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Muchas veces enamorarse puede llegar a dar miedo, porque el hecho de que te atraiga una persona sin saber la razón por la que te atrae se convierte en un conflicto mental por el cual tienes que pasar inclusive dolores grandes de cabeza, porque no encuentras una razón aparente para tener en claro el por qué te gusta alguien.
Quizás el cerebro se complica las cosas, y el corazón simplemente comienza a latir en desenfreno al ver a esa persona especial, ¿por qué? Porque el corazón ya sabe lo que pasa, sabe que está complemente con esa persona, pero el cerebro no lo asimila, porque piensa que es una locura, ¿cómo te puede gustar esa persona si desde un principio estabas tan seguro de que te gustaba otra?
El amor es indescifrable cuando se trata de escoger de quien nos enamoramos.
Eso le había quedado claro a Jimin, pero a Yoongi no. Y por esa misma razón ahora estaba librando una batalla contra él mismo, ¿por qué? Porque no estaba seguro de lo que sentía aunque estaba más que claro, porque no quería tener esos sentimientos hacia Jimin, porque sentía que algo malo ocurriría si es que aceptaba que Jimin lo tiene en sus manos, porque no puede creer que haya caído por alguien como él.
No, Yoongi no estaba dispuesto a aceptar sus sentimientos, no ahora, no podía, pero por alguna extraña razón ahora Jimin se encontraba en todas partes, o ¿será que él era quien tomaba el mismo camino que ese tonto? ¡No! Eso solamente debía ser una tontería, pero parecía inclusive que el destino quería empujarlo hacia él para que pasarán tiempo juntos.
Cuando entro a su salón de clases encontró a Jimin hablando con Jungkook afuera del salón de clases, Jimin al verlo le sonrió, pero Yoongi no pudo evitar entrar en pánico cuando aquella radiante y hermosa sonrisa de blanco dientes hizo que su rostro se sintiera cálido, así que trato de ignorar a Jimin cubriendo su rostro con un libro abierto, el cual para su desgracia estaba al revés, pero fingió interés en la lectura mientras apresuraba el paso para evitar mirar a Jimin, y aunque Jimin frunció el ceño al ver esa actitud, no dijo nada, quizás Yoongi estaba distraído, además ya tendrían tiempo para hablar. Yoongi había tenido éxito en querer ignorar la presencia de Jimin, y aunque casi se accidenta por chocar con una de las mesas de trabajo, era mejor eso a tener que enfrentar a Jimin.
En el almuerzo estuvo con Namjoon, y prácticamente lo utilizo para que fuera su escudo contra cualquier mirada de Park Jimin, aunque Jimin no le miraba, estaba más concentrado en sus amigos, pero logró llamar su atención ya que se veía demasiado tierno ocultándose detrás de la espalda de Namjoon mientras de vez en cuando miraba hacia donde se encontraba sentado para saber si acaso había llamado su atención o no, Yoongi quería asegurarse de que no lo mirase, y a pesar de que se sentía de vez en cuando aliviado, ni siquiera se percato de que ahora quien miraba más era él, y Jimin lo hacía de vez en cuando, aunque se percataba de la mirada de Yoongi sobre él.
Cuando las clases terminaron Yoongi se despidió de Namjoon y había salido corriendo del salón de clases, ni siquiera había prestado atención a la clase, lo único que estaba pensando en como evitar que Jimin lo encontrase, porque sabía que lo buscaría y le diría que se fueran a casa juntos, pero claro que no lo haría, no quería pasar más tiempo con él, porque si lo hacía se sentiría perdido, porque si de nueva cuenta lo miraba su comportamiento sería estúpido, porque si volvía a escuchar su voz se derretiría como mantequilla en el sartén, quería evitar que sus pensamientos siguieran teniendo a Park Jimin, quería que ese tonto dejase de parecerle el chico de sus sueños.
Y así lo hizo, se oculto, la biblioteca tenía algunos alumnos, no dudo en entrar e irse a un rincón solitario cerca de los libros de filosofía, sabía que esa sección era poco concurrida, así que allí estaría a salvo, soltó un largo suspiro levemente tembloroso debido a sus nervios que se encontraban a flor de piel, recargo su espalda en la pared más cercana y poco a poco dejo que sus piernas flaquearan, dejándolo deslizarse hasta que se sentó en el suelo, su respiración era levemente irregular, mientras sentía el leve calor y el vapor instalarse en su cuerpo debido al esfuerzo que dio por salir corriendo y ocultarse en ese lugar.
Para disimular, no dudo en tomar uno de los libros de la estantería de la derecha, encontrándose con un filosofo que le sacaba de quicio, Jean Paul Sartre, frunció el ceño, pero no es como si quisiera seguir buscando más libros, así que de mala gana comenzó a hojearlo. Ni siquiera leería nada, solamente miro el título "Los Caminos de la Libertad" eso fue todo lo que leyó, se concentro en mirar las miles de líneas que componían aquel libro, dejando de lado cada una de las palabras, ignorándolas lo más que podía para sentirse más tranquilo.
Los minutos pasaban tan largos como si fueran horas, pero Yoongi lo único que esperaba era escuchar menos bullicio afuera, eso le indicaría que la mayor parte de los alumnos habían abandonado ya la institución, espero, atento al ruido, pasando paginas cuando sentía que debía hacerlo, bajando la mirada sin leer las palabras, nada más mirando el número de página en el que iba, y regresaba a paginas anteriores, fingiendo que buscaba algo en especifico.
Poco a poco las conversaciones que habían empezado a resonar a las afueras de la biblioteca comenzaron a disminuir, las personas que ingresaban a la biblioteca tomaban libros que les servirían y se los llevaban, algunos otros se disponían a leer allí y otros utilizaban las computadoras de escritorio para realizar investigaciones, mientras que Yoongi sentía a su corazón tranquilizarse, seguramente Jimin ya se había ido por fin a casa, seguramente Namjoon le dijo que ya se había ido, o quizás no, pero eso no importaba, porque todos sus compañeros habían visto como había salido del salón como una bala a toda velocidad sin dejar rastro de su camino, y eso es lo que lo mantenía sereno.
Con cuidado cerro el libro y lo devolvió a su lugar, y se dispuso a levantarse, su cuerpo le pesaba, no sabía si era por la relajación o era porque estaba cansado de esconderse, ni siquiera había pasado tanto tiempo, pero ahora se percataba que tratar de huir le generaría pesadez, pero no importaba, mientras pueda evitar a Jimin, lo haría hasta el día de su graduación.
A pasos pesados siguió su camino hasta por fin salir de la biblioteca, arrastraba los pies con pocos ánimos, de alguna forma la idea de no querer ver a Jimin le hacía sentir triste, pero claro solamente eran ideas suyas, pronto inhalo aire y lo dejo salir por sus labios sintiéndose más relajado aunque aún seguía sintiendo como si sobre sus hombros siguiera existiendo un terrible peso, pero trataría de ignorarlo, siguió su camino y pronto se percato de que el frescor había aumentado en el pasillo, no tardo en darse cuenta de que había un agradable petricor en el aire, estaba lloviendo, pero al parecer era una llovizna ligera, porque las gotas que caían no hacían alguna clase de ruido estruendoso, no importaba, se iría caminando, no le importaba mojarse un poco, es sólo agua.
No tardo mucho en llegar a la salida de la escuela, y sonrió al ver la lluvia, todavía había algunas personas por allí, algunas caminaban tranquilas porque llevaban una sombrilla que les cubría, otras corrían para evitar mojarse, y otras simplemente cubrían sus cabezas con sus mochilas para avanzar, Yoongi también planea hacerlo, se quito su mochila y la coloco sobre su cabeza sosteniéndola con ambas manos, y estuvo a punto de dar unos pasos, pero una voz le detuvo.
—Sabía que seguías adentro —sus ojos se abrieron en grande al escucharlo, y lentamente se giro para percatarse que justo de su lado derecho se encontraba Jimin, se cubría con la sombrilla que traía en sus manos, la cual era transparente y las gotas que caían sobre ella le daban la forma indicada, Jimin le regalo una sonrisa al verlo.
—¿P-por qué sigues aquí? —pregunto Yoongi.
—Te esperaba —dijo Jimin.
Eso fue lo que colmo por completo el vaso, Yoongi por primera vez sentía que en verdad iba a estallar, estaba molesto, porque su corazón se sintió cálido cuando escucho esas ultimas palabras, odio sentir las ganas de sonreír e ir hacia Jimin para que ambos se fueran juntos, detesto la sonrisa de Jimin, se odio por amar esa sonrisa, se odio por amar esas acciones, se detesta por estar enamorado, ¡detesta que sea correspondido!
—Ya no lo soporto —dijo Yoongi, Jimin dejo de sonreír al escucharlo, Yoongi bajo la mochila, sus manos temblaban, odia sus sentimientos, detesta que Jimin lo haga sentir de esa manera—, ¿por qué no solo te vas?
—Yoongi —Jimin se le acerco.
—¡Ni siquiera te atrevas a dar un paso más, idiota! —exclamo Yoongi, sus sienes punzaban, detesta todo esto, cerro sus ojos con fuerza, su respiración era pesada—. No puedo creer lo que tengo que estar pasando por culpa tuya.
—¿Qué? —Jimin frunció el ceño—. ¿Por qué demonios dices eso? Ni siquiera te hice algo.
—¡Oh, claro que lo hiciste! —Yoongi apretó los dientes con fuerza, no debía hablar, pero ya no aguantaba todo lo que estaba sintiendo dentro suyo—. Sí tan sólo te fueras, si me dejarás tranquilo, si tan sólo salieras...
—¿Salir? —Jimin no podía creer lo que estaba escuchando—. ¿Salir de donde, maldita sea? Por si no te has percatado estoy aquí afuera.
—No, no lo estás —Yoongi negó con la cabeza, no quería mirar a Jimin, no quería escucharlo, pero ni siquiera cuando llevo sus manos a sus orejas para cubrirlas le servía de algo—. Sigues aquí, y me rodeas y lo detesto, porque me haces... me haces... —no podía decirlo.
—No estoy haciendo nada, Min —dijo Jimin se mostraba molesto—, lo único que hice fue quedarme aquí esperándote para irnos juntos, no sé porque te pones así.
—¡No lo entiendes!
—¡Qué! —Jimin alzo la voz—. ¿¡QUÉ CARAJOS SE SUPONE QUE NO ENTIENDO?!
—¡NO ENTIENDES QUE QUIERO QUE SALGAS DE MI CABEZA!
Jimin no dijo nada y esta vez Yoongi lo miro.
—Sólo quiero que dejes de rondar mis pensamientos, quiero que salgas de mi cabeza, quiero dejar de sentirme así, quiero dejar de pensarte —su voz se quebró—, q-quiero dejar de amarte...
El silencio se hizo presente, mientras que por los ojos de Yoongi comenzaron a salir algunas lagrimas, pequeños sollozos escapaban de sus labios, no estaba triste, sino que se sentía liberado, pues aquella pesadez dentro suyo y sobre sus hombros poco a poco se dispersaba dejándolo tranquilo, había soltado lo que menos quería, pero al parecer era lo que necesitaba decir para sentirse mejor.
Jimin no se acerco, quería dejar que se desahogue, aunque sus manos picaban por querer ir y darle un abrazo a Yoongi para reconfortarlo. Jimin había sentido una gran felicidad al escuchar a Yoongi, no importaba que haya dicho que quería dejar de amarlo, al menos así había admitido por fin que lo ama, y eso lo ponía más que contento.
Cuando Yoongi dejo de sollozar y los restos de lagrimas permanecían en sus mejillas y en sus pestañas, Jimin se le acerco, el de piel pálida no sintió ganas de correr cuando vio a Jimin tan cerca suyo, a sus fosas nasales llego aquella fragancia del perfume que utilizaba, y sintió como su corazón comenzaba a acelerar sus latidos, Jimin le sonreía levemente, la emoción dentro suyo quería hacerlo gritar, pero se contendría, primero quería asegurarse de algo, y quería que Yoongi lo aceptará, porque lo ama y no quiere dejarlo ir.
—¿Es cierto lo que dices? —pregunto en voz baja—. ¿Me amas?
—Yo... —Yoongi quería decirle que no, pero no podía, no cuando ya lo tenía claro, lo ama, y lo hace con intensidad—, s-sí —hablo por lo bajo—, te amo J-jimin... —y agacho la mirada, había caído, perdió y lo sabe, no quería caer por alguien como él, pero lo había hecho, esperaba una risa burlona, o inclusive un rechazo, más no espero que Jimin tomará su mentón para elevar su rostro.
La mirada de Jimin reflejaba alegría, ese brillo tan autentico en sus ojos, parecía que en ese preciso momento estuviera admirando lo que más le encanta en todo el mundo.
—También te amo, Yoongi —el mencionado abrió los ojos en grande ante esas palabras.
Y Jimin termino de acortar la distancia entre sus rostros, se atrevió a nuevamente probar aquellos dulces y delgados labios que lo habían ayudado a conseguir la respuesta tan anhelada de sus sentimientos, cerro sus ojos disfrutando de aquel contacto, Jimin movió sus labios lento esperando a que Yoongi le correspondiera el beso, y así fue, con un ligero temblor los labios de Yoongi se movieron en parsimonia correspondiendo aquel beso, y por fin Yoongi se permitio disfrutar del contacto entre sus labios y los de Jimin, porque sus sentimientos estaban claros y eran correspondidos, por un momento el miedo lo paralizo, pero ahora que sabía que Jimin le correspondía de forma autentica se sentía aliviado.
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