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Escabullirse no fue un problema, usualmente Yoongi era de las personas que se esperaban a que la salida del salón de clases estuviera totalmente desalojada para irse, pero esta vez decidió ser parte de los desesperados y salir con ellos, eso le sería de ayuda para poder escaparse completamente de Park Jimin, pero por supuesto no esperaba que ahora ese tonto lo estuviera esperando recargando su espalda sobre su casillero, quizás Yoongi si debió esperar a Namjoon, su amigo se lo dijo, pero él fue demasiado terco, así que ahora tendría que soportar la presencia de Park Jimin a su lado durante la hora del almuerzo, Yoongi se preguntaba si acaso había hecho mucho daño en su vida pasada como para que ahora el castigo que recibía sea este.

—¿Qué tal tus clases, gatito? —la pregunta de Jimin solamente hizo que Yoongi sintiera la ferviente necesidad de soltarle un golpe.

—No te importa —menciono en respuesta Yoongi, quizás Jimin se estaba acostumbrando a esas respuestas de parte del de piel nívea, o quizás simplemente le gustaba fastidiar a Yoongi, porque de inmediato soltó una pequeña risa.

—Tan animado como siempre —comento Jimin y Yoongi simplemente rodo los ojos—, aunque me esperaba una respuesta mucho más agresiva, ¿qué pasa, gatito? ¿No tienes ganas de mandarme a la mierda?

—Oh, claro que quiero —mascullo Yoongi entre dientes mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho—, pero prefiero no complacer tu extraño fetiche con que te diga o haga cosas que no te agradan.

—Es bueno saberlo —se encogió de hombros—, aunque, deberías de complacerme más seguido.

Yoongi soltó un resoplido, en verdad quería irse de allí, pero si salía corriendo terminaría por terminar agotado y además estaba el hecho de que Jimin lo seguiría, así que prefería solamente caminar al lado de ese imbécil, Yoongi no tenía muchas ganas de ir a la cafetería escolar, ni siquiera el apetito había llegado a él, y eso era una ventaja, no quería volver a compartir una mesa junto a Jimin, porque ese tipo si que podía llegar a ser muy fastidioso, insistiéndole en que le dé de comer, hacerlo comer a la fuerza, y hablar y hablar y no parar, eso era lo peor.

El de piel pálida soltó un largo suspiro, quizás debería resignarse a todo lo que le estaba pasando, sabe que Jimin planea algo, y no quiere ser parte de sus planes, pero ya lo era, y Jimin parecía negarse en verdad a dejarlo solo, ¿qué es lo que estaba pasando? Inclusive él no se comprendía así mismo, porque le hablaba a Jimin con tanta tranquilidad que se sentía inclusive un estúpido.

—Park —el mencionado elevo una ceja y miro hacia Yoongi, quien mantenía la mirada al frente—, sé lo que tramas.

—No estoy tramando nada —se defendió.

—No me mientas —Yoongi esta vez lo miro, su ceño estaba fruncido—, mira, bastardo de mierda —Yoongi detuvo sus pasos y Jimin siguió sus acciones después—, sé como eres, sé que te encanta lastimar los sentimientos de los demás, sé que te importa una mierda que los demás sepan lo haces y aún así sigan cayendo en tus tonterías, sé que no te importa estar conmigo y solo lo estás haciendo para tener tu pequeña venganza de niño mimado —se acerco un poco más hacia Jimin, quien lo miraba sin ninguna expresión en su rostro—, y créeme cuando te digo que de mí, no obtendrás absolutamente nada —apretó sus dientes con fuerza—, así que será mejor que dejes esta mierda, si lo que quieres es golpearme, hazlo de una maldita vez y deja tus jueguitos de lado, Park.

Por fin Yoongi termino de hablar, su mirada llena de furia se concentraba en el rostro de Jimin, quien lo miraba con indiferencia ante tales palabras, inclusive parecía que Jimin no había entendido ni una palabra de lo que había salido por la boca de Yoongi, y eso solamente estaba causando que Yoongi se sintiera todavía más molesto que de un principio.

—¿No piensas...? —Yoongi iba a volver a gritarle, pero Jimin lo interrumpió, comenzando a caminar hacia él, eliminando un poco más la distancia entre ellos.

—Lo sabes —Jimin no mostraba nada que indicara que estuviera molesto, Yoongi comenzó a retorcer en cuanto se fijo que al parecer Jimin no planeaba dejar de caminar hacia él—, ¿en verdad crees saberlo?

—¿Q-qué?

Cada paso que Jimin daba hacia Yoongi, el de piel pálida daba uno hacia atrás, mientras sus miradas se conectaban, el rostro inexpresivo de Jimin no le daba una respuesta clara del por qué estaba haciendo aquello.

—Bien, si lo sabes, eso es perfecto —Jimin siguió caminando hacia Yoongi—, eso me evita tanta ceremonia, y por supuesto me evita más problemas de los que quiero —Yoongi dejo de fruncir el ceño al escucharlo—, para que lo sepas, Min, yo no juego con los sentimientos de los demás, no puedo enamorarme de alguien, así como si nada, mi interés es más en otros aspectos —sonrió ladino—, pero eso también lo sabes, ¿no? —Yoongi trago saliva con pesadez al escucharlo—. Es cierto, me importa un carajo que las personas sepan lo que hago —se encogió de hombros—, mis acciones son muy obvias, y no me interesa si caen en mis manos, yo no se los pido, pero hay algo en lo que en verdad estas muy equivocado, Min.

—Mierda —mascullo Yoongi por lo bajo al sentir la fría pared en su espalda, ¿tanto había caminado? Ni siquiera había sentido que fuera una distancia tan larga, parpadeo un par de veces, Jimin no dejo de caminar hasta acorralar por completo su cuerpo y eso solamente lo hizo sentir nervioso, habían tenido cercanía, sí, pero en este momento, esa cercanía no se sentía para nada bien.

Jimin coloco las palmas de sus manos recargadas en la pared detrás de Yoongi, acorralando de ese modo al chico frente a él, la mirada de Yoongi había pasado del enojo a la sorpresa, algo que hizo a Jimin sonreír ladino, de alguna forma, esos ojos gatunos poco a poco lo estaban enloqueciendo, su mirada bajo por breves momentos a esos delgados y rosados labios que siempre le insultaban.

—¿Crees que no me importas, Min? —Jimin dejo de mirar los labios de Yoongi para mirarlo a los ojos—. ¿En verdad crees eso?

—Es más que obvio —apenas y pudo evitar tartamudear su respuesta—, lo único que quieres es vengarte por lo que te hice.

—Ya me vengué —menciono Jimin y Yoongi frunció el ceño al escucharlo—, verte sumamente dolido por el rechazo de Jungkook, fue una venganza perfecta, además —sonrió ladino—, de esa doble humillación que tuviste, eso fue —soltó una pequeña risa—, satisfactorio.

—Entonces ¿por qué sigues fastidiándome?

—No lo sé —Jimin no mentía.

—¿Qué?

—No lo sé —repitió Jimin—, para mí es tan extraño como para ti, gatito —volvió a sonreír—, de algún modo —volvió a mirar los labios de Yoongi—, no puedo dejar de mirarte, no quiero dejar de escuchar tus insultos, no quiero dejar de verte molesto —soltó una risa—, es tan ridículo.

—¿Por qué me dices todo esto?

—Porque quiero comprobar algo —Yoongi trago grueso al ver como Jimin eliminaba un poco más la distancia entre sus rostros.

—¿Q-qué carajos...?

—Sólo guarda silencio, Min —dijo Jimin antes de dejarse llevar y pegar sus labios contra los de Yoongi.

El de piel pálida se tenso al sentir como los labios de Park Jimin se juntaban con los suyos en un beso, su respiración se corto y sus ojos estaban abiertos de par en par, Jimin no hacía ningún movimiento, pero en cuanto Yoongi había sentido como los labios de Jimin comenzaban a moverse para tratar de hacerlo corresponder el beso, reacciono, ¿qué estaba haciendo? Jimin lo había tomado desprevenido, no podía permitir esto, ¡estaba siendo besado por la persona que más detestaba en todo el planeta! No podía dejarse llevar por eso, antes de que tan siquiera Jimin se permitiera seguir disfrutando del beso, Yoongi tomo valentía y lo empujo, separándolo de forma brusca, creando un chasquido entre sus labios, y en cuanto se separaron, Yoongi no dudo en elevar su mano para después dejarla caer sobre la mejilla izquierda de Jimin, propinándole una bofetada, el sonido sordo se escucho por el pasillo, la fuerza de la bofetada había sido lo suficiente para hacer voltear el rostro de Jimin, Yoongi sentía su corazón latir a mil por minuto, mientras su respiración era entrecortada.

Una risa proveniente de Jimin lo hizo mirarlo de mala gana, Jimin relamió sus labios mientras giraba su rostro para mirar a Yoongi.

—¡N-no vuelvas a...! ¡Agh! —Yoongi no quería seguir mirando a ese imbécil, así que, sin más, se dio media vuelta para comenzar su camino a pasos apresurados, lejos de él.

Jimin no lo siguió, pero no pudo evitar sonreír, ese beso le había dado lo que necesitaba.

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