57
—¡Oh, con un carajo! —Jimin en verdad que estaba desesperado—. ¿Cómo pude olvidarme de esa mierda?
El fin de semana se había ido tan pronto como llego, y quizás pasar sus días con Yoongi le había afectado en sobremanera, porque se le había olvidado un trabajo, el último que debía entregar impreso y se trataba de un tonto trabajo de historia universal, pero al menos si lo había realizado, definitivamente Yoongi era una distracción perfecta, pero ama las distracciones y si es Yoongi más.
De inmediato ingreso a la computadora para abrir su correo electrónico, no tardo mucho en realizarlo, observo lo que tenía guardado en la nube y de inmediato bajo el archivo para que de ese modo pudiera abrirlo y mandarlo a imprimir, tenía tiempo, veinte minutos faltaban para que el alba anunciará su llegada, al menos había logrado levantarse a tiempo, usualmente no puede, pero desde que va por Yoongi a su casa para ir juntos a la escuela es como puede levantarse inclusive antes para estar listo para ir por él.
—Listo —dijo en un largo resoplido, estaba satisfecho, al menos lograría imprimir el archivo y así entregarlo a su molesto profesor para que dejará de joder con lo mismo, trago saliva levemente.
Miro su computadora, al parecer no había mensajes recientes, estaba a punto de cerrar su sesión cuando un nuevo correo llego a la bandeja de notificaciones, Jimin no quería abrir el archivo necesitaba ir y tomar una ducha para después prepararse y tomar un buen desayuno antes de ir por Yoongi, pero... de alguna forma algo dentro de él le pedía que mirase aquel nuevo correo, sus ojos pasaron a mirar la parte inferior derecha de la pantalla del monitor, percatándose que tenía tiempo suficiente para mirar lo que había allí, así que no tardo mucho en dirigir el cursor justo a la bandeja de notificaciones, dio un clic y de inmediato se desplegaron los correos electrónicos que allí se encontraban, pero a Jimin le interesaba el primero, no tenía asunto, ni descripción, tan solamente era un archivo de video adjunto, Jimin frunció levemente el ceño al ver eso, abrió el correo y vio el vídeo que allí se encontraba, al principio le parecía algo tonto, quizás inclusive alguien se había equivocado al mandarle aquello.
Pero... dejo de pensarlo al verse a él y a Yoongi recostados en la cama sonriéndose, su semblante dejo de tener expresión alguna, mientras que sentía como la sangre abandonaba su cuerpo dejando sus manos y pies fríos, un ligero temblor en su pulso lo hizo sin querer dar un clic en el archivo para abrirlo, pronto la miniatura se extendió en su pantalla y se percato de que efectivamente eran ellos, él y Yoongi recostados en la cama, trago con dureza sintiendo su boca seca, entreabrió sus labios y soltó un resoplido tembloroso, no quería reproducir el vídeo, pero...
Con miedo dio clic en reproducir, y entonces lo vio, era él y Yoongi, conversaban, pero después en cuanto comenzaron a avanzar los minutos pudo ver de que se trataba, era de aquel día, aquel en el cual ambos hicieron el amor, pero ¿cómo? No debería haber nada que pudiera grabarlos, era ridículo, no lo comprendía, cerro sus manos en puños con fuerza y su ceño se frunció, cerro el vídeo y miro quien había sido el destinatario que le había enviado aquello, pensó en sus amigos, Taehyung y Jungkook, cualquiera de ellos podía estar jugándole una broma pesada, la dirección de correo electrónico le daría una pista, pero al verla solo se trataban de un conjunto de número y letras al azar, ni siquiera eran una pista clara, pero definitivamente mataría a sus amigos por esto.
—Son unos hijos de... —apretó sus dientes con fuerza, enfurecido por lo que habían hecho, pero al menos después de que les diera una paliza esto se acabaría, porque sabe que ellos son unos pesados cuando se lo proponen, pero claro que Jimin no dejaría pasar esto por alto, su celular comenzó a sonar, rodo los ojos.
Sabe de quien se trata, así que no necesito mirar a la pantalla, simplemente contesto.
—Más te vale darme una buena explicación de esto, Jungkook —su voz era dura—, eres un imbécil de mierda, cuando te vea te...
Detuvo sus palabras al escuchar una melodiosa risa llena de burla.
—Es increíble —no necesitaba presentación, sabía de quien es esa voz—, Jiminnie —canturreo—, no puedo creer que no me tengas agendado en tus contactos —la voz se había vuelto levemente decepcionada—, es una lástima, yo todavía te tengo agendado, cariño.
—¿Kuyng?
—¿Y quién más? —escucho un sonoro beso para después escucharlo reír de nuevo—. ¿Esperabas que te llamarán tus amiguitos?
Jimin frunció el ceño.
—¿Qué carajos significa esto? —de nuevo otra risa se escucho de parte de Kuyng.
—Para serte sincero no lo sé —Jimin golpeo con dureza la mesa de su escritorio.
—¡CÓMO CARAJOS NO VAS A SABERLO, MALDITO HIJO DE PUTA! —Jimin estaba molesto, no podía creer lo que le estaba pasando—. Más te vale abrir esa estúpida boca tuya para darme una explicación sobre esto.
—¿Y qué quieres saber?
—No te hagas el inocente, no te queda pedazo de mierda —mascullo entre dientes—, esté video... fuiste tú quien me lo mando, ¿no es así? —escucho un resoplido del otro lado de la línea.
—Sí, fui yo —la voz de Kuyng se escuchaba desinteresada—, ¿qué? ¿No te gusto? —Jimin apretaba los dientes con fuerza—. Pensé que te gustaría, se ve que disfrutaste mucho follarte a Min.
—Bórralo —demando Jimin, su respiración era pesada, si tuviera a Kuyng frente suyo de inmediato ya lo tendría en el suelo suplicando piedad, pero no lo tenía ni cerca y la impotencia crecía en su cuerpo—. ¡BÓRRALO! —volvió a gritar, estaba desesperado.
Una risotada se escucho del otro lado de la línea, Kuyng estaba disfrutando el sabor tan dulce de la desesperación en la voz de Park Jimin, no cambiaría esa reacción por nada del mundo, estaba complacido, tenía a Jimin en sus manos totalmente acorralado y lo sabe, así que no desaprovecharía esta oportunidad.
—¡Deja de reírte!
—¡Escúchate, cariño! —Kuyng volvió a hablar—. Estás tan desesperado porque borre un video de ti teniendo sexo con Min que no puedes dejar de gritar como loco —Jimin en verdad quería ahorcar a ese idiota—, pero no lo borraré... no tienes el poder para hacerme algo en estos momentos, y no borraré nada.
—Bórralo —volvió a decir Jimin—, o si no...
—O si no ¿qué, Park? —Jimin mordió su lengua con fuerza—. Sabes que no puedes hacerme nada, tengo el archivo, una copia más, tú no tienes nada...
Una nueva risa llena de complacencia se escucho, y Jimin trato de tranquilizarse, no debía alterarse, conoce a Kuyng, ese imbécil era capaz de todo por obtener algo a cambio, inclusive pudo darle información para humillar a Yoongi, así que por lo visto quería algo más, necesitaba saber lo que era, pues Jimin haría todo lo que estuviera al alcance de sus manos para cuidar a Yoongi, no importaba qué.
—¿Qué quieres? —pregunto Jimin, el asombro en la voz de Kuyng se escucho de inmediato.
—¿Cómo estás tan seguro de que quiero algo, Park? —Jimin frunció el ceño.
—Sólo dime ¿qué demonios quieres para que borres ese vídeo?
Jimin casi podía ver la sonrisa de oreja a oreja que seguramente Kuyng tenía plasmada en su rostro en ese preciso momento, sabe que lo está disfrutando.
—Déjalo —sentencio Kuyng después de una pausa.
—¿Qué?
—Me refiero a Yoongi —el ceño de Jimin dejo de fruncirse al escuchar eso—, deja a Min Yoongi, quiero que cortes tu relación con él.
—Estás loco si crees que voy a dejarlo —una corta risa se escucho—, si quieres que te folle, lo haré, pero no dejaré a Yoongi.
—Yo no quiero sexo, Park —dijo Kuyng.
—Entonces ¿qué es lo que quieres?
—A ti —Jimin apretó el teléfono en su mano—, quiero que sientas por mí lo mismo que sientes por Yoongi... eso es lo que quiero, sino lo cumples...
—¿Qué? Si no lo cumplo ¿qué?
—Bueno —Jimin no podía creer lo que escuchaba—, sino lo cumples, entonces haré que todos vean ese video en el baile de bienvenida...
Un escalofrío le recorrió el cuerpo entero al escucharlo decir aquella amenaza, sus ojos se cerraron con fuerza, esto era una locura. No quería cumplir con eso, porque si abandonaba a Yoongi sin una razón aparente él pensaría que todo esté tiempo que pasaron juntos solamente fue una mentira, y no quería eso, él ama a Yoongi, en verdad lo hace, pero ese imbécil de Kuyng estaba amenazándolo con que si no dejaba a Yoongi entonces ese vídeo saldría a la luz, no puede hacerle eso a Yoongi, no quiere que lo vea, pero tampoco quiere dejarlo, no quiere que nada malo le pase, no quiere verlo llorar, no quiere ser la causa de su llanto, no sabe que hacer.
—¿Y bien? —la voz de Kuyng lo saco de sus pensamientos—. Será mejor que me des una respuesta ahora, Park —la presión que le imponía Kuyng era espantosa—, decídete.
¿Qué hacer?
No lo sabe...
No pudo evitar que cada uno de sus recuerdos junto a Yoongi pasaran por sus pensamientos, desde el día en que se habían visto por fin frente a frente, las discusiones, los insultos, los planes estúpidos, los abrazos, la cercanía, las risas... sus sonrisas, los besos, las caricias, las conversaciones, invitaciones, todo, absolutamente todo... ¿por qué cuando había encontrado el amor verdadero ahora tenía que decidirse a abandonarlo por completo? Él no quería dejar a Yoongi, no era un plan en su futuro, pero tampoco quería verlo sufrir, no permitiría que sufriera. No quiere que por culpa de Kuyng...
—Prometes —volvió a hablar despacio, mientras apretaba sus dedos más contra la palma de su mano—, prometes que él no verá el vídeo, prometes no reproducirlo en el baile...
No era una pregunta, pero Jimin quería que esa promesa fuera real, porque no quería que Yoongi mirase ese vídeo, no quería verlo avergonzado, no quería que los demás lo señalaran.
—¿Tanto te importa? —la pregunta de Kung lo hizo enfurecer.
—¡Por supuesto que me importa! —bramo molesto—. Min Yoongi me importa, lo amo, jamás permitiría que un imbécil como tú lo humille... y sí tengo que estar contigo para que lo dejes en paz, lo haré —aunque él no quisiera—, así que promételo, promete que no darás a conocer ese estúpido vídeo.
El silencio se hizo presente, Kuyng no podía creer lo que había escuchado, ¿en verdad Jimin amaba tanto a Yoongi para sacrificarse de esa manera? Pero ¿qué importaba?
—Bien, lo prometo —dijo Kuyng sin mucho interés—, pero termina con él, porque sino lo haces, entonces el vídeo saldrá a la luz, ¿entendiste?
—B-bien... —dijo Jimin y no espero a que Kuyng siguiera hablando, así que corto la llamada.
Llevo sus manos a su cabello revolviéndolo, y después las paso a su rostro restregándolas con furia, quería gritar, pero no podía, no quería, no era necesario, pero lo que si se permitió fue soltar algunas lagrimas, porque se sentía un completo inútil, ya que sentía que no podía hacer nada ahora, y esperaba que Yoongi no lo odiase por lo que estaba a punto de hacer.
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