oscuro bosque ahora era colorido y hermoso, había tonos verdes y cafés por todos lados y arriba de mi había un gran manto azul. Creo que a esto se refería Malcom con el día, y creo que esta es la primera vez que el no me mentía. Por primera vez en mi vida había visto el día, era asombroso.

Después de un rato admirado el escenario, noté que Malcom había llegado. Rápido fui de vuelta al sofá, no quería que me viera allí. Tomé una manta y me envolví en ella, esperé a que subiera.

Malcom: ¿Cómo te sientes?

Lloyd: M-mal...

Malcom: *Sarcástico* Ahhh, pero querías salir, ¿no es cierto?

Lloyd: Y-ya te dije... q-que no f-fue inten...

Malcom me dio una bofetada.

Malcom: No me engañas Montgomery, yo se bien lo que querías hacer, y ya ni digas nada, si no quieres otra.

Asentí con la cabeza, le tenía miedo. El me acostó en el sillón y tocó mi frente, su mano estaba helada. Vi que quiso poner algo en mi boca, tenía que saber que es.

Lloyd: ¿Qué es eso?

Malcom: Nada que te haga daño. ¡Solo abre la boca!

Así lo hice, estaba muy frío. El solo se limitó a salir de la habitación. Me quedé solo de nuevo, temblando descontroladamente. Después de un rato, regresó y vio el instrumento. Su cara expresaba preocupación.

Lloyd: ¿Qué pasa?

Malcom: 40°. Estás muy mal.

Malcom me quitó la manta. No quería saber que me iba a hacer. Tomó un frasco con un líquido y lo vacío en una especie de aguja. Subió mi manga.

Malcom: Sólo no te muevas, ¿de acuerdo?

Asentí con la cabeza. Introdujo la aguja dentro de mi brazo. Comencé a gritar de dolor. Luego de un rato, la sacó.

Malcom: Pasarás el resto del día aquí. Si no te recuperas, tendré que llevarte al doctor.

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