¿Hasta que punto una persona podía volverse totalmente fastidiosa?

En muchas ocasiones, Yoongi no se sentía una persona a la que pudieran fastidiar de inmediato, ni siquiera tenía una lista en donde anotar a las personas más fastidiosas que ha conocido en su vida, pero si la tuviera, Park Jimin ocuparía el puesto número uno y nadie más lo bajaría de ese sitio, aunque claro si se lo decía, sería como subir su ego, porque sería el numero uno, y Yoongi no estaba dispuesto a que el ego de ese tonto subiera más, aunque se tratase de ser una persona fastidiosa.

No había pasado mucho tiempo, apenas un par de días, pero esos dos días habían sido los más largos para Yoongi, porque había sentido que habían pasado dos meses completos gracias a la presencia de Jimin, por alguna extraña razón que Yoongi no comprendía del todo, Jimin parecía estar totalmente dispuesto a seguirlo a donde quiera que fuese, y eso le causaba un enorme fastidio a Yoongi.

Y aunque Yoongi trataba, en verdad trataba de mandarlo a la mierda, Jimin parecía entender que se quedará con él.

—Juro que, si te veo de nuevo cerca de mí, te golpearé —mascullo Yoongi por lo bajo, mientras sentía como sus sienes palpitaban, y el dolor de cabeza se iba intensificando un poco más solamente con escuchar la fastidiosa risa de Jimin detrás de él—, ¿no tienes algo mejor que hacer?

—A decir verdad, no —Yoongi cerro sus ojos por breves momentos, cansado, quizás debería rendirse, o aceptar a Park Jimin como compañía hasta que se canse, sí, quizás solamente así se lograría librar de la presencia de ese tonto.

Aunque no estaba seguro de nada.

—En serio, Park —detuvo sus pasos y se giro sobre sus talones para poder encararlo—, no me fastidies, tengo un límite y estás por sobrepasarlo.

—Pues no lo parece —Jimin le regalo una sonrisa, sabe perfectamente que esta a punto de llegar al limite de fastidio, pero no le interesa, inclusive le importa poco si Yoongi lo golpea, el dolor se irá pronto.

Necesitaba tener más cercanía con Yoongi, no solamente para completar su plan, sino que también por el hecho de que le estaba comenzando a gustar la compañía del chico pálido, no entendía la razón por la que Yoongi no tenía muchas amistades, quizás porque a veces tenía pensamientos que muchas otras personas no compartían, también puede ser por ese malhumor que casi siempre cargaba sobre sus hombros, o también porque la mayor parte del tiempo parecía tratarse de una persona demasiado ocupada que le gustaba no desperdiciar su tiempo en personas que no le interesan, posiblemente esas eran las razones, pero la realidad era que Yoongi era mucho más interesante de lo que se esperaba, y era agradable.

—Eres increíblemente tonto —menciono Yoongi—, deberías de ponerte a hacer tus tareas en lugar de fastidiar a los demás, ¿lo has pensado?

—A decir verdad, quería pedirte ayuda con mis trabajos.

—No haré tu tarea.

—¿Y por qué hacías la de Jungkook?

Los ojos de Yoongi se abrieron en grande al escuchar esa pregunta, y bajo la atenta mirada de Jimin y la involuntariedad de Yoongi, su rostro pálido fue adquiriendo un suave tono de color rosa, hasta pasar al rojo, mostrando la vergüenza en todo su esplendor, Jimin no tardo en sonreír levemente al ver lo que había provocado, pero de alguna manera le fastidiaba el hecho de que también ese sonrojo en Yoongi se debía a la sola mención de Jeon Jungkook.

—¡Y-yo no le hice la tarea a ese imbécil! —exclamo Yoongi.

—Lo sé, pero se la pasabas.

—No lo hacía tan fácil —rodo los ojos—, le pedía cosas a favor de... —sacudió la cabeza—, ni siquiera sé porque debería de decirte eso, a ti no debe de importarte y no deberías de meterte en mis asuntos.

—Me importa porque se trata de ti —Yoongi soltó un bufido.

—¿Podrías dejar tus frases románticas para alguien que le importen? —Jimin elevo una ceja al escucharlo.

—No son frases románticas —Jimin sonrió—, ¿qué? ¿Te parecen románticas?

—No, a decir verdad, me parecen asquerosas —Jimin dejo de sonreír—, deberías ser más original, eres todo un cliché andante, Park.

Sí, Yoongi era complicado, es más si alguien buscaba la palabra difícil en el diccionario, la fotografía de Min Yoongi aparecería como primera definición del concepto, sí, porque Min Yoongi no era como los demás, Jimin ya llevaba demasiado tiempo con Yoongi, y trataba y seguía tratando, pero nada, ni siquiera un pequeño desliz que le indicará que había progresado un poco, quizás Yoongi no era muy expresivo o él era demasiado estúpido como para percibir una señal clara.

—¿Y qué quieres que te diga? —Yoongi frunció el ceño al escucharlo—. Sólo dilo, y te lo diré.

—Con que cierres la boca estoy bien.

—A veces eres imposible, Min.

—Y tú a veces eres insoportable.

—Playboy de quinta.

—Gruñón de mierda.

—Pedazo de idiota.

—Fastidioso intelectual.

—¡Agh! En verdad te odio.

—Ajá, y tú me encantas.

Yoongi se quedo en silencio al escuchar eso, mientras que Jimin le regalaba una gran sonrisa mostrando sus blancos y perfectos dientes, sin querer las mejillas de Yoongi volvieron a calentarse, un calor que Yoongi no tardo en ocultar con sus manos.

—¿Qué pasa? —Jimin en verdad estaba muy divertido con la situación—. ¿Eso fue lo suficientemente original para ti?

—¡Eres un idiota, Park Jimin! —menciono Yoongi con fastidio.

Yoongi le dio la espalda para comenzar a caminar a pasos rápidos y alejarse de Jimin, mientras que Jimin no pudo evitar soltar a reírse ante el comentario de Yoongi.

—¡Hey, gatito! No me dejes aquí.

—¡Ya te dije que no me sigas, idiota!

—¡Y yo ya te dije que te seguiría sin importar que!

Los dos estaban demasiado metidos en sus propios asuntos, ni siquiera les importaba que las demás personas que transitaban por el pasillo los mirasen, todos se encontraban muy extrañados con esa situación, porque desde un principio inclusive pensaron que Yoongi terminaría por golpear a Jimin, pero no fue así, se sonrojo.

La situación era inexplicable.