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Los amigos siempre estaban presentes para escucharte, inclusive podían ser buenos consejeros al igual que una madre, pero a veces era complicado hablar con ellos sobre ciertas cosas, y en estos momentos Min Yoongi no sabía como explicar la situación y más porque Namjoon había hecho la pregunta que él no quería escuchar en esos momentos.
—Bonita pulsera —menciono Namjoon para después llevar la pajilla a sus labios para volver a sorber por la misma la deliciosa malteada de chocolate—, ¿regalo de tus padres?
Namjoon no le gustaba ser tan entrometido, pero la pulsera le había llamado mucho la atención sobre todo porque Yoongi no era mucho de colocarse algo alrededor de las muñecas, a duras penas y le gustaba colocarse collares. Lo que Namjoon no sabía es que aquella pregunta había hecho estremecer a Yoongi. El de piel pálida se quedo en silencio por segundos los cuales parecían seguir abriendo una enorme grieta llena de silencio, apretó entre sus manos el vaso de cristal que contenía ese delicioso refresco de mandarina que tanto le había gustado, y no pudo evitar que el rostro de Jimin pasará por sus recuerdos de nuevo.
—¿Pasa algo? —pregunto Namjoon, pues la mirada de Yoongi parecía estar perdida en el espacio.
Yoongi al escuchar a su amigo no evito mirarlo y es allí cuando se percato de que se había quedado en silencio por un buen tiempo, jamás le pasa, siempre tiene la respuesta, pero ¿por qué ahora le costaba tanto trabajo hablar? ¿A qué le tenía miedo? ¿A qué Namjoon lo juzgue por haber aceptado esa pulsera o a sus propios sentimientos? No lo sabía con certeza, y necesitaba un amigo, uno el cual le dijera que debía hacer, porque él sentía que si veía a Park Jimin a los ojos terminaría por desmayarse.
—No fue regalo de mis padres —menciono Yoongi en voz baja, tomo la pajilla entre sus dedos y mezclo un poco los hielos con el burbujeante refresco anaranjado.
—Entonces la compraste para ti —Namjoon no se espero que Yoongi meneara la cabeza de un lado a otro negando sus especulaciones, eso le pareció extraño, pero no quiso indagar más—, esta malteada es deliciosa —comento Namjoon para cambiar de tema—, no conocía este lugar, pero definitivamente se puede convertir en uno de mis favoritos.
El de piel pálida dejo de mover la pajilla y la apretó ligeramente entre sus dedos, quizás no debió ni siquiera citar a Namjoon en ese lugar, pero Yoongi quería venir, porque los colores le recordaban a Jimin, porque el sabor dulce y levemente amargo y acido de aquel refresco le recordaba a la sonrisa de Jimin, porque Jimin lo llevo a él a ese lugar y habían compartido tiempo juntos y odiaba eso, pero a la vez... sentía que debía estar allí, porque parecía reconfortarlo y odiaba aún más esa sensación.
—Nam —el mencionado miro a su amigo mientras elevaba levemente las cejas—, fue Jimin...
—¿Qué?
—La pulsera —dijo mientras sacudía su muñeca en donde aquella pulsera se encontraba—, Jimin, fue él quien me la dio.
Eso ni siquiera era esperado por Namjoon, guardo silencio y miro a su amigo, en su rostro se mostraban diversas emociones, en sus ojos parecía haber un brillo inusual de alegría, pero en su rosto parecía indicar que se sentía ¿decepcionado?
—Hace poco —comenzó a relatar Yoongi—, me dijo que le gusto.
—¿Qué carajos? —Yoongi al escucharlo elevo la mirada—. ¿Y le creíste? Por todos los cielos, Min Yoongi —Namjoon soltó un resoplido—. Dime que no.
"Dime que no."
Ahora esas simples palabras le causaban estragos en todo su ser, porque esas fueron las palabras que Jimin le dijo cuando termino su confesión.
—¿Yoongi?
—Sabes muy bien que siempre lo mando a la mierda —respondió Yoongi de inmediato—, pero me sentí raro... —relamió levemente sus labios, sintiendo el dulzor de la bebida—, él me lo dijo sin titubeos y me negué a aceptar sus sentimientos a toda costa, pero eso parecía no importarle, sé que quiere algo más, y me está haciendo sentir confundido.
—¿Confundido? —Namjoon negó levemente con la cabeza—. Por favor, esto debe ser una broma, ¿acaso se te olvido que querías hacerlo pagar por lo que te hizo? Y también por lo que le hizo a Kuyng —el nombre de aquel chico, de su amigo, o bueno, al menos lo era—, siempre dijiste que no sentías nada por él y ahora me invitas a venir aquí solamente para decirme que sientes algo por él.
—¡Jamás dije eso! —se exalto de inmediato Yoongi llamando la atención con el tono de voz elevado, algunas miradas fueron a parar a su mesa, pero a Yoongi le dio igual—. No estoy enamorado de él, no me gusta, ese imbécil no me gusta...
—Ajá... —dijo Namjoon—, ahora repítelo una y otra vez hasta que tú mismo lo creas.
—¿Q-qué? —Yoongi apretó los dientes con fuerza—. ¿A qué viene eso?
Parecía que Yoongi tenía alguna especie de pared en su cabeza, pues no parecía lograr percibir lo que estaba pasándole en verdad, Namjoon podía notarlo, lo noto desde antes, cuando Yoongi comenzó a dejar que Jimin se le acercará, ya habían tenido está charla, y no veía necesario que siguieran con lo mismo, pero al parecer para Yoongi lo era, porque no entendía y no le cabía en la cabeza lo que le estaba pasando, su mirada fue a dar a esa pulsera, él ya había visto esas pulseras y siempre las vendían en pares, una blanca y una negra, así que ahora estaba consciente de que la blanca le pertenece a Jimin.
—Son pulseras de pareja —menciono Namjoon haciendo que Yoongi apretara los labios formando una fina línea recta—, ¿sabes? Es curioso, Park jamás le regalo nada a nadie, lo he visto, siempre lo veíamos y nos burlábamos de él, te disgustaba cuando lo veías con alguien más y sabías lo que pasaría, sonrisas, cumplidos, sin regalos que significaran algo, sexo y adiós... eso siempre pasa cuando se trata de él...
—Lo sé.
—Pero ¿sabes lo que inclusive a mí me parece extraño e inclusive demencial? —Namjoon soltó una suave risa antes de proseguir—. Lo que me parece ridículamente absurdo es como te trata a ti —Yoongi aparto la mirada—, se insultan, pero él dejo de enojarse y comenzó a sonreírte, lo humillaste, pero eso ni siquiera parece detenerlo de fastidiarte, cuando logró bajarte un poco de tu pedestal se subió contigo a su lado... y es raro, no hubo sexo, pero hay regalos con significado, no hay palabras dulces, pero los insultos parecen ser parte de su rutina contigo.
—Eso no tiene nada de diferente —dijo Yoongi—, posiblemente lo hace para fastidiarme, no quiero que se me acerque, pero...
—¿Pero? —Namjoon lo interrumpió—. No quieres que se te acerque, pero ¿qué?
No respondio, no podía, porque si lo hacía terminaría por decir algo estúpido, y lo único que se le venía a la cabeza era decir que no quería que se aleje, de alguna forma las palabras de Namjoon habían acertado, se había vuelto una rutina, ellos se habían acostumbrado a la presencia del otro, y quizás lo que más le asusto a Yoongi fue el día en que Jimin le robo el primer beso, porque simplemente le dijo que no tenía ni siquiera la menor idea del porque no quería dejarlo en paz, y aunque Yoongi se negaba a querer seguir con ese estúpido beso, no podía negar algo que a él mismo le había dado miedo, pues le había gustado que Park Jimin le haya robado un beso de esa manera tan brusca y necesitada, era como si ambos hubieran querido que ese momento pasase de una vez por todas.
—No lo sé —respondió Yoongi—, maldita sea —murmuro por lo bajo—, no lo sé, no lo sé —fue alzando poco a poco la voz—, ¡no lo sé! —elevo un poco el tono—. Y eso es lo que me asusta, porque no sé lo que estoy sintiendo, no entiendo lo que me pasa, lo veo y aunque no quiero que se me acerque lo hace y deseo que no se termine y detesto hacerlo —soltó un resoplido, estaba frustrado consigo mismo—. ¡solamente quiero dejar de pensar en él!
—Yoongi... ya te lo dije una vez, Park te gusta.
—¡No!
—Sólo admítelo de una buena vez —dijo Namjoon—, no tiene nada de malo.
—¿Cómo puedes decir eso? —Yoongi frunció el ceño—. ¿No tiene nada de malo? Claro que lo tiene —su respiración era pesada—, lo odio, Nam... ese idiota le hizo daño a Kuyng, e inclusive hizo que mi amistad con él se fuera al carajo... no puedo amar a un tipo como él.
—Nunca dije que lo amas —Yoongi dejo de fruncir el ceño—, sólo mencione que te gusta, eres tú quien va más allá... y tal vez sea porque es verdad, ¿no?
—¡No lo amo!
—¡Lo amo! —dijo Park Jimin mientras se dejaba caer por completo en el sofá de la estancia de su amigo Taehyung, Jungkook elevo una ceja al escuchar sus palabras, esto definitivamente era más que extraño.
En todo el tiempo que llevaban conociendo a su amigo nunca lo habían escuchado decir que ama a alguien. Jimin tenía su reputación, siempre era lo mismo con él, si le gustaba alguna persona que él considerase atractiva y fácil de atraer hacia él, entonces se disponía a realizar sus pequeñas hazañas para obtener un poco de sexo y así satisfacerse, cuando se aburría de esa persona (que casi siempre era antes de una semana), entonces era cuando la dejaba, todo sin sentimientos, Jimin podía fingir muy bien sus sentimientos, y más cuando sabía que se topaba con personas observadoras, pero siempre terminaba engañándolas con sus sonrisas falsas y con ese amor tan falso que les demostraba.
—¿Tú enamorado? —pregunto Jungkook mientras se disponía a tomar asiento en la alfombra afelpada que se encontraba al centro cuando Taehyung alejo la mesa de centro para disponerse a tomar asiento en el mismo lugar que Jungkook—. Suena tan raro como si vieras a un pavo real a punto de volar junto a una gallina.
Taheyung dio un asentimiento, pues eso si que era raro.
—Sí, esto es raro —comento Taehyung—, pero ¿qué se supone que te hizo Min para que lo ames? Ni siquiera yo puedo creerlo, en todo este tiempo, ni siquiera nadie te había llamado tanto la atención como ese chico.
—Tiene su propio encanto —elevo la mano en la cual portaba la pulsera blanca y sonrió al imaginar a Yoongi portando la suya—, no lo entenderías.
La mirada de Jungkook fue a dar de igual forma a la muñeca de Park Jimin, y observo aquella pulsera, él las había visto de venta por internet e inclusive en puestos de todas esas cursilerías en donde las parejas asistían para comprarse cosas a conjunto para presumir que eran una pareja, detestaba esas cursilerías, ni siquiera con su novia iba a ver esas tonterías y eso que ella le ha insistido en ir, apuesta a que ahora Eunji le pedirá hacer lo mismo, pero no lo hará.
—Esas son pulseras de pareja —comento Jungkook—, ¿por qué traes puesta una y quien...? —dejo de hacer su pregunta al percatarse de que era estúpida, porque sabía perfectamente quien podría tener la otra pulsera—. ¿Estas compartiendo pulseras de pareja con Min Yoongi?
Los ojos de Taehyung se abrieron en grande al escuchar las palabras de Jungkook. Jimin dejo de mirar la pulsera y volteo su rostro para observar a sus amigos, Jungkook esperaba una respuesta y Taheyung parecía sorprendido por la pregunta casi afirmativa hecha por Jungkook, ambos lo miraban expectantes, esperando a su respuesta.
—Sí, son pulseras de pareja —comento Jimin, se incorporo para tomar asiento en el sofá, revolvió un poco sus cabellos y soltó un suspiro—, las vi a la venta y me gustaron, quise compartir una con Yoongi para que podamos usar algo en conjunto.
—¡En verdad te gusta mucho! —menciono Taehyung—. ¡Woaaa! No lo creo...
Jungkook tampoco podía creerlo.
—Pero supongo es temporal ¿no? —dijo Jungkook, Jimin elevo una ceja al escucharlo—. Ya sabes —hizo un ademan con la mano—, habías dicho que querías vengarte de él por las múltiples humillaciones que te causo, inclusive nos hablaste del plan que tenías para hacerlo pasar una humillación enorme en el baile, supongo esto es parte de tu plan.
Ese plan... sí, iba a ser algo elaborado, Jimin había pensado en que si conseguía que Yoongi se acostará con él, iba a grabar todo aquello para después dar a conocer por medio del proyector el vídeo de Yoongi y él teniendo sexo, quería dejarlo en ridículo, quería que se sintiera avergonzado, quería que todas las miradas fueran hacia él y se rieran de él y se sintiera desgraciado, pero ahora... ahora no quiere. Ese plan es estúpido, y no lo llevaría a cabo, las cosas habían cambiado mucho.
—No lo es —dijo Jimin—, ese plan ha quedado atrás.
—¿Qué quieres decir con eso? —pregunto Jungkook—. Estabas decidido a realizarlo, inclusive me pediste las benditas cámaras, ¿cómo es posible que ahora lo descartes?
—No puedo hacerle algo como eso a la persona que amo —las palabras de Jimin fueron sinceras.
—Entonces, ¿lo amas en verdad? —pregunto Taehyung.
—Sí —dijo Jimin y sonrió—, ¿saben? Esto es tan extraño para mí como para ustedes, jamás me había sentido así por alguien —soltó una risa en un resoplido—, puede que Yoongi sea un malhablado, pero es divertido, puede que inclusive pasáramos por momentos en los que en verdad quería ahorcarlo, pero ahora en lo único que pienso es en lo radiante que se ve al sonreír, me gusta cuando su ceño se frunce, parece un pequeño gato enfurruñado, y esos ojos suyos —soltó un largo suspiro—, me encantaría mirarlos por toda una eternidad si eso fuera posible...
Jungkook estaba sorprendido por esas palabras, ni siquiera él podía describir como se sentía con su novia, porque en realidad aquella ensoñación que Jimin demostraba, ni siquiera él la había sentido.
—Ni siquiera sé como surgieron estos sentimientos tan absurdos —soltó una risa—, simplemente no quise dejarlo ir, molestarlo dejo de sentirse como una satisfacción del deseo de vengarme, sino que paso a ser un momento que podía compartir con él, no sabía la razón por la que quería encontrármelo a cada momento, ni siquiera sabía por qué quería que sus ojos se fijaran siempre en mí, y no la comprendí hasta que lo besé... —sonrió al recordar la sensación tan increíble de esos delgados labios encajando tan bien con los suyos—, cuando probé sus labios fue cuando supe la respuesta que estaba buscando, me gusta Yoongi, amo a Min Yoongi...
No es mentira, y sus amigos lo saben. Jimin hablaba muy en serio.
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