El inicio de una problemática relación
En la residencia Uzumaki, un lastimero Naruto no estaba seguro de que hacer, desde hace unos cuantos minutos yacía sentado en la entrada de su hogar, indeciso si entrar o no, siendo consciente de que hiciera lo que hiciera no podía esconder su derrotado aspecto, después de todo lo que había hablado con su madre, luego de intentar hacer las cosas de la manera correcta, él sabia a la perfección sobre todo los riesgos que estaba corriendo, pero a pesar de todo no se arrepentía, aunque su corazón estuviera hecho añicos, aunque los ojos le ardieran luego de estar llorando, aunque se hubiera tardado tanto tiempo en notar cuan importante era la presencia del Uchiha en su vida, ahora que lo sabía atesoraría ese amargo sentimiento de no ser correspondido y lo guardaría solo para él, por respeto y como un ultimo gesto de cariño hacia el azabache.
-¡Naruto por que demonios no responde mis llamadas, estaba preocu...! – Kushina nunca antes había visto a su hijo de tal manera, la falsa sonrisa que le dedicaba no era ni la sombra de la que siempre mostraba su hijo, podía jurar que incluso una deprimente aura le rodeaba - ¿Habrá sido Sakura o Sasuke? – se preguntaba un tanto frustrada por su incapacidad para ayudarlo en estos momentos – Te puedo cocinar lo que quieras hijo, no has comido nada desde la mañana.
-Gracias mamá, pero no me siento muy bien, iré a mi cuarto – a paso desganado comenzó a caminar, subiendo las escaleras con la mente ausente.
-Hablare con él – esta vez fue el turno de Minato de inmiscuirse en el asunto, luego de que su esposa le comentara sobre todo lo que estaba pasando su hijo en estos momentos.
-No – fue la rápida respuesta de la mujer – en estos momentos no hay nada que podamos hacer por él, lo mejor será darle un poco de tiempo.
-¿Estas segura?
-Por supuesto que no, pero no es como si existiera una palabra mágica capaz de subirle el ánimo – sin querer continuar con la charla Kushina continuó con sus labores convenciendo a su marido de que hiciera lo mismo.
Mientras tanto el hijo de la pareja se mantenía sobre su cama, con las luces apagadas y siendo iluminado únicamente por la luz de la luna que se filtraba a través de sus persianas, sacó su móvil dispuesto a navegar unos minutos para distraerse, verificó las notificaciones de Facebook habiendo 4 solicitudes de amistad que poco le importaron, buscó entre su lista de amigos y tal como lo había supuesto, Sakura había eliminado toda relación con él, cambiando su estado a soltera y aunque sonara cruel, en estos momentos no podía importarle menos, curioso, decidió entrar en el perfil de Sasuke, podía ser un poco masoquista en estos momentos, pero por más que intentara distraer su mente en otras actividades no podía evitar la curiosidad acerca de si habrá publicado algo con respecto a "eso", soltó un bufido al ver la escasa lista de amigos del Uchiha, ciertamente él había batallado mucho para lograr que el azabache se creara uno, mientras él alegaba de la inutilidad de las redes sociales, pero como en varias situaciones, él sabia como convencerlo. La sonrisa le duro poco al ver entre todas las personas al desgraciado de Kiba entre sus amigos, nuevamente su estúpida curiosidad le hizo apretar su foto para conocer su perfil, deseaba no encontrar nada ahí y, para su desgracia o fortuna, el idiota cara de perro solo permitía que sus amigos pudieran visualizar sus publicaciones.
-¿De todas las ciudades de Japón tuviste que venir aquí? ¿de todas las malditas instituciones de la ciudad tuviste que venir a la mía? – la rabia hacia que inconscientemente apretara con más fuerza aquel aparato que tenia en sus manos - ¡¿de todas las personas en el mundo tuviste que fijarte en él!? – Lanzo lo más lejos aquel aparato, cuidando de no dañarlo demasiado en el proceso, se dio media vuelta para quedarse viendo el techo de su habitación, pero solo estuvo así unos cuantos segundos pues el sonido de su móvil le había llamado la atención, a duras penas se levantó a recogerlo, al parecer había recibido un correo, en cuanto terminó de leerlo deposito el móvil sobre su escritorio y volvió a lanzarse con desgana a su cama – "se cancelan las actividades lectivas de mañana" – al parecer no todo podía ser malo este día – No tengo ganas de ver a nadie, sobre todo a esos dos.
---------------------------------------
-¿Sasuke viste el correo? – Preguntó Kiba luego de salir de la habitación de Itachi con su pijama – Estoy seguro de que si Itachi san supiera que estoy usando esto, me mataría – pensó con un poco de vergüenza al llevar la ropa de alguien más, aunque debía admitir que le gustaba el diseño, sobre todo las calaveras - Se cancelan las clases.
-Si, ya lo vi ¡No hagas eso! – Se quejaba el azabache luego de que el contrario sacudiera su aún mojado cabello junto a él, salpicándole en el proceso.
-Jejeje lo siento – se disculpó de manera infantil, mientras procedía a sentarse junto a su ahora pareja sobre aquella cama – siempre es tan raro venir a tu habitación.
Sasuke enarcó una ceja en señal de no comprender - ¿a qué te refieres?
-Es solo que este lugar es tan... tú.
Aun más curioso mantuvo un poco de silencio pensando que aclararía un poco más la idea – sigo sin comprender a qué demonios te refieres.
Kiba volvió a sonreír con un poco de nerviosismo al notar que no podía expresar bien la idea – es solo que se siente extraño, todo el lugar esta impregnado con tu aroma, y la forma en que siempre tienes todo tan organizado es agradable.
-Estas demente, es normal que mi habitación sea así... por algo es MI habitación.
-ahhh tú sabes a lo que me refiero.
-Estoy seguro de que ni tu sabes a que te refieres – finalizo con una presumida sonrisa que fue presenciada solo por un instante por el contrario, quien volvió a agitar su cabeza para mojarlo nuevamente - ¡Te dije que dejes de hacer eso!
La risa le duro poco al castaño, pues el azabache no tardo en encestar un certero golpe en su rostro con la almohada, ante la sorprendida expresión del Inuzuka Sasuke solo pudo ensanchar más su risa - ¿Acaso quieres una guerra de almohadas Uchiha?
-¿Acaso tienes 5 años?
-¡Pero si tú comenzaste!
-¿Y? – Sasuke ya se había levantado para prever cualquier ataque del otro chico, pero ni así pudo evitar que este le tomara por la cintura y lo aventara sobre la cama cayendo él también en el proceso – Eres un idiota
-¿Y? – ambos soltaron una pequeña risa, pero fue el castaño quien aprovechando el descuido del azabache le robo un beso, rápido y corto para luego deleitarse con la cara de sorpresa del contrario.
-Ya es hora de dormir, pulgoso – Inmediatamente Sasuke puso una de sus manos sobre el rostro de Kiba en un intento para ya no viera su vergüenza.
-¡¿Qué!? pero si aún es muy temprano, y mañana no habrá clases.
-Yo estoy muy cansado, y quiero dormir – finalmente lo aparto con cuidado y le dedico una mirada seria que hizo que Kiba comprendiera que a Sasuke Uchiha no se le lleva la contraria.
Resignado, opto por obedecer y levantarse dispuesto a abandonar la habitación.
-¿A dónde vas? – el Uchiha estaba seguro de que no le permitiría dormir con él, pero aún así imaginó que Kiba intentaría convencerlo al menos.
-No creo que te sientas muy cómodo durmiendo conmigo, créeme que me muero de ganas por abrazarte mientras duermes, pero puedo ser paciente, además, mañana estaré todo el día contigo – volvió a acercarse al joven para depositar un pequeño beso en su frente y sin decir nada más se fue, dejando solo a Sasuke con cara de sorpresa, pero que luego de un instante cambio a una de aburrimiento.
-3,2,1...
-Etto... ¿Dónde se supone que voy a dormir Sasuke?
-Tarado, duerme en la habitación de Itachi, ya dejé todo preparado.
-¡Gracias! Dulces sueños, te amo – y con esa sonrisa en su cara se fue cerrando la puerta de la habitación.
-"te amo" – esa oración que hacía que su corazón se agitara, depositó una de sus manos sobre su frente, recordando aquel cariñoso gesto, caminó hasta el interruptor para apagar la luz y luego tenderse bajo las cobijas de su cama – Hmp, no digas esas cosas tan a la ligera – soltó en un leve susurro – te quiero.
----------------------------------------------------------
-Aún no puedo creer que este día haya sucedido – Dijo el joven castaño a través de su móvil – Si, te juro que él es diferente a las personas que he conocido, bueno... ya sabes todo lo que ha hecho por mi – seguía caminando de un lado a otro, esperando la respuesta – ¿y tú como has estado? Hace tiempo que no nos vemos, podríamos vernos pasado mañana, ya sabes, para charlar un poco.... Oh, estas ocupada... no, no te preocupes, lo entiendo – finalmente se sentó sobre la cama, mientras revolvía sus cabellos un poco desganado – Mamá no tengo cinco años, puedo entender que estés ocupada.
-Lo siento mucho, se que en estos días no he podido acompañarte mucho, pero siempre he tenido plena confianza en tus capacidades, no eres de los que necesitan mucha ayuda, después de todo, eres mi hijo.
-Jejejeje.
-Además, creo que estas muy bien acompañado.
-Claro que sí.
-Jajaja nunca as sido tímido en estos temas, cada día me dan más ganas de conocerlo.
-Estoy seguro de que te encantará, es un poco arisco con los demás, pero cuando lo conoces bien puedes notar como realmente es.
-Hey, ten más cuidado o terminaras casándote.
-No me molestaría...
Grande fue la sorpresa de su madre al escuchar un pequeño golpe seco desde el otro lado de la línea – ¿que fue eso? – Pero a pesar de su pregunta su hijo nunca respondió – Kiba.
-¿te desperté? – nuevamente volvió a escuchar la voz del joven, pero parece que ya no estaba solo.
-Si vas a hablar por teléfono podrías al menos quitar el altavoz – dijo el Uchiha frotándose un poco uno de sus ojos en un intento por acostumbrarse a la luz
-Lo siento.
-¡Oigan sigo aquí! –no perdería la oportunidad para avergonzar a su hijo – Kiba ¿ese es el chico que te tiene como tonto en las nubes?
-¡¿Qué?! – se sorprendió de sobremanera el Azabache, reincorporándose rápidamente a la situación.
-Sí mamá, Sasuke, te presento a tu futura suegra – tal y como esperaba de su hijo, algo como eso no sería suficiente para avergonzarlo.
-No digas estupideces, pulgoso.
-¿Pulgoso? – trato de aguantar la risa por el apodo, e intento sonar seria para ver si podía intimidar a aquel joven – ¿a que te refieres con pulgoso?
-Es mi apodo de cariño, tu sabes, otras parejas se llaman amor, cariño, cielo... pero eso es muy fresa para Sasuke, por eso me dice pulgoso.
-¡Eso no es cierto!
-Jajaja así que ya llegaron a los apodos, y díganme ¿Cuándo es la boda? – Pudo escuchar la risa de su hijo y un incómodo silencio por parte del otro chico - ¿eh? – Sintió un extraño ruido, junto con un quejido por parte de su hijo, luego pudo escuchar con más claridad la voz del tal Sasuke.
-Disculpe Señora, en este momento voy a asesinar a su hijo, así que le agradecería que llamara mañana para hablar con lo que quede de él, buenas noches – pudo escuchar un grito de ayuda provenientes de Kiba, pero inmediatamente se cortó la llamada.
-Hpm... me agrada este chico...
------------------------------------------------------------------------
Al día siguiente....
Sasuke se acomodaba sobre su cama, el molesto sol penetraba a través de las cortinas y para su mala suerte golpeaba justo en su rostro, no acostumbraba dormir demasiado, pero la noche de ayer fue un poco agitada, luego de que lo despertaran a causa de la conversación que tenía el joven con su madre, y luego de la merecida golpiza que le propinó, se quedaron unos minutos más hablando debido a que el castaño no estaba acostumbrado a dormir a esas horas.
-Cada día te odio más Kiba – a duras penas se levantó para darse una ducha para incorporarse mejor a la mañana, luego de unos minutos ya estaba totalmente aseado y siendo cubierto únicamente por una toalla atada a su cintura, nuevamente en su habitación comenzó a buscar cual ropa se pondría.
-¡Sasuke! – su paz fue interrumpida por un estrepitoso chico que al parecer se había despertado exageradamente de buen humor - ¿Qué quieres para desayunar?
-No entres como si nada a mi habitación, tarado – el grito lo había asustado un poco, pero rápidamente volvió a su actitud seria de siempre – prepara lo que quieras con lo que haya en la nevera, luego tendré que ir al supermercado a comprar más víveres.
Con toda tranquilidad y echando un rápido vistazo al cuerpo del azabache se encaminó hasta la cocina, a mitad del camino recordó que ayer había visto miel de maple mientras cocinaban, por lo que decidió volver donde el Uchiha – Prepararé waffles ¿te gustan cierto...? – Su cara se había sonrojado por completo y torpemente volvió a cerrar la puerta – Lo... ¡Lo siento!
-¡Toca antes de entrar idiota! – vocifero Sasuke furioso y avergonzado, y como no estarlo luego de que, el tarado de Kiba entrara sorpresivamente y le viera totalmente desnudo – Voy a asesinarte...
El castaño finalmente en la cocina seguía totalmente nervioso, ya sabía que el azabache tenía un buen cuerpo y siempre bromeaba al respecto, pero verlo así era otra cosa, y lo peor es que no podía quitárselo de la cabeza.
-¿Qué tanto piensas?
-¡Ahhhh! – la sorpresa hizo que lanzara los huevo lejos y además estropeara el piso.
-Idiota.
-Sa... Sasuke, no te escuche bajar – tratando de evitar todo contacto visual fue en busca de más huevos para preparar los waffles.
-Veré un rato la televisión, llámame si necesitas algo.
-Está bien – un poco dudoso vio como el azabache se alejaba en dirección al sofá, decidió continuar con la preparación pensando en que talvez Sasuke preferiría olvidar lo ocurrido. Sin embargo, el silencio lo estaba matando, luego de terminar la mezcla decidió ir a acompañar al Uchiha.
-¿Ya está listo?
-Si, solo hay que ponerlo en la wafflera y listo – respondió mientras se sentaba junto al azabache.
-Ok, entonces vamos a comer.
-Oye... ¿estas molesto? – dijo aún sentado mientras le sujetaba levemente de la muñeca
-Depende ¿lo hiciste a propósito? – respondió sin soltarse.
-¡No! Por supuesto que no.
-Pues entonces no lo estoy... ahora vamos a comer, pulgoso – una arrogante sonrisa fue lo único que el castaño necesitaba para relajarse nuevamente, ahora el azabache se dirigía nuevamente a la cocina, pero el castaño no lo soltaba todavía.
-Jejeje sabes, no lo tomes a mal, pero, fue una buena forma de empezar el día – comentó con un poco de gracia y picardía, ahora que se sentía más relajado.
-¿Enserio? – cosa que no fue muy bien recibida por parte del azabache, Kiba estaba a punto de corregirse cuando Sasuke se sorpresivamente se sentó sobre sus piernas, impidiendo que este se levantara.
-Qué... ¿qué estás haciendo? – El castaño nunca antes había estado más nervioso y es que no podía comprender las acciones del Uchiha.
Sin embargo, el azabache no dijo palabra alguna, solo se acercó mas al cuerpo del contrario quien estaba totalmente de piedra, apoyo sus brazos en los hombros del Inuzuka mientras acercaba su rostro, solo que este se desvió hacia uno de los oídos del castaño, quien no pudo articular palabra alguna y solo se mantenía expectante de lo que hacía.
-¿Sa...Sasuke?
-Esto es por lo de hace unos minutos... - El joven no pudo reaccionar ante lo dicho mientras que, de un segundo a otro, el Uchiha dio un pequeño brinco para unir sus piernas y dejarse caer con todo su peso en una zona específica y muy delicada...
-¡¡¡¡AAAAHHHHHHHHHH!!!!!!
---------------------------------------
-Naruto, llegaras tarde al instituto – Consiente de que posiblemente su hijo no este de animo para ver a cierta persona, no le permitiría que descuide sus estudios.
-Se cancelaron las clases mamá – con pereza buscaba su móvil sobre su velador, estaba seguro de que las palabras no bastarían para convencer a su madre, ya habiendo mostrado el mensaje decidió seguir durmiendo unos 10 minutos más.
-Ok, debo salir ahora, luego decides que desayunar hijo.
-Gracias – Deseaba que se fuera lo antes posible, la verdad es que a causa del llanto y la dificultad de concebir el sueño en estos momentos sentía que su cabeza iba a explotar.
Kushina, ya fuera de su casa, recibe una llamada telefónica – Hola... no, hoy no tiene clases – respondía con toda tranquilidad las preguntas de Minato, la verdad es que él hubiera querido hablar acerca del tema con el rubio, pero a causa del trabajo no podía estar en su hogar hasta un poco tarde – Pobrecito, sabes, sé que no es el mejor momento para decir esto – continuó caminando consiente de que su marido le estaba prestando atención – pero en cierto modo me recuerda a la primera vez que te rechace – una burlona sonrisa apareció en los labios de la mujer – A veces me sorprende el parecido que tienen ustedes dos... si, sinceramente espero que a Naruto le resulten tan bien las cosas como a ti... bien, debo irme, realmente espero que puedas hablar con él en la tarde.
Luego de unos cuantos minutos el joven Uzumaki decidió levantarse, continuó con una larga ducha de agua caliente, luego de toda la rutina se dirigió a la cocina, hoy no tenía ánimos de cocinar por lo que su desayuno fue únicamente una taza de café junto con un par de tostadas, y sin más, abandono su hogar asegurándose de que todo estuviera bien cerrado, en momentos como estos tenía una ligera idea de un lugar donde podría estar, después de todo, quedarse en su habitación, con tantos recuerdos del azabache no parecía una muy buena idea, en un determinado momento había pensado en deshacerse de algunas cosas, pero simplemente no podía, siempre pensó que la mejor manera de olvidar a alguien era cortar todas las relaciones desde raíz, pero nunca imaginó que pudiera ser tan difícil el siquiera intentarlo.
-El amor... es un asco... - sonrió con amargura, recordó como esa noche a causa de su incapacidad de dormir intentó buscar ayuda en internet, entrando a aquellos foros de corazones rotos, le molestó un poco aquellos comentarios del tipo "si realmente le amas no te des por vencido" "si es tan fácil hacerte desistir significa que nunca le quisiste de verdad" "demuéstrale que tu eres su alma gemela", entendía que la intención era buena, pero a su parecer era muy egoísta el intentar arrebatarle la felicidad a alguien más, solo para conseguir la tuya, y es que realmente eso pensaba Naruto de Sasuke, que era feliz, que estando con ese odioso tipo se olvidaba del mundo entero, se olvidaba de él.
-No quiero quitarle algo así...
-¿Qué cosa no quieres quitar?
Aquella pregunta tomó por sorpresa al rubio quien no se dio cuenta en que momento había llegado alguien a ese paradero, él solo estaba esperando alguna locomoción que lo llevara a un sitió que no visitaba hace tiempo - Lo siento, solo hable en voz alta...
-Etoo, disculpa que me inmiscuya, pero... no te ves muy bien.
-Si, supongo que últimamente no me ha ido muy bien.
-Podría... ¿podría preguntarte el por qué?
Dudó unos segundos en contárselo, después de todo era una total desconocida, pero finalmente este mismo detalle hizo que fuera más fácil hablarle del tema, sería una opinión totalmente imparcial o en el peor de los casos, serviría como alguien con quien poder desahogarse y le escuche, sin sentir lastima por él o que le juzgara – oh, lo siento, ahí viene mi transporte.
-No te preocupes, yo... yo voy en la misma dirección.
Extrañado por la coincidencia, no le presto mayor importancia, y pagando su boleto busco un sitio en el que ambos pudieran sentarse juntos.
-Bueno, soy toda oídos.
-ok, pero te advierto de que es una historia un poco larga.
-No te preocupes, no es muy cerca donde voy.
--------------------------------------------------------------------
-¿Aún te duele? – Le preguntó Sasuke fingiendo inocencia, recibiendo una cara de molestia por parte de Kiba.
-A veces eres muy cruel...
-¿Solo a veces? Me ofendes – respondió sin más, mientras llevaba otro pedazo de waffle hasta su boca – por cierto, no te quedaron nada mal.
-¿Gracias? – El Inuzuka se mantuvo observando al azabache, cosa que le puso un poco nervioso, pero intentaba no demostrarlo.
-Deja de verme.
-Lo siento, es solo que sigo sin creer que seamos pareja.
-Yo tampoco – contesto un poco ido, pero manteniendo la vista fija en el castaño – ni creas que de ahora en adelante seré don cariñoso...
-Ohh créeme que ya me lo dejaste más que claro – dijo señalando su entrepierna.
-Insisto en que eso fue tu culpa – finalmente terminó de comer, se levantó y deposito los trastes en el fregadero – luego los lavaré ¿quieres salir un rato? podemos ir a buscar a Akamaru
-¿Eh? ¡oh cierto! Será mejor que lo saque antes de que me cague el departamento – respondió sinceró con una sonrisa en su rostro.
-Y se te ocurre hablar de estas cosas en este momento.
-¿Qué? Pero si ya terminaste de comer.
-Eres un idiota, ven, vámonos – con llaves en mano abrió la puerta, luego de que su compañero le siguiera este le robo un beso en la mejilla mientras el Uchiha cerraba la puerta, cosa que hizo que le mirará de mala manera.
-Me encanta ver esa carita.
-Tu no aprendes ¿verdad? – acercándose con destreza llevo sus manos hasta el pecho del contrario, acercándose peligrosamente, y aprovechando el descuido coló uno de sus pies detrás de los del castaño y con un leve empujón el castaño cayó sobre los arbustos.
--------------------------------------------------------------
-Déjame ver si lo entendí... ¿desde cuándo te gustaba tu amigo?
-No lo sé ¿hace poco? ¿hace mucho? Es difícil diferenciar cuando el cariño de una amistad se vuelve algo más fuerte.
-¿Y él sentía lo mismo por ti?
-No estoy seguro, bueno... ahora creo que no. La verdad es que él es muy reservado y hasta a mí me cuesta saber qué es lo que piensa.
-No importa el tipo de persona que seas, de una u otra manera tus sentimientos te delatan... debió haber algo que cambiara cuando empezaste tu relación.
-No, él seguía siendo igual, lo único que cambio es que en un principio él tenía muchos problemas, siempre que le invitaba a que saliéramos los tres me decía que estaba enfermo, que tenía muchos deberes, que sus padres quería que volviera lo antes posible, que su hermano le había mandado a comprar un esmalte de uñas purpura... - Luego de escucharse a sí mismo reflexiono una milésima de segundo y una de sus palmas fue a estamparse contra su frente - Soy un idiota ¿cierto?
-Bueno... no creo que idiota sea la palabra más adecuada... quizás ¿despistado?
-Supongo que eso no importa en estos momentos, después de todo él ya está con alguien más.
-¿Ese chico con cara de perro? – en la mente de la joven aparecía un chico de pelo castaño y estropeado, trompudo, de colmillos grandes y afilados, después de todo, Naruto no había sido muy preciso con los detalles – y se supone que tu comenzaste a darte cuenta de lo que sentías luego de que él llegara ¿cierto?
-Sip, ¿no te parece absurdo?
-La verdad, no tanto... Me suena como una película que vi hace mucho tiempo ¡Oh si, recuerdo que el protagonista era rubio también!
-¿Eh? ¡Ah, no me recuerdes esa película, era malísima! – Haciendo memoria pudo recordar aquel horrible filme – Además, se tardan una eternidad en sacar la secuela, cosa que me alegra... por cierto, la productora Naruke's Film N.S. produce una película cada 5 años... al menos la de San Valentín fue decente.
-Bueno, creo que nos estamos alejando del tema – dijo la joven un poco tensa al ver que el bus se acercaba a su destino – lo importante es ahora saber ¿Qué harás?
-¿Qué puedo hacer? Ya perdí.
-Creo que no deberías ver esto como un juego.
-¡Claro que no lo hago, solo es una expresión!
-Ah... lo... lo siento.
Luego de ver el pequeño brincó que dio la chica a causa de su tono se sintió un poco apenado - No, tú discúlpame, no debí alzar la voz... es solo que este tema ya no me gusta mucho.
-Puedo entenderlo, supongo que es normal que estés así... Lo siento, pero ya debo bajarme – se levantó y toco el timbre que le avisaba al chofer que en el siguiente paradero debía detenerse – Creo que en estos momentos no deberías estar solo, lo peor que puedes hacer es alejarte de tus amigos.
Este comentario hizo que sintiera un poco de remordimiento, pudo recordar las numerosas llamadas perdidas de Gaara luego de que le dijera sobre lo que pasó, como buen amigo estaba dispuesto a ir hasta la casa del rubio incluso a las 4 de la mañana, pero se contuvo luego de que este le pidiera que le dejara solo, al menos por ese día – sí, puede que tengas razón – tan absorto estuvo en sus pensamientos que ni cuenta se dio de cuando el vehículo volvió a avanzar, rápidamente se dirigió hasta las ventanillas para gritarle a aquella joven -¡Oye ¿cuál es tu nombre?!
La joven, un poco desconcertada por esto se puso totalmente nerviosa y dando unos cuantos pasos gritó – ¡Hinata Hyuga!
Satisfecho por la respuesta le dedico una sonrisa – ¡Gracias! – volviendo hasta su asiento se dispuso a guardar el nombre en su móvil, luego la buscaría en Facebook, mientras tecleaba se sorprendió al llegar al apellido – ¿Hyuga? ¿será familiar de Neji?
-------------------------------------------------
-Ya te dije que no quiero llevarlo – Dijo Sasuke, un poco irritado ante la insistencia por parte de su pareja por llevar la correa de su mascota – aún no le perdono el que me llenara la cara de baba.
-Jejeje esa es su forma de saludar a los demás – dijo mientras hacia un poco de fuerza con uno de sus brazos al intentar contener la energía de Akamaru, quien intentaba olfatear todo lo que encontraba en su camino – solo 5 minutos, por favor... - insistió poniendo su cara más "tierna", cosa que le causo entre gracia y repulsión al Uchiha.
-Bien ¡pero deja de hacer esa estúpida cara! - ya sujetando al animal este se le encimó de inmediato – por esto te dije que no lo quería cerca... ¡Bájate!
Kiba solo se reía luego de ver esta escena, realmente no entendía como su mascota podía tener tanta confianza con ese chico, hasta el momento Akamaru solo se había comportado así con él – Realmente debe tener algo.
Sin embargo, toda la tranquilidad llegó a su fin de un segundo para otro, cuando un gato negro se cruzó en su camino, cosa que hizo que los instintos de Akamaru se alertaran y se dispusiera a perseguirlo, acto que le duro solo unos segundos, pues, luego de escuchar la autoritaria voz del Azabache hasta Kiba sintió miedo.
-Mientras yo esté cerca no volverás a molestar a ningún gato más en tu vida, de lo contrario me hare un abrigo contigo... ¿fui claro? – y como si realmente le entendiera, el perro rápidamente se refugió detrás de su amo, pero luego de que Sasuke lo jaloneara este se posesionó a su lado, adoptando una postura un poco más sumisa.
-No sabía que Akamaru podía ser tan obediente – comentó con deje de nerviosismo ante la actitud del azabache.
-Solo le faltaba un poco de disciplina – respondió mientras acariciaba la cabeza de aquel gato negro que se había acercado a él un poco dudoso, igualmente lo hizo sobre una valla que evitaba que en el peor de los casos el perro le alcanzara – creo que a ti también te vendría bien un poco de disciplina - claro que, este comentario lo hizo refiriéndose al castaño.
-Creo que tiene una especie de afinidad con los animales, hasta cierto punto me da un poco de miedo – y dime... ¿mi disciplina también incluye una correa? – Preguntó de forma insinuante haciendo que el Uchiha le golpeara el hombro.
-Lo peor de todo es que creo que ya me estoy acostumbrando a tus estúpidas insinuaciones, debo encontrar la forma de controlar a Akamaru, así podre amenazarse con tu propio perro.
-¡Ja! Jamás podrás poner en mi contra a Akamaru, él y yo somos inseparables.
-Con un poco de tiempo más y lograre que muerda tus zapatos, estoy seguro – Sasuke se encontraba un poco pensativo, y no se dio cuenta de en qué momento Kiba se le había acercado, de la nada hizo un extraño ruido que no supo como interpretar, pero, al parecer su mascota si que sabía, levantando sus orejas comenzó a correr en circulo alrededor de ellos, envolviéndolos con la correa - ¡Pulgoso, por esto querías que sujetara la correa!
-Jajajaja, sip, me descubriste, hace unos días llevaba practicando este truco ¿Qué te parece?
-Una estupidez... ¡ya dile que nos desenvuelva!
-¿Nervioso?
-Kiba, te lo advierto – afortunadamente en ese lugar no había personas, pero no estaba seguro de cuánto tiempo duraría eso.
-Uy que miedo – Una lasciva sonrisa apareció mientras acercaba más su rostro, finalmente optó por obedecer y hacer nuevamente el mismo extraño sonido, sin embargo, en un error Akamaru volvió a correr en la misma dirección, haciendo que ambos cayeran.
Afortunadamente, ambos terminaron sobre el césped haciendo que duela un poco menos – Te das cuenta de lo que haces...
-Lo siento ¿estás bien?
-No, la caída no me dolió, pero sigo atado a un idiota.
-Te prometo que todas las veces que lo ensaye, Akamaru lo hacía bien.
-Eso no me importa, solo quiero que nos desaten – intentó forcejear, pero, como esa correa estaba hecha para soportar a un animal de la magnitud de Akamaru, estaba seguro de que no podría soltarse tan fácilmente.
-Tendremos que rodar.
-¿No se te ocurre una forma menos vergonzosa de soltarnos?
-Yo estoy cómodo, si quieres podemos quedarnos un tiempo así hasta que se nos ocurra algo.
Dedicándole una mirada de odio terminó por hacerle caso, luego de unas cuantas vueltas ambos ahora eran libres.
-No fue tan malo – comentó sonriente mientras que el azabache no parecía muy de acuerdo.
-Comienzo a creer que realmente eres una mala influencia para tu perro.
----------------------------------------------------------------------------------
-Extrañaba este lugar – Dijo para si mismo Naruto desde la copa de un árbol, había llegado hasta un bosque un poco lejano a la ciudad, recuerda que hubieron unos años que paso aquí en su niñez junto con su abuelo, no podía entender como el viejo pervertido se había comprado una cabaña lejos de todas las personas, aunque, según él, era para poder escribir con tranquilidad y conseguir un poco de inspiración – Si claro, inspiración... estoy seguro que este es el ultimo lugar que te inspiraría a escribir porno...
Ahora se encontraba casi en la cima de uno de los árboles, pensando como de pequeño todo era tan simple, no tenía obligaciones, responsabilidades, problemas, todo el tiempo era para jugar, y vaya que para un niño hiperactivo como él era el paraíso un lugar como este donde podía correr, saltar, gritar, y un sin fin de otras actividades sin que nadie le contuviera, exactamente fue en ese lugar donde se volvió tan bueno escalando, claro que, con un brazo menos le fue el doble de difícil llegar hasta esa altura.
-Creo que es un poco arriesgado hacer esto en mi estado... Bah, tampoco es tanta altura – sentado en una rama se dejo caer hacia atrás, sujetándose únicamente con sus piernas – Me pregunto si estaré loco – en la mente del Uzumaki, hacer cosas como estas le ayudaba a pensar, después de todo siempre le han dicho que al momento de analizar los problemas no puedes basarte en una única perspectiva, siempre debías verlo desde distintos ángulos – Sé que no se refieren a esto, pero es más fácil hacerlo cuando mis ojos me ayudan.
Era obvio cual problema debía reflexionar – ¿Realmente es egoísta querer estar con Sasuke? – Necesitaba saber eso, no quería olvidarse de él, tampoco darse por vencido, demonios, si había algo que realmente odiaba el rubio era darse por vencido, pero en una situación como esta era la mejor opción si por su felicidad sacrificaba la del Azabache - ¿Cómo puedo asegurarme de que el pulgoso ese le hará feliz? Es decir, solo se conocen hace unos cuantos meses, yo le conozco desde hace años – bien, de momento ya había una razón para luchar – pero en solo esos meses él logro más que yo – ok, el marcador volvía a estar en cero – Bueno, si somos justos tampoco es como si yo hubiera visto de la misma manera al teme desde un principio.
Luego de unos minutos llego a la gran disyuntiva – Nunca me declaré, Sasuke no sabe lo que siento por él... y yo tampoco sé lo que él siente por mí. Estoy seguro de que hubo un tiempo en el que el teme sintió algo por mi – Se dio un ligero coscorrón en la cabeza - ¿Por qué no me pude dar cuenta antes?... soy un cabeza hueca – repentinamente un recuerdo le llego a la cabeza – ese día, cuando le dije a Sasuke sobre mi relación en la azotea ¿habrá reaccionado así por eso? ¿se habrá sentido herido?
Un fuerte crujido que lo sacudió lo saco por completo de sus pensamientos, al parecer la rama de la cual colgaba no era tan firme como él creía - ¡Tiene que ser una puta broma! – Finalmente esta se rompió, haciendo caer a Naruto quien rápidamente reaccionó sujetándose de cualquier cosa que estuviera a su alcance, logro sujetarse únicamente de su brazo en buen estado, lo que provocó una fuerte sacudida en todo su cuerpo, sobre todo su hombro, buscó cualquier lugar donde pudiera caer, por fortuna, no muy lejos de él había otra rama capaz de soportar todo su peso, ya a salvo nuevamente se permitió recuperar el aliento perdido a causa del susto – ¡Estoy seguro de que alguien me odia allá arriba!
-------------------------------------------------------------------------------
-¿No quieres que te acompañe? – Preguntaba Kiba luego de dejar a su mascota en el departamento.
-No, quiero ir a un lugar primero antes de ir a mi casa, hoy fue un día un poco agitado por culpa de un alguien – haciendo clara referencia al castaño - y necesito un buen descanso, además de ordenar algunas cosas antes de que llegue mi familia.
-¡Puedo ayudarte en eso! – Respondió muy animado, como ya era de costumbre.
-Este chico me va a matar – pensó con una leve sonrisa - Que seamos novios no significa que debamos estar todo el día juntos, pulgoso.
-Eso ya lo sé, es solo que, como aún no conozco a muchas personas me encanta estar contigo.
-Ya te dije que dejes de decir cosas como esas – como era de esperar, ahora debía acostumbrarse a escuchar ese tipo de frases más a menudo.
-Jejejeje, bueno si te aburres o algo por el estilo solo dime – comentó más relajado apoyándose en el marco de la puerta.
-si claro, sigue esperando mi llamada.
-Bueno supongo que nos veremos mañana en clases – luego de eso el castaño enderezó, cerro los ojos y estiro la trompa en un gesto infantil – ¿y bien? Estoy esperando mi beso.
-Te saldrán raíces – luego del comentario unió su dedo medio e índice para luego posarlos en los labios del chico en un intento por engañarlo.
-¡Oye, eso es trampa!
-Si, es una lástima, la vida no es justa – dando su presumida sonrisa como despedida se dispuso a irse, pero al ver que no había nadie alrededor se devolvió y en un rápido movimiento le dio un fugaz beso para irse sin decir nada, claro que el castaño alcanzó a notar aquel lindo rubor que cubría sus mejillas antes de que bajara por las escaleras.
-Jejejeje... y así querías que no me enamorara de ti... - Dijo solo para él, antes de cerrar la puerta de su departamento.
Ya fuera del edificio logro tranquilizarse un poco, se sentía muy estúpido y le recriminaba constantemente a su cuerpo aquellas reacciones – La primera vez que lo bese no me ocurrían todas estas cosas – intentando no seguir pensando en eso se dispuso a ir hasta aquel lugar que no le permitía concentrarse en todo el día.
-Debo hablar con el dobe, fui un estúpido al dejarlo irse sin saber que le pasaba... - desde el día anterior no había podido quitarse ese momento de la cabeza, además, aquel mensaje solo había hecho que sus dudas empeoraran "Ganaste... él es ahora tuyo", no tenía registrado aquel número en su móvil y aunque intentó llamar a aquella persona, inmediatamente lo mandaban a buzón de voz.
-Que demonios esta pasando... y por que tiene que ocurrir en este preciso momento... - Utilizando un poco del dinero que le habían dejado optó por solicitar un Uber, ya estaba atardeciendo y no estaba seguro de en qué momento llegarían sus padres ni de cuanto tardaría hablando con Naruto. Luego de unos poco minutos el vehículo ya había llegado hasta su destino.
-Espero que su viaje haya sido grato, por favor no olvide puntuarme en...
-Si, si, si, tienes tus 5 estrellas – sin mas cerro la puerta del vehículo dejando al conductor hablando solo, este le vio de mala manera antes de acelerar, cosa que no le importó en lo más mínimo al azabache.
Ya frente a la puerta el Uchiha levantó su brazo, no obstante, se lo pensó unos cuantos segundos antes de tocar – ¿Qué demonios...? Solo vine a hablar, pero me siento un poco nervioso de verlo, y si... no, solo estoy pensando tonterías, al dobe debió pasarle algo y por eso esta así.
Ya más decidido golpeo la puerta, e inmediatamente su cuerpo se tensó, no podía quitarse la estúpida idea de que aquel mensaje se refería al rubio, lo cual sería desastroso, en estos momentos las cosas estaban bien tal y como estaban.
Pasaron unos cuantos segundos, pero no pasó nada, ahora un poco más impaciente volvió a tocar obteniendo el mismo resultado, cosa que en parte cabreo un poco al azabache.
-Dobe, ya es la segunda vez que me haces esto – recordó con un poco de molestia aquella vez que fue al hospital para que le dijeran que ya le habían dado de alta – Como rayos es que no hay nadie en la casa... - Volvió a tocar una ultima vez un poco más fuerte, pero nada, ya resignado guardo sus manos en sus bolsillos y se dispuso a caminar hasta su casa – Podría espéralo un poco, pero debo llegar a ordenar el posible desastre de Kiba en la habitación de Itachi. – A paso lento comenzó a caminar, ya cruzando la calle miraba esperanzado el otro lado de esta, esperando que en cualquier momento se asome una dorada melena.
-Supongo que puedo hablar con él mañana.
-------------------------------------------------------------------------------
-Aun no entiendo por qué quería que le esperara aquí, después de todo igual debemos ir a casa, podríamos hablar allá...
-Lamento la demora – se disculpo un poco avergonzado el padre de Naruto.
-No te preocupes papá, la verdad es que pensé que llegarías más tarde – Respondió restándole importancia.
-Pedí permiso, es cierto que mi jefe no es la persona más agradable, pero al menos sabe que si debo irme es por algo importante.
-Bueno, tú eres el corazón de ese lugar, hasta él sabe que si te vas están arruinados.
-jejeje, bien creo que lo mejor es que hablemos del por qué estoy aquí ¿quieres entrar?
-En realidad no, no esta muy frio aquí, y me agrada el aire limpio – respondió lanzándose en el pasto, viendo el conglomerado de nubes que había en el cielo y el hermoso tono rojizo en el que se estaba tornando.
-Gracias, no tienes idea de lo bien que se siente estar aquí luego de pasar horas en una estúpida oficina.
-Ese lenguaje papá – comentó entre risas el rubio, a su parecer las maldiciones de su padre sonaban muy fingidas.
-Hey, déjame aprovechar que no esta tu madre, odio decirlas cuando ella está presente.
-Y ella odia que las digas... ¿Ustedes siempre han sido así? – cambiando el transcurso de la conversación sabía cuál era el propósito del mayor, y aunque odiaba tener que hablar cada 5 minutos del tema era normal que sus padres se preocuparan por él.
-Si, desde que la conozco nos llevamos así, recuerdo que en un principio estaba algo preocupado, después de todo las personas tendemos a cambiar, pero afortunadamente eso no nos pasó, supongo que esa es una de las ventajas de enamorarte de tu mejor amiga.
-¿Mejor amiga? Pero si ella siempre me ha dicho que ustedes se enamoraron a primera vista.
Un ligero suspiro salió a través de los labios de Minato - Dime Naruto ¿tú crees que puedes enamorarte de alguien sin saber nada de esta persona?
-No me refiero a eso, obviamente se conocieron un poco antes de...
-¿Un poco? Hasta el día de hoy hay ocasiones en las que no tengo la menor idea de que es lo que pasa por la cabeza de tu madre – comentó con una pequeña sonrisa de por medio – no lo tomes a mal, todo lo contrario, si tuviera que elegir cual es la cualidad que amo más de ella es su increíble creatividad, jamás sé que es lo que va a pasar al estar cerca de ella.
Naruto se mantuvo un tanto incrédulo, buscando una pisca de engaños en los ojos de su padre, pero no, Minato siempre había sido un libro abierto, o al menos con él.
-Yo pase años conociéndola, no recuerdo precisamente el momento, pero finalmente termine haciéndome amigo de ella, se transformo en una persona en la que podía confiar, y yo hice mi mayor esfuerzo para que ella también sintiera eso conmigo.
-Hasta el momento debo decir que me gusta más tu versión, hay menos chocolates y citas que en la versión de mamá – aquel comentario logro sacarle una risa a Minato y una sonrisa a su hijo, se sentía como si hubieran pasado años desde la ultima vez que hablo tan abiertamente con él.
-Oh, créeme que hubo muchos regalos – y algunos terminaron en la basura – pero no voy a entrar en detalle, para serte sincero siento que una de las razones por las que ninguno cambio es por que ya nos conocíamos, ninguno intentaba aparentar algo que no era... ¿sabías que cuando nos casamos tu madre no cocinaba nada?
-¿Nada? ¿Ni siquiera Ramen?
-Nada de nada, no tenía la menor idea de como funcionaba la cocina, pero afortunadamente yo si sabía, y luego de unos años se enamoró de la culinaria, comenzó a experimentar con nuevos platillos y cada uno era más delicioso que el anterior.
-Hmp, me es difícil creer que ella no supiera cocinar y que tú le enseñaras siendo que, el día de ayer, casi quemas toda la cocina – soltó entre risillas burlándose de su padre - además... ¿eso que tiene que ver con ustedes?
-¡Oye! lo de la cocina fue un pequeño descuido, y a lo que voy es que en ese tiempo era raro ver a una mujer que no supiera cocinar, o a un hombre que si supiera, pero como ves nosotros ya sabíamos que éramos así, tuvimos confianza el uno en el otro desde el principio y nos evitamos estas sorpresas desagradables.
-Mmm ya veo – Naruto se sentía un poco timado, su madre había contado todo como si fuera un cuento de hadas - pero estoy seguro de que cuando comenzaron su relación ustedes no tuvieron ningún problema.
-Equivocado otra vez – Le pico suavemente la punta de la nariz con su dedo índice – empecemos por el hecho de que ella me rechazó.
-¿¡Qué!? Pero... no se supone que fueron amor a primera vista.
-Hijo, aun no te das cuenta como Kushina tiende a exagerar las historias – la sonrisa se ensancho, le sorprendía como después de tantos años juntos su corazón aun se emocionaba al pronunciar su nombre – Ella me rechazó no una, sino que al menos unas 20 veces.
-Pero... Estas mintiendo – respondió acusadoramente mientras desviaba ligeramente la mirada en dirección a la cabaña.
Minato puso una exagerada cara de asombro, similar a algo que haría un niño pequeño – Me ofendes, nosotros nunca fuimos la pareja perfecta, ninguno de nuestros conocidos pensó que nosotros podríamos acabar juntos, y creo que terminaron por convencerla un poco, ella temía que nuestra amistad se arruine, que nos distanciemos y que nunca más volviéramos a ser como éramos.
-¿Y... si eso hubiera pasado?.
-Incluso si hubiera sido así, jamás me hubiese arrepentido de intentarlo. Naruto, el querer estar con alguien es por que muy dentro de ti sabes que esa persona te hace sentir especial, que cuando esa persona te ve sientes que eres la única persona en la faz de la tierra, y sentir eso, aunque sea solo por unos minutos es una experiencia que no quieres cambiar por nada.
El rubio sentía sus mejillas arder un poco, se sorprendía al pensar que él se sentía completamente de esa manera cerca del azabache, aunque tardó bastante en darse cuenta - Pero... y si por intentarlo sabes que le haces daño.
-¿A qué te refieres?
-Sasuke... él finalmente esta con esa persona ¿Quién soy yo para quitarle esa felicidad?
Ya había llegado al punto que tanto quería hablar - ¿Y quien te asegura de que vas a quitarle esa felicidad?
Una amarga risilla escapó de los labios de Naruto, cosa que molestó un poco a Minato – Tú tampoco lo entiendes... si tan solo los vieras.
-¿Qué se supone que debo ver?
-Él es esa persona, cuando Sasuke esta con él, pues... simplemente se olvida de que yo existo.
-Como puedes estar seguro de que eso es verdad.
-No lo sé, es solo que... de alguna manera lo siento.
-Esa no es una respuesta propia de ti.
-¿Y qué debería decir? "No te preocupes papá, mañana mismo iré a confundir a Sasuke para hacerlo sufrir aún más"
Aquella respuesta le sacó un suspiro pesado a Minato, su hijo era testarudo como una mula - Estoy seguro de que Sasuke comprende que en el amor hay que sufrir a veces, y también estoy seguro de que tu lo comprendes ahora, lo importante es que sepas que es lo que debes hacer.
-¡No soy un egoísta que solo piensa en mi felicidad! – Respondió alzando la voz, si esa era su forma de ayudarlo pues no estaba funcionando en lo más mínimo.
-¡y tampoco eres un cobarde incapaz de luchar por lo que quiere! – Perdiendo la paciencia, poso su mirada directamente en la de su hijo – Jamás pensé que te vería comportándote de esta manera, mírate, estas hecho un manojo de confusiones e inseguridades, dices que es por la felicidad de Sasuke, pero solo lo haces porque es más fácil que encararlo y decirle todo de una vez.
El menor se había quedado mudo, no sabía que responder, quería refutarle algo, pero sabía que cualquier cosa que dijera solo sería una escusa y que solo reforzaría la idea de su padre.
-Naruto, no esta mal pensar así, entiendo que lo haces por el supuesto bien de Sasuke, pero no es la manera correcta de hacerlo, debes darle el beneficio de la duda y pensar que al igual que tú, el simplemente pudo equivocarse al elegir a aquella persona.
-Estoy cansado, no tienes idea de lo frustrante que es pasar días pensando en que es lo correcto, en que debía hacer para no lastimar a nadie, tan solo yo... yo no quiero luchar una batalla que ya está perdida – dijo mientras contraía sus piernas en dirección a su estómago, encorvándose y abrazándolas.
-Y si no luchas por él ¿Cómo quieres que sepa lo mucho que te importa?
En ese momento se sentía ahogado por su propia ira, molesto se aferró aun más a sus piernas, conteniendo esa tristeza y frustración, en un intento por consolarlo pudo sentir como un brazo se posaba alrededor de su cuello y sobre sus hombros, calmándolo de inmediato.
-Eres un cabeza hueca... igual que tu padre – unas pequeñas risas aminoraron un poco el ambiente – creo que lo mejor será que volvamos, tu madre debe estar esperándonos.
-------------------------------------------------------------------------
Al día siguiente, Naruto se encaminaba en dirección al instituto, aunque para ser sincero aún se sentía bastante mal, pero, luego de la conversación de aquella noche, junto con la cena y algunas risas que le sacaron sus padres podía decir que el día de hoy estaba mejor, incluso aprovechó de llamar a Gaara, disculpándose por cómo se había comportado el otro día por teléfono, obviamente su amigo aceptó las disculpas y le propuso que salieran ese mismo día en la tarde, con el motivo de distraerse un poco, pero el rubio declinó de la manera más amable posible, en esos momentos habían pasado tantas cosas que sus calificaciones habían comenzado a bajar, ciertamente los estudios ya no eran tan difíciles como antes, pero si se descuidaba podía perder aquel beneficio que tenía y nunca a sido su intención dificultarle las cosas aun más a sus padres.
-Sin embargo, debo admitir que no me siento totalmente listo para verlos, gracias a dios que al menos Sasuke no es alguien muy cariñoso.
Ya una vez dentro del aula llegó justo a tiempo junto al profesor, intentó ignorar a todo el mundo, no obstante, pudo percatarse de que Sakura no había venido, que el Uchiha estaba sentado junto a ese idiota, y que había una mirada de odio sobre él, pero no pudo saber específicamente a quien correspondía, se podría decir que las clases continuaron con naturalidad, pero no sería del todo verdad, intentaba ignorar las miradas curiosas que se posaban sobre él, hoy en día con todas las redes sociales existentes, los rumores se extendían rápidamente, de seguro a varios les sorprendía el hecho de que la pareja "perfecta" hubiera acabado, solo existía un puñado de chicas que se alegraban, aquellas que encontraban realmente atractivo al rubio, y aquellas que lo "shippeaban" con otros chicos, bueno, con uno de ellos en específico.
En el primer receso se incorporó inmediatamente con sus amigos, entre los cuales destacaban Shikamaru, Neji y Chouji, avergonzado por haberlos dejado un poco de lado durante estos últimos días ellos lo integraron como si nada hubiera pasado, agradecía enormemente que ellos no le juzgaran por su actuar, entre risas y bromas Naruto intentaba despejar su mente, y honestamente, hubo momentos en que lo logro, sin embargo, seguía sintiendo esa incomoda mirada por parte de alguien, y lo que más le molestaba es que no podía identificar de donde provenía.
El resto de las clases continuaron con mucha normalidad, los docentes no hicieron preguntas difíciles, no hubo trabajos ni exámenes sorpresas, ya al finalizar las clases mientras comenzaba a guardar todas sus pertenencias, una estrepitosa palma azoto contra su mesa, lo hizo sobresaltar solo un poco, pero debía admitir que no le sorprendió en lo más mínimo encontrarse con aquella persona al levantar su vista – así que eras tú...
-Quiero una explicación, ahora – exclamo demandante aquella joven rubia con una notoria molestia en su mirada.
-Ino, lo lamento, pero no tengo el tiempo ni tampoco el humor como para hacer esto ahora – ignorando las acciones de aquella joven, continuó con lo suyo, hasta que sintió un fuerte agarre en el cuello de su camisa.
-No estoy para tus juegos, mi mejor amiga no ha querido hablar conmigo, ayer cuando le fui a ver tenía los ojos completamente hinchados, y lo primero que hace es cambiar su estado, por lo que sé que tú estás relacionado con todo esto, y para colmo hoy no vino a clases ¡Ella jamás ha faltado!
-Este no es un problema que te incumba, Ino – Una sonora cachetada hizo que todos se voltearan en su dirección – Genial, y lo que menos quería era llamar la atención.
-Ella fue tu novia durante años, cretino, pero yo la conozco desde mucho antes que eso, no tienes derecho a decirme que no me inmiscuya.
-Te lo vuelvo a decir Ino, este no es asunto tuyo.
La molestia incremento en aquella joven, Naruto se veía totalmente imperturbable, su mirada era fría e intimidante, seguramente si no se encontrara tan alterada en este momento, se lo hubiera pensado mejor antes de volver a encarar al rubio – Eres un desgraciado, te crees que puedes ir por ahí jugando con las personas...
-Oh, no podrías estar más equivocada – la interrumpió con una sínica sonrisa – toda esta mierda ocurrió exactamente por pensar demasiado en los demás – desvió solo unos segundos su mirada hacia el Uchiha, quien se mantenía ahí, viendo toda la escena al igual que la mayoría de la clase – y lo peor es que, lo sigo haciendo.
-Tus problemas son asunto tuyo, eso es cierto, pero si haces sufrir a mi mejor amiga no esperes que me queda aquí de brazos cruzados.
-No te pido que hagas eso, pero si quieres satisfacer tu estúpida curiosidad entonces ve mejor a interrogar a Sakura, y no me hagas perder mi tiempo.
-Desgraciado, yo se lo dije, le dije que le traerías problemas, siempre supe que solo estabas jugando con ella pero nunca me hizo caso.
-Debió haberte hecho caso, todos estaríamos mucho mejor si nunca hubiéramos comenzado esta estúpida relación – El rubio estaba irreconocible, jamás nadie lo había visto de esa manera, escupiendo veneno a diestra y siniestra, pero el hecho de que alguien que no tuviera idea de nada por lo que había pasado le recriminara lo había sacado de sus casillas.
Y lo peor es que la joven Yamanaka estaba en las mismas condiciones, frustrada por no poder conseguir información, no iba a dejar que Naruto se expresara así de aquella relación que tenía tan ilusionada a su amiga, y esa expresión tan presuntuosa no ayudaba en absolutamente nada, dispuesta a voltearle el rostro con el siguiente golpe fue inmediatamente detenida por un tercero – Sasuke, suéltame.
-Ya ha sido suficiente Ino.
-Tú no tienes idea de lo que...
-Si, tienes razón, no tengo idea de lo que sucede, pero tú tampoco, y si hay un problema entre Naruto y Sakura es asunto de ellos, no podemos inmiscuirnos.
-El problema no es solo de nosotros dos – susurro el Uzumaki manteniendo la mirada en Sasuke y en Kiba quien se acercaba a paso tranquilo, sin embargo, el Uchiha pudo escuchar esto, dándole una mirada inquisitiva al rubio esperando alguna respuesta, quien solo le dedico una sonrisa y finalmente pudo colgar su mochila en su hombro – gracias teme, pero no necesitaba tu ayuda – luego de todo el escandalo se retiró tranquilamente de aquel lugar.
Ya sin nada más que hacer, Ino se soltó del agarre y se fue a paso rápido empujando con el hombro a Naruto, quien ni se inmuto ante este gesto.
-¿Qué le pasa? – se preguntaba el azabache luego de recoger su bolso - ¿A qué demonios se refería? – comenzaba a desesperarse, odiaba no tener idea de que ocurría a su alrededor y de que manera él estaba involucrado en todo ese problema – Mierda, supongo que hoy tampoco podre hablar con él después de todo.
--------------------------------------------------------
-Ya es el tercer día... - Pensaba el Uchiha luego de ver que nuevamente Naruto no había asistido a clases, Haruno tampoco lo había hecho, pero eso no le importaba tanto, ella había estado tan a la defensiva que estaba seguro que aunque la viera, no podría preguntarle nada, y aunque no quisiera entrometerse como lo hizo la Yamanaka, debía admitir que era frustrante el no saber nada de lo que sucedía con tu mejor amigo (si es que aún lo seguían siendo).
-Oye ¿quieres ir al cine? Ya estrenaron la segunda parte de "Animales Fantásticos" pensé que podríamos verla juntos – le sugería su novio ya habiendo terminado las clases, sin embargo, aquella invitación fue rechazada con un leve codazo.
-Tenemos examen la próxima semana, y tú no eres de las mejores notas hasta el momento, debemos concentrarnos en que te vaya bien – respondía con una presuntuosa sonrisa ante el puchero del castaño.
-Eres maligno, aunque también te ves adorable cuando te preocupas por esas cosas – comentó burlesco recibiendo un codazo "ligeramente" más fuerte – me vas a romper las costillas.
-Llorón.
-Bien, entonces ¿vas a ayudarme a estudiar para ese estúpido examen?
-Claro, pero hoy no, debo ir a ver al Dobe.
-¿Naruto? – Mentiría si dijera que no le importaba que le viera, pero tampoco se iba a transformar en un novio obsesivo.
-Si, debo dejarle la materia que hemos pasado hasta ahora y averiguar qué rayos le pasa – dando unos pocos pasos ambos se despidieron dándose un ligero golpe en el hombro, Sasuke sentía que era algo tonto, pero luego de que el Inuzuka sugiriera los besos de despedida, cosa que no le iba a permitir, tuvo que acceder a despedirse de esa manera.
Luego de varios minutos caminando con una ansiedad que revolcaba su estómago, llegó hasta la residencia Uzumaki, ya desde la lejanía pudo ver como la puerta principal se abría, dejando salir a alguien, sin embargo, a causa de la muralla no pudo identificar quien era hasta que esta persona salió totalmente del jardín delantero hasta la calle, ese rojizo cabella la delató de inmediato, y para su suerte, se dirigía precisamente hacia él.
-Ah, hola Sasuke, que gusto verte luego de tanto tiempo – Saludó cortésmente, pero con cierta incomodidad.
Inmediatamente el Uchiha pudo notar el gesto de desagrado mal oculto, cosa que le llamó la atención, hacia años que ya habían pasado por eso, y con el tiempo se había ganado tanto el cariño de aquella mujer que, ya la consideraba como una segunda madre – Hola señora Uzumaki, disculpe que aparezca tan repentinamente ¿esta Naruto?
La mayor pareció titubear unos cuantos segundos, no estaba segura si debía decirle que su hijo estaba dentro de su casa, bueno, en algún momento deberán de aclarar las cosas, mientras antes se solucione todo, mejor – Esta adentro, se encuentra un poco enfermo por lo que le recomendaron mantener un poco de reposo.
-Mentira, cuando fue se encontraba de maravillas – no era tonto, y conocía lo suficiente a su amigo como para saber que fácilmente podía conseguirse una justificación – Bien, supongo que lo mejor es que vaya a darle la materia de estos días, comenzamos un tema un tanto difícil y si no lo entiende ahora puede atrasarse.
-Que considerado de tu parte – Sonrió esta vez de manera más honesta – él sería la ultima persona en estos momentos a quien Naruto le pediría la materia, lo que significa que vino por su propia cuenta – Sabes, no quiero aprovecharme de ti, pero ¿podrías ayudarle a entenderlo? Tú sabes, como en los viejos tiempos.
Sasuke se sorprendió un poco por la solicitud y el extraño cambio en aquella mujer – supongo que podría quedarme unos minutos, tendría que avisarle a mi familia.
-Realmente te lo agradecería – respondió volviendo a mostrar su sonrisa, siendo justa, no es como si el Azabache tuviera la culpa de algo, simplemente ambos fueron o muy tontos, o muy cobardes – te agradezco que le tengas paciencia, tu sabes que es un poco despistado al principio, pero al final, siempre termina haciendo lo correcto.
Aquel comentario le dio una extraña sensación al Uchiha, de alguna manera sentía como si ella ya no estuviera refiriéndose a los estudios – claro, no se preocupe.
-Bien, entonces los dejo, debo hacer unas cuantas compras, te recomiendo que golpees fuerte la puerta, estoy segura de que Naruto esta con sus audífonos.
-Gracias, lo hare.
--------------------------------------------------------------------
Unos estrepitosos golpes lo hicieron caerse de su cama, ya hace unos minutos que había dejado de escuchar música para intentar estudiar un poco de los apuntes que le había enviado Shikamaru, y cuando finalmente estaba cómodo alguien intenta mandar abajo su jodida puerta.
-De seguro se le olvidó las llaves... ¡ya voy! – bajó con un poco de desdén, de mala gana abrió la puerta esperando encontrarse con su madre, pero en cambio, lo primero que vio fue unos ojos oscuros atentos a cada movimiento, la sorpresa fue tal que inmediatamente le cerró.
-¡Usuratonkachi, vuelve a cerrarme la puerta en la cara y te prometo que la derribo!
Naruto ignorando por completo la amenaza se planteó unos segundos el si seria buena idea que entrara, aunque ¿Qué otra alternativa tenía? Estaba seguro de que la puerta no sería capaz de disuadir al azabache, abriéndola de forma precavida en caso de que el Uchiha quisiera vengarse o algo por el estilo, este solo lo vio de manera aburrida soltando una bocanada de aire.
-¿Puedes quitarte? Me gustaría entrar.
-Ah, hola teme ¿Qué haces aquí?
-Eso mismo quería preguntarte.
-Yo vivo aquí.
-Dobe, me refiero al por qué no has ido a clases – ya cansado de esperar que el Uzumaki se moviera fue Sasuke quien lo hizo a un lado para poder ingresar - ¿estás solo?
-¿Eh? Si, papá esta en la oficina, y mi madre fue de compras.
-Ya sé, me tope con ella hace solo un instante.
Naruto inmediatamente trago saliva, la sola idea de que su madre intentara inmiscuirse en el asunto de daba un poco de escalofríos – ¿y que te dijo?
-Nada, solo le comenté que venia a dejarte la materia de estos días y me preguntó si podía ayudarte para que la entiendas más fácilmente.
-Hace tiempo que terminaron nuestras ayudantías.
-Considéralo como un pequeño repaso, por los viejos tiempos.
Luego de eso, Sasuke sacó todos los libros que necesitaban y se dirigió a la habitación del rubio, al igual que en su hogar, ambos acostumbraban a estudiar en sus habitaciones, así impedían que les interrumpieran cuando llegaban otras personas.
-Voy a adelantarme por mientras, tráeme un vaso con agua.
-Si, su majestad – respondió de forma burlesca, pronto se dio cuenta de que se estaban comportando como en los viejos tiempos, se había olvidado de todo por unos cuantos segundos, claro que ahora lo había recordado, recordó que las cosas ya no serían como antes.
-Dobe ¿por qué te demoras tanto? – escuchó la voz de aquel chico desde su habitación.
-La estoy filtrando, tú sabes, Sasuke Uchiha no puede beber agua de un simple grifo – este comentario le saco unas leves risillas al azabache, cosa que obviamente Naruto fue incapaz de escuchar.
Ambos estuvieron unos minutos en la habitación, Sasuke se concentraba en explicarle todo lo que les habían enseñado durante la ausencia del rubio, quien, afortunadamente entendía todo de maravilla, ya se había acostumbrado al método de enseñanza de Sasuke "o entiendes o te vas al carajo"
Entre explicaciones, discusiones y bromas a ambos se les pasó sumamente rápido el tiempo y en cosa de una hora Naruto ya entendía por completo todo lo que debía saber – maldición, no entiendo como diablos Kakashi puede llegar media hora tarde y explicar más cosas que todos los otros profesores juntos.
Sasuke finalmente pudo estirarse luego de estar tanto tiempo en la misma postura, ignoro por completo el comentario del rubio, se sentía un poco desconcertado del por qué aún nadie había llegado, sabía que el señor Namikase usualmente llegaba más tarde que eso, pero ¿y la señora Kushina? – Oye ¿no te parece extraño que aún no haya llegado tu madre?
Inmediatamente Naruto enrojeció – Ah ¿no te lo dije? Me envió un mensaje de que iba a estar un tiempo en la casa de una amiga – la verdad es que, si había recibido un mensaje con esa información, solo que, no con esas palabras: "Llegaré tarde, debo ir donde una amiga así que aprovecha esta oportunidad para aclarar las cosas con Sasuke, espero que las cosas te salgan bien... bueno, no demasiado bien, tú me entiendes"
-Supongo que ya es momento de irme – este comentario hizo que el cuerpo del rubio se tensara por completo – pero aún hay algo que necesito aclarar...
El rubio inmediatamente depositó toda su atención en el azabache - ¿De qué se trata?
-Necesito que me digas de una vez por todas que diablos es lo que esta pasando, y más te vale que no me digas que es por Sakura por qué estas raro desde antes – Dijo recordando aquellas ocasiones en las que Naruto se molestaba al verlo con Kiba – Ya te dije en la azotea que no me agrada verte así, pareces un perdedor.
-Me siento como uno – Contestó con un intento de sonrisa
-A eso me refiero, ya termina con esa actitud de mierda, estas comenzando a molestarme dobe – Le desagradaba el actuar de su amigo, debía admitir que desde la llegada de Kiba ahora pasaba cada vez menos tiempo con Naruto, y en cierto modo se sentía culpable, después de todo hubo varias ocasiones en las que el rubio quiso invitarlo a que salieran y él las rechazó.
-Oye, yo también tengo derecho a deprimirme ¿no crees? – respondió restándole importancia al asunto, aunque estuvieran discutiendo iba a disfrutar el poder sacar de sus casillas al azabache, aunque sea solo por un rato.
-¿y cuánto tiempo se supone que va a durar ese derecho?
-No lo sé, eso depende de otra persona – Le agradaba verlo, sus posturas, sus gestos, demonios hasta le agradaba ver como Sasuke fruncía el ceño - ¿quieres adivinar quién es?
-No estoy para juegos, dime.
-¿Realmente quieres saber? – finalmente se levantó de la cama para caminar hasta el Uchiha, ubicándose muy cerca de este.
-Te dije que ya dejes de jugar – Amenazó con un tono autoritario, pero con un deje de nerviosismo.
-¿Estás seguro? – esta vez lo preguntó aún más cerca, viéndolo directamente a los ojos, parece que finalmente se había acostumbrado a ver a Sasuke con una tes tan pálida y pulcra, además de suave al tacto, el gusto le duró poco pues, ya con la paciencia al límite el Azabache comenzó a jalarlo de una de sus mejillas – Auch ¡Duele!
-Ya dime quien carajos es.
Luego de que lo soltara Naruto dio un suspiro resignado, volviendo a sentarse a los pies de la cama – Bien, tú ganas, es Kiba.
-¿Kiba? – realmente le sorprendió la respuesta, que rayos podía tener que ver él en todo esto – explícate.
-Bueno, no es lo que tú crees, digamos que tu perruno amigo está haciendo algo que causa que yo este así – curioso, le llamó la atención el que él azabache sacara su móvil - ¿Qué haces?
Sasuke levantó el dedo índice en señal de que se callara, luego de un par de tonos pudo escuchar una estrepitosa voz que le saludaba efusivamente.
-¡Hola Sasuke! ¿sucede algo? Pregunto por qué tú nunca me llamas, no digo que no me guste que lo hagas, pero...
-Kiba, mañana voy a partirte la madre – habiendo terminado la oración, procedió a cortar y apagar el móvil, estaba seguro de que lo volvería a llamar para saber que rayos sucede – listo ¿feliz?
Naruto se mantuvo unos segundos ahí, procesando lo que había pasado para luego soltar una pequeña risa – tu nunca cambias ¿cierto?
-Pregunte si ya estabas feliz, dobe.
-No, puedes moler a golpes al pulgoso ese y no estaré feliz, bueno, quizás un poco, pero no era a eso a lo que me refería.
-¿Entonces a que te refieres? Realmente me estas desesperando.
Naruto solo sonrió evadiendo por completo la pregunta – No era Sakura – Dijo un poco nervioso, viendo hacia otro lado de la habitación – No era Sakura de quien me había enamorado ¿vale?
-¿Qué? – Un pequeño progreso, al fin pudo sacarle un poco de información que aclare un poco el problema, aunque seguía sin entender que tenía que ver Kiba con Sakura – ¿Solo por eso has estado así todo este tiempo?
-"¿Solo por eso?" creo que un corazón roto es justificación más que válida para esto.
-Ya te dije que no seas melodramático.
-¡No lo soy! Realmente me está carcomiendo la cabeza todo esto.
-Pues no entiendo cuál es el problema, solo ve y dile lo que sientes, dudo mucho que el problema sea por timidez.
-¿Tú lo harías?
-¿Eh? Claro, si con eso lograra quitarme un peso de encima.
-¿Realmente serías capaz de hacer eso?
-Ya te dije que sí, dobe ¿Qué es lo peor que podría pasar?
-Que ya no te volviera a hablar – Naruto agachó la mirada – que seas tú quien arruine su amistad.
-Tu amistad ya está arruinada Usuratonkachi, en el momento en que te enamoraste de ella... solo mira cómo te tiene.
-Yo nunca dije que fuera una chica, teme – Pensó con un poco de gracia – pero, también hay alguien más.
Si antes había hecho un progreso ya no le servía de nada, pues, ahora sí que ya no entendía nada de nada – Explícate.
-Sasuke, esa persona ya está con alguien más, y no, no es una tonta relación de jóvenes que romperán en una semana, yo creo... creo que hay algo serio ahí – Hizo una pequeña pausa para luego proseguir -Teme, si tú estuvieras en mi posición ¿serias capaz de inmiscuirte en esa relación? – la mirada del rubio volvió a centrarse en la del azabache.
Ahora fue el turno del Uchiha de agachar la mirada, se sentía estúpido - ¿Por qué? ¡¿Por qué de todas las personas que conoces tienes que preguntarme a mí?! – Ya un poco molesto por toda la situación decidió darle la espalda a Naruto, manteniéndose en silencio, esto se le estaba haciendo muy malditamente familiar.
Tal y como lo había pensado, ni Sasuke tenía una respuesta para eso, dio una bocanada de aire para proseguir - ¿ves? No es tan fácil, yo no quiero hacerle daño, y si puede ser feliz con alguien más solo puedo...
-Si lo haría.
Aquella respuesta sorprendió por completo al Uzumaki, pero luego volvió a su semblante serio – mentiroso, solo intentas hacerme sentir mejor.
-Es tu problema si quieres ahogarte en algo tan tonto como eso, tú me preguntaste que es lo que haría y yo solo te respondí.
-No lo harías, te conozco y sé que serias incapaz de hacer algo así.
-¿Crees que soy un cobarde?
-¡No me refiero a eso! Te conozco y sé que, aunque intentes ser frio, te preocupan los demás.
-No se trata de ser frio o no – continuó respondiendo sin voltearse a ver, al contrario – si es alguien especial no me rendiría tan fácilmente – Mentira – si realmente significa tanto para mí, se lo haría saber – Que hipócrita – Si le amara de verdad entonces me esforzaría por verle feliz – aunque sea junto a otra persona...
Naruto se mantenía inmóvil, escuchando con toda atención aquello - ¿Pero... entonces no estarías siendo egoísta?
-Dobe, en cosas como estas no existe el egoísmo, no es como si la felicidad estuviera destinada, nosotros somo quienes hacemos felices a los demás – pero también hay cosas sobre las cuales no podemos hacer nada – lo que quiero decir es que, nos corresponde a nosotros el hacer feliz a esa persona, si yo estuviera en tu posición... yo... - Me rendiría... - Sin poder terminar la oración Sasuke agachó la cabeza con un pequeño sentimiento de culpabilidad, y es que si él hubiera hecho todas esas cosas, tal vez, no habría pasado por tantas cosas – Sabes, eres un idiota.
-Si, lo sé – Se levantó de aquel lugar y se situó justo detrás del azabache – Lo siento, teme.
-¿Eh? – no entendía a que venía aquella disculpa, inconscientemente se dio media vuelta para verlo en un intento por comprender un poco mejor a que se refería, pudo ver una pequeña sonrisa y una cálida mirada con ese pequeño brillo que llevaba tiempo sin ver. Sin embargo, antes de poder pronunciar palabra alguna Naruto se le abalanzó, no le dio tiempo para reaccionar, su cuerpo fue arrinconado contra la pared de la habitación, quedando ambas manos apresadas contra el pecho del rubio, quien le sujetaba de la cintura con uno de sus brazos y con el otro tomaba su rostro, pero la mayor sorpresa se la llevo un segundo después de ver la situación en la que estaba.
Naruto le estaba besando.
El azabache intentaba resistirse, apartar aquellos labios que se posaban descaradamente sobre los suyos, pero nuevamente había caído en uno de esos momentos, aquellos en los que su estúpido cuerpo dejaba de obedecerle, careciendo de toda su fuerza, podía sentir como su cuerpo comenzaba a flaquear, luego de unos segundos finalmente el rubio se separó. Sasuke aprovechando ese momento, sin pensarlo se dispuso a encarar al rubio por lo que había hecho.
Desafortunadamente para el Uchiha estaba totalmente equivocado si creía que ese momento había acabado, Naruto ya pensando en lo que iba a pasar, quedo unos segundos atontado al ver el rostro del azabache, se podía apreciar el nerviosismo y el bochorno, además de aquel hermoso sonrojo que adornaba su carita y que, orgullosamente, podía presumir que él había sido el causante.
En el momento en que Sasuke iba a decir algo, Naruto volvió a unir sus labios en un nuevo beso, debía admitir que, aunque aquel roce lo había emocionado, ya no era suficiente y quería probar más, quería probar la boca del azabache en su totalidad, el beso se volvió más demandante, mientras que el rubio se deleitaba devorando los labios del contrario con una pasión que nunca había experimentado, afianzó un poco más su agarre, pegándose por completo al cuerpo del Uchiha, pero cuidando de no hacerle daño. Aquello se sentía realmente bien y ya estaba perdiendo la cabeza, la sangre estaba bombeando a todo su cuerpo y la adrenalina lo tenía en las nubes, podía sentir como las manos de aquel chico se aferraban con fuerza sobre su camiseta en un intento por apartarlo, pero no le importo, no iba a pensar en lo que pasaría después y solo iba a concentrarse en disfrutar del sabor del azabache... lo amaba, al fin pudo experimentar aquella sensación y estaba seguro de que se había vuelto completamente adicto al Uchiha.
Sin embargo, el Uchiha podía sentir como se adentraba en las puertas del infierno, en todo momento estuvo consciente de que lo que estaba haciendo era incorrecto, pero aunque intentara negarlo, podía sentir como si algo que le habían arrebatado, que creía muerto, hubiese vuelto y con más fuerza que nunca, y se odiaba por eso, odiaba a su cuerpo por no poder reaccionar como debía, odiaba que su corazón estuviera latiendo con tanta fuerza en una situación como esa, odiaba ese estúpido sonrojo que teñía sus mejillas, odiaba que sus piernas flaquearan costándole incluso el mantenerse de pie, odiaba ese agarre alrededor de su cintura que le hace sentirse protegido, odiaba esa lengua que descaradamente luchaba contra la suya en un intento por mantener aquel acto, odiaba a Naruto por hacerle sentir todas estas cosas... si, definitivamente odiaba a Naruto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top