55
—¿E-en verdad esto es n-n-necesario? —para Yoongi no era necesario, pero para Jimin si que lo es.
Desde que Jimin había ido por Yoongi a su casa para que fueran juntos a tomar clases, Jimin se había decidido a abrazarlo en casi todo el trayecto, cuando caminaban por la acera Jimin lo abrazaba por la espalda y caminaban a duras penas unos pasos y así seguían hasta el siguiente cruce, allí es donde Jimin lo soltaba y tomaba su mano para que juntos cruzaran la calle, por supuesto que esto solamente había causado que Yoongi sintiera como si de un momento a otro su corazón estallaría debido a las acciones de Jimin que solamente lograban acelerar sus latidos, además de que Yoongi sentía que su cara hervía en calor, seguramente en esos momentos ya sobrepasaba la paleta roja de colores.
—¡Claro que es necesario! —menciono Jimin manteniendo el abrazo, sus pasos eran lentos y calmados, no quería tirar a Yoongi y mucho menos pisar sus talones—. El frío está demasiado fuerte.
—Jimin, ni siquiera hace frío —el mencionado negó con la cabeza.
—Tú sólo disfrútalo —soltó un largo suspiro—, además, ¿qué tiene de malo que quiera abrazarte a cada segundo?
—Es sofocante —sonrió hacia el frente—, en verdad no entiendo como alguien como tú puede ser tan empalagoso.
Y era verdad, no es que Yoongi se imaginará a Jimin enamorado, pero definitivamente pensaba que el día en que lo viera en una relación formal, lo vería menos indiferente, quizás incluso tomando la mano de esa persona especial, o inclusive sorprendiéndola con regalos. Yoongi nunca se imagino que Park Jimin sería un cumulo de dulzura andante, Yoongi estaba seguro de que muy pronto lo terminaría por asfixiar de tanta azúcar, pero debe admitir que le gusta esté Jimin, aunque muy en el fondo le gustaría que regresará de vez en cuando aquel tonto arrogante y ególatra que tanto detestaba, pues era divertido compartir algunas discusiones con él, pero si tuviera que elegir a ese Jimin con el actual, prefiere el actual.
—¡Llegamos! —anuncio Park haciendo que dejase sus pensamientos de lado.
—Por fin —soltó Yoongi en un resoplido, estaba cansado—, ¿cuánto tardamos? —Jimin se encogió de hombros—, ese fue el camino más largo que he tomado para venir a clases.
—Admite que te gusto —dijo Jimin y Yoongi rodo los ojos—, sé que te gusto, sólo dilo.
—No complaceré tu ego.
—Dilo —Jimin lo hizo girar sobre su eje para que quedaran frente a frente, el de piel pálida no pudo evitar mirar a los ojos a Jimin—, dilo —volvió a insistir Jimin y está vez sin que Yoongi lo esperará le dio un corto beso en los labios, el chasquido provocado había hecho a Yoongi desconcertar—, vamos, dilo.
Jimin volvió a robarle otro beso rapido.
—N-no lo vo... —de nuevo Jimin le robo un beso.
—Sólo dilo —Jimin volvió a acercar su rostro para robarle otro nuevo beso a Yoongi, pero esté ultimo hizo a un lado su rostro y el beso fue a dar a su mejilla—, no te apartes, me gusta probar tus labios.
—Me haces cosquillas —soltó Yoongi entre risas, todo dentro suyo era un desastre, sentía que si Jimin volvía a besarlo tan fugazmente de nuevo provocaría que sus piernas flaquearan, además tenía esas terribles parvadas de aves revoloteando en su estomago, el cosquilleo le causaba felicidad, Jimin le causaba felicidad.
—¿En serio? —Jimin relamió sus labios levemente, y volvió a darle otro beso en la mejilla a su novio—. ¿También aquí tienes cosquillas? —Jimin bajo un poco su rostro dejándole un sonoro beso en el cuello.
—¡Y-ya Jiminiiiin! —Yoongi se removió mientras reía, pues en verdad Jimin tocaba puntos sensibles que le provocaban reír.
—¿Debería detenerme? —volvió a besar la tersa piel una y otra vez haciendo que Yoongi soltará más risas mientras le pedía a duras penas que se detuviera.
Cuando por fin detuvo sus acciones ya tenía a Yoongi mirándolo a los ojos, quien todavía se mantenía riendo y sintiendo la hermosa sensación tan cálida y cosquilleante que los labios de Jimin le habían dejado en el cuello, Jimin en cuanto miro que Yoongi había vuelto su rostro al frente no desaprovecho la oportunidad y está vez volvió a estampar sus labios sobre los de Yoongi.
Está vez no quería que fuera un beso corto, sino que quería alargarlo un poco más, así que ladeo levemente su rostro y se permitió de disfrutar los delgados labios tan dulces que lograban deleitarlo de una manera indescriptible, Jimin movía sus labios con parsimonia sobre los de Yoongi, quien algo tímido correspondió el beso que le proporcionaba su novio, Yoongi retenía su respiración levemente, sintiendo como si sus pies dejaran de estar posados en el suelo, el como Jimin lo besaba chocando de vez en cuando ligeramente sus dientes, como separaba levemente sus labios provocando pequeños chasquidos entre sus belfos, todo su ser se lograba estremecer con aquel contacto tan delicado y lleno de dulzura que le proporcionaba, le encantaba como Jimin le besaba porque no era con desespero, sino que parecía querer decirle con aquel beso lo mucho que lo ama.
Jimin fue quien se separo al sentir la falta de aire, junto su frente con la de Yoongi para aspirar ese delicado aroma suyo y seguir tan juntos como lo estaban en un inicio, Yoongi relamió levemente sus labios sintiéndolos cálidos y levemente palpitantes por aquel beso, Jimin le regalo una sonrisa.
—Yoonnie —la voz de Jimin salio en un susurro, como si estuviera a punto de decirle el secreto más intimo de la humanidad—, sé que dices que el baile de bienvenida no es algo que te llame mucho la atención, a mí tampoco me importa mucho, pero... —apretó levemente sus labios—, en verdad me encantaría que fueras conmigo.
—¿Me estás pidiendo que asista contigo a un baile de bienvenida? —Jimin dio un asentimiento—. Jimin, falta una semana, ni siquiera sé si quiera asistir, yo... —Jimin le interrumpió.
—Por favor... —soltó un suspiro—, sé que no te gusta, a mí tampoco, pero siento que el baile es mejor si estás con la persona correcta —el corazón de Yoongi dio un vuelco—, eres mi persona correcta, no me aburriré contigo allí, estoy dispuesto a bailar contigo todas las piezas, beber té helado y comer comida basura, sentarme a platicar contigo, quiero estar contigo.
—Jiminnie —Yoongi en verdad no sabía que decir—, ¿y qué hay de mi ropa? No tengo que ponerme.
—Vamos en pijama —sugirió Jimin mientras se encogía de hombros—, es una buena opción.
Yoongi soltó una risa.
—Estás loco.
—¿Qué? —sonrió levemente—. No me parece mala idea, además la ropa deja de importar cuando estás con quien amas. No me importa si vistes con ropas de marca o de una tienda de conveniencia, o si acaso te vistes como un vagabundo, me gustas y eso es todo, Yoonnie, te amo y no me importa nada más que estar contigo, y por primera vez tengo ganas de estar en ese baile.
—¿Por qué?
—Porque ahora tengo a alguien que vale cada jodido segundo —Yoongi aparto por unos segundos la mirada, las palabras de Jimin solamente le estaban causando timidez—, por favor, ven al baile conmigo.
Yoongi no estaba seguro de si sería una buena idea, él inclusive estaba planeando estar en casa, encerrado en su habitación y en pijama preparado para ver alguna serie de televisión, no esperaba tan siquiera una invitación, ni siquiera de parte de su novio, pues Jimin no estaba interesado en ese baile, aunque ahora todo era diferente. Volvio a mirar a Jimin a los ojos, quien todavía esperaba por una respuesta.
Aquellos ojos le pedían, le suplicaban que aceptase, y Yoongi aunque no lo quisiera hacer, no podía con esa mirada, porque en verdad se veía demasiado ilusionada con una respuesta afirmativa, pero sabía como jugar, y quería hacerlo ahora.
—No —dijo Yoongi, Jimin no esperaba eso.
—¿Qué?
—Dije que no —dijo Yoongi sonriendo, Jimin no lo entendía.
—Pero, pensé que si querías... —Yoongi lo interrumpió.
—Dijiste que cada respuesta negativa mía sería una afirmación para ti, ¿verdad? —Jimin lo comprendió de inmediato—. Así que, Jiminnie, no quiero ir al baile contigo.
Jimin sonrió, y no tardo en darle un pequeño peso a la punta de la nariz de Yoongi.
—Me encanta que me digas que no, gatito.
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