38
Las palabras tenían el poder de acabar con todo tu ser, inclusive más que un arma letal, y en Yoongi, todas y cada una de esas palabras que salieron por los labios de Kuyng, habían dolido tanto como si alguien le hubiera clavado un enorme cuchillo justo en su corazón, él siempre estimaba mucho a sus amigos, a Kuyng lo quería mucho y por eso la mayor parte del tiempo quería protegerlo, al igual que a Namjoon, pero ahora... ahora en verdad sentía que había cometido una estupidez. Permitir que Park Jimin se acercará a él era una estupidez. Dejar que le tocará, lo abrazará y le sonriera era una estupidez. Dejar que Jimin lo besé es otra estupidez. Pero la mayor estupidez que ha cometido y que por supuesto jamás iba a admitir en voz alta era que el primer beso que recibió no le pareció del todo malo, y el segundo... ese fue el que le debilito por completo.
Era un terrible error el que estaba cometiendo, una estupidez, porque en verdad le había gustado, sentir que Jimin lo detenía para que dejará de hacerse el difícil y lo besará con tanta profundidad y deseo, le gustaba, y eso es lo que más lo tenía confundido, porque en verdad quería deshacerse de esos pensamientos, porque eran una tontería, ¿cómo era posible querer desear encontrarte con ese tonto? ¿Por qué ahora permitía que su guardia bajará con su cercanía? ¿Por qué dejaba que los labios de ese playboy masacraran los suyos en un beso tan lento y duradero? ¿Por qué tan siquiera le gustaba que lo hiciera?
Quizás su lado más racional era el único que le pedía que se alejará de ese tonto, que no era conveniente estar a su lado, que solamente durante todo este tiempo lo único que debió hacer desde un principio era ignorarlo, porque su presencia era un fastidio, porque sus asquerosas palabras debían ser ignoradas, porque su sola mirada no debía obtener su atención. Pero había caído, no supo cuando, ni porqué, pero había caído... no estaba enamorado de ese tonto, pero si lo estaba considerando en todo momento, porque esperaba no encontrarse con él por los pasillos, quería ignorarlo, pero parecía que le prestaba más atención de la que debería, simplemente no podía escapar de la presencia de Jimin, estaba allí, estaba en sus pensamientos, y por más que quisiera ignorarlo no podía, porque siempre ese tonto lograba llamar su atención.
Apretó los dientes con fuerza, sintiéndose totalmente impotente ante la situación que estaba experimentando en carne propia, Kuyng tenía razón, todo lo que alguna vez dijo parecían palabras vacías. Bajo la mirada sintiéndose un completo idiota por haber caído en cuenta de que las palabras de Kuyng eran reales, puede que no quisiera a Jimin cerca, pero se estaba acostumbrando a su presencia revoloteando a su alrededor cual mariposa rodeando una flor que le gusto, y es lo que más lo mataba por dentro.
—¡Vaya! —su respiración se corto al escuchar esa maldita voz de nuevo, esa que le estaba haciendo estragos sus pensamientos, esa que se estaba robando su atención sin su permiso—. Parece que alguien se fue en verdad muy, muy enojado —una suave risa se escucho y los pasos que se acercaban se detuvieron justo detrás suya—, que ridículo.
Jimin miro a Yoongi y sonrió, jamás había sido tan sincero como lo había sido con Yoongi hace unos momentos, era real, no se comprendía del todo a él mismo, porque sin querer quería tener la presencia de ese chico tan gruñón a su lado, quería escucharlo molesto, quería ver ese adorable ceño fruncido y esos ojos gatunos tan oscuros y perfectos suyos, relamió sus labios, sintiendo ese tenue sabor dulce de los labios de Yoongi sobre los suyos, para Jimin dos besos no eran suficientes, jamás se había sentido tan necesitado de obtener un nuevo beso de los mismos labios, pero esos finos y rosados labios que Yoongi poseía se habían convertido en una agradable droga que no estaba dispuesto a dejar.
—Cállate... —dijo Yoongi en voz baja, Jimin sonrió levemente, mientras Yoongi giraba sobre sus pies para encararlo—. Solo deberías aprender cuando debes cerrar esa boca tuya, imbécil —Yoongi levanto la mirada, enfrentándose a aquel que ahora invadía sus pensamientos descaradamente.
—De nuevo a la defensiva —cruzo sus brazos sobre su pecho—, bueno —sonrió—, en realidad no me molesta que seas así, supongo es una actitud tuya que hay que soportar.
—¿Qué quieres decir con eso, Park?
—Quiero decir que estoy dispuesto a soportarte si me lo permites —soltó una pequeña risa, no estaba jugando, pero decir esas palabras parecía divertido, porque era una propuesta, no como las comunes, pero lo era.
Yoongi pego su lengua a su paladar con fuerza, ¿qué clase de respuesta era esa? ¿A qué quería llegar Jimin con eso?
—No te entiendo —dijo Yoongi, no quería explicaciones, absolutamente nada, pero muy en el fondo en verdad quería saber a lo que se refería.
—Bien —Jimin relamió la comisura de sus labios—, pensé que eras más inteligente, mi gatito —Yoongi frunció el ceño—, pero veo que a ti te deben dejar las cosas más en claro —el semblante serio de aquel chico no le estaba ayudando en nada a Yoongi, porque no era como otras veces, no se mostraba burlón, socarrón, ni siquiera mostraba su altanería, no, ahora estaba tan serio que ni siquiera Yoongi podía creer que estaba frente a Park Jimin—, será claro contigo entonces —prosiguió—, dejemos estos juegos estúpidos, es mejor comenzar algo real.
—¿R-real? —Jimin sonrió levemente al escuchar ese ligero tartamudeo en la voz de Yoongi—. Ni loco.
—¿Ni loco? —Jimin rodo los ojos—. Esa es una respuesta que no estoy dispuesto a aceptar —soltó un suspiro—, escucha, gatito, quizás me comporte como un idiota desde un principio, pero tú no es como si hubieras cooperado mucho, de hecho, la mayor parte del tiempo te la pasas insultándome, y no me quejo, me encanta escucharte decir insultos, y a pesar de que algunas veces me hiciste sentir como una completa basura, eso no quita el hecho de que me intereses.
Yoongi arrugo su nariz levemente mientras negaba con la cabeza, esto debía tratarse de una broma, Yoongi se quería prometer no volver a prestarle atención a ese tonto, pero al parecer todo le estaba jugando mal, porque ese playboy de quinta estaba ahora mismo frente a él y le decía esas palabras como si hubiera presentido desde un principio que tenía el plan de ignorarlo.
—Prefiero salir con un orangután en lugar de contigo.
—¿Quién dijo que quiero que salgamos? —soltó Jimin en una risa, el cuerpo de Yoongi se paralizo, ni siquiera había pensado muy bien en sus propias palabras, sintió un leve calor en sus mejillas, maldita sea, jamás en su vida había sentido tanta vergüenza como ahora—, lindo sonrojo, gatito.
—Púdrete, Park —Jimin en verdad estaba divertido con la situación.
—Entonces —camino un poco para así rodear el cuerpo de Yoongi, mientras que el de piel pálida tragaba en seco al sentirse indefenso ante Jimin, porque ese chico ahora lo rodeaba como un lobo rodea a un conejo indefenso a punto de atacarlo—, ¿quieres que salgamos? Mmmmmh —la leve risa de Jimin le dio un pequeño escalofrió en la parte trasera de su cuello—, no es mala idea ahora que lo pienso, gatito.
—No quiero nada de eso —dijo Yoongi—, no malinterpretes mis palabras.
—¿Malinterpretarlas? —volvió a reír—. Jamás lo haría, gatito, además ni siquiera te hice la propuesta de salir juntos, tú fuiste quien lo dijo en primer lugar, yo solamente te pedía acercarme a ti, pasar el tiempo juntos primero, conocernos y por supuesto posteriormente —detuvo sus pasos deteniendo detrás de Yoongi, y tomando sus caderas con sus manos para obligarlo a pegarse con su cuerpo, Yoongi soltó un pequeño quejido ante ese movimiento—, tener algo más formal, eso si sería bueno —Jimin acerco su rostro hacia la oreja de Yoongi—, ¿no lo crees, gatito? —el aliento de Jimin choco con la piel blanquecina de Yoongi, provocándole un cosquilleo.
—¿Formal? —Yoongi sonrió sin gracia—, para ti lo formal es follarte a alguien y dejarlo, es lo único que buscas, no soy idiota.
—¿Y sí te digo que no es lo que busco contigo?
—Sólo un verdadero tonto te creería —sacudió su cuerpo y se alejo para que lo soltase, en cuanto dejo de sentir las manos de Jimin sobre su cuerpo lo miro—, no soy un tonto para caer en esas palabras tan pobres, y será mejor que te alejes de mí, Park, porque sino te juro que te partiré la maldita entrepierna.
—Bueno, si es que lo haces será cuando estés montado sobre mi polla, gatito —Yoongi apretó los dientes ante ese comentario.
—Vete a la mierda, Jimin.
—Oh, vamos, gatito deja de sacar las garras y déjame eliminar las barreras entre nosotros.
—Ni loco.
—Ya veremos lo que haces, gatito.
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