23
¿Bajar la guardia?
Yoongi no sabía si en verdad lo estaba haciendo, pero sus amigos tenían razón, ¿por qué le hablaba tan calmadamente a Park Jimin? ¿Dónde habían quedado los insultos? ¿Dónde había dejado las ganas de hacerlo apartarse de él? Quizás si estaba bajando la guardia, pero no es como si eso le afectase en algo, no es como si Park Jimin quiera en verdad aprovecharse de él y no es como si lo permitiera, Yoongi no es ningún idiota, sabe que Jimin quiere venganza, y aunque haya bajado la guardia un poco, no caería en las garras de ese idiota.
Ahora lo único que le preocupaba a Yoongi en ese momento, era Kuyng, su amigo parecía demasiado distante de ellos, y eso le estaba haciendo pensar en muchas cosas, pero sobre todo se sentía sumamente preocupado por él, Kuyng había dicho cosas sin alguna clase de sentido, y se había ido dejándolos solos en la cafetería, no entendía exactamente lo que le pasaba, y quería entenderlo, porque sinceramente Kuyng se estaba comportando demasiado errático ante ellos, y eso no era buena señal.
Siguió su camino por el pasillo, buscando con la mirada a Kuyng, observando cada uno de los rostros de los demás estudiantes, queriendo encontrar a su amigo, debía hablar con él, necesitaba saber lo que le pasaba, pudo haber continuado con su búsqueda de no ser que una voz ya conocida para él lo hizo detenerse.
—¡Yoongi! —el mencionado prácticamente se quedó paralizado en medio del pasillo cuando escucho aquella voz, sintió como la sangre abandonaba su cuerpo y trago saliva con pesadez—. Que bueno que te encuentro.
Escucho los pasos del chico aproximándose, y cuando menos lo espero, el tenue aroma del perfume que siempre utilizaba llego a sus fosas nasales, y de su lado derecho apareció él, Jeon Jungkook, Yoongi sintió como su boca se secaba de sólo mirarlo, el chico tenía sus cabellos revueltos, y no dudo en sonreírle levemente, pero Yoongi no correspondió aquella sonrisa, no tenía porque hacerlo, no después de lo que paso.
—¿Tienes la tarea de estadística? —pregunto Jungkook, de nuevo esos ojos brillantes llenos de esperanza en el chico se hicieron presentes, esperando a que su gran salvador le hiciera de nuevo el favor de siempre.
Eso era Yoongi para Jungkook, un libro resuelto andante, uno que siempre iba a tener todas las tareas respondidas de forma correcta, uno al que siempre acudía para copiar, Yoongi no pudo evitar apretar los dientes con fuerza, ahora caía en la cuenta de todo, esa amabilidad llena de falsedad, esas sonrisas dulces, todas eran solamente un truco barato para convencerlo de pasarle una tarea, Jungkook siempre le daba algunos dulces a cambio, y eso era todo, esa era su relación, y Yoongi se sintió estúpido, porque termino sintiendo algo por el chico, porque por unos momentos se imaginaba que la razón por la que Jungkook le pedía tantas tareas, era porque le gustaba, pero no, él estaba muy equivocado.
—Puedes pedírsela a alguien más —dijo Yoongi en un murmullo, pero fue audible para Jungkook, quien elevo ambas cejas al escucharlo—, si me disculpas, busco a alguien así que...
Yoongi estaba a punto de apartarse, pero Jungkook volvió a interponerse en su camino, parándose justo frente a él y haciendo que se detuviera de nuevo, Yoongi hizo una pequeña mueca con los labios, ¿en verdad Jungkook no entendía?
—Sabes que, si se la pido a alguien más, el profesor sabrá que esta mal —relamió sus labios—, vamos, Yoongi, sólo esta vez.
—Siempre dices lo mismo —dijo Yoongi—, además, no hice la tarea, ¿bien?
—Mentiroso —Jungkook soltó una suave risa—, vamos, Yoongi, no tengo todo el día, sabes que siempre entregamos las tareas en la sala de profesores, y...
—No quiero dártela —lo interrumpió de manera abrupta con aquellas palabras—, no pienso darte nada, no quiero que sigas copiando mi trabajo, deberías aprender a dejar de andar procrastinando y hacer tus malditas tareas en lugar de pedírmelas, estoy harto de que lo hagas.
Hubo una pequeña pausa, una en la que Jungkook se quedo mirando a Yoongi por unos momentos, para Jungkook le parecía gracioso la forma en la que Min Yoongi se enojaba, y es que verlo con el ceño fruncido no le atemorizaba, se veía demasiado adorable, era como ver a un gato enojado, así que no pudo evitar sonreír ladino al escuchar sus palabras.
—Sólo dame la maldita tarea —dijo Jungkook.
—He dicho que no —dijo Yoongi entre dientes, ya estaba lo suficientemente fastidiado con ese chico como para seguir con eso—, ve y consíguela en otra parte.
Yoongi no se iba a quedar hablando más con ese idiota, simplemente dejo de mirarlo y con la cabeza en alto, retomo su camino, rodeando a Jungkook por el lado izquierdo para así poder apartarse de él, en cuanto lo hizo, pudo escuchar una suave risa proveniente de Jungkook, pero decidió ignorarla. Jungkook se giro lentamente sobre sus talones para poder mirar detrás y ver como Yoongi caminaba lejos de él, sabía perfectamente porque tenía ese comportamiento, sonrió ladino, esto era algo divertido.
—¿Sigues molesto por lo que te hice? —aquella pregunta hizo que de nueva cuenta Yoongi detuviera sus pasos, no miro detrás, no cuando escucho una risa escapar de los labios de Jungkook—. ¡Supéralo! Sólo fue un rechazo, no es para tanto, Yoongi.
Para Yoongi no solamente se trato de un rechazo, fue el peor de todos los rechazos, su corazón se había quebrado por completo con la respuesta tan dura y amarga que había recibido, y el recuerdo de como Jungkook se había atrevido inclusive a darle un pequeño baño con ese maldito yogurt de sabor a fresas, todo había sido tan humillante, eso no era un simple rechazo.
El de piel más pálida soltó un largo resoplido antes de continuar con su camino, no necesitaba escuchar más a ese idiota, no quería escuchar a nada ni a nadie en ese momento, lo único que quería era irse de allí, ya tendría tiempo de buscar a Kuyng, por ahora, lo único en que pensaba era en encerarse en un sitio para no salir de allí en un largo tiempo, porque no quería verle la cara a Jeon Jungkook, no quería saber nada de él.
Recordar el rechazo solamente le había traído un mal sabor de boca, y ahora ver que a Jungkook le importaba una mierda, hacía que el dolor fuera inclusive mucho más intenso de lo que creyó, necesitaba alejarse de todo esto.
Bajo la atenta mirada de Jungkook, desapareció por el pasillo, perdiéndose entre los demás estudiantes que se encontraban caminando allí, Jungkook soltó un resoplido corto mientras rodaba los ojos, ahora había perdido al tonto que le hacía prácticamente la vida más fácil en cuanto a las tareas, pero eso no era un problema, podía conseguir a alguien más, Yoongi no era el único que podía hacerle el trabajo, no había nada de que preocuparse.
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