19 de Septiembre 2017
Estoy bien, gracias a Dios. Pero necesito escribir.
Tuvimos el simulacro a las 11 am por los 32 años del terremoto histórico de la Ciudad de México. Nadie se imaginaba que menos de dos horas después ocurriría algo similar.
Y sin aviso. El epicentro fue en un estado diferente a los que activan la alarma sísmica, así que de repente se empezó a sacudir todo.
No empezó leve, no avisó, empezó FUERTE y por eso me apaniqué. Cuando suena la alarma sabes que va a suceder y con relativa calma agarro cosas, esta vez agarré el celular con todo y cargador porque se estaba cargando, mis lentes y una chamarra en el camino.
Apenas y pude bajar las escaleras y alcancé a escuchar a mi tío gritar abajo (luego nos dijo que no podía abrir la puerta y se machuco) y eso me hizo entrar en pánico.
Logré bajar por fin y cruzar el patio hasta la puerta y afuera estaba todo sacudiéndose: casas, autos, postes, cables de luz.
Lo miré por solo un par de segundos mientras enfocaba mi mirada en la avenida donde debíamos llegar para estar seguros. Pero me estaba hiperventilando y apenas y podía caminar, me sujetaron entre mi mamá y mi tía y yo respiraba fuerte.
Cuando por fin acabó y mi respiración se normalizó regresamos a casa y se había tronado el transformador de la esquina. Sin luz, sin teléfono, sin red ni datos en el celular, algunos Whatts llegaron y finalmente se cortó por completo la comunicación por varias horas.
Estuve asustada. Supongo que con todos los problemas que traigo encima, mi equilibrio mental estaba en el límite y el temblor me hizo terminar de colapsar.
Finalmente regresaron los datos y revisé que todos estaban bien.
No sabíamos qué pasaba fuera porque solo oíamos el radio de pilas unos minutos, así que fue un golpe más ver en la televisión de una tía que ya tenía luz lo que había pasado: edificios en escombros donde están rescatando gente, un jardín de niños entre ellos, cosas caídas, muertos...
Nunca pensé ver esas imágenes en mi ciudad, esta ciudad que amo tanto.
Espero estés feliz, Mancera, con los permisos de construcción sin revisiones, toda la mierda con que has ralentizado la circulación y hoy atoran a los vehículos de rescate y tienen la ciudad hecha un caos y con hijosdeputa que saben que en esta tierra la ley es muy deficiente están aprovechando para robarle a la gente en sus autos o a pie o tocando en casas mintiendo que son de Protección Civil.
Todavía estoy asustada, guardamos las cosas esenciales en una mochila: papeles, cargador de celular, cámara y cargador, mi disco duro externo, mi sketchbook, tres plumas y un cambio de ropa. Dios no lo quiera, pero si saliera solo con esa mochila y mi cada se cae, serían mis únicas posesiones.
Me abruma la idea. Sé que mi vida es lo más importante pero todo lo que tengo lo he cuidado y muchas cosas me traen recuerdos y algunas son regalos y muchas las deseé mucho tiempo y especialmente se me estruja el corazón por mi bolsa de programas de teatro, es muy pesada y la acomodé en un "triángulo de la vida".
Voy a guardar datos pero realmente tenía que desahogarme.
Que Dios nos acompañe a todos.
Lex.
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