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Quizás era lo suficientemente tonto para no notarlo a simple vista, o quizás simplemente no quería aceptarlo, pero era más evidente de lo que aparentaba, Kuyng podía ver todos esos pequeños detalles que Jimin tenía con Yoongi, el apodo era el que más le molestaba, a él jamás le puso ningún apodo que sonará dulce, es más a duras penas le decía algo lindo. Amar a alguien te vuelve completamente un idiota, Kuyng lo sabe perfectamente porque en verdad estaba enamorado de Jimin.

Había visto a Jimin cuando salió de su salón de clases, quería hablar con él, quería saber algo que le estaba carcomiendo los pensamientos sin parar, quería saber si acaso él estaba teniendo sentimientos por Yoongi, en verdad quería saberlo, pero no pudo hacerlo, iba a acercarse, de hecho lo había llamado por su nombre, pero a cambio recibió lo que más se temía ser ignorado, en un principio creyó que se trataba solamente de distracción, pues cualquiera podía estar completamente distraído cuando se trataba de asuntos personales o inclusive escolares, pero Kuyng nunca se espero que Park Jimin estuviera sonriendo mientras buscaba con la mirada a alguien.

Nunca se espero ese enorme entusiasmo que Jimin había adquirido para ir en busca de alguien, no le gusta ser curioso, a veces la curiosidad puede causar daños, pero no pudo evitar sentirse extrañado por aquel comportamiento, por unos momentos había pensado que Jimin lo buscaba a él, pero el pensamiento se esfumo al recordar que había sido ignorado en cuanto le hablo, Jimin no lo buscaba a él, sino que estaba en búsqueda de alguien diferente, y Kuyng quería saber quien era la persona a la que Jimin estaba enfocado en encontrar.

Ahora sabe que fue una terrible idea.

Kuyng esperaba que Jimin buscara con entusiasmo a sus amigos, o inclusive a alguien más que le tenía una buena noticia, pero nunca espero verlo entrar al sanitario y sonreír al hacerlo, nunca espero que al acercarse a la puerta y antes de abrirla escuchar una plática, nunca espero reconocer al instante la voz de Yoongi, y por supuesto jamás espero que al abrir la puerta levemente encontrarlos besándose.

Su curiosidad le había hecho añicos por completo su corazón.

—¡Kuyng! —y allí estaba de nuevo, Kuyng no esperaba que Yoongi saliera del baño para seguirlo, no quería esto, no quería ver a nadie, ni hablar con nadie, mucho menos con Yoongi.

Se supone que a Yoongi no le gusta Jimin, pero ¿por qué se besaban? ¿Por qué ambos parecían estar disfrutando de ese momento a solas? ¿Por qué Yoongi y no él? ¿Qué es lo que Park Jimin veía en su "amigo"?

—Maldición, Kuyng —escucho a Yoongi hablar—, espera un momento.

Kuyng frunció el ceño, no quería escucharlo, no quería hablar con él, es más ni siquiera sabe la razón por la que ahora lo sigue, no tendría por qué estar siguiéndolo.

—Deja de seguirme, Min —dijo Kuyng en voz baja, no queriendo alzarla más, porque sentía que si lo hacía terminaría por gritar—. Déjame solo.

—Kuyng, por favor —dijo Yoongi mientras seguía caminando, estaba a solo un par de metros de distancia de su amigo—, lo que viste allí...

Y Kuyng se detuvo, ¿lo que vio allí? ¿Qué? ¿Acaso Yoongi quería contarle con lujo de detalles la situación? ¿Quería restregarle en la cara que él ahora tenía a Jimin? ¿Quería mofarse de él? ¿Acaso esa era su intención? Sí, ¿por qué más querría darle explicaciones? Definitivamente Kuyng había llegado por fin a su límite, ya estaba harto, cerro sus manos formando puños, clavando sus cortas uñas sobre la palma de su mano con fuerza, su pulso temblaba mientras bajaba un poco la cabeza sintiendo su respiración pesada, no, no estaba dispuesto a escuchar explicaciones absurdas, ni tampoco estaba dispuesto a que se burlaran de él en su propia cara.

—¿Lo que vi allí? —la voz de Kuyng hizo que Yoongi detuviera sus pasos, Kuyng le daba la espalda—. ¡Lo que vi allí! —exclamo esta vez y se giro sobre sus pies para encarar a Yoongi—. ¡Me importa una mierda, Min!

—Kuyng... —Yoongi no se esperaba esa reacción—, ¿qué te pasa...?

—No necesito que me des detalles de como Park te come la boca —Yoongi frunció el ceño al escucharlo.

—¿Qué carajos estás diciendo? —Kuyng rodo los ojos al escucharlo.

—¿Acaso eres sordo? —Kuyng soltó un bufido—. Creo que fui bien claro, Min, así que ¿por qué no mejor te ahorras tus explicaciones baratas y mejor te vas con Park para que te siga devorando la boca?

—Que mierda, Kuyng —mascullo Yoongi entre dientes—, sólo déjame hablar, yo...

—¡¿Tú que maldita sea?! —grito Kuyng—. ¡Ya te dije que no quiero escuchar como Park te come la boca! ¿Acaso es difícil de entender?

—¡Ni siquiera voy a hablarte de eso, joder!

Kuyng sonrió ladino mientras negaba.

—Eres un mentiroso... —comento Kuyng—, toda esa mierda que me dijiste era falsa, solamente lo decías para que no sospechará que él te gusta...

—¿De qué hablas?

—De todo —Kuyng rodo los ojos—, siempre con tus mismas mierdas, Min, que odias a Park, que desearías que se muriera, que lo aborreces, que te da asco, bla, bla, bla —soltó un bufido—. ¡CON UN DEMONIO DEJA DE MENTIR!

—¡No estoy mintiendo!

—Mentiroso... —Kuyng negó con la cabeza—, eres una vil basura... eso es lo que eres Min Yoongi —sonrió ladino—, no puedo creer que creí cada una de tus estúpidas palabras...

—Sabes muy bien que no son mentiras —Kuyng negó con la cabeza—, no es mentira, sabes que detesto a Park Jimin...

—Pues tus labios no dicen lo mismo, Min...

Quería decir algo, quería defenderse, pero Yoongi sabía que en ese preciso momento razonar con Kuyng era inútil, así que simplemente no dijo nada.

—No puedes engañarme, ni siquiera a ti mismo, Min —siguió hablando Kuyng—, te gusta ese imbécil —hizo comillas con sus dedos—, ¿por qué no mejor regresas a que Park te siga metiendo la lengua en la boca? ¡Se ve lo mucho que lo disfrutas!

—Kuyng...

Pero su amigo no quiso seguir escuchándolo, estaba demasiado molesto como para seguir escuchando todo lo que decía. Yoongi se quedo allí parado en medio del pasillo, observando como poco a poco Kuyng se perdía en la distancia, Yoongi sentía que se merecía esas palabras, después de todo él siempre había dicho lo mucho que odia a Park Jimin, lo mucho que lo detesta en todo momento, y que ahora dejará que lo besará... cerro sus ojos por breves instantes.

—Esto es una mierda... —dijo para sí mismo, frustrado por no saber lo que tenía que hacer.

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